LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
El tiempo no seria mas
1.
2. 5 Y el ángel que vi en pie sobre el mar
y sobre la tierra, levantó su mano al
cielo,
6 y juró por el que vive por los siglos
de los siglos, que creó el cielo y las
cosas que están en él, y la tierra y las
cosas que están en ella, y el mar y las
cosas que están en él, que el tiempo
no sería más,
7 sino que en los días de la voz del
séptimo ángel, cuando él comience a
tocar la trompeta, el misterio de Dios
se consumará, como él lo anunció a
sus siervos los profetas.
Apocalipsis 10
3.
4.
5. Después del chasco del movimiento millerita, en
octubre de 1844, su heredera, la Iglesia Adventista
del Séptimo Día, ha reconocido, en cada comentario,
sobre el capítulo 10 de Apocalipsis, que en ese pasaje
se encuentra profetizado el chasco del 22 de
octubre de 1844.
Esa interpretación es totalmente correcta, pero se
ha fallado en enseñar que después del año 1844 no
habrá más profecía en relación con el tiempo para el
pueblo de Dios. Los comentaristas de ese capítulo se
basan en los versículos que dicen: "... y juró por el que
vive por los siglos de los siglos, que creo el cielo y las
cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están
en ella, que el tiempo no sería más" (Apoc. 10:6 y 7)
6. Durante años hemos enseñado, de forma errónea,
que ese texto quiere decir que después del 22 de
octubre de 1844 no habrá más profecía de tiempo
para el pueblo de Dios sobre la Tierra. Es decir,
que más allá de esa fecha no aparecerá otra
profecía en relación a un cumplimiento exacto de
tiempo profético en el futuro. Esto ha llevado a la
conclusión general de que después de la fecha de
1844, el pueblo remanente de Dios nunca más
anunciará al mundo una profecía que tenga que ver
con un tiempo profético exacto.
7. Si realmente somos objetivos y justos a la hora de
hacer una interpretación de este texto, en su
verdadero contexto, nos percataremos que el texto
realmente no está diciendo lo que hasta aquí se nos
ha enseñado. Lo que realmente se nos enseña en ese
pasaje bíblico es que el tiempo para que el juicio de
Dios llegara no excedería la fecha profética del día
22 de octubre de 1844. El chasco del movimiento
millerita fue a consecuencia de una equivocación en
cuanto al acontecimiento que debía ocurrir al final de
los 2300 días proféticos de Daniel 8. Ellos no
equivocaron el tiempo del cumplimiento de la
profecía, sino el acontecimiento que dicha profecía
marcaba al final de los 2300 años, según la regla
bíblica-profética, que dice que un día, en lenguaje
profético, equivale a un año literal (ver lo que dice
Levíticos 25:8; Números 14:34 y Ezequiel 4:6)
8. Los milleritas, según la interpretación de la teología
popular del mundo cristiano de sus días, pensaban y
enseñaban que el santuario que sería purificado era el
planeta Tierra. Ellos pensaban que el 22 de octubre de
1844 Cristo regresaría a la Tierra, para purificarla del
pecado, por medio del fuego de su gloria. Aunque no se
equivocaron en el cálculo exacto del tiempo en que la
profecía se cumpliría, ellos erraron en cuanto al
acontecimiento que debía suceder. El santuario que
sería purificado era el celestial, (Hebreos 8: 1 y 2).
Allí, en ese Lugar Santísimo, Cristo ministra, desde su
ascensión. Los milleritas se equivocaron en cuanto al
acontecimiento que marcaba la profecía y no en cuanto
al tiempo, especificado en el ritual simbólico de
Levíticos 23 y los capítulos 8 y 9 del libro de Daniel.
