BIOGRAFIA MARIANO MELGAR presentacion en power point
Comparaciòn de filosofia oriental y griega
1. Psicología General GonzaloStefanoPinargote Zùñiga
¿Con cuál de los filósofos ya sean Orientales o griegos usted está más de
acuerdo y qué relación tiene con la psicología?
Me inclino más con la Filosofía Griega y sus principales representantes, generalizando, mis
razones son las siguientes:
La Filosofía Griega es más desarrolladora, es decir, tiende a permanecer en un entorno evolutivo
de desarrollo científico y crítico, en el que el ser humano como tal, debe desarrollar capacidades
que le ayuden a tener un amplio conocimiento en múltiples funciones del entorno.
Sin embargo, La Filosofía Oriental, da objetivos puntuales más disciplinados, como se dice, la
Disciplina vencerá la inteligencia, son especies de reglas estrictas, necesarias para la
convivencia armónica con la naturaleza y el prójimo, a más de ser un estilo de vida conservador
en el que el único desarrollo que se realice sea el cuidado al entorno. La Filosofía Oriental tiene
que ver más con lo moral y la ética. Su relación con la psicología humana por el interés pretende
llegar a la felicidad del hombre a través de su estilo de vida, dando importancia a los valores, la
autorrealización, la interrelación, la libertad, las necesidades y la humanización.
El pensamiento occidental caricaturiza a la religión pagana y a la religión oriental por su
multiplicación de la divinidad en numerosas personalidades y deja de reconocer que estas
personalidades son sofisticados sistemas de mapeo de los diferentes aspectos de la conciencia
Los dioses representan unidades de la mente dentro de las cuales evolucionan mundos
[...] Todos estos dioses, así llamados, están sujetos al nacimiento y la disolución, lo
único que no puede disolverse es la Conciencia misma.
Manly P. Hall
Cuando el pensamiento racional moderno se vuelca a analizar el pensamiento religioso,
no tarda en despreciarlo fundamentalmente al considerar ridículas las personificaciones
que hace de la divinidad: desde el dios celoso patriarcal de barbas blancas judeocristiano,
las divinidades de múltiples brazos o con rostros de animales de la India, hasta los dioses
griegos con sus cualidades demasiado humanas, sus morales laxas y sus errabundas
acciones. El hombre occidental versado en ciencia ve en esto una caricatura, una clara
proyección antropomórfica: dioses creados por la mente del hombre que reflejan su
desesperado intento de encontrar sentido en función a creencias y modelos obsoletos del
mundo. Me parece que en esto, más que la perspicacia del método supremo de la razón,
podemos ver una forma de colonialismo intelectual un tanto bárbaro en el sentido de que
antes de entender y quizás asimilar, de tajo invalida y destruye. En esto hay tal vez una
herencia del cristianismo (de algunas de sus autoridades intolerantes, no ciertamente de
la religión como tal) que destruyó grandes bibliotecas en la antigüedad y que borró las
culturas que conquistó (como en la atroz quema de los códices mayas) por considerarlas
paganas. Por esto, uno puede ver en lo que Roberto Calasso ha llamado el
"fundamentalismo secular" una nueva encarnación del dogma, de la cerrazón propia del
pensamiento dominante que modela la realidad conforme a sus preceptos.
Los sistema "paganos" son más complejos y sofisticados de lo que les damos crédito.
Aunque en todas las religiones hay una tendencia vulgar a adorar las imágenes de los
dioses y adorar a las personalidades como entidades con un rango de acción milagrosa
delimitada, los principios de las grandes religiones no suelen considerar a los miembros
del panteón como seres supernaturales individuales e independientes, sino como símbolos
o arquetipos a través de los cuales se manifiesta la suprema conciencia del universo. En
este sentido la adoración de dioses personificados es una forma de decadencia del culto,
resultado en cierta forma de la falta de iniciación, de la tergiversación de los símbolos
religiosos y del uso y manipulación del credo por parte de la autoridad religiosa. Nos
2. Psicología General GonzaloStefanoPinargote Zùñiga
acercamos a lo religioso como hacia un muro desvaído, con inscripciones que ya no
sabemos leer. Manly P. Hall nota en su libro Lectures on Ancient Philosophy:
Los dioses son personificaciones de atributos divinos, eso es, significan condiciones de
la Conciencia Universal. Mientras que lo Absoluto significa la Totalidad de la Conciencia
en suspensión, los dioses son diferentes fases de la Conciencia Universal. Mientras que
el ignorante venera a los dioses como personalidades o entes divinos, el filósofo los
reconoce como planos cósmicos o modos de realización.
