2. Paradigma constructivista
El conocimiento, para el constructivismo, es una representación pertinente de la realidad y no una correspondencia
icónica de este último. De esta forma, el conocimiento, es la comprensión de cómo se construye el mundo. (Labra, 2007)*.
De esta manera, el paradigma constructivista persigue más allá de la recolección de evidencias cuantificables. Su
propósito es la comprensión de las diferentes construcciones de la realidad.
El constructivismo puede resumirse según los aportes de Von Glasersferls (1991), Larochelle y Désautels (1992) en cuatro
ideas principales:
En la primera, su fundamento es el escepticismo, el cual destaca la imposibilidad de validar el conocimiento adquirido por
la experiencia como aquel resultante de otro tipo conocimiento.
En lo que respecta a la segunda, las coyunturas históricas añaden la teoría instrumentalista como medio de salvar la
religión – y, después de ella, la política -, limitando lo científico al método, dejando las explicaciones globales y la elección
de la acción societal (proyectos de sociedad, orientaciones, prioridades) a los teólogos y a los políticos.
Con relación a la tercera, es la conciencia en el tipo de construcción de conceptos, [un tipo de] carácter “realizado” de
hechos científicos, que permite en knorr-Cetina de referirse a la ciencia como a una “manufactura de conocimientos”.
Por último, a la evolución en un sentido original, como un proceso de extinción selectiva de variaciones poco viables, y no
como una orientación divina hacia un objetivo preestablecido”. (Zuñiga; 1993).
3. Ideas principales
Es escéptico por naturaleza, su función es cuestionar lo establecido inclusive aquello que se asume como científicamente
verdadero.
Lo social no puede siempre explicarse desde la perspectiva cuantitativa. Los seres humanos y los procesos asociados a ellos no son
números ni valores en la tabla periódica que puedan sumarse o restarse esperando siempre los mismos resultados. Los fenómenos
sociales son de naturaleza científicamente impredecible. No puede anticiparse la fecha en que un gobierno dictador caerá, o una
rebelión se llevará a cabo.
Su propósito es la construcción y deconstrucción de conceptos. Los asume como entes vivos que dialécticamente se vacían y llenan
de significado.
No pretende la generación de saberes estables, al contrario, busca el manejo controlado de la incertidumbre en la que todo puede
cambiar con los tiempos.
Hernández et al. (2010), en este mismo orden de ideas, ubica al constructivismo como base natural para las investigaciones
cualitativas y resume sus aportes como sigue:
La realidad se la construye socialmente desde diversas formas de percibirla.
El saber se construye de forma social por los participantes en el proceso investigativo.
La investigación no es ajena a los valores del investigador.
Los resultados no pueden ser generalizados en forma ajena al contexto y al tiempo