Un proyecto educativo es una herramienta utilizada en el ámbito educacional para organizar, planificar y alcanzar objetivos que beneficien a todos los actores involucrados. Por tal motivo, es necesario seguir un procedimiento, es decir, una serie de pasos que garantizará la eficacia del mismo. En estés sentido, lo indispensable para comenzar cualquier proyecto, es poder tener una visión clara de lo que se quiere alcanzar, para iniciar un levantamiento de la información requerida, la cual, permitirá definir algunos datos claves para el desarrollo del mismo; a continuación hablaremos de los tres (03) primeros puntos a elaborar. Primero, se debe conceptualizar, esto quiere decir, definir diferentes términos que ayudarán a la familiarización y contextualización de la problemática tratada, además de identificar claramente los objetivos alcanzar. En segundo lugar, es el universo de acción, dentro de este marco se señalarán los sectores y actores involucrados, así como su naturaleza, particularidades específicas que los componen; las funciones y servicios que brindan, también necesidades, carencias, expectativas y anhelos que demandan, aunado a la relación que guardan entre sí y hacia lo externo; y la identificación de líderes. En tercer y último punto, tenemos la definición de proyectos concretos, es nada más y nada menos parte de la descripción metodológica a seguir, desplegando el plan de acción, que favorecerá una ejecución procesual y organizadas de las actividades a emprender. En conclusión un Proyecto Educativo es el documento que recoge los valores, objetivos y prioridades de actuación del plantel, y en su elaboración, han de tenerse en cuenta las características del entorno social y cultural y la acción tutorial, así como el respeto al principio de no discriminación y de inclusión educativa como valores fundamentales.