Este documento trata sobre el cáncer de piel llamado melanoma y los riesgos asociados con el uso de camas solares. Explica que el melanoma ocurre cuando las células de pigmentación se vuelven malignas y puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. Luego detalla que la exposición prolongada a los rayos UV del sol y el uso de camas solares pueden aumentar el riesgo de melanoma. Finalmente, advierte que el uso de camas solares aumenta hasta en un 67% el riesgo de cáncer de piel y puede provocar efectos
2. Melanoma
Ocurre cuando las células de
pigmentación (melanocitos) se
vuelven malignos. Se desconoce lo
que lo causa, no es contagioso,
puede darse en cualquier parte del
cuerpo y dependiendo de donde
de recibe un nombre en
especifico. El melanoma ataca a
todas las edades, pero el riesgo
aumenta con la edad. Este cáncer
debe ser detectado a tiempo, de lo
contrario se corre el riesgo de que
se extienda a los nódulos linfáticos
y de allí al resto del cuerpo.
3. Causas y Síntomas
Los médicos consideran que el melanoma se
debe a una exposición prolongada a los rayos
del sol (rayos UV). El uso de cámaras de
bronceado puede aumentar el riesgo de
desarrollar este tipo de cáncer. Se debe
mantener controlado el cambio en los lunares,
bien sea en su tamaño, simetría, color o
textura.
4. Prevención
Se recomienda:
• Evitar la exposición al sol del
mediodía
• Uso de sombreros y ropa de manga
larga
• Uso de lociones o cremas que
tengan como mínimo 30 SPF
• Uso de lentes de sol con al menos
una protección del 98%
• Evitar el uso de CAMARAS
BRONCEADORAS (Camas Solares)
5. Camas Solares
Las camas solares, que aparecieron en la década de los
70, no fueron de uso generalizado hasta los años 90.
Estos aparatos emiten radiaciones ultravioletas (UV)
con el fin de lograr un bronceado que aparece con
unas pocas sesiones y que se acentúa si se aumenta el
número de sesiones. Las camas solares aumentan
hasta un 67% el riesgo de sufrir cáncer de piel.
6. • A corto plazo, la exposición a las radiaciones
UV procedentes de camas solares pueden
provocar efectos secundarios como reacciones
dérmicas y una merma en el funcionamiento
del sistema inmunológico.
• A largo plazo, podrían aumentar el riesgo de
padecer cáncer de piel y cáncer ocular, así
como provocar el envejecimiento prematuro
de la piel.
7. Las quemaduras solares provocadas por
las radiaciones UV varían en función de la
radiación total recibida en el transcurso de una
sesión de bronceado, y no en función de la
intensidad o duración de dicha exposición.
Los límites que se consideran seguros a la hora de
evitar los efectos a corto plazo de las radiaciones
UV procedentes de las camas solares varían en
función del tipo de piel. La dosis de radiaciones
UV a las que se somete el usuario durante una
sesión de bronceado debería ser lo
suficientemente baja como para evitar
las quemaduras.
8. • Además, para reducir el riego de quemaduras
debidas a errores de cálculo del tiempo, las
sesiones prescritas no deberían ser inferiores
a 10 minutos. Las camas solares no deberían
en ningún caso emitir radiaciones UV
superiores a las del sol tropical.