Es por eso que podemos hablar del camino de Buda, de Cristo, de Hermes o de Kali en el
tantra, por ejemplo. Dioses que son continentes en el mapa de la conciencia o
representaciones de los patrones creativos del universo: cada uno de ellos un
desdoblamiento particularizado de la conciencia que permea el universo (la única
divinidad que no está sujeta a la disolución: el dios detrás de los dioses), que se tiende
como una escalera entre el ser individual y el ser universal, lo que Plotino llamó "el vuelo
del solo al Solo". Hall agrega: "Hay un punto sutil en el hecho de que quien logra la
budeidad no es un buda sino el Buda". Explicado de otra forma: "el académico occidental
considera a alguien que rompe la ley como un criminal, mientras que el oriental considera
a la persona que rompe la ley como crimen". Es decir uno no se convierte en un buda,
uno se vuelve Buda: la conciencia universal, el Ser despierto, y para hacer esto se rescinde
de la individualidad. Y es que aquí se concibe al individuo solo como una extensión --la
punta de un iceberg de una hondura infinita-- de la experiencia del Ser Universal. Por eso
se habla en el budismo de que una persona no tiene experiencias, sino que es la
Experiencia la que tiene personas. La paradoja de la deificación, la iluminación o la
ascensión sería que para alcanzar este grado superior de conciencia una persona debe
dejar de ser una persona; en otras palabras, aquel que quiere iluminarse para sí mismo,
para cumplir sus deseos o para magnificar la persona que cree ser, de entrada está
condenado a fracasar; por eso el ego puede entenderse como sinónimo de ilusión.
A partir de lo anterior, podríamos ver a Jesús no tanto como un hombre sino como un
principio soteriológico, como el poder redentor del alma humana. El buda Maitreya, dice
Hall, puede entenderse como "la conciencia de esperanza" y aquello que llega para
quienes pueden intuir "la existencia de un estado más noble e iluminado". De este
entendimiento de los dioses como aspectos de la Conciencia, se podría desdoblar un
principio armónico de diálogo interreligioso en el que las diferentes divinidades más que
competir podrían aspectarse, un poco como los planetas en el cielo que danzan entre sí.
Hall explica que "cuando un individuo alcanza un estado de conciencia simbolizado por
cierto dios, entonces se declara que el dios está encarnado en esa personalidad y de hecho
camina sobre la Tierra. Así el dios de la alegría está encarnado en el hombre alegre; el
dios de la piedad en el hombre piadoso o el dios de la guerra en aquellos que pelean".
La divinidad que parece alcanzar el hombre por momentos --en su participación con los
diferentes aspectos de la Conciencia-- nunca es el resultado de la potenciación de su
individualidad, sino de los momentos en los que logra vaciarse para que el espíritu
universal lo atraviese. Esto ocurre con las cuatro manías divinas en la filosofía platónica
o con la noción de éxtasis, palabra que significa hacerse a un lado o salirse de uno
mismo, en este caso para que lo divino pueda atravesarnos. El uno mismo que se hace
a un lado lo podemos pensar como el ego y la confabulación de la personalidad
individual.
En el Fedro, Sócrates habla de cuatro tipos de manías, las cuales considera una forma de
posesión divina:
1. Mantike mania-- La manía que viene de Apolo y brinda el poder de la profecía.
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2. Telestike mania --La manía que viene de Dionisio y que tiene que ver con la iniciación
mística.
3. Poetike mania -- La poesía, que viene de las musas.
4. Erotike mania -- El amor, que viene de Afrodita.
Sócrates considera que estos estados de furor son superiores a la mesura (o sophrosyne) y
por lo tanto el hombre hace bien en dejarse poseer, por así decirlo, por estos arquetipos,
especialmente porque cada uno asiste en el ascenso del alma hacia su fuente noética.
