2. BIOGRAFÍA
Franz Clemens Honoratus Hermann Brentano nace en Marienburg, Prusia occidental (hoy
Malbork, Polonia), el 16 de enero de 1838; y muere en Zürich, 17 de marzo de 1917. Fue un
filósofo, psicólogo y sacerdote católico alemán y luego austriaco, defendió la tesis de la
intencionalidad de la conciencia y de la experiencia en general.
Realizó estudios filosóficos, teológicos y eclesiásticos y se doctoró en 1862. Desde entonces ya
mostraba una peculiar e independiente interpretación de Aristóteles. En la tesis doctoral Sobre
la múltiple significación del ente en Aristóteles [Von der mannigfachen Bedeutung des
Seienden nach Aristoteles, Friburgo, Herder, 1862], dedicada a su maestro Bolzano,
reconstruyó la doctrina de las cuatro determinaciones básicas del ente.
Enseñó en la Universidad de Viena, donde ejerció mucha y positiva infuencia sobre alumnos
como Sigmund Freud, Carl Stumpf, Edmund Husserl, Kazimierz Twardowski, Alexius Meinong y
Christian von Ehrenfels.
Se ordenó sacerdote católico en 1862, pero cuando el Concilio Vaticano I (1870) declaró la
infalibilidad papal como dogma, abandonó los hábitos y contrajo matrimonio, en Viena. Estuvo
también vinculado a la bávara Universidad de Würzburg, en la que fue contratado como
profesor en 1872, puesto al que renunció más tarde.
3. BIOGRAFÍA
En 1874 publicó en Viena publicó su obra más relevante: Psicología desde el punto
de vista empírico. Ese año Wundt también publicó, influido por Kant, sus
Fundamentos de Psicología Fisiológica, y a ambos se les considera creadores de la
"Psicología de la conciencia" por medio de la observación de la experiencia.
Brentano investigó las cuestiones metafísicas mediante un análisis lógico-
lingüístico, con lo que se distinguió tanto de los empiristas ingleses como del
kantismo académico. Sus estudios en el campo de la psicología introdujeron el
concepto de «intencionalidad», que tendría una influencia directa en Husserl, según
el cual los fenómenos de la conciencia se distinguen por tener un contenido, es
decir, por «referirse» a algún objeto. Definió a su vez la «existencia intencional», que
corresponde, por ejemplo, a los colores o los sonidos.
Brentano partía de unos principios aristotélicos desarrollados durante el medievo,
desechando el producto cartesiano del "Camino de la Idea", ya que esto ofrecía una
concepción ingenua y metafísica de la experiencia reflejada en la mente. Brentano
concluía que la mente se compone de actos mentales que se dirigen a objetos con
significados externos a la mente misma, no siendo una situación compleja de
agregados mentales formados por elementos sensoriales.
Para él la mente no era un mundo mental conectado accidentalmente a la realidad,
sino el medio a través del cual el organismo capta de manera activa la realidad que
nos rodea. Su denominada "Psicología del acto", convertida en Fenomenología, dio
un gran impulso a la Psicología Cognitiva describiendo la conciencia en lugar de
analizándola y dividiéndola en partes.
4. BIOGRAFÍA
La Fenomenología continuaría siendo desarrollada por Edmund Husserl (1859-1938), Martin
Heidegger (1889-1976) y Maurice Merleau-Ponty (1908-1961), e influyó el existencialismo de
Jean-Paul Sartre (1905-1980).
Aparte de la ya citada Psicología desde el punto de vista empírico, otras obras importantes
suyas son El origen del conocimiento moral y Las cuatro fases de la Filosofía.
Franz Brentano se considera principal representante alemán del Realismo en Psicología. Sus
ideas confluyeron en la Fenomenología, junto con el Neorrealismo en Filosofía y el Movimiento
de la Gestalt en Psicología.
5. CONTEXTO HISTÓRICO:
Su época fue el apogeo de los nacionalismos en Europa. Prusia inicia una
época de desarrollo que culmina en la guerra franco-prusiana. Su canciller,
Bismarck, une Alemania, iniciando el II Reich alemán. Tras la renuncia de
Bismark, el Kaiser mantendrá una política imperialista y revanchista que
llevará a Alemania y Austria al desastre de la Primera Guerra Mundial.