9. Como esta profecía se encuentra localizada en el capítulo 8
del libro del profeta Daniel, de allí debemos partir para
entender el significado real de la frase: "Y el tiempo no sería
más..."(Apoc 10:6). Allí, en (Daniel 8:13), aparece una
pregunta que es la contestada en (Apoc 10:6). Esta dice así:
"¿Hasta cuándo durará la visión del continuo, la prevaricación
asoladora y la entrega del santuario y el ejército para ser
pisoteados?". Y la respuesta fue inmediata: "Hasta 2300
tardes y mañanas, luego el santuario será purificado". (Daniel
8:14). Por eso en el libro de Apocalipsis, específicamente en
su capítulo 10, cuando se hace referencia al chasco, sufrido
por Miller y sus seguidores, basados en su cálculo del tiempo
profético anunciado en (Daniel 8:13 y 14), se le ofrece una
respuesta a la pregunta formulada en el versículo 13. Esta
pregunta tenía un "¿Hasta cuándo...?" por lo que la respuesta
final se da en (Apoc 10:6), al decirnos que "el tiempo no sería
más". Esta visión tardaría por cumplirse en un futuro, desde
los días de Daniel, por un espacio de más de 2300 años.
10. Su inicio se estableció durante el reinado de Artajerjes,
quien fuera rey del imperio Medo-persa, hasta mediados
del siglo XIX, específicamente en el otoño del año 1844
d.C. En ese año profético, al final del periodo de 2300
tardes y mañanas, comenzaría a vindicarse la verdad de
la justicia de Dios con el inicio del juicio en el santuario
celestial. En (Daniel 7:22) aparece el pasaje paralelo de
este evento del juicio celestial de la siguiente forma:
"Hasta que vino el Anciano de días, y se hizo justicia a los
santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos
recibieron el reino". En este pasaje se nos advierte que
llegaría un tiempo profético, donde los santos de Dios
recibirían la justicia y el reino divino.
11. En la Biblia el juicio de Dios siempre está relacionado con
una toma de poder, (comparar los pasajes de Dan 7:14;
Apoc 11:15 y Luc 19:12). Por tanto como (Dan 7:22) no es
más que un pasaje paralelo de (Dan 8:13), y allí se nos dice
lo siguiente: "Hasta que vino el Anciano de días y se hizo
justicia a los santos del Altísimo.", entonces esta es una
parte más de la respuesta a la pregunta formulada en (Dan
8:13), que decía: "¿Hasta cuándo...?". Esta quedaría
reafirmada, después de que sucediera el chasco del
movimiento millerita, por el pasaje de (Apoc 10:6) que
dice: "que el tiempo no sería más...". Por tanto el 22 de
octubre de 1844 era el tiempo correcto y exacto en el
cual Dios vindicaría su justicia y la de sus santos,
otorgándole el reino a Cristo y a ellos, con el inicio del
juicio celestial, rescatando así la verdad pisoteada del
santuario celestial.
12. Resultará curioso notar que esta misma pregunta de
"¿Hasta cuándo...?", se vuelve a hacer durante el
cumplimiento de los eventos proféticos del quinto sello de
Apocalipsis. Allí Juan escribe: "Cuando abrió el quinto
sello, vi debajo del altar las almas de los que habían
muerto por causa de la Palabra de Dios y del testimonio
que tenían. Clamaban a gran voz, diciendo: '¿Hasta cuándo
Señor, Santo y Verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar
nuestra sangre de los que habitan sobre la Tierra?'.
Entonces se les dio vestiduras blancas y se les dijo que
descansaran todavía un poco de tiempo, hasta que se
completará el número de sus consiervos y sus hermanos
que también habían de ser muertos como ellos."
(Apocalipsis¿ 6:9 al 11).
