Ante la confusión actual de valores, sería conveniente volver a la naturaleza para buscar posibles fundamentos sobre los que se pueda construir un sistema de valores comunes y universales que puedan armonizar las distintas visiones conflictivas y contradictorias actuales.
En este libro se analizan varias controversias ya clásicas como son el conflicto entre el materialismo y el idealismo, el debate sobre el origen y evolución de la vida y del universo, la polémica entre el determinismo y la libertad, y el problema entre el individuo y la totalidad.
Al final se enumeran una serie de principios generales de la naturaleza, que son de gran utilidad para armonizar las diferentes tradiciones científicas, filosóficas y religiosas.
2. 1. Universalidad de las interacciones recíprocas
2. Campos físicos, movimiento circular y forma
esférica
3. Finalidad de los movimientos circulares
4. Diferentes tipos de movimientos circulares
5. ¿Cooperación o conflicto?
CAPÍTULO 7 LA LEY FUNDAMENTAL DEL UNIVERSO:
DARY RECIBIR
3. En este capítulo vamos a
exponer y tratar de demostrar la
validez de este principio de la
universalidad de las interacciones
recíprocas, o ley de dar y recibir.
Este principio es uno de los
supuestos esenciales del
pensamiento filosófico de Sun
Myung Moon, como se desprende
de muchas de sus conferencias y el
Pensamiento de Unificación.
INTRODUCCIÓN
A final del capítulo, estudiaremos algunas
de las objeciones que se le plantean a la
visión que se deriva de este principio, a
saber, un universo lleno de armoniosas
interacciones recíprocas cooperativas.
Estas objeciones señalan que en la
naturaleza y la sociedad humana hay
también muchos aspectos conflictivos y
destructivos que parecen contradecir dicha
visión demasiado optimista y conciliadora
del universo.
4. «¿Cuál es la ley celestial del universo? ¿Cuál es la ley
de la existencia? Es la ley de dar y recibir.»
Sun Myung Moon, Selecciones de charlas, Seúl, HSA-UWC, 157:266, (10 de
abril de 1967).
«Cuando todos los seres del universo… están
armoniosamente conectados entre sí por un propósito
común, entonces hay plenitud y perfección.
El universo es un conjunto ordenado compuesto por
innumerables interacciones recíprocas, macroscópicas
y microscópicas. Nada puede existir sin relaciones
recíprocas. Cualquier cosa que deje de relacionarse, se
extinguirá.»
Sun Myung Moon, Selecciones de charlas, Seúl, HSA-UWC, 391:174, (21 de
agosto de 2002).
UNIVERSALIDAD DE LAS
INTERACCIONES RECÍPROCAS
A pesar de ser un principio en
muchos de sus aspectos
ampliamente reconocido por
todas las tradiciones filosóficas y
religiosas, Sun Myung Moon es el
primero que lo eleva a una
dimensión cósmica y universal.
Se puede decir, pues, que es uno
de sus grandes descubrimientos y
una parte esencial de su
pensamiento filosófico, como
queda reflejado en el Pensamiento
de Unificación y en muchas de sus
conferencias.
5. Nada puede existir sin interacciones recíprocas
No puede haber movimiento sin interacciones recíprocas
No es posible la multiplicación sin interacciones recíprocas
No hay alegría ni felicidad sin interacciones recíprocas entre
los seres humanos
Modelo básico de interacción recíproca
Para que una interacción recíproca entre dos partes
complementarias se inicie y perdure en el tiempo es
imprescindible que haya un propósito común previo
Principio de las interacciones recíprocas
UNIVERSALIDAD DE LAS INTERACCIONES RECÍPROCAS
6. UNIVERSALIDAD DE LAS INTERACCIONES RECÍPROCAS
El principio general o ley universal más simple
que podríamos enunciar sobre la naturaleza
sería el de la universalidad de las interacciones o
intercambios recíprocos entre partes
complementarias, o ley de dar y recibir.
Este modelo de interacción o intercambio de
elementos entre entidades individuales es algo
que está presente en el universo desde el nivel
de las subpartículas hasta el de las galaxias,
pasando por todos los organismos vivos,
incluido nosotros y la sociedad humana.
7. UNIVERSALIDAD DE LAS INTERACCIONES RECÍPROCAS
Dar
Recibir
Nada puede existir sin interacciones recíprocas
No puede haber movimiento sin interacciones recíprocas
No es posible la multiplicación sin interacciones recíprocas
No hay satisfacción, alegría ni felicidad sin relaciones de intercambios
recíprocos entre los seres humanos
Sujeto Objeto
S O S O
Dentro de cada entidad individual Entre distintas entidades individuales
8. La existencia misma de todo el universo se basa en estas
innumerables interacciones recíprocas. Pues, el entero
edificio o estructura del universo está construido sobre la base
de unir o pegar pequeñas unidades mediante interacciones de
fuerzas o intercambios de elementos, creado así unidades o
conglomerados más grandes, y luego cohesionar éstas por el
mismo método, y así sucesivamente.
Visualicemos por un momento toda la materia del universo,
compuesta en un 90% de hidrógeno, en la forma de un
número incalculable de pequeños átomos de hidrógeno
formados por un protón y un electrón que interactúan entre
sí. Ahora imaginémonos que, por alguna extraña anomalía, de
repente esa relación recíproca entre el protón y el electrón se
interrumpe y ambos se separan. Prácticamente, todo el
universo se esfumaría, incluido nosotros mismos.
Nada puede existir sin interacciones recíprocas
9. A pesar de la extraordinaria variedad de formas de
vida que existen en la naturaleza, todas están
compuestas de pequeñas células muy similares entre
sí. Imaginémonos, igualmente, que por un misterioso
maleficio todas las células decidieran dejar de
relacionarse unas con otras, o que su núcleo y
citoplasma dejaran de interactuar. Ningún ser vivo
sobreviviría a la catástrofe.
Podemos hacer experimentos mentales parecidos
con cualquier aspecto del universo con el mismo
resultado. Esto es así porque todas las entidades
están construidas de partes o entidades más
pequeñas y, por ello, su existencia se basa en la
interacción entre esas partes que las componen.
Nada puede existir sin interacciones recíprocas
10. Tampoco habría movimiento sin interacciones
recíprocas. De hecho, son las interacciones de fuerzas
y los intercambios de elementos entre entidades los
que generan el movimiento.
Todo tipo de movimiento, cambio o transformación
que ocurre en el mundo inanimado, desde la
fluctuación de la nube electrónica en los átomos hasta
los movimientos planetarios, están causados por
interacciones de fuerzas.
Los procesos de cambio, crecimiento y desarrollo de
los organismos vivos, así como su capacidad de
movimiento y acción, están también basados en
múltiples interacciones dentro del organismo y entre
el organismo y su ambiente.