Es también la era del maquinismo y la ciencia, debido al auge de la creación
científica del momento. El hombre de campo migra a la ciudad. Se dan
desigualdades sociales nacidas del maquinismo. La grandes ciudades se
llenan de trabajadores que luego viven hacinados y en condiciones
infrahumanas. Paradoja del maquinismo es que trae progreso pero
también genera miseria.
Darwin y la evolución entran en conflicto con las enseñanzas creacionistas,
generando conflicto con grupos religiosos.
Reforma dentro de la iglesia Católica, con el Concilio Vaticano I.
En esta época surgen varias tesis filosóficas, como el positivismo, el
utilitarismo o el marxismo, todas ellas con un aspecto común: la sospecha
y la denuncia: sospechan del sistema capitalista, de la religiosidad, de los
buenos sentimientos humanos, de los valores occidentales, etc.
6. ESCUELA DE BRENTANO
Se denomina escuela de Brentano al grupo de filósofos y psicólogos que estudiaron con Franz
Brentano y fueron decisivamente influidos por él en su pensamiento y enseñanzas. A pesar
de que no se trató de una escuela en el sentido tradicional del término, Brentano mantuvo
en vida cierta cohesión entre sus antiguos discípulos. Sin embargo, precisamente dos de
sus más famosos estudiantes, Alexius Meinong y Edmund Husserl, fueron los que más
alejaron de sus teorías, el primero hacia la Teoría de los Objetos y el segunda hacia la
fenomenología, además del desarrollo de la gestalt.
Entre los miembros de la escuela destacan (ordenados según el periodo durante el que
estudiaron con Brentano):
• Carl Stumpf (Wurzburgo, 1866 - 1870)
• Edmund Husserl (Viena, 1884 - 1886 )
• Alexius Meinong (Viena, 1875 - 1878)
• Christian von Ehrenfels
• Kazimierz Twardowski (Viena, 1885 - 1889)
• Anton Marty (Wurzburgo, 1866 - 1870)
• Alois Höfler
• Benno Kerry
• Tomáš Masaryk
• Sigmund Freud
• Rudolf Steiner
7. ESCUELA DE BRENTANO
Los estudiantes de Brentano, a su vez, fundaron nuevas escuelas y movimientos:
Stumpf enseñó a Aron Gurwitsch y fue la cabeza de la escuela de Berlín de psicología experimental, formada
principalmente por Max Wertheimer, Kurt Koffka, Wolfgang Köhler.
Husserl fundó el movimiento fenomenológico, que influyó decisivamente en:
§ La fenomenología de Múnich, cuyos máximos representantes son Johannes Daubert y Adolf Reinach.
§ La fenomenología existencial, que derivó en los trabajos de Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty y
Martin Heidegger)
Meinong fue el líder de la Escuela de Graz e influyó, entre otros, a Stephan Witasek, Alois Höfler, Vittorio
Benussi y Bertrand Russell.
Christian von Ehrenfels es reconocido como el introductor del término gestalt, que llevó a la creación de la
psicología de la Gestalt.
Twardowski fue profesor de Tadeusz Kotarbiński y se convirtió en el padre de la «lógica polaca» como
exponenete de la escuela de lógica de Lviv-Varsovia, formada por Jan Lukasiewicz, Stanisław Leśniewski,
Kazimierz Ajdukiewicz y Alfred Tarski)
Marty y su discípulo Karl Bühler desarrollaron una detallada teoría del lenguaje que influyó a Adolf Reinach,
quien, a su vez, desarrolló una teoría de los actos del lenguaje hablado antes que John Austin.
Sigmund Freud es el conocido inventor del psicoanálisis.
Estudiosos como Bertrand Russell, Roderick Chisholm, George Edward Moore, Gilbert Ryle, John Searle, Barry
Smith, Kevin Mulligan, Peter Simons y Jan Woleński también ayudaron a reconocer las aportaciones de
Brentano a la psicología analítica.
