En la economía actual las empresas necesitan medir y gestionar sus intangibles como factor esencial de creación de valor, tal es así que las grandes corporaciones ya lo incorporan a sus balances e informes anuales pues representan una fuente de ventaja competitiva sostenible en el tiempo. La gestión de los activos intangibles se constituye como el recurso de posicionamiento más poderoso de las empresas que compiten en la Nueva Economía. Durante la era industrial, desde 1850 hasta 1975, las empresas han tenido éxito al capturar los beneficios precedentes de las economías de escalas y las sinergias de estar organizadas funcionalmente. Con la era de la información muchas de las asunciones fundamentales de la era industrial han quedado obsoletas. Actualmente no se puede obtener una ventaja competitiva sostenible en el tiempo solamente aplicando nuevas tecnologías a los bienes físicos y llevando una excelente gestión de los activos y pasivos financieros.