El documento discute los roles de los estudiantes, docentes y normatividad en el proceso de evaluación. Los estudiantes tienen una concepción errónea de la evaluación y falta de participación en su diseño. Los docentes aún evalúan de forma punitiva y no se ajustan a las necesidades de la Generación Z. Se necesita mejorar la motivación de los estudiantes, identificar sus fortalezas y dificultades, y desarrollar estilos de evaluación centrados en el aprendizaje.