A través de los trabajos y enseñanzas de sus alumnos, la filosofía de Brentano se ha extendido y ha influido
indirectamente en muchos de los debates contemporáneos en torno a la filosofía, la ciencia cognitiva y la
filosofía de la mente.
8. INTENCIONALIDAD:
Intencionalidad: (del latín in-tendere, "tender hacia") es un término filosófico que se refiere
a la propiedad de los hechos con referencia de la mente (o hechos psíquicos) por los que
ésta indica, hace referencia o se dirige a un objeto (externo o interno). Es un tema que ha
tomado relevancia desde la segunda mitad del siglo XX, y está en la raíz de la corriente
fenomenológica, y, más tardíamente, está presente también en la filosofía del lenguaje y de
la mente.
Intencionalidad ßà in-tendere ßà Entender
Origen del término:
Intencionalidad se refiere tanto al contenido de la mente o la conciencia, como a la relación
entre la conciencia y el mundo. Fundamentalmente, la intencionalidad significa que la
actividad de la mente se refiere a, indica o contiene un objeto. Desde otro punto de vista, se
puede decir que gracias a la intencionalidad un sujeto es capaz de conocer la realidad que
lo circunda y que además tiende naturalmente hacia ella, y, al mismo tiempo, al propio yo,
no como objeto, sino en cuanto sujeto del hecho o estado psíquico. La intencionalidad no
se reduce al estudio de la intención de la voluntad. (No debe confundirse con el concepto
que en francés se llama “intension” y en inglés intensionality, concepto que pertenece a la
lingüística).
9. INTENCIONALIDAD:
Es en la rama de la teoría del conocimiento (gnoseología), donde la intencionalidad
adquiere todo su valor, porque todo saber es intencional, es decir se refiere a algo ya sea
“de dicto” o “de re”; provocando así una constante que delimita el acceso al propio
conocimiento. Dando, paradojicamente, de esta manera el punto de partida para un
entendimiento objetivo de todo estudio. Desde este campo de estudio se analizan temas
tan variados como "el acceso de la conciencia al mundo", "la relación entre somaticidad,
o el cuerpo propio, y la conciencia", "los fenómenos psíquicos", "los valores, en cuanto
percibidos por la conciencia", "la realidad en la conciencia de lo irreal (lo futuro, lo falso,
lo erróneo)", "la apertura intencional de la voluntad", etc.
De dicto: “Yo amo a alguien” la palabra indica que amo a una persona que puede
ser cualquiera
De re: “Yo amo a alguien” me refiero especialmente a una persona única en quien
pienso cuando lo digo.
10. APROXIMACIÓN HISTÓRICA
Este tema ha sido tratado de manera muy distinta en diversas épocas y ámbitos filosóficos,
desde la antigua Grecia. Sin embargo, como tema de estudio, la intencionalidad es un
concepto moderno. Se le dio un lugar especial sólo después de que la conciencia ocupara
un puesto privilegiado en el trabajo filosófico. Hasta entonces, no se había visto la
necesidad de acudir a este concepto como digno de una atención particular.
Si un autor premoderno –anterior a Descartes– se acercaba a él, era de manera
secundaria o periférica, pues daba por descontado que la conciencia, o el sujeto, tiene
acceso al conocimiento del mundo o de la realidad, tanto en autores idealistas como
realistas.
En el siglo XX, algunos estudiosos de la intencionalidad intentan alejarse de un cierto
"mentalismo", dualista o no, que podría considerar que aquello que se conoce está en la
mente, en vez de ser la realidad misma. Acudir a la intencionalidad puede ayudar a evitar el
"mentalismo", al considerar que el conocimiento consiste en una relación entre la mente y
lo conocido, y no una duplicación de las cosas. El uso de este concepto es compatible con
diversas posturas, escuelas, métodos, etc., como la fenomenología, filosofía analítica,
metafísica, naturalismo biológico, etc.