No puede haber movimiento sin interacciones recíprocas
11. Un caso especialmente ilustrativo de esto que estamos hablando
es el fenómeno de la multiplicación mediante la diferenciación
sexual que ocurre en una gran mayoría de los seres vivos.
La mayor parte de los animales y los seres humanos están
divididos en seres masculinos y femeninos que se atraen
mutuamente como dos polos magnéticos, y que están dotados de
órganos sexuales que encajan perfectamente uno en el otro.
Forman parejas de seres complementarios que de una manera
evidente están hechos el uno para el otro, y que mediante una
relación recíproca de intercambio de elementos generan nuevas
vidas.
Las plantas, que en su mayoría no están diferenciadas en
géneros, también tienen órganos masculinos y femeninos que
entran en una relación de intercambio de elementos con el fin de
producir nuevas semillas.
No es posible la multiplicación sin interacciones recíprocas
12. Asimismo, el ser humano —igual que todos
los seres vivos— existe, se mueve y se multiplica
debido a las múltiples relaciones de
intercambios recíprocos que se establecen
dentro de cuerpo, como la circulación
sanguínea, y con el ambiente, como inhalar o
exhalar aire.
No solamente tenemos la necesidad vital de
mantener un intercambio de elementos con el
ambiente, sino que también tenemos una
necesidad imperiosa de expresarnos,
comunicarnos, dialogar y tener relaciones
humanas, que son en esencia intercambios de
afectos, servicios, bienes, información y
conocimientos.
Cuando estos circuitos o corrientes de
dar y recibir con otras personas son fluidos,
estables, armoniosos y duraderos,
sentiremos satisfacción o felicidad.
Si, en cambio, las relaciones recíprocas
se deterioran, interrumpen o son
conflictivas, sentiremos dolor o tristeza. En
la soledad no se puede sentir alegría.
De hecho, una de las peores torturas a la
que se puede someter a una persona es
encerrarla en una celda de castigo y tenerla
completamente incomunicada por un largo
periodo de tiempo.
No hay alegría ni felicidad sin interacciones recíprocas entre los seres
humanos
13. Ejemplos de acciones internas y externas de dar y recibir
Mente
Maridos
Cuerpo Mente Cuerpo
Esposas
Gobierno Pueblo
Naciones
Estrellas Planetas
Sistemas estelares
Núcleo Citoplasma
Células
Núcleo Electrones
Átomos
Gobierno Pueblo
Naciones
Sol Planetas
Sistema solar
Núcleo Citoplasma
Células
Núcleo Electrones
Átomos
Sol
Mundo
Familias
Galaxias
Organismos
Moléculas
14. A pesar de la inmensa variedad de interacciones y
relaciones recíprocas que hay en la naturaleza —
algunas totalmente inconscientes, heterónomas o
automáticas como las interacciones de fuerzas que
se dan en el mundo físico, otras semiinconscientes,
instintivas o parcialmente autónomas como las que
se dan en los diferentes niveles de organismos vivos,
y otras conscientes, voluntarias y creativas como son
las relaciones humanas— todas ellas responden a un
mismo patrón, esquema o principio común.
Simplificando mucho, el modelo estaría
compuesto por una pareja de entidades
complementarias que establecen una relación de dar
y recibir, creándose así un circuito o flujo de
elementos entre ambas partes.
Este modelo podría
ejemplarizarse de una manera muy
sencilla con el protón y el electrón
que forma el átomo de hidrógeno,
con el núcleo y el citoplasma de la
célula, y con un hombre y una
mujer.
Los resultados generados por ese
circuito de fuerzas o elementos son
cohesión, estabilidad, existencia,
movimiento, cambio, crecimiento,
desarrollo, progreso,
multiplicación, armonía,
satisfacción y felicidad.
Modelo básico de la interacción recíproca: la relación de dar y recibir
entre una pareja de seres complementarios
16. Para que una interacción recíproca entre dos partes complementarias se inicie
y perdure en el tiempo es imprescindible que haya un propósito común previo
Muchos científicos o filósofos reconocen la
importancia de las interrelaciones recíprocas
entre todas las cosas, pero ignoran o niegan que
exista un propósito común detrás de ellas.
Sin embargo, una relación de intercambios
recíprocos entre varias partes o entidades no
puede establecerse ni mantenerse si no existe
un propósito común previo.
Nadie entra en una relación de intercambio
con otros si no tienen la esperanza de adquirir a
través de esa relación un status superior, un
mayor valor o algún beneficio mutuo.
Un propósito común que garantice
como mínimo un beneficio para ambas
partes es un requisito previo para todos
los tipos de relaciones que establecen
los seres humanos.
Nadie entra conscientemente en una
relación que le perjudique o le degrade
su valor.
Nadie se casa pensando que va a ser
infeliz. Nadie emprende un negocio con
sus socios pensando que se va a
arruinar.
17. Universalidad del Propósito Común
Propósito
Común
Objeto
Cohesión, existencia, movimiento, acción,
multiplicación, progreso y desarrollo de todas las
entidades individuales, sistemas y organismos
Sujeto
18. PRINCIPIO DE LAS INTERACCIONES RECÍPROCAS
Principio de la universalidad de las interacciones o
intercambios recíprocos (ley de dar y recibir) entre partes
complementarias dentro de cada entidad individual, y entre
distintas entidades individuales entre sí —centradas en un
propósito común a ambas partes— que generan y garantizan la
cohesión, existencia, movimiento, acción, multiplicación,
progreso y desarrollo de todas las entidades individuales, así
como de los sistemas y organismos.
19. El carácter circular de los
campos físicos
Todo está en movimiento:
«Panta rei» (todo fluye) de
Heráclito
Nada se mueve en línea
recta: el espacio curvo de
Einstein
La forma básica del universo:
La «esfera de ser» de
Parménides
CAMPOS FÍSICOS, MOVIMIENTO CIRCULARY FORMA ESFÉRICA
20. La interacción o intercambio recíproco
entre una pareja de entidades
complementarias se inicia cuando cada
parte da algo a la otra y recibe algo a
cambio, generándose así una corriente o
flujo circular de elementos entre las dos
partes.Veamos ahora como la teoría
general de los campos físicos encaja en
este modelo.
Los científicos actuales intentan deducir
las leyes fundamentales de la física
tratando de unificar los cuatro campos de
fuerzas físicas conocidos, o sea, los campos
gravitatorio, electromagnético, fuerte y
débil.
