En el presente ensayo se trabaja alrededor de la idea de acompañamiento, como en variación de las características típicas de la transmisión, es una invitación a ponderar nuevamente el concepto de formación, a través quizá de repensarla en este caso, desde el tiempo de construcción y sus implicancias. Se proponen dos características centrales; el reconocimiento de ser un espacio en la educación formal sin cubrir y la necesidad de llevarlo a cabo a través de una construcción cooperativa le imprimen al acompañamiento, connotaciones sobresalientes como podrían ser otro tipo de distancia entre el profesor y el alumno, ya que no parece designar el mismo tipo de vínculo. Nueva “distancia” tanto desde la idea de orden generacional de un adulto respecto de un no adulto, así como de la relación que guardan respecto del conocimiento y nueva distancia también, con la aparición de límites no convencionales en su tratamiento para que los procesos de crecimiento y aprendizaje mutuo tengan lugar. Si la transmisión es el acuerdo del resguardo del pasado que ha de permitir ser mejor en el futuro, el vínculo se juega presagiando el tiempo futuro, dolorosa espera, desconocimiento preclaro y anticipado. Por contraposición en el acompañamiento parece acortarse el tiempo de espera y lo que hay para transmitir podría descubrirse en el interludio del tiempo donde se puede pensar casi lúdicamente, como sí, fuera yo, fuera ya. En el nuevo escenario aparece la anticipación, no ya teórica sino cortejada por la práctica, nunca pura, nunca acabada, solamente alternativa; como concediendo un espacio de libertad para optar, sin la presión del hacer o del deber. El cambio del tiempo en el que se trasmite permite que el pasaje sea a partir de las certezas actuales a medio construir desde lo recibido a lo por dar, legitimación en acto del saber que se porta para anticipar el pasaje.

1. II Congreso Internacional
sobre profesorado
principiante e inserción
profesional a la docencia
El acompañamiento a los docentes noveles:
prácticas y concepciones
Buenos Aires, del 24 al 26 de febrero de 2010

2. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
Lucia Alejandra Juárez - María Elena Bronzi - Hugo R. Baigorria 2
Eje temático: Las pedagogías de la formación y el acompañamiento a los noveles.
Implicancias en la formación inicial
ENSAYO
TRANSMISIÓN Y NUEVOS ESCENARIOS DE FORMACIÓN
Lucia Alejandra Juárez
DNI 16.459.107
Ljuarez@unsl.edu.ar
María Elena Bronzi
DNI24.361037
bronzimariaelena@yahoo.com.ar
Hugo R. Baigorria
DNI17.991.515
IFDC San Luís
Palabras claves: Acompañamiento- Transmisión-formación
Resumen
En el presente ensayo se trabaja alrededor de la idea de acompañamiento, como
en variación de las características típicas de la transmisión, es una invitación a ponderar
nuevamente el concepto de formación, a través quizá de repensarla en este caso, desde
el tiempo de construcción y sus implicancias. Se proponen dos características centrales;
el reconocimiento de ser un espacio en la educación formal sin cubrir y la necesidad de
llevarlo a cabo a través de una construcción cooperativa le imprimen al
acompañamiento, connotaciones sobresalientes como podrían ser otro tipo de distancia
entre el profesor y el alumno, ya que no parece designar el mismo tipo de vínculo. Nueva
“distancia” tanto desde la idea de orden generacional de un adulto respecto de un no
adulto, así como de la relación que guardan respecto del conocimiento y nueva distancia
también, con la aparición de límites no convencionales en su tratamiento para que los
procesos de crecimiento y aprendizaje mutuo tengan lugar. Si la transmisión es el
acuerdo del resguardo del pasado que ha de permitir ser mejor en el futuro, el vínculo se
juega presagiando el tiempo futuro, dolorosa espera, desconocimiento preclaro y
anticipado. Por contraposición en el acompañamiento parece acortarse el tiempo de
espera y lo que hay para transmitir podría descubrirse en el interludio del tiempo donde
se puede pensar casi lúdicamente, como sí, fuera yo, fuera ya. En el nuevo escenario
aparece la anticipación, no ya teórica sino cortejada por la práctica, nunca pura, nunca
acabada, solamente alternativa; como concediendo un espacio de libertad para optar, sin
la presión del hacer o del deber. El cambio del tiempo en el que se trasmite permite que
el pasaje sea a partir de las certezas actuales a medio construir desde lo recibido a lo por
dar, legitimación en acto del saber que se porta para anticipar el pasaje.

3. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
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TRANSMISIÓN Y NUEVOS ESCENARIOS DE FORMACIÓN
“¿Cuántas formas de visión/ se han abierto en nosotros? Sabíamos que una sola no
basta/ y casi sin sentido hemos ido incorporando nuevas ópticas/ insólitas retinas, a esa
ruda ecuación / de ver, ser y pasar” Roberto Juarroz (1991)i
Algunas políticas educativas resultan potencialmente creativas aún cuando
pueden pasar inadvertidas en su valía, por sus propios promotores.
Este parece ser el caso del programa de Acompañamiento a Docentes Noveles o
principiantes, línea de Desarrollo Profesional que ha tenido la capacidad de señalar y
apostar a espacios inéditos a promover y cubrir en la formación docente.
La idea de acompañamiento invita a ponderar nuevamente el concepto de
formación a través quizá de repensar en este caso, la transmisión.
Sus dos características centrales; el reconocimiento de ser un espacio en la
educación formal sin cubrir y la necesidad de llevarlo a cabo a través de una
construcción cooperativa, le imprimen al acompañamiento, connotaciones sobresalientes
como podrían ser otro tipo de distancia entre el profesor y el alumno, ya que esta
asimetría no parece designar el tipo de vínculo conocido.
Nueva “distancia” tanto desde la idea generacional de un adulto respecto de un
no adulto, así como de la relación que guardan respecto del conocimiento.
Nueva distancia, por la aparición de límites no convencionales en su tratamiento
para que los procesos de crecimiento y aprendizaje mutuo tengan lugar.
Está claro que hay aprendizaje, que hay transmisión tanto como construcción
conjunta de nuevas respuestas a escenarios renovados en la enseñanza, aunque casi
podría aventurarse que el objeto mismo de conocimiento se revitaliza y complejiza a la
luz de las diferencias y similitudes, que logran atravesar al conocimiento y al
aprendizaje mismo, en una instancia de préstamos sobre lecturas posibles del presente y
otras formas descubiertas de resolución.
Diría Juarroz1
en uno de sus poemas “Cuando se pone el pie del otro lado / y se
puede sin embargo volver, / ya nunca se pisará como antes / y poco a poco se irá
pisando de este lado el otro lado / El otro lado es el mayor contagio. / Hasta los mismos
ojos cambian de color / adquieren el tono transparente de las fábulas.”
En el centro, el otro es portador de un saber y experiencia que deben releerse
con los datos del presente cual si fuera en espejo, como si al narrarse me narrara en un
juego que permite anticiparse, intuirse, construir y no sólo resolver.
1
Juarroz Roberto, Duodécima Poesía Vertical, Bs. As. Carlos Lohlé 1991