11. LA INTENCIONALIDAD EN LA EDAD ANTIGUA
Se encuentran breves y tangenciales referencias a ella en filósofos
antiguos, en los que este término latino se usa sobre todo para el estudio
de la voluntad. Este tema hunde sus raíces en la filosofía griega -
particularmente Aristóteles-, y llega a la Europa medieval, como muchos
otros temas, a través de pensadores árabes. También se encuentra un
cierto interés por la intencionalidad en el neoplatonismo.
Agustín de Hipona (354-430 d.C.), en "La dimensión del alma" (De
quantitate animae) utiliza una formula similar a la que siglos más tarde
usaría Brentano para definir la intencionalidad. Para encontrar la
definición de sensación, pone dentro de un diálogo, en boca de Evodio,
frases como la siguiente: «Si me preguntaras qué experimenta (...) el que
desea: el deseo; qué experimenta el que teme: el miedo; qué el que goza,
el gozo».
Para definir esta realidad, Agustín no utiliza el término latino
correspondiente a intencionalidad, que reserva para los actos de la
voluntad.
12. LA INTENCIONALIDAD EN LA EDAD MEDIA
El filósofo árabe Avicena (c. 980 – 1037) nos proporciona una
consideración sobre lo mostrado a la conciencia como tema específico
de estudio. Se trata del ejemplo del hombre volante, suspendido en el
aire, que no recibe sensaciones de ningún tipo. ¿Qué tipo de
pensamientos, si es que los tiene, se dan en este hombre volante?, se
pregunta Avicena. No obstante, no postula el conocimiento como
relación o contenido intencional.
El fraile dominico Tomás de Aquino se cuestiona sobre la intencionalidad
del conocimiento desde dos puntos de vista:
• Primero, ontológicamente, se pregunta por el ser del conocimiento en
el hombre: el esse intentionale (ser intencional);
• En segundo lugar, por la manera en que las formas en el
conocimiento se identifican con la forma presente en la sustancia
que el hombre conoce.
Tomás de Aquino no parte inicialmente del estudio de la conciencia, para
dar después un salto hacia la realidad natural, sino que da por supuesto
que el hombre tiene acceso al conocimiento efectivo de las cosas, es
decir, no se trata de un conocimiento inmanente. Al ser un autor anterior
al desarrollo de la filosofía de la conciencia, no se preocupa por dar una
definición de intencionalidad o justificarla.
13. LA INTENCIONALIDAD EN LA EDAD MEDIA
Este autor medieval entiende la realidad física según el punto de vista
llamado hilemórfico (Las cosas tienen como principios la "materia" y la
"forma”), y sólo desde esa perspectiva se puede comprender su
concepto de intencionalidad.
El hombre, al conocer, adquiere la forma de las cosas, no su materia.
Las facultades cognoscitivas del ser humano están hechas a la medida
del mundo, de modo que pueda acercarse a ellas conociéndolas. En este
contexto, Tomás de Aquino introduce el término “ser intencional”, es
decir, que la “forma” de las cosas está presente ("es") en la mente del
hombre de modo que indica o se dirige a la realidad material de la cual
se tomó la “forma” conocida. De este modo, la parte intelectiva del
hombre tiene, en cierta manera, la capacidad de convertirse en todas
las cosas (quodammodo omnia), pero no de manera real, sino
intencional, pues posee la forma de lo que ha sido conocido. Tomás
considera también la intencionalidad según se refiera a las cosas
materiales, lo sensible, que es individual y concreto, o las intelectuales,
las ideas, que son universales. Entiende la intencionalidad como
relación (de las formas: la conocida y la que se encuentra en el objeto o
cosa), que le permite no postular una duplicación en la mente de lo
conocido. Es decir, concibe el conocimiento como una posesión
intencional de lo conocido.
De las "Summa Theologica"
de Tomás de Aquino
14. LA INTENCIONALIDAD EN LA EDAD MODERNA
Hasta la llegada de la filosofía de Descartes, que pone el conocimiento en el centro de la investigación
filosófica, no era necesario preguntarse sobre la intencionalidad, que se aceptaba implícitamente. Al
cambiar el modo de concebir la aproximación del hombre, o bien, de la conciencia, al mundo, se diluye la
intencionalidad. El cogito ergo sum de Descartes es un pensamiento que no requiere objeto para ser
postulado. Pues, según explica Husserl -entre otros- el conocimiento que la conciencia tiene de sí misma,
se da en concomitancia con la percepción que ésta tiene de lo conocido, y no de manera aislada o
independiente de ese conocimiento.
