1. El alma
La razón: Es el complemento intelectual. La razón es a la reflexión, lo que la imaginación a
la percepción; el complemento intelectual.
Bajo esta fórmula que eleva la causa y los efectos a una regla matemática en sus partes
constructivase inventivas,porla inducción de larazón podemosydebemosllevarala matemática
tambiénhasta ideas espirituales; que será el complemento de la sabiduría de cada hombre, que
por la ley dominante del progreso, cada uno, sólo puede alcanzar en esas ecuaciones, al punto
justo de su luz espiritual; pero siempre ascendiendo bajo una rigurosa Escala Cromática.
Las operaciones reflexivas, en efecto, tienen por fundamento la experiencia, cuya materia
prima radica en la percepción; y la transforma en la imaginación.
Pero esa experiencia fundamental para cada individuo no puede ser más que el producto de su
progresomoral y espiritual,loque aclaraeficientementeque doshombresque cursan los mismos
estudioso desarrollanlasmismasfacultades,unosiempre se adelantaal otro; y es sólo a causa de
su mayor luz espiritual exclusivamente. Las relaciones comparativas e inductivas de la
reflexión, llamémoslas calidades y cantidades y particulares, causa y
efectos, leyes y principios, son siempre originadas por un proceso mental, en el que
intervienen representaciones perceptivas imaginativas, que tendrán el valor matemático,
del progreso espiritual del individuo, sin que haya excepción posible a esta regla o ley
inflexible.
Mas la esencia de la razón consiste en la inferencia (Ilación y sugestión) inmediata de
relaciones universales entre las cosas percibidas, imaginadas y aun aquellas no
abarcadas aún por la concepción y la imaginación universal.
Encontrar los elementos de semejanza, diferencia y correlación entre uno o más objetos;
comprender que uno des estos está comprendido en otro, que un hecho determinado
produce un efecto igual, y que en llevándolo un camino diferente producirá un efecto
distinto, es resultado de Inferencia clara, que sólo puede librarse de esa lepra dominante.
Entonces la inferencia racional es grado superior de la inteligencia, la que es igual al
progreso del espíritu.
Pero la inteligencia parece tan independiente de la experiencia reflexiva, que algunos
idealistas han querido prescindir de ella despreciando los datos perceptivos e
imaginativos, fracasando en sus ideales como era consiguiente, porque restaban
los procesos de razón, que son automáticos con la inteligencia; es decir, inseparables
porque son las inducciones a las experiencias deductivas.
El análisis metafísico nos hace ver algo más que la materia en el automatismo, que tiene
su fundamento físico-fisiológico-psicológico en la conexión de las fibras y celdas
cerebrales; se sabe, en efecto, que cuando la conexión de las diferentes excitaciones
psíquicas no se hallan establecido, se requiere cierto esfuerzo para ejecutar el acto, que
puede resultar imperfecto; pero si la conexión queda establecida por la repetición de los
fenómenos conexos a la facilidad y rapidez de las sensaciones, se unirá la perfección del
acto mismo; lo cual sucede única exclusivamente por causa de la evocación que hacemos
a nuestro espíritu.
2. El afecto: En general se suele identificar el afecto con la emoción, pero, en realidad, son
fenómenos muy distintos aunque, sin duda, están relacionados entre sí. Mientras que la
emoción es una respuesta individual interna que informa de las probabilidades de
supervivencia que ofrece cada situación (véase ¿Qué es la emoción?), el afecto es un
proceso de interacción social entre dos o más organismos.
Del uso que hacemos de la palabra 'afecto' en la vida cotidiana, se puede inferir que el
afecto es algo que puede darse a otro. Decimos que "damos afecto" o que "recibimos
afecto". Así, parece que el afecto debe ser algo que se puede proporcionar y recibir. Por
el contrario, las emociones ni se dan ni se quitan, sólo se experimentan en uno mismo.
Las emociones describen y valoran el estado de bienestar (probabilidad de supervivencia)
en el que nos encontramos.Solemos describir nuestro estado emocional a través de
expresiones como "me siento cansado" o "siento una gran alegría", mientras que
describimos los procesos afectivos como "me dacariño" o "le doy mucha seguridad". En
general, no decimos "me da emoción" o "me da sentimiento" y sí decimos "me da afecto".