Los campos electromagnéticos son
básicamente circuitos de fuerzas entre polos
positivos y negativos generados por fuerzas de
repulsión y atracción. Estos campos, debido a
esta interacción de fuerzas atractivas y
repulsivas, inducen corrientes eléctricas
circulares, y éstas a su vez generan nuevos
campos electromagnéticos.
Los campos de fuerzas fuerte y débil que
opera al nivel de las subpartículas están
también basados en modelos de intercambio,
lo cual explica la naturaleza ondulatoria de las
partículas, las cuales nunca se mueven en línea
recta sino siempre en espiral.
El carácter circular de los campos físicos
21. El único campo que en apariencia no
encaja con los demás es el campo
gravitatorio, que según la teoría física clásica
es un campo que genera una fuerza de
atracción lineal entre dos cuerpos. Sin
embargo, los científicos ahora consideran
también el hecho de que el universo no
hubiera podido formarse de la manera como
está constituido si no hubiera habido una
primera fuerza de expansión.
Así que es más lógico suponer que tanto la
fuerza expansiva como la contractiva forman
parte del campo de fuerzas gravitatorio, lo
cual lo asemejaría con los campos
electromagnéticos.
Por ejemplo, las estrellas pueden
mantener su forma esférica debido
a que existe una interacción o
equilibrio entre las fuerzas
expansivas y la fuerza de la
gravedad que es contractiva.
Esto encaja mejor también con
los modernos modelos de plasma,
que consideran que el universo
está surcado por gigantescas
corrientes de materia electrificada
generadas por grandes campos
electromagnéticos.
El aparente carácter rectilíneo del campo gravitatorio
22. Cuando Newton intentó explicar el hecho
de que los planetas giren alrededor del sol,
supuso que tuvo que haber un impulso inicial.
Igual que ocurre cuando se lanza hacia
delante una pelota atada a una cuerda que
sujetamos con la mano.
Pensó que este impulso inicial creó un
momento o inercia que propulsó al planeta a
querer salirse de su órbita en una dirección
tangencial.Y, luego, esa fuerza rectilínea
tangencial se descompuso en dos; una fuerza
centrífuga que se compensaba con la fuerza
centrípeta de atracción de la gravedad, y otra
transversal que era la que hacía girar al
planeta.
El aparente carácter rectilíneo del campo gravitatorio
Empuje inicial
Fuerza
centrífuga
Fuerza
centrípeta
Fuerza de
revolución
23. Sin embargo, si se supone que el campo
gravitatorio —a semejanza del campo
electromagnético— genera a su alrededor
circuitos de fuerzas circulares expansivas y
atractivas, en vez de producir únicamente una
fuerza de atracción rectilínea, entonces sería
más fácil explicar el origen del sistema
planetario, la creación del momento angular y
el movimiento circular sin necesidad de
recurrir a una intervención externa al sistema,
ya que —igual que los imanes provocan que
otros imanes más pequeños giren a su
alrededor— un campo de fuerzas gravitatorio
de ese tipo generaría de forma natural el
movimiento circular de los planetas.
El aparente carácter rectilíneo del campo gravitatorio
Esta explicación del movimiento circular
de los planetas requiere que alguien o algo
exterior al sistema proporcionen el primer
impulso inicial. Newton y Descartes
pensaban que fue Dios quién dio ese primer
impulso y luego por inercia el sistema siguió
moviéndose solo.
Los científicos actuales —que ya no
recurren a esa intervención divina— siguen
teniendo muchos problemas a la hora de
explicar cómo se originó ese primer
momento angular inicial cuando tratan de
comprender la génesis del sistema
planetario.
Isaac Asimov, El universo, Alianza Editorial, Madrid, 1997,
pp. 137-144.
24. Así pues, se podría decir que todos los
campos físicos conocidos se encuadran en
el modelo básico de una interacción de
fuerzas expansivas y atractivas. Esto encaja
muy bien en el principio general de la
universalidad de los intercambios
recíprocos de elementos, esto es, una
relación de dar y recibir entre una pareja de
entidades complementarias.
La fuerza expansiva o centrífuga —que es
una fuerza constructiva y creadora— se
corresponde al dar, y la fuerza atractiva o
centrípeta —que es una fuerza cohesiva,
disolutiva o destructiva— se corresponde al
recibir.
Ambas fuerzas son complementarias y su
interacción podría generar, en algunos casos,
equilibrios estáticos —como son el equilibrio
de fuerzas que dan lugar a la forma esférica de
las estrellas— y, en otros casos, equilibrios
dinámicos como los movimientos de
circunvalación de los planetas alrededor del
sol, y también procesos de transformación o
cambios dinámicos —con fases expansivas y
contractivas semejantes a los latidos de un
corazón— como son los procesos de
formación, crecimiento y destrucción de
estrellas o nebulosas.
El carácter circular de los campos físicos encaja con el modelo de las
interacciones recíprocas
25. De hecho, se puede decir —dando la razón a
Heráclito— que todo lo que existe está en
continuo movimiento y que no existe nada que
esté en completo reposo o absolutamente
inmóvil.
Por ejemplo, la tierra parece inmóvil y
estática, pero en realidad esa aparente
estabilidad y quietud se basa en el movimiento
circular sobre su propio eje y alrededor del sol.
Las montañas o piedras parecen inmóviles y
estáticas, pero a escala atómica vibran
continuamente y su aparente inmovilidad es el
resultado de una tensión entre fuerzas
internas de repulsión y atracción.
Como regla general, se podría afirmar que
todo se mueve en círculos, girando sobre sí
mismo, vibrando o mediante ciclos. En otras
palabras, el modelo básico de todo
movimiento es el movimiento circular, de tal
modo que todos los demás tipos de
movimiento son meras transformaciones del
movimiento circular.
Es precisamente este modelo básico de
interacción de fuerzas o este circuito de dar y
recibir lo que crea el movimiento circular, que
fue considerado por los antiguos filósofos
griegos como el movimiento perfecto y
símbolo de la eternidad.
Todo está en movimiento: «Panta rei» (todo fluye) de Heráclito
26. Estrictamente hablando, nada se mueve en línea
recta. La rectitud de los haces de luz y los rayos de
partículas es sólo aparente, pues los fotones se
mueven de forma ondulatoria y las partículas se
mueven en espiral.También se ha demostrado que
la luz se curva bajo la influencia de los campos
gravitatorios, lo cual apoya la teoría de Einstein de
que el espacio es curvo, en contra del paradigma
cartesiano que establecía —sin explicarlo en
absoluto— que el movimiento natural de la materia
era el movimiento rectilíneo.
Einstein afirmaba que el movimiento de los
planetas era algo parecido al rodar de una pelota por
la superficie curva del espacio, retomando así la
anterior idea de Galileo de que el movimiento
inercial natural era el movimiento de una bola que
rueda alrededor de la superficie esférica de la tierra.
