Enfermedades de las vías respiratorias altas en los felinos
1. Enfermedades de las vías respiratorias altas en los gatos
MVZ Esp. Cert. Tamara L. Iturbe Cossío
Hospital Veterinario de Especialidades-UNAM titurbe@hotmail.com
Centro de Medicina para Gatos cemegatos@hotmail.com
Rinitis aguda
La principal causa de rinitis aguda en gatos es de origen infeccioso; en general,
las infecciones de Vías Respiratorias Altas (VRA) se agrupan en un Complejo de
Enfermedades Infecciosas de Vías Respiratorias Altas (CEIVRA), puesto que los
signos clínicos que producen estas enfermedades son muy parecidos y en la
mayoría de los casos no hay un solo agente etiológico involucrado. El CEIVRA
está compuesto por infecciones primarias de origen viral, como la Rinotraqueítis
Viral Felina (RVF) y calicivirus, y de origen bacteriano, como Chlamydophila felis,
Mycoplasma spp y Bordetella bronchiseptica. Son comunes las infecciones
bacterianas secundarias, por ejemplo, por Pasteurella multocida, Streptococcus
spp, Staphylococcus spp y Corynebacterium spp.
Signos clínicos
Los signos del CEIVRA incluyen estornudos, secreción nasal, pirexia, protrusión
de la membrana del tercer párpado, conjuntivitis, queratitis, secreción ocular,
úlceras corneales y orales. La secreción nasal puede causar obstrucción de VRA,
por lo que habrá una fase inspiratoria prolongada y aumento notable de sonido
respiratorio, además de anorexia. Algunos signos varían dependiendo del agente
involucrado y la severidad de los signos dependerá de la patogenicidad del
organismo causal y la respuesta inmune del gato.
Diagnóstico
Es complicado determinar la causa precisa de la infección. Aunque hay una
sobreposición importante de signos clínicos en el CEIVRA, algunas veces se
puede aproximar al diagnóstico mediante signos particulares de algunos agentes
etiológicos; por ejemplo, úlceras orales en caso de calicivirus; úlceras corneales
en RVF y protrusión de la membrana del tercer párpado por C. felis. El valor de las
pruebas diagnósticas para herpesvirus (causante de RVF), calicivirus,C. felis,
Mycoplasma spp y B. bronchiseptica es limitado: el valor predictivo positivo es bajo
puesto que estos agentes pueden ser detectados tanto en gatos sanos como
enfermos, existe un periodo de portador sano prolongado y además es imposible
2. diferenciar los anticuerpos por exposición natural de los derivados de la
vacunación.
Tratamiento
● Antibioterapia. Se utilizan antibióticos de amplio espectro como
tratamiento o prevención de infecciones secundarias al daño viral, como la
amoxicilina + ácido clavulánico, cefalexina y clindamicina. En infecciones
agudas moderadas, un tratamiento corto de 7 a 10 días normalmente es
suficiente. Si se ha identificado Mycoplasma, Chlamydophila o Bordetella,
las tetraciclinas (en particular doxiciclina) se consideran el tratamiento de
elección. Pero no se debe olvidar que siempre se deben recetar con la
indicación de administrar 5 ml de agua posterior a la medicación oral para
disminuir la probabilidad de estenosis esofágica.
● Terapia de soporte. Es fundamental mantener hidratados y alimentados a
estos gatos. Como no pueden oler el alimento su apetito se ve afectado
drásticamente, por lo que se debe llevar a cabo alimentación con jeringas o
tubos de alimentación. Además de que se deben limpiar frecuentemente las
secreciones con algodón húmedo y de manera suave. Para facilitar la
remoción de las secreciones también se puede indicar nebulizaciones con
solución salina. Si hay dolor de senos o enfermedad de vías respiratorias
bajas se requiere de manejo de analgésicos. Los descongestionantes
pueden funcionar (siempre y cuando la secreción no sea purulenta) pero se
debe tener cuidado de no utilizarlos por más de 4 días por el efecto de
rebote que pueden tener.
● Terapia ocular. La terapia ocular dependerá de las lesiones
encontradas. Se debe realizar tinción de fluoresceína para evidenciar
úlceras corneales asociadas a RVF e implementar el tratamiento adecuado:
antiinflamatorio no esteroidal, antibiótico, antiviral, lubricantes, etc. Los
esteroides están contraindicados.
● Antivirales. El uso de L-lisina es controversial; puede ser benéfico
cuando se busca disminuir eliminación viral y reducción de signos clínicos a
largo plazo con terapias prolongadas de este fármaco.