En esta comprensión de las diferentes fases y manifestaciones de la divinidad distribuida
bajo diferentes arquetipos, podemos ver por qué se ha dicho que en realidad la filosofía
platónica --yen general la religión griega en su aspecto de iniciación como se impartía en
los Misterios-- es monoteísta (y panteísta al mismo tiempo) y tiene mayores similitudes
con ciertas corrientes de la filosofía oriental que conciben al ser como idéntico al
universo, total y absoluta unidad que se contempla a sí misma y que se multiplica solo en
la ilusión de la materia --la cual es considerada simplemente como un estado de baja
conciencia.
Es probable que la tradición esotérica de la cual participaron Pitágoras y Platón haya
llegado originalmente de la India, del jainismo, según sugiere el erudito y musicólogo
Alain Daniélou. Por supuesto que también de Egipto y su compleja religión, en la cual de
igual manera puede verse un monoteísmo subyacente. Si bien asociamos a los griegos
con un paganismo vulgar en el que los dioses cometen actos demasiado humanos --y
desfilan bajo innumerables personificaciones, como si se tratara de individuos como
nosotros pero con ciertos poderes supernaturales, los filósofos griegos claramente
comprendieron que los dioses eran principios o patrones arquetípicos. En El Banquete,
por ejemplo, se dice que Eros es un dios, que es un estado mental y que es un "modo de
realización", usando la frase de Hall, puesto que el amor nos magnetiza hacia lo divino.
Afrodita, la celeste, es claramente entendida como una manifestación del Alma del
Mundo por Plotino, la cual se personaliza solo para conducirnos hacia la divinidad, hacia
la henosis o fusión con el Uno, más allá de toda personalidad. Ocurre lo mismo cuando
caemos en la ilusión de amar a una persona e idolatrar su cuerpo como si fuera nuestro
único dios y no vemos en ella una manifestación del Amor y de la Belleza que nos
conduce de lo particular hacia lo universal.
Este orientalismo del helenismo, creemos, parece haberse olvidado; como sugiere
Christos Evangeliou, la filosofía griega que llegó a nuestros días es el resultado del filtro
del cristianismo puesto al servicio de una autoridad que despojó a la filosofía helénica de
su esencia de libertad y búsqueda de la sabiduría fuera de las constricciones del poder
político. El helenismo o al menos cierta parte importante del helenismo, aquel encarnado
sobre todo por Platón y sus antecesores y sus sucesores neoplatónicos, está ligado a una
conciencia soteriológica: la filosofía es definida como un entrenamiento para la muerte,
para que el alma pueda alzar sus alas, y como el arte de hacerse como los dioses (las
Formas divinas), para que el alma retorne a la unidad (henosis). Este aspecto toral de la
filosofía ha sido reprimido por el pensamiento occidental. Podemos distinguir algunas
diferencias más entre el pensamiento oriental y el pensamiento occidental --la prioridad
en lo cualitativo y lo interior del primero y de lo cuantitativo y externo en el segundo, por
ejemplo-- pero la diferencia que me interesa remarcar aquí es que Occidente no reconoce
su origen común con Oriente: busca separarse y no acepta su sombra pagana ni su raíz
mística.
4. Psicología General GonzaloStefanoPinargote Zùñiga
Buda
Buda no es un nombre, sino un título que significa “el que está despierto”; es decir, despierto a
la realidad superior, a las cosas tal y como son.
Una persona se convierte en Buda cuando alcanza la iluminación, un estado en que se puede
percibir la verdadera naturaleza del mundo.
A lo largo de la historia budista han habido muchos iluminados, pero el término “Buda” se usa
especialmenta para recordar al fundador de la religión budista y el primer iluminado, es decir,
Siddharta Gautama.
Captó las Cuatro Nobles Verdades: la vida es sufrimiento; la causa de este sufrimiento proviene
de que el hombre desconoce la naturaleza de la realidad y se apega a los bienes materiales; el
sufrimiento puede tener fin si el hombre logra superar su ignorancia y renuncia a las ataduras
mundanas; el camino para lograr esta superación es la Óctuple Senda (o Camino de las Ocho
Etapas), que se resume en principios tales como moralidad, concentración y sabiduría.