Además, cuando utilizamos la palabra 'emoción' en relación con otra persona, entonces
decimos "fulanito me emociona" o "fulanito me produce tal o cual emoción". En ambos
casos, se alude básicamente a un proceso interno más que a una transmisión. Parece
que una diferencia fundamental entre emoción y afecto es que la emoción es algo que se
produce dentro del organismo, mientras que el afecto es algo que fluyey se traslada de
una persona a otra.
A diferencia de las emociones, el afecto es algo que puede almacenarse (acumularse).
Utilizamos, por ejemplo, la expresión "cargar baterías" en vacaciones, para referirnos a la
mejoría de nuestra disposición para atender a nuestros hijos, amigos, clientes, alumnos,
compañeros, etc. Lo que significa que en determinadas circunstancias, almacenamos una
mayor capacidad de afecto que podemos dar a los demás. Parece que el afecto es un
fenómeno como la masa o la energía, que puede almacenarse y trasladarse.
Por otra parte, nuestra experiencia nos enseña que dar afecto es algo que requiere
esfuerzo. Cuidar, ayudar, comprender, etc., a otra persona no puede realizarse sin
esfuerzo. A veces, no nos damos cuenta de este esfuerzo. Por ejemplo, la ilusión de una
nueva relación no nos deja ver el esfuerzo que realizamos para agradar al otro y para
proporcionarle bienestar. Pero, en la mayoría de los casos, todos experimentamos el
esfuerzo más o menos intenso que realizamos para proporcionar bienestar al otro.
Por ejemplo, cuidar a alguien que está enfermo requiere un esfuerzo y es una forma de
proporcionar afecto. Tratar de comprender los problemas de otro es un esfuerzo y es otra
forma de dar afecto. Tratar de agradar a otro, respetar su libertad, alegrarle con un regalo,
etc., son acciones que requieren un esfuerzo y todas ellas son formas distintas de
proporcionar afecto.
Por último, todos estamos de acuerdo en que el afecto es algo esencial en los humanos.
No oiremos ninguna opinión que niegue la necesidad de afecto que todos los seres
humanos tenemos. En este sentido, todos tenemos la sensación que la especie humana
necesita una gran cantidad de afecto contrariamente a otras especies, como los gatos o
las serpientes. Esta necesidad se acentúa al máximo en ciertas circunstancias, por
ejemplo, en la infancia y en la enfermedad.
3. El sentimiento: Sentimiento se refiere a un estado de ánimo como a
una emoción conceptualizada que determina el estado de ánimo.1 2 3 4 Por tanto, «estado del
sujeto caracterizado por la impresión afectiva que le causa determinada persona, animal,
cosa, recuerdo o situación en general».5 En ciencia cognitiva se ha comprobado que el
funcionamiento normal del cerebro cambia según el estado de ánimo subyacente, y que en
ocasiones incluso las decisiones racionales de las personas pueden verse notoriamente
afectadas por los sentimientos. Los sentimientos son el resultado de las emociones y pueden
ser verbalizadas (palabras). Las emociones son expresiones neurofisiologías, del sistema
nervioso y de estados mentales.
El sentimiento podría definirse como la autopercepción de la mente que hace de un
determinado estado emocional, que a su vez se ve influido por factores neurofisiológicos.
La psicodinámica se refiere a la sucesión de procesos mentales que experimenta una
persona. Esta psicodinámica está impulsada por pulsiones psicológicas y fisiológicas y se
ve influida naturalmente tanto por acontecimientos externos o estímulos como por estados
de ánimo internos.
Se denomina estímulo emotivo a cualquier situación externa o estímula capaz de alterar el
estado de ánimo de una persona. Los estímulos emotivos, adecuadamente sostenidos en
el tiempo, pueden hacer nacer el sentimiento de, por ejemplo, amor romántico, que no es
más que la expresión del sistema límbico por continuar viéndose sometido a las cargas
emocionales necesarias que equilibran y liberan de ciertos rasgos no preferentes del
estado anímico, y que por reacción hace creer que encamina a un estado de flujo que
permitirá sostener el estado felicidad.
