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Conceptos fundamentales
¿Cómo actúa el alcohol en el organismo?
Básicamente hablaremos de dos procesos fisiológicos que intervienen en los efectos del alcohol en el cuerpo
humano: la absorción y la metabolización. Para fines prácticos, los definiremos de manera simple.
• La absorción es el paso de sustancias hacia el torrente sanguíneo
• La metabolización es un proceso bioquímico en el cual distintos órganos intervienen para con-
vertir nutrientes y otras sustancias en moléculas más simples.
1. Mecanismos de absorción
Los efectos que tiene el alcohol en el organismo dependen de una serie de factores individuales,
así como de qué y cuánto se beba. La absorción del alcohol, o etanol, ocurre cuando, al entrar la
bebida al organismo por la boca y pasar al esófago, llega al estómago donde es diluido por los
jugos gástricos. La velocidad con la que el alcohol pasa del estómago al intestino para mezclarse
con la corriente sanguínea y producir sus efectos está determinada por:
oo Tipo de bebida y cantidad de alcohol que ésta contenga. A mayor concentración de alcohol,
más rápido el aumento de la concentración de alcohol en la sangre.
oo Peso y talla: el peso y la talla son determinantes en el proceso de absorción del alcohol: a
menor peso y talla, mayor es la rapidez de la absorción del alcohol en la sangre:
oo Rapidez con la que se beba. A mayor velocidad con la que se bebe, más rápido se absorbe.
oo Presencia de alimentos en el estómago, especialmente grasas. La presencia de alimento
retrasa la absorción del alcohol.
oo Estado anímico, emocional y de salud general. El cansancio, la depresión y la mala salud
potencian la rapidez de la absorción.
El alcohol llega al Sistema Nervioso Central (SNC), incluido el cerebro, a través de la sangre. Los
efectos comienzan a manifestarse casi de inmediato, tanto los subjetivos (la forma en que el be-
bedor siente que cambia su estado de ánimo y su percepción de las cosas), como los objetivos (la
conducta que exhibe).
El alcohol o etanol, es un depresor del SNC, un anestésico, no un estimulante.
En pequeñas cantidades, las bebidas con alcohol parece que estimulan porque inhiben las funcio-
nes cerebrales que se relacionan con el aprendizaje, el juicio y el control. Esa desinhibición inicial
y la euforia que puede presentarse con pocas cantidades, han hecho creer equivocadamente que
las bebidas son estimulantes.
Un poco de alcohol nos hace sentir físicamente más hábiles, emocionalmente
más libres y parece que nos estimula, pero al aumentar el consumo, y por lo
tanto la concentración de alcohol en la sangre (CAS), disminuyen las funciones
del cerebro.
2. Concentración de alcohol en la sangre (CAS) y sus efectos
Cuanto más alcohol se beba en poco tiempo, mayor será su concentración en la sangre; por lo
tanto el cerebro recibe más alcohol y se experimentan diversos cambios que pueden conducir a la
embriaguez o intoxicación. La cantidad de alcohol que transporta la sangre se conoce como Nivel,
o Concentración de Alcohol en la Sangre (CAS), que se mide según la cantidad de gramos de
etanol contenida en decilitros de sangre; esto puede hacerse con muestras de aliento, de sangre
o de orina.
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Número
de tragos*
Alcohol en
sangre (%)
Efectos físicos y psicológicos **
Efectos físicos y psicológicos de diferentes concentraciones de alcohol en la sangre.
1
2
3
4
5
7
10
14
17
20
0.02 a 0.03
0.05 a 0.06
0.079
0.08 a 0.09
0.10
0.11a 0.12
0.14 a 0.15
0.20
0.30
0.40
0.50
0.60
Sin efectos evidentes. Ligera elevación del estado de ánimo.
Sensación de relajación y calor.
Disminución del tiempo de reacción.
Disminución en la coordinación fina.
En muchos países, éste es el límite legal para conducir
un automóvil.
Alteración ligera del equilibrio, habla, visión y oído.
Sensación de euforia.
Pérdida de la coordinación motora fina.
Intoxicación legal en algunos países
La coordinación y el equilibrio se dificultan.
Alteración de las facultades mentales.
Alteración del juicio crítico.
Alteración mayor del control físico y mental.
Habla y visión difíciles.
Pérdida completa del control motor.
Se requiere de ayuda para moverse.