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Si la transmisión es el acuerdo del resguardo del pasado que me ha de permitir
ser mejor en el futuro, el vínculo se juega presagiando el tiempo futuro, dolorosa espera,
desconocimiento preclaro y anticipado. Por contraposición en el acompañamiento parece
acortarse la espera y lo que hay para transmitir podría descubrirse en el interludio del
tiempo donde se puede pensar casi lúdicamente, como sí, fuera yo, fuera ya.
En el nuevo escenario aparece la anticipación, no ya teórica sino cortejada por la
práctica, nunca pura, nunca acabada, solamente alternativa; como concediendo el
espacio de libertad para optar, sin la presión del deber hacer.
Acompañar solidariamente desde lo construido, implica compartir los errores
cometidos también, las resistencias que viven en nosotros, como heridas de Narciso, y
los segundos de claridad en cotidianos días de sombras.
No sólo se es protagonista del propio desarrollo, sino que este se posibilita en
espacios compartidos del sentir y del saber.
En el prologo de la serie 2 sobre acompañamiento decían Andrea Molinari y
Graciela Lombardi2
“La potencialidad que encierra esta manera de pensar la formación
continua es que en el proceso, tanto docentes como formadores aprenden de la práctica
conjunta.”
Es en este sentido que puede pensarse en nuevos escenarios formativos, a mitad
de camino entre el pasado requerido y un presente que reclama, entre las necesidades
que la realidad imprime y las que la formación demanda.
El espacio experiencial habilita el trabajo desde el saber del otro, pero no
estrictamente el saber sabio ni el escolarizado, sino desde el propio saber, el de la
experiencia que incluye algo más que el saber experto, está dotado de sentido de
realidad y es de esperar de sentido común.
Posibilita un nuevo tipo de vínculo, en el que aparecen como límite las certezas u
osadías que la experiencia ofrece y también sus dudas; que cada ser humano personifica
una síntesis única en la que se ensayan el conocimiento acordado a trasmitir y el que la
propia certidumbre anima a incorporar.
Señalan Molinari y Lombardi (2008)3
”Este acompañamiento encarna la
perspectiva de desarrollo profesional que supera la clásica escisión entre formación
2
Gimenez Raquel, Lucia A Juárez y otros “Los procesos de gestión en el acompañamiento a docentes
noveles” Serie Acompañar los primeros pasos en la docencia. Ministerio de Educación de la Nación 2009 Bs.
As.
3
Molinari Andrea, Graciela Lombardi (cit., prol.)”Los procesos de gestión en el acompañamiento a
los docentes noveles. Ministerio de Educación. Serie Acompañar los primeros pasos en la
docencia. Bs. As. 2008

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continua y formación inicial, recupera la centralidad de las necesidades del sistema y
paulatinamente promueve el desarrollo de comunidades de aprendizaje.”
Por eso la búsqueda, el reconocimiento del valor de lo que se transmite, por eso la
pregunta reiterada sobre como debiera hacerse, ha sido el eje del pensamiento en los
cuatro años que intentamos acompañar.
La línea sutil entre transmisión, identificación y experiencias compartidas parece
resolverse en la libertad para construir las propias respuestas.
Hay una distancia constitutiva y constituyente entre profesor y alumno que es
contenedora y orientadora, en esa distancia no hay dudas sobre dónde buscar o sobre
quien “tiene el conocimiento”, ahora en la nueva relación entre profesor y formador
parecen cambiar las significaciones de esa distancia , en principio porque las pocas
certezas que tiene el profesor principiante se constituyen alrededor del hecho que su
fortaleza consiste y se expresa en demostrar- demostrarse, dominio respecto del saber e
imaginariamente él lo habilita para ser parte en la construcción en una comunidad de
aprendizaje.
El lugar de la posesión acerca del saber debe correrse a un segundo plano, para
establecer una plataforma vincular donde se acerquen a partir de lo legítimamente
común, para así dar un paso discreto, hacia la transmisión; iluminada ahora por la
experiencia y contenida en la contemporaneidad del principiante que le permite aportar
los signos que velozmente se transforman en la cultura.
El cambio del tiempo en el que se transmite permite que el pasaje sea a partir de
las certezas actuales a medio construir desde lo recibido a lo por dar, legitimación en acto
del saber que se porta, anticipando el pasaje.
Uno de los aspectos más difíciles de resolver, cuando lo que se tiene entre manos
es la propia valoración, es encontrar la medida justa, pertinencia en lo que se ofrece, en
el cómo y los cuanto.
El encuentro luego no es alrededor del saber en sí, pero es pilar, es puente.
Tampoco lo es la experiencia a secas, pero es el contexto del texto, ni de la enseñanza a
solas con sus métodos; aunque igual de necesaria, este es el nuevo escenario, que tiene
mucho de aquel en el que se libra la lucha por la atemporalidad del escenario original;
que es el dar.
Por ello el preguntar preguntándose refleja la propia palabra, iluminada, legitimada
desde la escucha del par que acorta en un instante el tiempo y el espacio del transmitir.
El perfil del formador requerirá por un lado aceptación de su “poder” como
precondición para transformar la conciencia sobre la educabilidad del otro, luego una
solidaridad natural con el conocimiento, apertura para aceptar la imposición de los

