1. ZINC, EL MEJOR AMIGO DE TUS PROTEÍNAS
El zinc es fundamental para un gran número de funciones corporales,
entre las que se cuentan el desarrollo de los órganos reproductivos
masculinos y femeninos. Te contamos en qué puede ayudarte este mineral, en la
dieta o en suplementos alimenticios
El zinc puede presentarse de varias formas, y bajo una gran cantidad de denominaciones,
por lo que también es conocido por los siguientes nombres: aminoácido de zinc, gluconato
de zinc, sulfato de zinc y cloruro de zinc.
En los casos en los que se lo administra como suplemento dietario, su denominación suele
ser sulfato de zinc.
Las fuentes dietéticas que pueden contener zinc, están típicamente entre los alimentos
naturales y sin procesar. El zinc está disponible tanto en alimentos vegetales como
animales, y de hecho, es más rápidamente absorbido por el organismo cuando proviene de
fuentes animales, antes que vegetales.
Las mejores fuentes de este mineral son la carne y otros tipos de alimentos ricos en
proteínas, como los mariscos, que son de hecho una fuente dietética excelente de zinc.
Los panes de granos enteros, los cereales, la leche, la soja, y los frijoles secos, también
son fantásticas fuentes de zinc.
El zinc total que hay en el cuerpo, en condiciones normales, es de dos a tres gramos, y se
encuentra en todos los tejidos, aunque fundamentalmente en el hígado, el riñón, los
huesos, la retina, los músculos y la próstata.
La principal función del zinc en el cuerpo humano, es "manufacturar" las proteínas y ácidos
nucleicos (lo que se conoce como el material “general” de las células). El zinc es también
esencial para la acción de más de 100 enzimas del organismo humano.
Además, es también fundamental para el desarrollo de los órganos reproductivos tanto
masculinos como femeninos, así como también para poseer energía y un crecimiento
normal.
El zinc tiene incidencia sobre el funcionamiento de la insulina en el cuerpo, la síntesis de
proteínas, la protección oxidativa, la Vitamina A en el hígado y en la utilización de los
carbohidratos.
Además, este mineral participa también para ayudar a curar heridas y quemaduras, y tiene
incidencia en el buen y saludable funcionamiento de la próstata.
Aunque es tan importante para el funcionamiento apropiado del organismo humano,
muchas veces puede haber deficiencia de zinc, sobre todo en los mayores y en las
personas malnutridas.
La deficiencia severa de zinc a menudo frena el crecimiento y puede contribuir a un bajo
desarrollo sexual o al enanismo.
2. Una falta prolongada en la ingesta de zinc, puede provocar acrodermatitisenteropática, una
condición que tiene síntomas tales como sarpullido, áreas inflamadas en la piel, pérdida del
cabello, eritemas, ampollas, pústulas en la boca, la lengua y los párpados, e incluso
alrededor de las uñas, o costras periorificiales y en partes prominentes de tronco y
extremidades.
El consumo recomendado de zinc varía dependiendo de la severidad de la insuficiencia.
Sin embargo existe el consenso entre los profesionales de que una cantidad apropiada
sería de entre 30 a 50 miligramos diarios.
Por supuesto, antes de comenzar a consumir cualquier tipo de suplemento alimenticio con
este mineral, debe consultar a su médico de cabecera.