Los sentimientos asociados a estados de ánimos actúan como condicionantes de algunos
procesos mentales y, por tanto, pueden actuar como factores que alteran la
psicodinámica. Es un hecho conocido que la intensidad de los recuerdos puede verse
influida fuertemente por el estado de ánimo. En particular, muchas situaciones
traumáticas inducen estados de ánimo muy específicos que hacen que los recuerdos
creados bajo dicho estado de ánimo sean especialmente intensos y perdurables.
4. La imaginación: La imaginación (del latín imaginatĭo,-ōnis) es un proceso superior
que permite al individuo manipular información generada intrínsecamente con el fin de
crear una representación percibida por los sentidos de la mente. Esta representación
(intrínsecamente generada) significa que la información se ha formado dentro
del organismo en ausencia de estímulos del ambiente. En lo que respecta a sentidos
de la mente, son los mecanismos que permiten ver un objeto que se había visualizado
previamente pero que ya no se encuentra presente en el ambiente. Cabe aclarar que
cuando se imagina no se reduce solo al sentido de la visión, sino también a otras
áreas sensoriales.
En el sentido anterior la imaginación tiene semejanza con el proceso de percibir. No
obstante, la primera no se limita a la segunda. La imaginación es un proceso más
abstracto, esto es, que no necesita de un objeto presente en la realidad (en ese
instante), ella se sirve de la memoria para manipular la información y relacionarla de
formas que no dependen del estado actual del organismo. Es decir, la imaginación
toma elementos antes percibidos y experimentados, y los transforma en nuevos
estímulos y realidades.
Los orígenes del estudio de la imaginación datan desde las reflexiones filosóficas. No
obstante, su posicionamiento como materia de estudio científico, alejado de
especulaciones metafísicas, se da con el nacimiento de la psicología experimental,
pese a esto, se conserva como un componente psíquico lejos de ser descifrado. Es
solo hasta finales del siglo XX y principios del presente siglo que la imaginación se
toma como desafío para la investigación psicológica y neurocientífica, y los métodos
conjuntos de neuroimagen y conductuales permiten vislumbrar hipótesis de cómo
el cerebro imagina.
Los psicólogos han estudiado la imaginación, no sólo en su forma
de creatividad y expresión artística, sino también en su forma mundana de la
imaginación de todos los días y han propuesto que está basada en los mismos
procesos cognitivos que el pensamiento racional.
5. Conciencia:La conciencia (del latín conscientia 'conocimiento compartido', pero
diferente de consciencia, ser conscientes de ello) se define, en términos generales, como
el conocimientoque un ser tiene de sí mismo y de su entorno, pero también se refiere a la
moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el
exterior. Conscientĭa significa, literalmente, «con conocimiento» (del latín cum scientĭa).
Existen dudas profundas sobre en qué consiste exactamente la conciencia. Por ejemplo,
en inteligencia artificial se ha trabajado ampliamente el asunto de crear máquinas o
software suficientemente complejos para dar lugar a la conciencia. Incluso se ha negado
la posibilidad de que un núcleo algorítmico como el de una computadora pueda dar lugar
a algo genuinamente indistinguible de una conciencia. El test de Turing propuesto en
1950 aborda ese problema, hasta la actualidad (2015) ningún programador ha conseguido
con éxito superar satisfactoriamente dicho test (si bien un bot conversacional bautizado
como Eugene Goostman de 2014, logró engañar gran parte de un jurado de humanos que
fueron usados para dicho test).
En la especie Homo sapiens, la conciencia implica varios procesos
cognitivos interrelacionados. Se traduce del griego sy‧néi‧dē‧sis, de syn -'con'- y éi‧dē‧
sis -'conocimiento'-, de modo que significa co-conocimiento, o conocimiento con uno
mismo. Conciencia se refiere al saber de sí mismo, al conocimiento que el humano tiene
de su propia existencia, estados o actos. Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios
sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la
conciencia al cesar los efectos del anestésico. Una persona "de conciencia recta" no
comete actos socialmente reprobables.