El filósofo irlandés Berkeley, que profesa un idealismo parcial (y por tanto, podría decirse, una
intencionalidad parcial), niega la trascendencia del conocimiento sensible, pero acepta la capacidad de
conocer objetos inmateriales, o corpóreos.
Immanuel Kant niega la posibilidad del conocimiento humano de las cosas, tanto de su esencia, como de
su existencia (que, en todo caso, es pensada, pero no conocida). La cosa conocida es solamente causa
de la percepción. "Lo que las cosas en sí mismas son es, según Kant, humanamente imperceptible, y no
sólo en algún aspecto, sino de un modo absoluto.” Sin embargo, la realidad calificada de empírica por
Kant es esencialmente objetual, es decir, en cierto sentido intencional. Aun así, no se da una apertura
intencional hacia la realidad, sino que es meramente inmanente.
Schopenhauer (1788-1860), por su parte, afirma que el mundo agota su ser en su referencia objetual al
sujeto correspondiente. Ésta "referencia objetual" puede ser catalogada como intencional.
15. LA INTENCIONALIDAD: TESIS DE BRENTANO
El filósofo alemán Franz Brentano, en su obra Psicología desde el punto de vista empírico (1874),
reintroduce este argumento en la filosofía moderna, dando al cogito cartesiano un contenido, o una
referencia. Brentano había estudiado detenidamente las obras de Aristóteles, e, inspirándose en su
obra, define la intencionalidad como la propiedad distintiva de los fenómenos psíquicos frente a los
fenómenos físicos. Y afirma que un hecho psíquico es irreducible a un hecho físico.
Esta afirmación es conocida como “Tesis de Brentano”. Por la intencionalidad, conciencia y
fenómeno son correlatos que se requieren necesariamente. La intencionalidad es también el
criterio de distinción de los fenómenos psíquicos: representación, juicio, y aceptación o rechazo.
Por la intencionalidad, estos términos filosóficos adquieren un nuevo significado. Por ejemplo, su
concepto de juicio se aleja de la mera creencia o belief de la filosofía de David Hume.
En un texto que se considera como una piedra miliar en la historia de la intencionalidad, en el que
Brentano intenta distinguir los fenómenos psíquicos de los físicos, escribe:
«¿Es que acaso hay alguna determinación positiva que valga siempre para todos los fenómenos
psíquicos? [...]. Los psicólogos antiguos señalaban la afinidad particular y la analogía que se
establece entre todos los fenómenos psíquicos, de la cual no participan los [fenómenos] físicos
[...]. Todo fenómeno psíquico se caracteriza por aquello que los escolásticos medievales llamaron
la in-existencia intencional (o mental) de un objeto, y que nosotros, con expresiones no del todo
carentes de ambigüedad, definiremos como referencia a un contenido, dirección hacia un objeto
(que no significa una realidad), o como objetividad inmanente. Todo fenómeno psíquico contiene
en sí algo como objeto, aunque no siempre del mismo modo. En la presentación hay algo que es
presentado; en el juicio algo viene aceptado o rechazado; en el amor, amado; en el odio, odiado;
en el deseo, deseado, etc.»
16. LA INTENCIONALIDAD: TESIS DE BRENTANO
El filósofo alemán Franz Brentano, en su obra Psicología desde el punto de vista empírico (1874),
reintroduce este argumento en la filosofía moderna, dando al cogito cartesiano un contenido, o una
referencia. Brentano había estudiado detenidamente las obras de Aristóteles, e, inspirándose en su
obra, define la intencionalidad como:
La propiedad distintiva de los fenómenos psíquicos frente a los fenómenos físicos.
Y afirma que un hecho psíquico es irreducible a un hecho físico. Esta afirmación es conocida como
“Tesis de Brentano”.
