TEORÍA PARA ENTENDER MEJOR DE LA AGENDA SETTING.pptx
Ciudadanos light
1.
Semana
del
25
de
abril
al
2
de
mayo
de
2016
Ciudadanos
light
Marcos
Pérez
Esquer
Los
ciudadanos
solemos
quejarnos
de
la
situación
que
priva
en
nuestro
país;
nos
quejamos
del
gobierno,
de
los
partidos,
de
los
sindicatos,
del
sistema
educativo,
del
SAT,
de
la
polícia,
de
los
diputados,
etc,
etc,
etc.
A
momentos
pareciera
que
en
México
todo
está
mal.
Y
sin
duda,
mucho
de
lo
que
ocurre
en
nuestro
país
-‐y
en
el
mundo,
diría
yo-‐,
está
muy
mal,
pero
lo
curioso
es
que
rara
vez
nos
vemos
a
nosotros
mismos
como
parte
del
problema
-‐y
por
lo
tanto,
de
la
solución-‐.
De
esto
trata
un
interesante
estudio
que
hace
unos
años
realizó
la
revista
Nexos.
El
estudio
se
intituló
“Ciudadanos
de
baja
intensidad”,
y
alude
precisamente
a
nuestras
carencias
ciudadanas.
Déjeme
hacer
un
comentario
sobre
cada
una
de
ellas:
1)
El
ciudadano
mexicano
no
cree
en
la
ley
ni
en
su
obligación
de
cumplirla:
Todos
decimos
estar
comprometidos
con
la
legalidad
y
con
el
estado
de
derecho,
pero
nos
molesta
que
nos
apliquen
la
ley;
exigimos
que
los
gobiernantes
se
comporten
conforme
a
derecho,
pero
esperamos
que
cuando
se
trate
de
nosotros,
se
hagan
excepciones,
y
nos
podamos
“arreglar”
de
otra
manera.
2)
No
cree
en
la
autoridad,
ni
la
resplada,
aunque
la
haya
elegido
libremente:
El
sistema
electoral
mexicano
es
ya
bastante
confiable,
pero
subsiste
el
problema
de
que
los
ciudadanos,
una
vez
que
elegimos
a
nuestros
gobernantes,
no
nos
interesamos
mas
en
enterarnos
de
sus
labores,
de
sus
avances,
no
los
respaldamos
cuando
es
necesario,
ni
les
reclamamos
cuando
incumplen.
Ese
distanciamiento
entre
gobernantes
y
gobernados
no
abona
en
favor
del
fortalecimiento
de
la
vida
pública.
3)
No
quiere
al
gobierno,
pero
todo
lo
espera
de
él:
El
mexicano
cree
que
el
gobierno
debe
resolver
todos
los
problemas.
Cuando
Fox
dijo
aquel
famoso
“¿y
yo
por
qué?”,
justo
a
esto
se
refería,
a
que
no
por
ser
Presidente
podía
o
debía
resolver
todos
los
asuntos,
sin
embargo,
esa
sola
sugerencia
le
acarreó
una
andanada
enorme
de
críticas.
4)
No
paga
impuestos
pero
exige
cuentas
y
bienes
públicos:
Los
mexicanos
somos
de
los
ciudadanos
del
mundo
que
menos
impuestos
pagamos
(como
porcentaje
del
PIB),
sin
embargo,
la
gente
encuentra
en
la
falacia
de
que
“no
pago
impuestos
porque
se
los
roban”
una
supuesta
justificación
moral.
El
hecho
incontrovertible
es
que
los
servicios
públicos
serán
equivalentes
a
lo
que
aportamos;
lo
que
pagamos
en
lo
que
obtenemos.
5)
No
es
tolerante
ni
respetuoso
de
la
diferencia:
El
racismo
y
el
clasismo
son
moneda
corriente
en
nuestro
país
-‐y
ciertamente
en
muchos
otros
lugares-‐.
Llama
la
atención
por
el
origen
mestizo
de
nuestro
pueblo,
que
justo
acá,
discriminemos
a
los
indígenas
y
al
mismo
tiempo
rindamos
una
pleitesía
casi
ignominiosa
a
los
ricos.
6)
No
tiene
el
hábito
de
asociarse
y
reunirse
para
perseguir
causas
comunes:
Salvo
por
la
solidaridad
que
hemos
mostrado
frente
a
algunas
emergencias,
en
realidad,
los
mexicanos
somos
poco
propensos
a
unirnos
para
enarbolar
causas
comunes
positivas
que
busquen
sumar.
7)
No
es
un
ciudadano
activo,
atento
a
la
cosa
pública,
solidario,
participativo.
Es
un
ciudadano
receloso,
enclaustrado
en
sus
intereses
particulares
y
familiares,
sin
una
clara
orientación
hacia
la
público:
Muchos
ciudadanos
señalan
con
orgullo
ser
“apolíticos”
como
si
se
tratase
de
una
virtud,
cuando
claramente,
es
un
mal
público.
Ser
apolítico
es
desinteresarse
de
las
cosas
que
deberían
importar
a
todos
porque
nos
pertenecen
o
afectan
a
todos.
En
tanto
no
reconozcamos
la
realidad
de
estas
características
paisano,
estaremos
lejos
de
iniciar
la
ruta
hacia
una
mayor
y
mejor
convivencia
social.
Pero
nunca
es
tarde,
cualquier
momento
es
bueno
para
iniciar
ese
camino.