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cambios que los tiempos demandan en las propias certezas y humildad para reconocer la
inconmensurabilidad del resolver y el conocer.
Se necesita entonces de un estratega que sea una especie de promotor
mayéutico del reconocimiento del propio saber, capaz de convertirse en un posibilitador
táctico que le permita al docente principiante reconocer el riesgo del trabajo en soledad,
para recuperar sin temor al propio yo, en la necesidad del otro.
¿Es que el papel del acompañamiento tiene que ver más con la fragilidad, con la
disposición a sostener una mirada delicada que admita la novedad del otro? Larrosa J
(2000)4
dice: “la conciencia pedagógica es capaz de una mirada delicada que puede
apreciar la singularidad intensiva…y embarcarse en ella en una relación en la que esa
singularidad, afectivamente percibida no se pierda…”
Este nuevo escenario esta signado por la urgencia de un otro, del otro docente,
que sea capaz de anteponerme y dirimir frente al hecho, tal vez, el único certero que es
que ante la educabilidad, en las formas en que ésta se resuelva, en donde se está casi
irremediablemente solo.
Y es entonces donde la impredecible tarea de acompañar al otro renueva el
sentido de esa “locura necesaria “al decir de Philippe Meirieu5
(2001); en él se ayuda a
“establecer el límite entre lo modificable y lo irremediable, y donde está la frontera más
allá de la cual estamos decididos a renunciar a actuar.”
Le jugamos finalmente una treta al dilema pedagógico y aunque no hemos estado
en el futuro esta nueva compañía, es una mano que ayuda a pasar del otro lado, sin el
temor conocido de apresurar el desenlace. Es finalmente una invitación a no cobijarnos
en el pasado y creer con la fuerza del otro, que uno de verdad podrá tener peso en un
destino que aparece ya destinado.
Es quizá en compañía que la fragilidad anticipada es conmovida por lo que
Meirieu llama un “ingenuo incurable” condición de existencia, falta necesaria, horizonte
común en el que ambos, formador y docente están contenidos.
4
Larrosa Jorge Pedagogía Profana. Estudios sobre lenguaje, subjetividad, formación. Edic. Noveduc Bs. As.
2000
5
Meirieu Philipe:”La opción de educar” Ética y Pedagogía. Edit. Octaedro Barcelona 2001

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Bibliografía
• Gimenez Raquel, Lucia A Juárez y otros “Los procesos de gestión en el
acompañamiento a docentes noveles” Serie Acompañar los primeros pasos en la
docencia. Ministerio de Educación de la Nación 2009 Bs. As
• Juarroz Roberto, Duodécima Poesía Vertical, Bs. As. Carlos Lohlé 1991
• Larrosa Jorge Pedagogía Profana. Estudios sobre lenguaje, subjetividad,
formación. Edic. Noveduc Bs. As. 2000
• Meirieu Philipe:”La opción de educar” Ética y Pedagogía. Edit. Octaedro Barcelona
2001
• Molinari Andrea, Graciela Lombardi (cit., prol.)”Los procesos de gestión en el
acompañamiento a los docentes noveles. Ministerio de Educación. Serie
Acompañar los primeros pasos en la docencia. Bs. As. 2008