Fue éste el instante en el que Buda experimentó la Gran Iluminación que le reveló el camino de
la salvación.
Libre ya del ciclo de la reencarnación y dotado de una sensibilidad sobrehumana, pasó las
siguientes semanas considerando varios aspectos de su realización.
La filosofía de Confucio es más para mantener el orden en la sociedad.
5. Psicología General GonzaloStefanoPinargote Zùñiga
Confucio
Nació en el año 551 y murió en 479, antes de nuestra era, una época caracterizada por el paso
de una religiosidad de carácter mágico a una religiosidad racional. Confucio, que en realidad se
llamaba K’ung Ch’iu, fue un sabio que predicó que la virtud moral y una sociedad ética son más
eficaces que la magia para lograr el bienestar humano. Sus enseñanzas no pretendieron fundar
una religión sino una forma de vida.
Para Confucio, un hombre muestra su valor practicando la virtud, la rectitud, el amor, la
humanidad, la generosidad y el respeto a las padres y ancestros. Asimismo, es muy importante
el aprendizaje constante y la auto superación a través de la educación.
El confucianismo representa la forma de vida del pueblo chino durante más de 2 mil años.
Además no fue exclusivo de China, países vecinos, como Korea, Japón y Vietnam aclimataron
esta filosofía a sus culturas.
LOS GRANDES PENSADORES DEL MUNDO GRIEGO
Desde la época de Sócrates han vivido muchos hombres empeñados en discutir las creencias
aceptadas y presentarnos las cosas conocidas bajo una óptica distinta. A Sócrates se le acusó
de exagerar el poder de la razón y de utilizarla sólo negativamente, pero desenmascarar errores
y desembarazarse de la broza intelectual es un paso necesario para descubrir la verdad. Al
cuestionar temas aceptados por todos, Sócrates no contribuyó a mantener la estructura
6. Psicología General GonzaloStefanoPinargote Zùñiga
tradicional, mientras la polis se cimentaba en unas ideas de las que nadie dudaba, como ocurre
con toda institución humana.
Platón, discípulo de Sócrates, se inspiró en él y trató de llegar aún más lejos. Pensaba que la
razón nos proporciona la certeza de la existencia de conceptos tales como la justicia, la belleza
y la bondad en un mundo compuesto de ideas. No quería decir con esto que existieran en la
mente de una persona (como cuando decimos «Tengo una idea»), sino que en alguna parte hay
un mundo de realidad inmutable más allá del mundo material mudable.
Esta realidad, a la que puede acceder el alma humana (que Platón, al igual que Sócrates,
distinguía del cuerpo) mediante el uso de la razón, está formada por tales ideas. Platón no tenía
en muy alta estima la conducta humana (sobre todo la de los demócratas que habían condenado
a muerte a Sócrates). Pensaba que la mayoría de las personas jamás sería capaz de llevar la
vida de bien que revela el mundo real de «formas» ideales. Sin embargo, sus enseñanzas
tuvieron importantes repercusiones, pues gracias a ellas la humanidad ha seguido reflexionando
sobre diversos temas y especialmente porque en ellas se basa una tradición de pensamiento
llamado idealismo: la creencia en la existencia de un mundo más real que el de la experiencia
material es perfectamente asequible para la razón y no una simple cuestión de magia
incomprensible.
Platón también tuvo un discípulo, Aristóteles, nacido en Tracia. Escribió sobre tantos temas —
biología, física, matemáticas, lógica, literatura, psicología, ética, política— que dejó suficiente
material como para que las personas cultas reflexionaran sobre él durante dos milenios.
Aristóteles marcó las directrices fundamentales que ha seguido la filosofía casi hasta la
actualidad. Era un pensador menos abstracto que Platón; le gustaba recoger y clasificar hechos
e ideas con el fin de formular las leyes generales que los regían. En conjunto, y aunque resulta
casi imposible juzgarlo, seguramente ejerció más influencia que Platón, pero no cabe duda de
que estos dos filósofos dominaron durante mucho tiempo la historia del pensamiento.
