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LA VACA ROJA (pará)
Este tratado se denomina originariamente pará, es decir, vaca, ya que versa sobre la preparación del agua
de purificación que se obtenía mezclando las cenizas de la vaca roja con agua, según las disposiciones de
Números.19:1­22. Todo el que se había contaminado con la impureza de cadáver tenía que hacerse
asperjar con el agua de purificación al tercer y séptimo día. De ese modo, con la adición del baño de
inmersión, obtenía la pureza perdida. El tratado, que contiene doce capítulos, describe los por menores
relacionados con la preparación del agua de purificación y con las aspersiones.
Cap. I: Edad de la vaca.
Cap. II: Condiciones o requisitos que se han de dar en la vaca roja.
Cap. Ill: Preparación del sacerdote que debía quemar la vaca, modo de preparar el agua de purificación,
quién hace la preparación.
Cap. IV: Condiciones que ha de cumplir la inmolación, la cremación, causas invalidantes.
Cap. V: Vasija, calabaza, caña para las cenizas y para el agua de purificación, quiénes pueden mezclar la
ceniza con el agua, abrevaderos.
Cap. VI: Santificación del agua, causas de invalidez.
Cap. VII: Trabajos accesorios en el proceso de santificación del agua que la hacen invalidante.
Cap. VIII: Invalidez del agua, contaminación de la persona.
Cap. IX: Causas que pueden invalidar el agua.
Cap. X: Cómo puede devenir impura el agua de purificación, los objetos que la contienen y las personas
que tienen contacto con ella.
Cap. XI: De nuevo causas invalidantes o contaminantes del agua de purificación, qué hisopo se ha de usar
en la aspersión.
Cap. XII: Cómo se ha de hacer la aspersión, sus efectos, consideración especial de objetos que están
unidos respecto a la aspersión.
Capítulo I
1. R. Eliezer afirma que la ternera (que ha de ser desnucada) (1)
ha de ser de un año (2)
y la vaca (3)
de dos
(4)
. Los sabios, en cambio, enseñaban que la ternera debía de ser de dos años y la vaca de tres o de
cuatro. R. Meír dice que incluso de cinco años es válida, únicamente que no se le ha de hacer esperar
tanto, ya que su pelo podría hacerse negro y podría además hacerse inválida (por otros conceptos) (5)
.
R. Josué afirma que ha oído decir que (sólo es válida) la vaca de tres años (6)
. Le dijeron: ¿por qué
empleas la expresión «tercera» (para indicar que es de tres años)? Les replicó: lo he recibido así, sin
ninguna explicación. Ben Azay intervino: quiero darle una explicación. Cuando dices «tercera» (7)
te
estás refiriendo a otras entidades, dentro de un número. En cambio, cuando dices «tercera» (8)
significa
que es de tres años. De un modo parecido se ha utilizado la expresión «viña cuarta». Le dijeron: ¿qué
significa aquí la expresión «cuarta»? Les replicó: «lo he recibido así, sin ninguna explicación». Ben Azay
intervino: quiero darle una explicación. Si tú dices «cuarto» (9)
te estás refiriendo a otras cosas dentro de
un número. En cambio, cuando dices «cuarto» (10)
estás significando que es de cuatro años. De un
modo semejante se ha dicho: si uno come en una casa afligida por la lepra media hogaza de pan, de las
que se hacen tres de un kab (11)
, Le dijeron: di más bien «de dieciocho de una seá» (12)
. Les replicó: «lo
he recibido así, sin explicación». Ben Azay dijo a esto: quiero darle una explicación. Si dices «tres de un
kab», quiere decir que no hay ofrenda de masa (13)
. Pero si dices «de dieciocho de una seá», se
disminuye la hogaza por razón de la ofrenda de la masa (14)
.
(1) Según Deuteronomio.21:1-9, cuando aparecía un hombre asesinado en el campo y no era
identificado el asesino, los habitantes de la ciudad más próxima tenían que desnucar una ternera.
(2) Sin sobrepasarlo.
(3) La vaca roja que era sacrificada para preparar con sus cenizas el agua de purificación, con la que el
impuro con impureza de cadáver debía purificarse (Núrneros.19).
(4) Pasado el año, el animal dejaba de ser ternera y se hacía vaca. Si sobrepasaba los dos años,
continuaba siendo válido, aunque R. Eliezer opinaba que el animal de dos años tenía preferencia.