Por la intencionalidad, conciencia y fenómeno son correlatos que se requieren necesariamente.
La intencionalidad es también el criterio de distinción de los fenómenos psíquicos:
a. Representación,
b. Juicio,
c. Aceptación o rechazo.
Por la intencionalidad, estos términos filosóficos adquieren un nuevo significado. Por ejemplo, su
concepto de juicio se aleja de la mera creencia o belief de la filosofía de David Hume.
17. LA INTENCIONALIDAD EN EL SIGLO XX
A. Filosofía continental:
El mayor promotor de una filosofía fundada en la intencionalidad es Edmund
Husserl, discípulo de Brentano, cuya fenomenología encontró más eco, y logró
crear más escuela que la filosofía de Brentano, que se muestra menos unitaria y
aferrable. Husserl propone como método la reducción fenomenológica, que
excluye de la consideración filosófica lo que no es mostrado a la conciencia, es
decir, sólo toma en cuenta los dos polos de la relación intencional: la conciencia
y el fenómeno. En el sistema de Husserl, la afirmación de la subjetividad es
absoluta, y la del mundo, en cambio, sólo relativa y presuntiva. Es decir, el yo
"intende" o "se dirige intencionalmente" hacia lo que el mismo sujeto ha
constituido como objeto de conocimiento.
En este sentido (y sobre todo en sus escritos tardíos), aún concibiendo el
conocimiento (y la conciencia que se tiene de él) como fundamentalmente
intencional, se da una situación de total inmanencia.
Husserl deseaba establecer la filosofía como ciencia rigurosa, y estaba
convencido de que su realización sería posible sólo cuando esta disciplina se
transformara -dicho a grandes rasgos- en conocimiento acerca de la conciencia
pura y sus correlatos intencionales (lo que es presentado a la conciencia).
18. LA INTENCIONALIDAD EN EL SIGLO XX
Por la línea de Husserl siguieron otros pensadores como Martin Heidegger, Max
Scheler, Edith Stein, Jean-Paul Sartre, etc., aunque cada uno de ellos adopta este
término, lo hace propio, y lo adapta a su filosofía.
Max Scheler no se consideraba estrictamente discípulo de Husserl, sino que
afirmaba haber descubierto el método fenomenológico por cuenta propia. Fue
pionero en la consideración de la intencionalidad en los valores (humanos,
morales, etc.). Al igual que Heidegger, se aparta del método fenomenológico de
Husserl, y añade consideraciones de tipo ontológico. Define Intencionalidad como
"Cuidado" (Sorge), o atención hacia las cosas, superando el mero aspecto
ontológico.
Para Heidegger, que el ‘ser en el mundo’ se plantee la existencia del mundo carece
de sentido. Este autor plantea una cierta intencionalidad inversa, que es del ser
hacia el sujeto, una especie de apelación que hace el ser a la personalidad
humana, a la que el hombre responde.
Sartre identifica conciencia con intencionalidad.
Edith Stein, por su parte, estudia la intencionalidad en los campos de la empatía
(relación entre sujetos, o interpersonal) y de la relación entre conciencia y cuerpo.
19. LA INTENCIONALIDAD EN EL SIGLO XX
B. Filosofía anglosajona:
El norteamericano John Searle ha estudiado la intencionalidad y ha contribuido a despertar el
interés en este concepto en el ámbito anglosajón. Proviene de la filosofía analítica, y su recorrido
intelectual lo ha llevado a acercarse, a través del lenguaje y la semántica, al concepto de
intencionalidad. En particular, es famoso por su argumento de la habitación china, que ha
generado un amplio y fructífero debate. Introdujo también el estudio de la intencionalidad social
que, postula, no se reduce a la mera suma de las intencionalidades individuales.
Searle acepta la definición básica de intencionalidad presentada por Brentano como la propiedad
lógica de referirse a un objeto. Está de acuerdo con él en que la intencionalidad siempre es
mental, pero rechaza la segunda idea –central en el pensamiento de Brentano- de que la
intencionalidad es el distintivo de lo mental. Para Searle, sólo los estados mentales pueden ser
intencionales, pero no todos los son, pues, algunos estados mentales, como por ejemplo, el dolor,
no necesariamente son “acerca de algo”.