También Einstein aventuró la hipótesis de que el
espacio y el tiempo no son absolutos —como creía
Newton— sino que se alargan o acortan
dependiendo de la velocidad del observador. Sin
embargo, no explicó por qué el espacio es curvo, o
por qué ambos, el espacio y el tiempo, son relativos.
Una posible explicación sería que la interacción de
fuerzas expansivas y atractivas de los campos
gravitatorios no solamente ocasiona el movimiento
circular, sino que también crea su propio espacio y
tiempo.
Así es razonable que el espacio sea curvo y que
ambos, espacio y tiempo, sean conceptos relativos
que dependan del sistema en que se esté inmerso,
del tipo de las interacciones recíprocas o de la
velocidad del movimiento circular que éstas
generan, como presupone la teoría de la relatividad.
Nada se mueve en línea recta: el espacio curvo de Einstein
27. Una interacción o intercambio recíproco genera un circuito de fuerzas o
elementos, y si este movimiento circular cambia de plano da lugar a la
forma esférica. Esto nos lleva a la consideración de que, debido a que
ninguna entidad puede existir sin una interacción entre las partes que la
compone, la forma básica de todas las entidades que existen en el universo
—y esta vez le damos la razón a Parménides— es la forma esférica, siendo
todas las demás formas meras transformaciones o modificaciones de ésta.
Esto es particularmente evidente observando que todos los elementos
constituyentes del universo tienen la forma globular o esférica, como son,
por ejemplo, átomos, células, semillas, huevos, embriones, planetas, soles
y estrellas.Además, según la moderna teoría del Big Bang o la antigua
metafísica de la luz, el universo se originó a partir de un punto de energía
concentrada, que era como un huevo cósmico, según Lamêtrie, o como un
sol de energía radiante, según los científicos neoplatónicos. Luego,
mediante una explosión, eclosión o irradiación esférica se fue creando y
dando forma al universo.
La forma básica del universo: La «esfera de ser» de Parménides
28. También se puede observar que en el cuerpo de todos
los organismos vivos predominan las formas globulares o
redondeadas, como se puede apreciar en la forma de la
cabeza, ojos, tronco y extremidades. En realidad, se podría
decir que la gran variedad de formas de los seres vivos son
el resultado de modificaciones o transformaciones de la
forma esférica originaria de sus células madres.
Incluso las formas geométricas rectilíneas y angulosas
de los cristales minerales, son también la consecuencia de
la disposición espacial de los átomos esféricos que forman
sus estructuras moleculares. De manera semejante, las
formas geométricas puras, que se utilizan como modelos
para las estructuras o construcciones arquitectónicas, son
combinaciones o disposiciones espaciales de puntos o
unidades esféricas.
La forma básica del universo: La «esfera de ser» de Parménides
29. Los movimientos circulares o ciclos
regulares y estables que existen en la
naturaleza evidentemente no aparecieron
por accidente o azar. El sentido común
nos dice que el azar únicamente puede
producir movimientos caóticos,
irregulares e inestables.
La causa directa de estos movimientos
circulares naturales son las interacciones
de fuerzas o intercambios recíprocos de
elementos entre parejas de entidades
complementarias.
Dado que las interrelaciones recíprocas
requieren de un propósito común para su
mantenimiento y continuidad, es razonable
pensar que todos esos movimientos
circulares y ciclos de la naturaleza tengan
una finalidad.
Esta finalidad es, en general, la existencia,
estabilidad, cohesión, unidad, armonía,
cooperación, multiplicación, progreso y
desarrollo de los sistemas naturales.
FINALIDAD DE LOS MOVIMIENTOS CIRCULARES
31. 1. Movimientos circulares en los que una
de las partes ocupa la posición central
y la otra gira a su alrededor
2. Movimientos circulares vibratorios
mediante enlaces entre partes que
mantienen una posición fija
3. Movimientos circulares en la forma de
circuitos o flujos de intercambios de
elementos entre dos partes
complementarias que mantienen una
posición relativamente fija y que se
realiza de acuerdo a leyes naturales
DIFERENTES TIPOS DE MOVIMIENTOS CIRCULARES
32. Un primer tipo de movimiento circular que se
produce en la naturaleza es el que ocurre dentro de los
átomos, en el que la interacción entre las partículas
positivas y negativas hace que el núcleo adopte una
posición central relativamente fija y que los electrones
giren a su alrededor formando una especie de nube
electrónica.
Este modelo de movimiento circular es muy
semejante al movimiento circular planetario, en el que
una de las partes que interactúa se coloca en una
posición central relativamente fija y las otras giran a su
alrededor, describiendo en este caso órbitas elípticas.
La finalidad de ambos es garantizar la estabilidad,
cohesión y continuidad de los diferentes tipos de
átomos y la del sistema planetario.
1. Movimientos circulares en los que una de las partes ocupa la posición
central y la otra gira a su alrededor
33. Los electrones vibran y giran sobre sí mismos
con el fin de mantener su propia estabilidad, al
mismo tiempo que dan vueltas alrededor del
núcleo con el fin de garantizar la estabilidad del
conjunto del átomo.
De manera similar, los planetas rotan sobre su
propio eje a la vez que revolucionan alrededor
del sol con el fin de cumplir tanto el propósito
individual de mantener la propia estabilidad
como el propósito de contribuir a la estabilidad
del conjunto del sistema.
De hecho, una sucesión de estos movimientos
de rotación y revolución junto con una
concatenación de centros son los que mantienen
el orden en nuestra galaxia y muy
probablemente en el universo entero.
34. Un segundo tipo o modelo de movimiento circular es el
que se produce cuando los átomos se unen entre sí
mediante enlaces químicos formando estructuras
moleculares complejas. En este tipo de movimiento circular
las dos partes complementarias tienen ambas una posición
fija o inmóvil con respecto a la otra y su unión se basa en
varios tipos de interacciones o enlaces.
Las estructuras moleculares son fijas en el sentido de que
los átomos que la componen no cambian de posición en la
estructura y los enlaces son estables. Sin embargo, entre
los átomos enlazados se produce un movimiento vibratorio
continuo a causa de la interacción mutua, que es también
una forma de movimiento circular. Esto es semejante a la
vibración imperceptible de las montañas rocosas o de las
estructuras arquitectónicas construidas por el hombre a
pesar de su aparente inmovilidad.
La finalidad de este tipo de movimiento
circular vibratorio producido por los
enlaces químicos es construir unos
cimientos, armazón o esqueleto sólido y
estable para el universo, así como generar
los materiales básicos para construcción
de organismos vivos.
