La reforma de la Ley Orgánica de Extranjería de 2009 tuvo como objetivos principales frenar la llegada de nuevos inmigrantes debido a la crisis económica y transpoder directivas comunitarias. Algunos de los cambios propuestos incluyeron elevar los requisitos para la reagrupación familiar, limitar visados de búsqueda de empleo, y aumentar las sanciones por infracciones a la ley. El proceso de reforma incluyó informes de varios organismos y la presentación de un proyecto de ley en junio de 2009