SÓCRATES (-470 a -409): Sócrates, por su prédica constante, vivía rodeado de machos
enemigos. Además, algunos de sus discípulos, después de los desastres de la guerra del
Peloponeso, habían participado en las tentativas para restablecer un régimen oligárquico. En -
399 poco después de la restauración de la constitución democrática, el ciudadano Anitos hizo
acusar a Sócrates de pervertir a la juventud. El tribunal popular de los Heliastas lo condenó a
beber la cicuta. Su fidelidad inquebrantable a los principios que habían guiado toda su vida su
sumisión a las leyes de la ciudad llevada hasta el extremo de no querer huir para evitar una
sentencia injusta, su digna muerte, de una serenidad admirable, todo en esta actitud final
contribuyó a dar a las enseñanzas ejemplares de Sócrates una resonancia que no se ha
extinguido todavía.
Procedamos como si se tratase de una acusación en regla de la cual no fue preciso leer el propio
texto: Sócrates es culpable por averiguar indiscretamente lo que acontece en la tierra y en los
cielos; por hacer triunfar la mala causa; por enseñar a otros a hacer lo que él hace. . .
. . .Admitamos que vosotros me hablaseis del siguiente modo: “Sócrates, no queremos dar crédito
a Anitos; te vamos a declarar inculpable, pero con una condición: que no volverás a emplear tu
tiempo en examinar, cual has hecho hasta ahora, a las ¿entes, ni en filosofar. De otro modo
morirás”.
Pues bien, jueces, si trataseis de imponerme esa condición yo os replicaría: Atenienses, muy
reconocido os estoy y mucho os estimo, pero antes obedeceré al dios que a vosotros. Mientras
me quede, pues, un soplo de vida, mientras sea capaz de ello, estad seguros que no cesaré de
filosofar, de exhortaros y de hacer reflexionar a todo aquel de vosotros que se cruce en mi
camino. . . Joven o viejo, sea como sea aquel a quien encuentre, extranjero o ciudadano, obraré
con él de este modo, y muy especialmente con vosotros, atenienses, ya que estoy más cerca de
vosotros por la sangre. . . tan sólo una cosa os pido: cuando mis hijos sean ya hombres,
atenienses, castigadles, castigadles atormentándoles como yo os atormentaba a vosotros en
cuanto creáis advertir que se preocupan del dinero o de cualquier cosa que no sea la virtud. Y si
se atribuyen méritos que no tienen … reprochadles por desdeñar lo esencial y atribuirse aquello
que no les corresponde. Si de tal modo obráis, seréis justo no sólo con mis hijos, sino conmigo.
Más la hora ‘es llegada de marcharnos: yo, a morir; vosotros, a continuar vuestra vida. De vuestra
suerte y la mía, ¿cuál es la mejor?
7. Psicología General GonzaloStefanoPinargote Zùñiga
PLATÓN, Diálogos. Apología de Sócrates, págs. 59, 73 y 89.
PLATÓN (-427 a -347) Pertenecía a una familia de la aristocracia ateniense. Probablemente
había buscado en la enseñanza de Sócrates, como en la de los sofistas, el arte de hacer una
brillante carrera política. Pero al tomar contacto con Sócrates abandonó sus propósitos y se
dedicó afanosamente a la búsqueda del bien y de la verdad. No renunciaba ni para sí ni para sus
discípulos a la actividad política, pero la concebía como una misión tan alta, que eran necesarios
cincuenta años de estudio y de meditación para prepararse. En -387 fundó en los jardines de
Academos una escuela filosófica: la Academia. Escribió diálogos filosóficos en los que Sócrates
es, por lo gene
ARISTÓTELES (-384 a -322): Nació en Estagira, en la Calcídica; fue discípulo de Platón, pero
se separó de la enseñanza de su maestro y fundó en los alrededores de Atenas una nueva
escuela filosófica: el Liceo. Fue preceptor de Alejandro, Espíritu dotado de una curiosidad
universal, emprendió, entre otras cosas, la tarea de realizar con sus discípulos un inventario de
los conocimientos de su tiempo.