2. Movimientos circulares vibratorios mediante enlaces entre partes que
mantienen una posición fija
35. Los movimientos ondulatorios son una
variación de este tipo de movimientos circulares
vibratorios combinados con una secuencia
temporal.
Los movimientos ondulatorios son universales
en la transmisión y propagación del sonido, la luz
y toda la amplia gama de frecuencias de las
ondas electromagnéticas y radiaciones de
partículas, a pesar de que aparentemente
parecen movimientos rectilíneos puros.
Los movimientos ondulatorios
36. Un tercer modelo de movimiento circular es
cuando se produce una corriente, circuito o flujo de
elementos entre dos partes complementarias que
mantienen una posición relativamente fija la una con
respecto de la otra.
Este tipo de movimiento circular se puede
ejemplarizar por el circuito de líneas de fuerzas que
se produce entre los dos polos de un imán o por la
corriente o flujo de electrones que circula entre los
dos polos de un circuito eléctrico.
Aunque en la naturaleza hay muchos movimientos
de este tipo, todos son variaciones, modificaciones o
transformaciones del mismo patrón.
3. Movimientos circulares en la forma de circuitos o flujos de intercambios
de elementos entre dos partes complementarias que mantienen una
posición relativamente fija y que se realiza de acuerdo a leyes naturales
37. En las células, que son las unidades básicas que componen
los organismos vivos, se produce una interacción e intercambio
de elementos entre el núcleo y el citoplasma, que son las dos
partes principales que la componen y que mantienen una
posición fija con respecto de la otra, con el núcleo en el centro
y el citoplasma a su alrededor envolviéndolo. Entre las células y
su ambiente también se establece un circuito de intercambios
de energía, gases y materiales.
En estos casos, las partes complementarias no se mueven
circularmente una alrededor de otra, como es el caso de los
átomos y sistemas planetarios, sino que se establece un flujo o
corriente circular de elementos entre partes que mantienen
una posición fija.
El propósito de estas interacciones entre el núcleo y el
citoplasma dentro de la célula y entre las células y su ambiente
es claramente garantizar la continuidad de la existencia de las
células.
Las interacciones en las células
38. Un organismo vivo es simplemente un conjunto de células vivas
que están organizadas, es decir, que se han especializado formando
órganos que tienen una posición y función fija y diferenciada, y que
cooperan entre sí con el fin de mantener la vida del conjunto del
organismo. El modelo de circuitos o intercambios de elementos que
sostiene la vida de las células es el mismo que mantiene la vida de un
organismo.
Ya que cada célula del organismo necesita, para continuar su
existencia, establecer un intercambio de energía, gases y materiales
con el ambiente, en todos los organismos hay órganos
especializados que se encargan de realizar esta función, como son
las branquias o pulmones y los aparatos digestivos en los animales, y
las hojas y las raíces en las plantas, así como un sistema de
circulación interior que se encarga de transportar y proporcionar a
cada célula del organismo estos elementos del ambiente, como son
la circulación de savia en las plantas y la circulación sanguínea en los
animales.
Las interacciones en los organismos vivos
39. El sistema nervioso y los órganos
sensitivos, que son cada vez más complejos a
medida que los organismos vivos tienen una
mayor capacidad de realizar procesos
mentales —ya que éstos necesitan recoger
una mayor información del ambiente y tener
una mayor capacidad de respuesta motora—,
se basan también en circuitos o intercambios
de impulsos eléctricos mediante los cuales se
codifica la información.
Así pues, se puede ver que los organismos
vivos, igual que las células que los componen,
pueden preservar su existencia mediante
múltiples movimientos circulares de
intercambios de elementos que ocurren
dentro de su cuerpo, así como relaciones de
intercambio del cuerpo con el ambiente.
40. Este tercer tipo de movimientos circulares en
forma de circuitos, corrientes o flujos de elementos
es el más generalizado en todos los ámbitos de la
naturaleza. Son ejemplos de éstos las corrientes de
aire y las corrientes marinas debido a las
diferencias de presión y temperatura; o el ciclo del
agua, que se produce al evaporarse en la superficie
del mar, convertirse en nubes que luego producen
lluvias y volver de nuevo al mar por medio de
arroyos y ríos.
En la llamada biosfera terrestre también existen
los ciclos del oxígeno, dióxido de carbono y
nitrógeno, en los que colaboran elementos
químicos y organismos vivos con la evidente
finalidad de mantener un equilibrio y unas
constantes ambientales que haga posible la vida en
el planeta tierra.
Otro ejemplo de estos movimientos
circulares en forma de circuitos o corrientes
de elementos son los ciclos vitales de
materias orgánicas que se producen en los
diferentes ecosistemas terrestres, en los
que colaboran una cadena de minerales y
de especies vegetales y animales cuyo fin
es garantizar el equilibrio del ecosistema y
la existencia y multiplicación de las
distintas especies que lo componen.
Incluso los recientes modelos de plasma
suponen que el universo está
interrelacionado e interconectado por
gigantescos ríos o flujos de plasmas
guiados por enormes campos
electromagnéticos.
Los ciclos en la naturaleza
41. 4. Movimientos circulares
temporales o en forma espiral en
los procesos de crecimiento y
multiplicación de los organismos
vivos
5. Movimientos circulares en la forma
de circuitos de intercambios de
conocimientos, afectos, bienes y
servicios entre seres humanos que
se realizan de una forma
consciente y voluntaria
42. Un cuarto tipo de movimiento circular es un
movimiento circular temporal o en forma de
espiral que se produce en el proceso de
crecimiento y multiplicación de los organismos
vivos.
A diferencia de los planetas que garantizan su
eternidad mediante movimientos circulares
espaciales y repetitivos, los seres vivos garantizan
su eternidad, perpetuación y continuidad a través
de tener descendientes, que es como realizar un
movimiento circular en el tiempo.
Primero, nacen de semillas, huevos o
embriones; luego, se desarrollan y crecen; y
cuando maduran, producen nuevas semillas o
embriones que vuelven a crecer, repitiéndose así
un nuevo círculo o ciclo.
Este movimiento circular temporal es de forma
espiral porque cada nuevo ciclo o etapa no es una
repetición del anterior, sino que se produce una
multiplicación y diversificación de nuevas semillas
o individuos. Éste es el movimiento mediante el
cual las células y organismos vivos a pesar de tener
un periodo de vida limitado pueden perpetuarse a
sí mismos a través de sus descendientes.
4. Movimientos circulares temporales o en forma espiral en los procesos de
crecimiento y multiplicación de los organismos vivos
43. Un quinto tipo de movimiento circular es el que ocurre en
las relaciones entre seres humanos dentro de la sociedad.