La conciencia en psiquiatría puede también definirse como el estado cognitivo no
abstracto que permite la interactuación, interpretación y asociación con los estímulos
externos, denominados realidad. La conciencia requiere del uso de los sentidos como
medio de conectividad entre los estímulos externos y sus asociaciones.
Los humanos adultos sanos tienen conciencia sensitiva y conciencia abstracta, aunque
también el pensamiento abstracto se presentaría en otras especies animales, hasta un
punto que debe clarificarse. No obstante, los filósofos como Aristóteles afirman y
demuestranque el ser humano es un animal racional a diferencia de los demás.
6. Memoria: Es una función del cerebro que permite al
organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. Surge como
resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes
neuronales (la llamada potenciación a largo plazo).
La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se
clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple
excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a
mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente
de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genesy a la síntesis de
las proteínas correspondientes). El hipocampo es la parte del cerebro relacionada a la
memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad
de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya
perdiendo memoria y no recuerde en muchas ocasiones ni a sus familiares.
En términos prácticos, la memoria (o, mejor, los recuerdos) es la expresión de que ha
ocurrido un aprendizaje. De ahí que los procesos de memoria y de aprendizaje sean
difíciles de estudiar por separado.
El estudio de la memoria suele centrarse sobre todo en los homínidos, puesto que estos
presentan la estructura cerebral más compleja de la escala evolutiva. No obstante, el
estudio de la memoria en otras especies también es importante, no sólo para hallar
diferencias neuroanatómicas y funcionales, sino también para descubrir semejanzas.
Los estudios con animales suelen realizarse también para descubrir la evolución de las
capacidades mnésicas y para experimentos donde no es posible, por ética, trabajar con
seres humanos. De hecho, los animales con un sistema nervioso simple tienen la
capacidad de adquirir conocimiento sobre el mundo, y crear recuerdos. Por supuesto, esta
capacidad alcanza su máxima expresión en los seres humanos.
No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro. La memoria está
diseminada por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones
delcórtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el
significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los
datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a
organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están
almacenados en el cerebelo.
7. Intelecto: El entendimiento o intelección (del latín: bruto, de inter: entre y
legere: elegir, seleccionar, leer) en su sentido más común y tradicional se considera como
la facultad de pensar. El verbo raíz hebreo bien tiene el significado básico de “separar” o
“distinguir”, y a menudo se traduce “entender” o “discernir”. Lo mismo sucede con el
término griego sy‧ní‧ē‧mi.
Se trata de la capacidad que tiene la mente de una persona para discernir cómo se
relacionan entre sí las partes formativas o aspectos informativos de un asunto cualitativo e
integrarlas. Es la capacidad de un sujeto para aprender el concepto o sustancia
subyacente en un objeto. El entendimiento permite a la persona ponerse en contacto con
el mundo como realidad, captando su estructura y significado.
El término intelecto fue usado por primera vez en la escolástica medieval para traducir la
expresión Νους que los griegos contraponían a Διανοια, es decir, la razón discursiva que
construía sus premisas con base en un precedente conceptual. De Νους se habla por
primera vez en la filosofía griega antigua con Anaxágoras que lo refiere a un pensamiento,
a una divinidad ordenadora que interviene para transformar el caos inicial en cosmos, en
universo ordenado. Platón define al Νους como “intuición” de las formas ideales.
El griego Aristóteles le atribuyó al entendimiento la capacidad de leer dentro: cuando
afirma que el entendimiento logra penetrar en la interioridad, captar aquello que tiene el
ser per se, es decir, la sustancia, el sustrato que permanece siempre único e idéntico a sí
mismo, prescindiendo de las particularidades exteriores.
En la filosofía neoplatónica (en particular con Plotino) el Entendimiento es la
segunda hipóstasis, el nivel de realidad que posee más plenamente pensamiento y ser.
Es múltiple, en cuanto está compuesto de diversos objetos inteligibles o arquetipos, pero
es más unitario en relación con el nivel sucesivo, el alma, porque cada inteligible se
conoce a sí mismo unido a los demás. Posee una forma de pensamiento intuitiva y
perfecta, no discursiva y no necesariamente ligada a las categorías de espacio y de
tiempo.
Hecho por: Brian Marquina Rojas 4to Sec.