Texto que presenta de manera clara y concisa la verdadera situación por la que atraviesa la Inversión Extranjera Directa y cuestiona el discurso triunfalista del penúltimo año del sexenio de Enrique Peña Nieto. Hecha
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Venta de empresas mexicanas afianza inversión extranjera
1. Venta de empresas mexicanas afianza inversión extranjera
Por María Eugenia Hernández
Analista Financiero
A pesar del discurso triunfalista de Enrique Peña sobre que en ningún
otro sexenio habían llegado tantos flujos de inversión extranjera ni
crecido el empleo como en el suyo; el desglose de las cifras que
publican el Banco de México y el Inegi, indica que no es mayor la
confianza del mundo, ni existe una fuerte creación de empleos en lo
que va de su gobierno.
Según la narrativa festiva que recientemente presumió el primer
mandatario, durante la campaña electoral por la gubernatura del
Estado de México, "en cuatro años la inversión extranjera directa
(IED) ha alcanzado casi 135 mil millones de dólares, monto histórico
para un periodo comparable de cualquier sexenio".
Las cifras del Presidente no concuerdan con las estadísticas del
Banxico, que indican que más de tres cuartas partes del monto que
alardeó el ejecutivo, corresponden a inversiones de cartera
(transacciones en mercados de valores y dinero), ejercicios fiscales
de reinversión de utilidades, préstamos entre compañías y más aún,
por el traspaso de empresas mexicanas a manos extranjeras
mediante fusiones y adquisiciones.
A los números que reveló Peña Nieto también habría que restarle las
indulgencias fiscales, los terrenos e infraestructura que de manera
generosa otorgan los gobiernos estatales y también el federal, a
empresas extranjeras que optan por instalar plantas productivas en el
país.
Cabe destacar que según las cifras de la Secretaría de Economía en el
2016, la IED experimentó una caída cercana al 20 por ciento al
totalizar cerca de 27 mil millones de dólares por debajo de lo captado
en 2015 cuando supero los 28 mil millones de dólares.
Durante los cuatro años transcurridos del sexenio de Peña Nieto el
promedio anual de la inversión extranjera directa al país fue de 30
mil millones de dólares. Un crecimiento ligeramente por debajo de lo
que se registró durante los dos sexenios del PAN, que muy
probablemente desaparecerá en lo últimos meses de su
administración. Para este año se proyecta que arriben flujos de IED
inferiores a 25 mil millones de dólares.
Según las cifras de Banxico, en lo que va del sexenio México solo
recibió nueva inversión extranjera directa por poco más de 60 mil
millones de dólares y gran parte de esta suma la representó la venta
2. de las acciones de empresas como Cervecería Modelo y Pinturas
Comex que durante el mismo tiempo pasaron a manos extranjeras a
través del mercado bursátil mexicano.
Es decir, se registran como IED, flujos de capitales que se destinaron
a la adquisición de empresas ya establecidas que gozaban de fama
mundial y ya contaban con un mercado cautivo; no son nuevas
inversiones que llegaron a “jugársela con México” ni a abrir nuevas
fuentes de empleo.
Bajo este mismo esquema, en lo que va del presente año se han
concretando mas fusiones y adquisiciones de empresas mexicanas
con extranjeras como Ultrachem en el sector químico que fue
adquirida por la estadounidense Nexeo Solutions, el portafolio
inmobiliario de Finsa en Baja California con la firma Walton Street
Capital y la compra del 32 por ciento de las acciones de Aeroméxico
por parte de Delta Airlines.
El importe de las fusiones y adquisiciones empresariales que se han
cerrado este año rebasa los ocho mil millones de dólares, 18
operaciones corresponden a inversiones de hasta cien millones de
dólares, 10 de entre 100 y 500 millones de dólares y seis se refieren
a transacciones superiores a esta cifra. Los países que más han
optado por este tipo de esquema son Estados Unidos, España y
Canadá.
Si bien es cierto que México aún atrae capital foráneo, a pesar de su
estancamiento económico y de los pésimos augurios que se vertieron
sobre la economía tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca,
también se observa mayor cautela tanto en el perfil del segmento
industrial como en la selección de la entidad federativa a la que llega.
Durante el año pasado, la mayor parte de estos flujos se destinó al
sector manufacturero, que concentró más del 60 por ciento del total,
los servicios financieros dominados por la banca extranjera
aseguraron mas del 10 por ciento de las inversiones, seguidos por los
segmentos de logística y almacenamiento.
La Ciudad de México, Nuevo León, Zacatecas (proyectos mineros),
Durango, Chihuahua y el Estado de México son las entidades que
actualmente dan más confianza y atraen más nuevos flujos de IED,
según los reportes de la SE.
Baja desempleo por bajos salarios e informalidad
La supuesta fortaleza de la economía representada por el empleo fue
otro de los “datos” que Peña Nieto seleccionó como “el mejor ejemplo
3. de que a nuestro país le está yendo bien, de que nuestra economía es
fuerte y que el mundo confía cada vez más en México".
El Presidente primero señaló que en marzo el desempleo se ubicó en
solo 3.5 por ciento. Es decir que 96.5 de la Población
Económicamente Activa (PEA) estuvo ocupada, después afirmó que
durante su gobierno “se han generado 2.7 millones de empleos -la
cifra más alta que en cualquier sexenio anterior- con lo que en la
actualidad hay 19 millones de trabajadores afiliados al IMSS”.
Muchas veces se ha criticado la forma en que el Inegi mide el empleo
en el país y la falta de una mejor metodología para medir con mayor
precisión cuánto de este empleo es informal o se dan con las
prestaciones que marca la ley.
La cuestionada medición del desempleo en el país utiliza una
metodología similar a la de otros países desarrollados, donde se
otorgan seguros de desempleo. Mientras que en México no existe tal
aliciente para los desempleados, la informalidad y los bajos salarios
son los principales mitigantes cuando las personas pierden su empleo
y tienen que buscar otros ingresos y trabajos.
A grandes rasgos, el Inegi aplica alrededor de 5 mil encuestas cada
mes en un conjunto de 32 principales áreas urbanas del país, en
donde el mercado de trabajo está más organizado, entre jóvenes
mayores de 15 años (PEA) y para considerar a una persona como
ocupada, la encuesta pregunta si se trabajó por lo menos una hora a
la semana para suponerla empleada.
Por otra parte, es probable que no todos los nuevos registrados en el
IMSS representen plazas nuevas, sino más bien el cumplimiento de la
obligación de formalizar la relación laboral a patrones contribuyentes
bajo el Régimen de Incorporación Fiscal.
Un dato interesante de la supuesta “generación de empleo formal”
que presume la narrativa oficial, es que más del 70 por ciento de los
trabajos que se inscribieron en el IMSS fueron en el rango de 240
pesos diarios.
Otro punto, que obviamente tampoco mencionó el Presidente, es que
actualmente las personas con más estudios en México, son las más
golpeadas con el desempleo, ya que la mayoría de los trabajos no
requieren de una especialización o capacitación específica y se dan en
los sectores: agropecuario, transporte, servicios sociales y
comunales.
4. Es de esperarse que el próximo año, cuando se realice la contienda
electoral por la Presidencia de la República y se invierten grandes
sumas en las campañas, se reporte como ya es tradición la
generación de “más empleo” con las mismas condiciones, o peores
incluso que las actuales.