(5) Corno por llevar yugo o por contracción de un defecto (Números.19:2).
(6) En hebreo, vaca «tercera», es decir, de tres años.
(7) Shelishit.
(8) Sheloshit.
(9) Rebi'i.
(10) Reba'i.
(11) De harina. Cf. Neg.13:9.
(12) En la seá había seis kab.
(13) Cf. Números.15:18ss. La ofrenda de la masa había que hacerla cuando en la masa había más de
cinco cuartos de kab de harina. En cambio, los tres panes hechos de un kab de harina no contienen
esa medida.
(14) De la seá, de la que se hacen dieciocho panes, hay que quitar la ofrenda de la masa, lo que
significa que cada pan contiene algo menos del 1/18 de la seá. ó 1/3 del kab.
2. R. Yosé el galileo dice que los toros han de ser de dos años, porque está escrito: tomarás para sacrificio
de expiación un toro segundo de entre la vacada (15)
. Los sabios, en cambio, dicen que también pueden
ser de tres años. R. Meír sostiene que también son válidos de cuatro o cinco años, aunque no se.
ofrecen viejos por decoro (del santuario).
(15) Números.8:8.
3. Los corderos han de ser de un año y los carneros de dos. (Los años) se computan siempre de día a día.
Si tiene trece meses, no es válido ni para el carnero ni para el cordero. R. Tarfón llama a tal animal
«adolescente» (16)
. Ben Azay lo llama «inmaduro» (17)
. R. Ismael lo llama «desplazado» (18)
. Si es
ofrecido, han de ofrecerse juntamente las libaciones correspondientes a los carneros, pero no le es
computado como su sacrificio (19)
. Si tiene trece meses y un día, es ya un carnero.
(16) Plages, que ha salido de la niñez y no ha llegado todavía a la juventud.
(17) Noqed.
(18) El término parkarigma se aplica a un rey que ha sido destronado, desplazado, por otro.
(19) No cumple con su obligación.
4. Los animales para los sacrificios expiatorios de la comunidad (20)
y para sus holocaustos (21)
, el sacrificio
expiatorio del individuo (22)
, el sacrificio por la culpa del nazir (23)
, el sacrificio por la culpa del leproso (24)
son válidos a partir de los treinta días de edad en adelante, incluso en el día trigésimo. Si son ofrecidos
en el octavo día (del nacimiento), son válidos. (Los animales) de voto y sacrificios voluntarios,
primogénitos (25)
, diezmo (del ganado) (26)
y sacrificio pascual son válidos a partir del octavo día del
nacimiento en adelante, incluso en el mismo día octavo,
(20) Levitico. 4:14.
(21) Ya sean corderos o carneros.
(22) Para el que estaba prescrito una oveja o una cabra.
(23) Números. 6:14.
(24) Levitico.14:12.
(25) Exodo.22:30.
(26) Levitico.17:32.
Capítulo II
1. R. Eliezer enseña que, si la vaca del sacrificio expiatorio está preñada, es válida, Los sabios, en cambio,
la consideran inválida. R. Eliezer afirma que no puede ser comprada a los gentiles. Los sabios, en
cambio, lo declaran permitido. Pero no sólo ella, sino todos los animales que se destinen para los
sacrificios de la comunidad o del individuo pueden ser traídos de dentro de Israel o de fuera de Israel,
de producto nuevo o viejo, a excepción del ómer (27)
y de los dos panes (28)
, que han de ser ofrecidos del
nuevo producto y de dentro de la tierra de Israel.
(27) Levitico. 23:10; en la Pascua.
(28) De Pentecostés (Levitico.23:17).
2. Si los cuernos de la vaca o sus pezuñas son negros, han de ser cortados. La pupila del ojo, los dientes
y la lengua no hacen inválida la vaca. Si es enana, es válida. Si tenía una verruga y es sajada, según
R. Yehudá, es inválida. R. Simeón enseña que, si en el lugar donde ha sido sajada no crece pelo rojo,
es inválida.