Hay confusión mental.
Intoxicación severa.
Control consciente mínimo.
Inconsciencia.
Umbral del estado de coma.
Coma profundo.
Muerte por depresión respiratoria.
*Un “trago” se refiere al equivalente de una cerveza o de una onza (38 ml) de whisky, vodka, tequila, ron o cualquier otra bebida des-
tilada que contenga 40% de alcohol.
**Estos efectos se encuentran en personas que no están habituados al alcohol y en los que el intervalo entre cada bebida es menor a una
hora. En el caso de los hombres, con un peso promedio de 70 kg., y 1.70 m. de estatura. En las mujeres, con un peso promedio de 55
kg., y 1.65 m. de estatura, el intervalo entre cada “trago” es de una hora y media.
Fuente: Brailowsky, Simón (1995).
Cabe recordar que estos datos están señalados para mayores de edad ya que, como se comentó
anteriormente, en casi todos los países de Latinoamérica está prohibido el consumo y/o suministro
de alcohol a menores de edad (la edad legal para consumir alcohol puede tener variaciones en
diferentes países: se recomienda que conozcas la ley en tu país).
Como se señaló, existe una estrecha relación entre la CAS y los cambios en las funciones del
sistema nervioso central (SNC) y, por lo tanto, en la conducta. En el cuadro siguiente se ilustra la
relación entre el número de tragos, las CAS y los efectos físicos y psicológicos más comunes.
Para evitar que se eleve la concentración de alcohol en la sangre, es necesario
beberlo lentamente, dejando pasar al menos una hora entre trago y trago,
diluirlo con agua o refrescos e ingerir alimentos.
4. 3
3. El nivel de alcohol en la sangre y el manejo de vehículos
Las capacidades para manejar vehículos se deterioran significativamente cuando se ha bebido
más de tres tragos en una hora (CAS promedio de 0.08%, de acuerdo con la tabla anterior). Una
cantidad importante de los accidentes de tránsito en México –y en otros países– los provocan in-
dividuos jóvenes. Entre los factores de riesgo, destaca la conducción de vehículos bajo los efectos
del alcohol; se suma a esto la inexperiencia (o impericia) en el manejo y la impulsividad de esta
etapa del desarrollo.
En todos los países existen límites máximos de nivel de alcohol en la sangre para conducir vehí-
culos: en México es de 0.079%, lo que equivale aproximadamente a haber consumido dos o tres
copas en el transcurso de una hora, en el caso de los hombres, o de una hora y media para las
mujeres; como se recordará, esto equivale a cualquier tipo de bebida con alcohol que contenga
12 gramos de etanol por copa. Es de mucha importancia que los bebedores incorporen a sus
hábitos de beber el concepto de CAS o la concentración de alcohol en la sangre. Recuerda que es
igual o más importante respetar la ley de tu país en cuanto a la edad legal mínima para consumir
alcohol.
Para evitar problemas, es importante no dejar que el nivel de alcohol en la sangre se eleve a través de:
oo Beber lentamente.
oo Espaciar los tragos lo más posible.
oo No beber mucho: no más de dos tragos por ocasión.
oo Consumir alimentos antes y durante el consumo.
4. Mecanismos de eliminación del alcohol
Una vez absorbido y distribuido por la sangre a otros órganos, el alcohol sufre cambios metabó-
licos u oxidativos; es decir, comienza a procesarse y a eliminarse. Esto sucede fundamentalmente
en el hígado, que actúa como una especie de gran laboratorio del etanol, donde la enzima lla-
mada “deshidrogenasa alcohólica” es la encargada de convertir al etanol en acetaldehído, que
a su vez es transformado en acetato y, finalmente, en bióxido de carbono y agua, los cuales son
eliminados.
De la cantidad de alcohol que un individuo ingiere, aproximadamente entre el 2% y el 10% es
eliminado a través del sudor, el aliento y la orina. La rapidez con la que el alcohol se absorbe afecta
la velocidad con la que se produce la intoxicación; a la inversa, la velocidad con que el alcohol se
metaboliza y elimina, da como resultado el tiempo en el que se vuelve a estar sobrio.
