2. Gestionar la
frustración1 Cuando estamos en un proceso tan complejo como es cambiar algo (lo que
sea, oferta de servicios, procesos internos, forma de trabajar…) en el momento
en el que hay que romper moldes y nos adentramos en la incertidumbre, la
frustración entra en escena.
Saber manejarla y, sobre todo, canalizarla y usarla como combustible del pro-
ceso, es clave.
La frustración, tiene mucho que ver con el inconformismo. ¿Algo no te gusta?
¿No quieres que siga funcionando así?
Usa tu frustración como gasolina para el cambio.
3. Criterios para
focalizarse2 La mayoría de cosas que hacemos en el proceso de trabajo no sirven para
marcar la diferencia. Es un sobreesfuerzo un tanto inútil (sea impuesto o
auto-impuesto).
¿Cómo focalizarse en las cosas importantes que hay que mejorar/cambiar/
innovar? Pues con unos criterios claros establecidos al principio del
proceso.
Y, por supuesto, siendo fieles a ellos en todo momento.
4. Experimentación3 Una de las grandes ventajas de las nuevas herramientas de trabajo, espe-
cialmente las que involucran agile, service design o design thinking, es que
se basan mucho en hacer experimentos de forma controlada.
Esto no garantiza el éxito, pero sí minimiza el riesgo (por ejemplo, de lanzar
algo que tu cliente no te ha pedido). Mejor, hacer antes una prueba, en pe-
queño y con mínimos recursos, que nos de pistas sobre si vamos por el
camino correcto o no.
5. Usar la
información
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Una muy buena opción, sería analizar por qué no ha funcionado eso que
has probado, recoger esa información y utilizarla para mejorar… en lugar de
para torturarse.
Esto une con el punto anterior, porque esto funciona si hemos planteado
bien el experimento, primero definiendo nuestro reto, luego buscando
una solución y luego, planteando unas métricas del éxito.
6. No esperar a
tener todo atado
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Mucho cuidado con esperar a las condiciones favorables.
Más que nada, porque las condiciones cambian continuamente. Y a mayor
velocidad que nunca.
Con lo cual, es todo lo contrario: cuanto antes se empiece, mejor. Porque la
información que tienes para llevar a cabo el proyecto, quizás mañana no te
sirva.
Sino, cuanto tiempo perdido, ¿no? Tu competencia seguro que lo aprove-
cha estupendamente.
7. Valorar
cada hito6 Vamos quemando etapas y, una vez nos vamos adaptando al nuevo escena-
rio, nos olvidamos fácilmente dónde estábamos antes, y lo que nos ha costa-
do llegar al lugar de ahora.
Valorar cada paso que damos nos hace afianzarlo y mantener la motivación
en un proceso que consta de subidas y bajadas.
8. Improvisar7 Hoy en día todo va a la velocidad de la luz. Demasiado rápido.
Pasa un montón que lo tienes todo previsto y controlado, pero llega un día en
el que te mueven algo y te trastocan todo “tu plan”.
Tienes que enfocarte en crear una solución. Y eso, muchas veces, funciona
improvisando. Por eso es tan importante desarrollar esa capacidad… espe-
cialmente en este momento en el que vivimos.
9. “Cualquier organización es un ente vivo y
orgánico, porque está formada por personas,
con sus características humanas, sus miedos,
sus resistencias y sus motivaciones.”