13. Como adventistas sabemos que el quinto sello
corresponde al periodo histórico de la quinta iglesia
de Apocalipsis, que es Sardis. Esta se enmarcó en el
periodo histórico de la Reforma protestante, a partir
de 1517 d.C., cuando Martín Lutero clavó las 95 tesis
contra las indulgencias en las puertas de la iglesia del
castillo de Wittenberg, en Alemania. Este periodo
concluyó justamente a partir de 1755 d.C., cuando
comenzó el periodo de la sexta iglesia de Filadelfia,
al iniciarse las señales del sexto sello de (Apoc 6:12),
con el terremoto de Lisboa en Portugal. Ese periodo
de la iglesia apocalíptica de Filadelfia, históricamente
representó el gran despertar mundial del mundo
evangélico cristiano, hasta los eventos acontecidos a
los milleritas, entre los años 1840 y 1844, con el gran
chasco e inicio del juicio celestial
14. Ellos clamaban a Dios por justicia con la pregunta: "¿Hasta
cuándo [...] vas a tardar en juzgar...?". Pero la respuesta
divina fue que todavía debían esperar un poco de tiempo,
hasta que el número de sus consiervos y hermanos fueran
completados. Ese fue el tiempo que le restaba al
cumplimiento del periodo del quinto sello, hasta el final del
periodo de la sexta iglesia y sexto sello, concluido cuando
comenzaría el juicio de Dios, al inicio del mensaje de la
séptima iglesia de Laodicea y el séptimo sello, que empezó
a correr, a partir del chasco sufrido por los milleritas el
22 de octubre de 1844 .
15. Ese día comenzó la purificación del santuario celestial,
con el inicio del día de la expiación, el cual estaba
prefigurado por la sexta fiesta ceremonial judía de
Levíticos 23. Este era el famoso día del perdón o Yom-
Kippur del cual, detalladamente, se hace mención en los
capítulos 16 y 23 del libro de Levíticos. Esta fiesta anual
ceremonial, la cual a la vez era uno de los siete sábados
ceremoniales del calendario festivo hebreo, se celebraba
el día 10 del mes séptimo. En el año 1844 d.C., ese día
coincidía con la fecha del 22 de octubre. En ese año
concluía el periodo profético de 2300 días de Daniel 8. A
partir del decreto para restaurar y edificar Jerusalén,
dado por el rey medopersa Artajerjes, en el año 457 a.C.,
llegaríamos a 2300 años en el otoño de 1844.
16. En resumen podemos decir que el día de la expiación
o del perdón, presente en el ritual simbólico hebreo,
representaba el juicio de Dios el cual en un día
futuro, como sombra, se encontraría con la realidad o
antitipo del juicio celestial. Esto y nada más que esto
es el auténtico significado de lo que anuncia el pasaje
de (Apocalipsis 10:6). La frase, presente allí, que
dice: "que el tiempo no sería más...", no quiere decir
que, después del 22 de octubre de 1844, el pueblo de
Dios no tendrá más mensajes de tiempo que
proclamar. Esta frase tan solo es una respuesta a la
interrogante "¿Hasta cuándo...?" presentes en
(Daniel 8:13 y Apocalipsis 6:10).
17. Es decir que ya había llegado la hora o el tiempo para que Dios
iniciara el juicio tan largamente esperado por los hijos de Dios.
Este no se extendería más allá que la fecha del 22 de octubre de
1844, por lo que nadie estaría autorizado para poner una fecha
más allá para el inicio del juicio que la del otoño de 1844. El
juicio se inició en ese tiempo exacto y no en otro periodo de
tiempo. Aunque los milleritas se habían equivocado en cuanto al
acontecimiento, habían calculado el tiempo correcto del
cumplimiento de la profecía. Por eso "el tiempo no sería más",
para el cumplimiento del juicio celestial.
Sin lugar a dudas o especulaciones, la fecha correcta, según los
cálculos de la profecía bíblica, no puede ir más allá de la
calculada por los milleritas, en este caso el 22 de octubre de
1844 d.C. Esta fiesta debía celebrarse durante el día 10 del
séptimo mes del calendario religioso judío. En esa y solo en esa
fecha histórico profética y no en otra se cumplió el periodo,
preanunciado por Gabriel a Daniel, de las 2300 tardes y mañanas
de (Daniel 8:14).