3. Como conclusión del enfoque cognitivo-conductual se ve que
favorece los procesos de cambio conductual que garantizan la
prevención de los trastornos y nos promueve estilos de vida más
saludables, con una visión de sí mismo hacia la realización y el
bienestar. Esta práctica terapéutica en personas que la necesiten,
ayuda a romper pensamientos, sentimientos y comportamientos
negativos.
Sus resultados explican de manera objetiva y en tiempo presente las fases
de comportamientos conductuales por medio del estudio cognitivo. La
terapia lleva a la persona a un punto donde puede elaborar sus propias
ideas de enfrentar los problemas, y es efectiva si el paciente toma sus
metas propuestas mejorando su calidad de vida. La TCC enfatiza en el
estudio de lo cognitivo (pensamiento) y su proyección al mundo real
(conducta).