Searle define la intencionalidad como “aquella característica de ciertos estados mentales y
eventos que consiste en estar dirigidos hacia, referirse a, ser acerca de, o representar otras
entidades o estados de cosas”.
También Gilbert Ryle y Alfred Ayer han estudiado y criticado la intencionalidad de Husserl. Roderick
Chisholm ha dado nuevo impulso a las tesis de Brentano a través del análisis lingüístico.
20. EL ESTUDIO DE LA INTENCIONALIDAD
Por la diversidad de contextos en que los distintos autores estudian la intencionalidad, puede ser
útil agruparlos bajo un aspecto distinto del meramente histórico. Uno de estos aspectos se refiere
al interés ontológico de cada pensador (Sajama y Kamppinen proporcionan otro sistema, también
útil, basado en la relevancia del objeto en el estudio de este tema). Por interés ontológico se puede
entender la atención dada a la existencia, o al 'ser' de los objetos de la conciencia "fuera" de ésta.
El interés ontológico del conocimiento intencional
Desde este punto de vista, se podrían catalogar (con las limitaciones propias de toda catalogación)
en tres grupos principales:
Aquellos autores que inician la investigación desde la conciencia, tomando en cuenta sólo el
contenido intencional, y que se desentienden del ser de los objetos extramentales (por ejemplo,
Husserl en una época tardía, según algunos, o desde el inicio de su trabajo filosófico, segun otros),
por ejemplo, al limitarse a hacer un juicio afirmativo de estar ante un objeto (mental), sin
pronunciarse sobre su realidad transubjetiva (más allá del sujeto o de la conciencia).
Los pensadores que consideran, desde distintos ángulos, el ser de lo que es percibido por la
conciencia (p. ej. Nicolai Hartmann, existencialistas y realistas de diverso tipo).
Diversos estudiosos de la fenomenología suelen pertenecer a estos dos primeros grupos.
21. EL ESTUDIO DE LA INTENCIONALIDAD
Por la diversidad de contextos en que los distintos autores estudian la intencionalidad, puede ser útil
agruparlos bajo un aspecto distinto del meramente histórico. Uno de estos aspectos se refiere al interés
ontológico de cada pensador (Sajama y Kamppinen proporcionan otro sistema, también útil, basado en la
relevancia del objeto en el estudio de este tema). Por interés ontológico se puede entender la atención
dada a la existencia, o al 'ser' de los objetos de la conciencia "fuera" de ésta.
El interés ontológico del conocimiento intencional:
Desde este punto de vista, se podrían catalogar (con las limitaciones propias de toda catalogación) en
tres grupos principales:
1. Aquellos autores que inician la investigación desde la conciencia, tomando en cuenta sólo el
contenido intencional, y que se desentienden del ser de los objetos extramentales (por ejemplo,
Husserl en una época tardía, según algunos, o desde el inicio de su trabajo filosófico, segun otros),
por ejemplo, al limitarse a hacer un juicio afirmativo de estar ante un objeto (mental), sin
pronunciarse sobre su realidad transubjetiva (más allá del sujeto o de la conciencia).
2. Los pensadores que consideran, desde distintos ángulos, el ser de lo que es percibido por la
conciencia (p. ej. Nicolai Hartmann, existencialistas y realistas de diverso tipo).
3. Diversos estudiosos de la fenomenología suelen pertenecer a estos dos primeros grupos.
4. Autores que pertenecen más bien a un naturalismo biológico, y que, si bien no atienden a aspectos
estrictamente ontológicos, no son inmanentistas o idealistas (p. ej. Searle).
5. Fuera de esta catalogación están los autores que niegan la intencionalidad, por ejemplo, los que
postulan un materialismo eliminativista que niega la existencia de los actos mentales, que son
totalmente reducibles a situaciones cerebrales. (p. ej. Patricia y Paul Churchland).