Rinitis y rinosinusitis crónica
La sinusitis rara vez tiene origen primario; usualmente se presenta por una
extensión de una enfermedad de cavidad nasal. Cuando ambas zonas se
encuentran afectadas el término correcto es rinosinusitis. Los signos típicos
3. incluyen estornudos, aumento de sonidos inspiratorios, descarga nasal (la cual
puede ser serosa o purulenta y puede presentar sangre), hiporexia y en casos
avanzados, deformidad facial. Es importante saber que cualquier factor que
contribuya a alterar la estructura o función de las vías respiratorias altas va a
comprometer la función normal y va a predisponer a daño crónico, si el gato no es
capaz de resolver los factores adyacentes. Esto incluye procesos inflamatorios de
cualquier origen, incluyendo infecciones, neoplasias, cuerpo extraño, pólipos,
traumatismos, anomalías congénitas y conformacionales (ej. estenosis),
enfermedad periodontal, etc. La rinosinusitis crónica idiopática y las neoplasias
intranasales son las enfermedades crónicas más frecuentes de VRA en los gatos.
Llegar al diagnóstico definitivo es complicado debido a la relativa inaccesibilidad
de la cavidad nasal y su capacidad limitada de responder a diferentes lesiones,
pero poner atención en los siguientes puntos puede facilitar el diagnóstico:
.
● Edad, En gatos jóvenes son comunes lo pólipos nasofaríngeos,
mientras que los gatos viejos tienden a desarrollar neoplasias nasales y
enfermedad periodontal.
● Anamnesis. Las enfermedades agudas de corta duración se asocian
generalmente al CEIVRA, principalmente en gatos sin calendario de
vacunación vigente o expuestos a otros gatos infectados y la rinosinusitis
crónica puede ser un secuela de este padecimiento. Es importante saber
hace cuánto comenzaron los signos clínicos, su duración y frecuencia. El
que los signos se presenten o agraven durante cierta época del año puede
sugerir algún componente alérgico.
● Examen físico, Debe incluir visualización de:
a Cara. Para detectar asimetrías.
b Ojos. Para detectar conjuntivitis, queratitis, exoftalmia.
c Nariz. Se debe observar cuidadosamente la secreción
nasal para determinar la localización (unilateral o bilateral) y el tipo
(seroso, purulento, mucopurulento, con o sin presencia de sangre).
Es bueno saber si en algún momento la secreción cambió de
apariencia y si cambia durante el día o época del año.
d Cavidad oral. Observar dientes superiores, paladar
blando y duro, así como faringe.
e Oídos. En busca de otitis media frecuentemente
asociada a pólipos nasofaríngeos.
Cuando el curso de la enfermedad es crónico, se requiere de un abordaje
diagnóstico que incluya las siguientes pruebas:
● Estudio radiográfico. De cavidad nasal , senos nasales y bullas
timpánicas.
4. ● Rinoscopía. Permite la visualización directa de cavidad nasal y toma
de biopsias.
● Lavado nasal. Dada la inaccesibilidad de la cavidad nasal, es el
método que se utiliza para obtener material que pueda ser mandado
analizar citológicamente y a realizar cultivo bacteriano y micológico.
Rinitis y rinosinusitis idiopática. Se cree que se debe a rinitis viral crónica
severa, lo que es potencialmente posible en casos de RVF donde el daño
extensivo a mucosas y turbinas puede predisponer a enfermedad crónica con
complicación bacteriana. El diagnóstico es por exclusión. En estos casos se
recomienda administrar terapia antimicrobiana durante los episodios cuando haya
signos clínicos, sin embargo, en la mayoría de los casos la curación será
incompleta o temporal.
Rinitis y rinosinusitis bacteriana. En la mayoría de los casos ocurre de forma
secundaria, por proliferación de bacterias oportunistas asociada a una lesión
primaria. En estos casos, el tratamiento de las infecciones secundarias mejorará
los signos clínicos del paciente, pero en la mayoría de los casos la solución del
problema es incompleta o transitoria (mientras la lesión primaria persiste). La rinitis
o rinosinusitis bacteriana primaria es rara en el gato pero se ha reportado por
infección por Bordetella bronchiseptica. Independientemente del origen (primario o
secundario), se recomienda que la terapia antibacteriana se base en los cultivos
bacteriológicos.
Rinitis y rinosinusitis micótica. La infección micótica de cavidad nasal se debe
en la mayoría de los casos a Cryptococcus neoformans, aunque también se han
reportado Aspergillus, Penicillium y Trichosporon. Además de los signos antes
mencionados de rinitis también pueden presentar lesiones en piel, crecimiento
proliferativo que se protruye de las narinas, deformidad nasal y signos
neurológicos. El diagnóstico definitivo se obtiene al demostrar el agente etiológico
en citología o cultivos. Para el tratamiento se han sugerido varios fármacos como
el ketoconazol, fluconazol y anfotericina B, pero se prefiere el itraconazol por tener
buenos resultados sin tantos efectos adversos.