Las personas, igual que las células y el resto de los
organismos vivos, necesitan para existir establecer circuitos
de intercambios de elementos dentro de su cuerpo y entre
el cuerpo y su ambiente. Es decir, los circuitos interiores o
funciones biológicas de nuestro cuerpo, así como la
necesidad de interaccionar con el ambiente inhalando y
exhalando aire, comiendo y defecando, son prácticamente
igual que los demás organismos.
Sin embargo, debido a su mayor grado de consciencia y
nivel de procesos mentales, los seres humanos están
hechos para establecer otros tipos de interacciones o
relaciones de intercambio con sus semejantes
desconocidas en el resto de los organismos vivos.
5. Movimientos circulares en la forma de circuitos de intercambios de
conocimientos, afectos, bienes y servicios entre seres humanos que se
realizan de una forma consciente y voluntaria
44. Por ejemplo, tenemos la necesidad de investigar y
adquirir conocimientos, que luego codificamos en un
lenguaje que nos sirve para comunicarnos e
intercambiar esos conocimientos.
También no nos conformamos con construir nidos de
una manera instintiva o repetitiva, sino que
construimos de una manera creativa todo tipo de
casas, instrumentos y objetos de arte con criterios de
utilidad y belleza.
Además, la interacción entre nuestros procesos
mentales y los físicos, o sea, entre lo que pensamos y lo
que hacemos, no es una interacción instintiva como en
los animales, sino que disponemos de un amplio
margen de maniobra o capacidad de elección, lo cual
hace que guiemos nuestra conducta con criterios
morales sobre lo que es correcto e incorrecto, o lo que
está bien y mal.
45. Esto hace que cuando los seres humanos se unen
formando familias lo hagan a través de establecer unas
relaciones de dar y recibir mutuo o intercambios recíprocos
de amor, afectos, cuidados, ideas, conocimientos, bienes y
servicios. Son intercambios voluntarios y creativos que
buscan satisfacer tanto las necesidades físicas como las
mentales o espirituales.
Este flujo o corriente de afectos, bienes y servicios que se
establece entre el marido y la esposa, entre padres e hijos, y
entre hermanos y hermanas, es también una forma de
movimiento circular cuya finalidad es garantizar la
estabilidad de las relaciones y la cohesión o unidad de la
familia.
Las familias también entran en relaciones de intercambios
de bienes y servicios con otras familias formando así
pequeñas comunidades o tribus; y luego éstas interactúan y
se agrupan formando sociedades y naciones.
La cohesión dentro de las
sociedades, naciones y comunidad de
naciones se logra también a través de
múltiples movimientos circulares en la
forma de relaciones de intercambios
de información, bienes y servicios.
46. La unidad familiar, más que el individuo, es la unidad
básica o célula de la sociedad, ya que es el grupo de
individuos más simple que —a semejanza de las
células— tiene la capacidad de multiplicarse a sí
mismo.
Así pues, toda la sociedad se puede asemejar a un
gran cuerpo compuesto de unidades familiares o
células.
En la sociedad, igual que en un cuerpo, hay una serie
de órganos o instituciones que cumplen funciones
específicas para cubrir las necesidades de cada familia
e individuo, así como estructuras sociales que facilitan
que haya circuitos, corrientes o flujos de bienes y
servicios entre todos sus miembros con el fin de
mantener la vida del conjunto.
La sociedad puede asemejarse a un gran organismo compuesto de
unidades familiares
47. Todos estos movimientos circulares o circuitos de
bienes, servicios, afectos, informaciones y
conocimientos que ocurren en la sociedad tienen
como fin satisfacer las necesidades físicas y
mentales de los individuos y familias, así como
mantener la unidad, cohesión y estabilidad del
conjunto de la sociedad.
Sin embargo, como es obvio, los seres humanos
no son células de un cuerpo y ni hormigas de un
hormiguero que cooperan entre sí de una manera
semiinconsciente e instintiva.
En una sociedad, las diferentes posiciones y
funciones desempeñadas por individuos e
instituciones —a diferencia de los organismos y las
colonias de animales— no son fijas, sino que
admiten una gran flexibilidad.
Tampoco, los seres humanos cumplen con
sus funciones o papeles de una forma
automática o instintiva, sino de una manera
autónoma, libre y creativa.
La similitud entre estos sistemas naturales
y la sociedad humana estriba únicamente en
el hecho de que están basados en los mismos
principios generales.
48. Resumiendo, se puede observar que los
movimientos circulares —modificados o
transformados de distintas maneras— son
universales y están generalizados en el universo
desde el nivel atómico hasta el galáctico, pasando
por los diferentes niveles de organismos vivos,
incluyendo a los seres humanos y a la sociedad
humana.
El fin de estos movimientos es garantizar la
estabilidad y cohesión de los diferentes sistemas
naturales.
Estos movimientos circulares se pueden reducir
al mismo modelo básico o principio general simple
de intercambios recíprocos, o dar y recibir, entre
una pareja de entidades complementarias.
OSS O
OS
Conclusiones e implicaciones éticas del principio de la universalidad de las
interacciones recíprocas
49. Este principio general de la naturaleza aplicado a las relaciones
humanas tiene evidentemente fuertes implicaciones éticas.
Por ejemplo, si existe un intenso flujo de amor, afectos,
cuidados y servicios entre un hombre y una mujer, entre padres e
hijos, o entre amigos, todas las partes experimentaran
sentimientos de plenitud, satisfacción, alegría y felicidad.Y
cualquier acción que deteriore o interrumpa el circuito o flujo de
afectos, bienes y servicios causará sufrimiento o dolor.
Si, en el ámbito social, hay una interrelación fluida y armoniosa
entre los diferentes grupos e instituciones, es decir, si existe
comunicación, diálogo, justicia y cooperación con vistas a un bien
común o interés público, entonces habrá unidad, armonía, paz y
progreso para todos.
Cuando, por el contrario, esas relaciones recíprocas de
intercambio entre los diferentes grupos sociales se deterioran o
interrumpen, entonces, ocurrirán conflictos y guerras.
OS
Satisfacción, alegría y felicidad
Unidad, armonía, paz y progreso
OS
Insatisfacción, sufrimiento y dolor
Disputas, conflictos y guerras
50. PRINCIPIO DE LOS MOVIMIENTOS CIRCULARES
Principio de la universalidad de los movimientos circulares (o
modificaciones y transformaciones de movimientos circulares). En
la naturaleza no existe el reposo absoluto ni los movimientos rectilíneos
puros. Para que cualquier entidad pueda mantener su existencia,
estabilidad y continuidad, debe iniciar algún tipo de movimiento
circular, ciclo o circuito dentro de sí y en relación con otras entidades. El
espacio y el tiempo se derivan de estos movimientos circulares y, por
ello, el espacio es curvo, el tiempo trascurre de forma cíclica y ambos
son relativos a la velocidad y al tipo de movimiento circular. El
crecimiento, desarrollo, multiplicación y creatividad de la naturaleza no
es un proceso lineal sino un proceso en espiral en el que en cada ciclo
aparece algo nuevo.