Los jóvenes, por su desarrollo físico y psicológico aún incompleto, son particularmente sensibles
al alcohol, por lo que enfrentan mayores riesgos cuando consumen. A menudo presentan niveles
más bajos de azúcar en la sangre y, si beben mucho, pueden sufrir hipotermia (baja peligrosa de
la temperatura corporal) y dificultades respiratorias. El hecho de que los jóvenes pesen menos que
los adultos contribuye a que se eleve la concentración de alcohol en la sangre, por lo que se reco-
mienda cumplir con la ley de cada país, en cuanto a la edad mínima legal para consumir alcohol.
México: En ningún caso y de ninguna forma se podrán expender o suministrar bebidas a menores
de edad. (Art. 220. Ley General de Salud, 1998). Te recomendamos investigar en qué apartado de
la Ley se habla del consumo del alcohol en tu país.
5. Diferencias por género
Con la misma dosis de alcohol, una mujer se intoxica más y más rápido que un hombre porque
ella tiene más tejido graso y menos agua y sangre en el cuerpo; además, el organismo femenino
cuenta con una menor cantidad de deshidrogenasa alcohólica en el hígado. Algunos estudios
han señalado que, cuando hombres y mujeres consumen iguales cantidades de alcohol durante
un tiempo prolongado, el riesgo de desarrollar cirrosis es mayor en ellas. Los efectos del consumo
elevado de alcohol en las hormonas femeninas son importantes, pudiéndose presentar trastornos
en los ciclos menstruales.
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Estas diferencias entre los sexos hacen que las mujeres sean más vulnerables al alcohol. Así, por
ejemplo, una mujer de complexión media (55 kg de peso y 1.65 m de estatura) tiene la capacidad
para metabolizar una copa en, aproximadamente, una hora y media, a diferencia de un hombre
también de complexión media (70 kg de peso y 1.70 m de estatura) que lo logra en una hora.
Consumir alcohol en exceso es un factor de peligro adicional para que las mujeres sean víctimas
de violencia y de embarazo no planeado. Las actitudes sociales hacia las mujeres que beben hacen
que se les considere sexualmente desinhibidas y, por lo tanto, más vulnerables al acoso sexual,
al hostigamiento y a la violación. Se ha venido observando que de manera creciente las jóvenes
consumen bebidas con alcohol en mayor cantidad y más frecuentemente que en el pasado. Es
relevante proveerles de información preventiva sobre su particular interacción con el alcohol y los
riesgos a los que se exponen.
6. Consumo moderado y excesivo de alcohol
El consumo responsable se define como aquel que no causa problemas al bebedor ni a otros.
Los problemas por beber en exceso no se presentan exclusivamente en los alcohólicos. También
les sucede a los que beben demasiado de vez en cuando, o durante los fines de semana.
Éste es uno de los principales problemas entre los jóvenes: beben demasiado en una sola ocasión
y se exponen así a una serie de efectos negativos, tanto individuales como sociales.
Aunque sin llegar a desenlaces dramáticos, entre los jóvenes pueden presentarse otras consecuen-
cias importantes de beber en exceso, aun si esto ocurre ocasionalmente. Puede alterarse la comu-
nicación con la familia; hay mayor probabilidad de fracasos escolares; abandono de proyectos de
vida y pérdida de oportunidades de desarrollo personal. Los estados depresivos son graves y muy
comunes entre los jóvenes que beben en exceso.
Los bebedores excesivos son aquellos que beben frecuentemente cantidades consideradas de alto
riesgo para la salud.
¡Cuidado con las bebidas de alto riesgo! Son bebidas “pirata” (adulteradas, contrabandeadas,
falsificadas, etc.) que no cumplen con normas sanitarias y que pueden ser altamente tóxicas.
El consumo nocivo o abuso del alcohol puede ocurrir aun cuando no haya exceso en la cantidad;
depende de quién bebe, de cuándo lo hace y en qué circunstancias lo hace. El término “abuso”,
por lo tanto, tiene un significado más relacionado con riesgos individuales.
7. Borrachera o intoxicación
La intoxicación alcohólica, o borrachera, se produce por la acumulación de alcohol en la sangre,
pero existen variaciones en las cantidades que producen ese estado: aun en una misma persona,
la misma cantidad de alcohol en ocasiones puede provocar intoxicación y en otras no.
La intoxicación es uno de los principales problemas que se observan entre adolescentes y jóvenes.
Una sola borrachera puede exponer a un joven a expulsión escolar, embarazo no planeado, enfer-
medades de transmisión sexual, riñas y accidentes, entre otros problemas.