22. EL SER COMO EXPERIENCIA O SER INTENCIONAL
En un texto que ejemplifica una consideración ontológica de lo intencional, Husserl
escribe que se puede distinguir entre el ser como experiencia y el ser como cosa.
Otra aproximación hacia la comprensión del problema de la intencionalidad en el
conocimiento consiste en la hipotética pregunta: ¿conozco lo que veo, o sólo conozco
aquello que veo a través de mis sentidos? Es decir, ¿tengo certeza sobre la
existencia de lo que veo (o cualquier otro tipo de percepción), o me tengo que
conformar con suponerla? Cuando Husserl plantea la reducción fenomenológica, él
obvia -a manera de método- esta pregunta a favor de la investigación sobre la
conciencia.
En el caso de Searle, aun sin tener un explícito contenido ontológico, en su definición
de intencionalidad, "no se deja lugar para la especulación acerca de su enfoque
realista acerca de la existencia de la realidad extramental, o en su confianza en
nuestra capacidad de conocerla".
23. CONCIENCIA Y SUBJETIVIDAD
Para muchos de los autores mencionados, la intencionalidad es el modo
de ser de los hechos de conciencia por el que se tiene un conocimiento
del mundo real y de su existencia (que por ejemplo, Kant niega). Sin
embargo, si la conciencia se define como mero correlato del fenómeno, no
es posible explicar el conocimiento del ser transobjetual (es decir, más
allá del objeto de la conciencia, o del fenómeno). Si se acepta la
posibilidad del conocimiento de la existencia de que está más allá del
fenómeno, el elemento que conoce debería tener una cierta afinidad
ontológica con lo conocido. Ciertos tipos de idealismo proponen una
conciencia absoluta, que no necesitaría tal sustrato de la conciencia. Sin
embargo, el análisis fenomenológico de los datos de conciencia puede no
ser compatible o contradictorio con tal supuesto. Husserl por su parte
postula una "subjetividad originaria", que no obstante, no llega a ser como
un "sustrato" o "soporte" del flujo de la conciencia.
24. INTENCIONALIDAD Y AUTO-CONCIENCIA
En muchos pensadores afines a la fenomenología, el hecho de la auto-conciencia es
fundamental para el hecho del conocimiento. Desde este punto de vista, el fenómeno no se
da a la conciencia, sin que al mismo tiempo se dé una percepción del propio yo, que sin
embargo no consiste en una objetivación, sino en una mera presencia "atemática", es decir,
que el propio yo no es el tema u objeto principal de la conciencia. Aunque está en la línea de
la "apercepción trascendental" de Kant, este concepto toma en Husserl algunas
características propias.
Esta presencia no objetiva o no temática del yo en el conocimiento, permite que el sujeto (o
la conciencia) posea y disponga de sus vivencias para ejercer, cuando se al caso, la reflexión
sobre ellas. Es decir, poder reflexionar, recordar, etc. En el caso de una perspectiva del yo
empírico o realista, esta presencia no objetiva del yo incluye también, cuando hay referencias
al mundo exterior, la percepción del propio yo como una parte de la realidad conocida. Es
decir, el sujeto se sabe como una cosa entre las cosas, como parte de ese mundo al que la
conciencia se abre. Es decir, en el hecho del conocimiento intencional, independientemente
de que sea o no término de ese conocimiento el mundo real, el la auto-conciencia no es un
hecho tardío o posterior, sino concomitante. De todos modos, es un hecho derivado, es decir,
el conocimiento de sí mismo se funda en el conocimiento de lo otro. Esta forma de entender
el conocimiento intencional da respuesta al "hombre volante" del filósofo Avicena, pues el
sujeto no se puede conocer a sí mismo, si no conoce algo distinto que él mismo.
25. OBRAS DE BRENTANO
Entre sus obras cabe destacar:
• De la múltiple significación del ser según Aristóteles (1862),
• Psicología desde el punto de vista empírico (1874)
• El origen del conocimiento moral (1889)
• Aristóteles y su cosmovisión (1911)
• Las cuatro fases de la Filosofía
• Investigaciones filosóficas sobre espacio, tiempo y el contínuo
• La fundamentación y construcción de la ética.