51. ¿COOPERACIÓN O CONFLICTO?
Se podría objetar que esta visión de una
naturaleza llena de relaciones recíprocas de
cooperación y de movimientos circulares
armónicos es demasiado optimista y conciliadora,
e ignora que en el cosmos también ocurren
catástrofes, explosiones de estrellas y choques de
meteoritos.
También en la naturaleza suceden muy a
menudo accidentes y desastres naturales como
terremotos, erupciones volcánicas, ciclones,
tormentas, inundaciones, deformaciones
congénitas, enfermedades y epidemias, y entre los
animales parece que se produce una despiadada
lucha por la supervivencia.
Y si echamos una ojeada a la historia
humana vemos que es una historia repleta de
guerras y conflictos desde sus orígenes más
remotos.
El cargar las tintas sobre las relaciones de
cooperación y los movimientos circulares
armónicos es para contrarrestar una visión
popular de raíces muy primitivas de una
naturaleza cruel en la que impera la ley de la
selva y sus versiones más modernas de la
lucha por la supervivencia darwiniana y la de
un cosmos caótico repleto de violentas
colisiones y explosiones fortuitas.
52. Las guerras cruentas y destructivas iniciadas por los
seres humanos no son fenómenos naturales
Fuerzas de atracción y de repulsión en la naturaleza y las
relaciones humanas
Las guerras y conflictos humanos son fruto de un fracaso
moral humano, individual y colectivo, en cumplir su
responsabilidad de comportarse de una forma humana
El diálogo, entendimiento, cooperación, tolerancia,
perdón y reconciliación, son los mejores medios para el
progreso y la paz mundial
Principio del progreso mediante la cooperación centrada
en un propósito común
COOPERACIÓN O CONFLICTO
53. Hay quienes piensan que las guerras son
fenómenos naturales necesarios, y las justifican
aduciendo que en la naturaleza impera la ley de
la selva o, como dicen los naturalistas
darwinianos, se produce una lucha despiadada
por la supervivencia.
Sin embargo, los fenómenos de conflicto o
repulsión que existen en la naturaleza son
procesos secundarios, que incluso tienen la
finalidad de reforzar indirectamente los procesos
de cooperación centrada en fines comunes, que
son los principales y prioritarios. En la naturaleza
no existen guerras de exterminio entre los
miembros de una misma especie animal.
Las guerras cruentas y destructivas iniciadas por los seres humanos no son
fenómenos naturales
54. En la naturaleza existen especies de depredadores que
cazan o pescan alimentándose de otras especies. Pero,
este fenómeno forma parte de un ciclo vital o cadena de
especies animales y vegetales que se alimentan unas de
otras y que, por tanto, beneficia al conjunto del
ecosistema garantizando así la supervivencia de las
especies.
De hecho, si se eliminan a los depredadores de un
ecosistema, la superpoblación de las especies
intermedias puede provocar el agotamiento de las
especies vegetales y así causar la ruina de todo el
ecosistema.
Es curioso que los grandes depredadores tengan sólo
una cría o dos al año, mientras que las especies que sirven
de alimento sean muy prolíferas. Según la teoría
darwiniana, si los depredadores son los que tienen más
éxito en la lucha por la supervivencia, deberían ser
también las especies más numerosas y sus víctimas
tendrían que acabar siendo extinguidas.
Los ciclos vitales en la naturaleza están diseñados para garantizar el equilibrio del ecosistema
¿Por qué, entonces, los depredadores son los que
tienen menos éxito en reproducirse y corren más
peligro de extinción, mientras que sus víctimas, las
especies perdedoras, tienen tanto éxito en
reproducirse?
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta
de que la razón por la cual esa cadena de especies,
que se comen unas a otras, tiene la forma de
pirámide —o sea, que las especies que están abajo se
reproducen más y son más abundantes y las que
están arriba se reproducen menos y son menos
numerosas— es porque el ecosistema está
configurado precisamente así para garantizar su
equilibrio.
Si fuera al contrario —que es lo que la teoría
darwiniana parece indicar— se extinguirían todas las
especies, incluidas las de los vencedores o
depredadores, puesto que sencillamente se
quedarían sin nada para comer.
55. En realidad, es mucho más correcto
interpretar este fenómeno natural desde el
punto de vista de que unos seres vivos se
ofrecen como sacrificio por el beneficio de
otros. De esta manera, contribuyendo al bien
del conjunto del ecosistema, a la larga están
beneficiando a sus propios descendientes.
En este sentido, nuestra actitud correcta al
consumir alimentos debería ser la de
sentirnos agradecidos a la naturaleza y a los
seres vivos que ofrecen su vida por nosotros,
y procurar a cambio respetar, cuidar y
proteger a la naturaleza y a las diferentes
especies de seres vivos.
Cuando los seres vivos se ofrecen como sacrificio por el beneficio de otros, a la
larga están beneficiando a sus propios descendientes
56. En la naturaleza hay también ejemplos de
antagonismo, tensión y conflicto entre animales
de la misma especie; como son las luchas entre
machos por llegar a ser el jefe de la manada o por
conseguir a las hembras y, una vez conseguidas,
para alejar intrusos.También los animales suelen
mostrar una considerable agresividad al defender
sus territorios o a sus crías.
Sin embargo, estos conflictos, en los primeros
casos, por lo general no son luchas a muerte. Son
como torneos para calificarse como jefe del
grupo.Y en los últimos ejemplos son instintos
naturales a fin de preservar su sustento y
descendencia.
Fuerzas de atracción y de repulsión en la naturaleza y las relaciones humanas
57. Como explica Sun Myung
Moon en la siguiente cita, estos
fenómenos de lucha o repulsión
no destruyen el orden, sino
que, por el contrario, tienen la
finalidad de crear orden,
estimulando la formación de
parejas o grupos fuertemente
unidos.
«Existe una fuerza armonizadora o atractiva y una
fuerza repulsiva. La primera, semejante a un
pegamento, hace que todas las cosas se unan en
perfecta armonía. La segunda rechaza cualquier
amenaza a esa perfecta armonía. (…)
[Por ejemplo] cuando alguien conoce a la chica que se
convierte en su prometida, no quiere que los demás
chicos la cortejen…
Por ello, cuando un par de elementos positivo y
negativo repelen a un extraño, ¡en realidad es un
rechazo afectuoso, un estímulo para que encuentre su
propia pareja y cree su propia armonía eterna!»
