Tendencias tecnológicas en Educación

1. HACIA UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA Y DE CALIDAD
En el mundo actual de la revolución tecnológica el reto más grande para
los gobiernos está en lograr involucrar a todos los niños, niñas y jóvenes en edad
escolar en los procesos de formación a través d la educación formal y pública
sin discriminación alguna, según lo establece la ONU en una igualdad de
oportunidad para todos. Es así como los establecimientos educativos del
contexto colombiano del sector público deben atender a las políticas de la
educación inclusiva, ofreciendo un servicio educativo que atienda a las
necesidades de sus educandos; sin embargo, este pensamiento contrasta con
la realidad que se vive a diario en algunas escuelas donde se encuentra un
marcado rechazo hacia las diferencias, además del hacinamiento en las aulas y
las condiciones precarias de los ambientes escolares y la desintegración familiar
que se convierten en factores de riesgo al abordar los procesos de formación.
Lo anteriormente descrito, hace que los procesos de formación sean
verdaderos retos para los docentes quienes son los que finalmente deben sortear
con todas esas vicisitudes y sobre quienes recae la responsabilidad directa de
los resultados académicos medidos a través de pruebas externas e internas. Por
tanto, en aras de cumplir con estas exigencias, desde el punto de vista de la
autora se aborda la praxis desde los enfoques de la tendencia pedagógica del
aprendizaje vivencial, es decir, se aprende viviendo, sintiendo y haciendo. Según
David Kolb (1984) el aprendizaje vivencial es definido como: "el proceso
mediante el cual se crea conocimiento a través de la transformación de la
experiencia desde dos fuentes: la experiencia concreta, vivencial (captada a
través de la aprehensión) y la experiencia mental de conceptualización abstracta
(captada a través de la comprensión).”
De acuerdo al autor se podría decir que el aprendizaje vivencial como
proceso de enseñanza si se acompaña de las TIC como herramienta
pedagógica, no solo logrará desarrollar la comprensión, la creatividad, la
reflexión, las habilidades, las destrezas, sino que también logrará desarrollar las
competencias al aplicar el conocimiento en la solución de situaciones cotidianas
que le plantea o le presenta el mundo moderno en todos sus ámbitos. De esta

2. forma se logra que el estudiante asuma un papel activo y participativo como
protagonista de su formación académica, rompiendo el paradigma de la
educación tradicional, lo cual permite formar individuos con alta autoestima,
competentes frente a los retos de las nuevas tecnologías apoyados en el trabajo
colaborativo en comunidades inclusivas.
La autora centra su praxis atendiendo los preceptos de la tendencia
mencionada, por cuanto aborda el proceso formativo en torno a una pregunta
problematizadora ajustada al contexto de los estudiantes, la cual permite fijar la
atención para dar respuesta a cuestionamientos tales como: ¿Qué hemos
observado? ¿Por qué hacemos esta experiencia? ¿Qué situación real
reconocemos? ¿Cuáles son las consecuencias? A través de estos interrogantes
los estudiantes logran verdaderos aprendizajes que los llevan a resolver
situaciones de su vida cotidiana y a apropiarse de nuevas herramientas que los
hacen competentes para asumir compromisos académicos y personales desde
una visión social y equitativa, pues esta tendencia innovadora involucra a todos
los agentes del proceso formativo apoyado en el trabajo colaborativo, activo y
participativo que propicia una servicio educativo pertinente e inclusivo.
Para finalizar, se concluye que las herramientas TIC a través de aulas
virtuales y presenciales permiten ofrecer un servicio educativo más eficiente,
pues se pueden desarrollar actividades sin barreras de tiempo ni espacio,
respetando los ritmos de aprendizaje y las diferencias inmersas en un mundo
diverso. También, conlleva a un nivel de exigencia académica alto en la
formación del docente en cuanto a las competencias en manejos de las Tic y de
los nuevos enfoques y tendencias teóricas de la pedagogía y la tecnología.
Además, se requiere de la participación de toda la comunidad educativa en la
apropiación de un lenguaje pertinente que apunte hacia una comunicación
asertiva que favorezca los ambientes pedagógicos manteniendo un clima de
confianza y armonía que sea propicio para el desarrollo de la praxis.
Mg. LUZ MARINA CHACÓN O.
DOCENTE DE AULA.