Sun Myung Moon, The Realm of Existence, 8 de febrero de 1981.
Los fenómenos de lucha o repulsión no destruyen el orden, sino que
tienen la finalidad de crear orden
58. Cuando una persona trata de seducir a un
hombre o una mujer casados, el otro cónyuge
reacciona violentamente contra del intruso. Esto
es una reacción natural que tiene como fin
proteger la relación entre parejas ya establecidas
de otras partes que pretendan destruirlas. Es
como decir, “¡Búscate una pareja que esté libre y
déjanos en paz!”
Por consiguiente, esta repulsión o agresividad
no es una fuerza destructiva, puesto que protege
las uniones establecidas y estimula a los demás a
buscar sus propias parejas y establecer nuevas
uniones.
Los fenómenos de lucha o repulsión no destruyen el orden, sino que
tienen la finalidad de crear orden
Es un fenómeno similar a la fuerza de
repulsión que existe entre los polos del
mismo signo de los imanes; o cuando saltan
chispas al provocarse un cortocircuito en
una corriente eléctrica; o cuando dos nubes
cargadas positivamente chocan provocando
un rayo.
Por ejemplo, dos chicas pueden ser muy
amigas, pero cuando aparece un chico que
le interesa a ambas, se convierten en rivales.
Lo mismo ocurre cuando son dos chicos los
que se interesan por la misma chica.
59. Algo parecido ocurre cuando los hijos compiten
entre sí por el cariño de sus padres; o los alumnos por
sacar buenas notas y ganarse el aprecio de sus
profesores; o los empleados por su promoción en la
empresa; o los artistas por un reconocimiento
público o fama; o los hombres de negocios por
conseguir más clientes y obtener mejores beneficios;
o los líderes por ganarse la confianza del pueblo.
Estas confrontaciones o competencia entre rivales
es un fenómeno natural que estimula a los individuos
a mejorar, y que hace que los más capacitados
sobresalgan y dirijan al grupo, contribuyendo así a
formar conjuntos más unidos y cohesionados
alrededor de un centro fuerte.
Por esta razón, la finalidad última de estas
rivalidades no es la destrucción de las relaciones sino
la creación de relaciones más duraderas y estables.
La competencia entre rivales estimula a los individuos a mejorar
60. Cuando, por una actitud y motivación
inmadura y egoísta, se sobrepasan
ciertos límites, las rivalidades naturales
que existen entre seres humanos se
convierten en luchas fratricidas,
opresiones, explotaciones y guerras
cruentas y destructivas, que por
desgracia ha sido la norma en toda la
historia humana.
Por esto, se dice que el ser humano, a
pesar de ser el más capacitado de entre
todos los seres vivos, es el ser más cruel y
destructivo de la naturaleza.
Esto prueba que algo marcha mal con el ser
humano, que no funciona bien, que no actúa como
es debido a su condición o naturaleza humana.
Así pues, las guerras cruentas y destructivas
iniciadas por los seres humanos a lo largo de toda la
historia no son fenómenos naturales necesarios sino
males morales y sociales, innecesarios y evitables,
fruto de una continua irresponsabilidad o fracaso
moral humano, individual y colectivo.
Estos males morales y sociales no sólo no son
naturales, sino que son contrarios a la naturaleza y a
la naturaleza humana.
Las guerras y conflictos humanos son fruto de un fracaso moral humano, individual
y colectivo, en cumplir su responsabilidad de comportarse de una forma humana
61. Desde el famoso aforismo de
Heráclito, «la guerra es el padre de
todas las cosas», hasta la ideología
marxista, que considera que las guerras
y revoluciones violentas son el motor de
la historia humana, muchos pensadores
y filósofos han considerado que las
guerras y los conflictos en la sociedad
humana son necesarios porque han
contribuido al progreso y mejoramiento
de la sociedad.
Cuando unos dirigentes esclavizan, explotan y
oprimen a sus pueblos o establecen unas leyes o
instituciones injustas y tiránicas, es evidente que
es bueno y necesario que surjan nuevos líderes
que se opongan a éstos y que, si no hay más
remedio, los derroquen por la fuerza con el fin de
establecer unas instituciones y leyes más justas.
Pero esta necesidad se deriva de un error o
irresponsabilidad previa, que no era en absoluto
necesario ni inevitable.
Las guerras no contribuyen al progreso y mejoramiento de la sociedad
62. La esclavitud, explotación, opresión,
injusticias, y las guerras motivadas por el
pillaje, expoliación o conquista son el
resultado de un fracaso humano o cúmulo
de errores e irresponsabilidades
perfectamente evitables.
En el caso de poder evitar estos errores,
no sería necesario ni defenderse con las
armas ante una agresión, invasión o
ataque injustificado, ni iniciar una guerra
de liberación para remediar una situación
de injusticia.
El problema principal es saber cómo erradicar el mal moral que es el que causa las
injusticias, explotación, miseria y hambre
De hecho, hoy día se trabaja a escala
mundial para crear unas condiciones sociales y
políticas, y unos lazos de interdependencia y
ayuda mutua entre naciones, que hagan
innecesario el recurso a la guerra, y poder así
iniciar una nueva era de paz y colaboración
entre todas las naciones.
Por esta razón, el problema principal es
saber cómo erradicar el mal moral que es la
causa de las guerras, injusticias, explotación,
miseria y hambre.
63. Además, la mayoría de las
tradiciones éticas religiosas y
filosóficas, antiguas y modernas
han resaltado el principio del
diálogo, entendimiento,
cooperación, consenso, tolerancia,
perdón o reconciliación, centrado
en objetivos o fines comunes, como
medio para el progreso o paz
mundial.
En definitiva, la aceptación de este
principio fomenta la búsqueda de soluciones
pacíficas de los problemas y conflictos, que
puedan surgir en todos los ámbitos, a través
del diálogo y la cooperación centrada en
fines compartidos, en vez de recurrir a una
estrategia de constante conflicto, lucha
fratricida o uso injustificado y gratuito de la
fuerza, justificando cualquier clase de medio
violento o destructivo para conseguir un
supuesto buen fin.
El diálogo, entendimiento, cooperación, tolerancia, perdón y reconciliación, son los
mejores medios para el progreso y la paz mundial
64. Principio del progreso y del desarrollo a través
de la cooperación armoniosa y la mutua
dependencia entre elementos complementarios,
centrada en propósitos comunes y fines
compartidos, y no a través de la lucha, conflicto o
destrucción mutua entre partes opuestas
irreconciliables.
PRINCIPIO DEL PROGRESO MEDIANTE LA COOPERACIÓN
CENTRADA EN UN PROPÓSITO COMÚN