3. Si ha nacido de lado (29)
o si ha sido salario de prostituta o precio de prostituto, no es válida. R. Eliezer,
en cambio, la declara válida, puesto que está escrito: no traerás a la casa del Señor, tu Dios, el salario
de la prostituta ni el precio del prostituto (30)
, mientras que la vaca roja no se trae al Templo. Cualquier
defecto que invalida al animal para el sacrificio, invalida la vaca (31)
, Si uno ha montado sobre ella, o si
se ha apoyado sobre ella, o si se ha colgado de su rabo y pasado con ella el río, o si plegó sobre ella el
cabestro, o si puso su manto sobre ella, no es válida (32)
. Pero si es atada con el cabestro, o si se le
hace una calza para que no resbale, o si se le ha puesto encima un manto para protegerla de las
moscas, es válida. Esta es la norma general: por todo aquello hecho para su interés permanece válida,
mientras que por todo aquello en interés ajeno se hace inválida.
(29) A través de una operación.
(30) Deuteronomio.23:18.
(31) Cf. Números.19:2.
(32) Ya que, según Numeros.19:2, no debe jamás ser puesto «yugo» alguno sobre ella.
4. Si un pájaro se ha posado encima de ella, es válida. En cambio, si ha montado sobre ella el macho, es
inválida. R. Yehudá enseña que, si fue obligado a montar, es inválida; pero si lo hizo por propia
iniciativa, es válida.
5. Si tiene dos pelos negros o blancos en un mismo poro, es inválida. R. Yehudá dice: incluso en un
mismo hueco (33)
. Si están en dos huecos, cercanos (34)
el uno al otro, no es válida. R. Aquiba dice que
incluso aunque sean cuatro (pelos) o aunque sean cinco y estén dispersos, pueden ser arrancados. R.
Eliezer dice: aunque sean cincuenta. R. Josué ben Betera afirma: es inválida incluso aun cuando tuviera
uno en el testud y otro en el rabo. Si tiene dos pelos, negros en la raíz y rojos en el extremo o rojos en la
raíz y negros en la punta, todo se regula por lo que es más aparente. Esta es la opinión de R. Meír.
Los sabios, en cambio, enseñan que se ha de regular por la raíz.
(33) La expresión que usa el texto es: «en un mismo vaso» (kos). Según algunos, se trata de
hondonadas circulares en la piel del animal, en las que crecen varios pelos.
(34) O, quizás, enfrente el uno del otro.
Capítulo III
1. Siete días antes de la cremación de la vaca, el sacerdote que había de quemarla era apartado de su
casa (35)
(y llevado) a la estancia que estaba frente al Templo (36)
, en el lado nordoriental. Era llamada
«la casa de piedra». Durante los siete días era asperjado (con el agua) que había sido preparada (con
las cenizas) de todas las vacas de expiación que había allí (37)
. R. Yosé afirma que sólo era asperjado el
día tercero y el séptimo. R. Jananías, prefecto de los sacerdotes, enseña que al sacerdote que debía
quemar la vaca se le asperjaba durante los siete días, mientras que al sacerdote del día de la expiación
se le asperjaba sólo el día tercero y el día séptimo.
(35) Cf. Yom.1:1.
(36) Para algunos, birá es el Templo (cf. 1Crón.19:1). Para otros, era una torre.
(37) De cada vaca de expiación que había sido quemada desde los más remotos tiempos se
conservaba parte de la ceniza en el Templo.
2. Había en Jerusalén patios construidos sobre la roca y tenían bajo ellos un hueco por la eventualidad de
una tumba en la profundidad (38)
. Llevaban allí mujeres embarazadas que daban allí a luz y
amamantaban allí a sus hijos. Se traían bueyes con puertas sobre los lomos (39)
, se colocaban a niños
sentados sobre ellos que llevaban vasos de piedra (40)
en sus manos. Una vez llegadosa Siloé,
descendían y llenaban sus vasos, luego subían y se sentaban otra vez sobre los lomos de los bueyes.
R. Yosé dice: desde el lugar (en el que se encontraba el niño) bajaba (el vaso) y lo llenaba.
(38) Siempre cabe la posibilidad de que en la profundidad esté enterrado un cadáver, y si no hubiere
sobre el cadáver un espacio libre de un palmo que haga de tienda, la impureza podía salir al patio.
(39) Que hacían de tienda, de modo que protegían contra la impureza.
(40) Que no son susceptibles de impureza.
3. Cuando llegaban al monte del Templo, descendían. El monte del Templo y los atrios tenían bajo ellos un
espacio hueco por la eventualidad de una tumba de la profundidad. A la entrada del atrio estaba
dispuesto un cántaro con la ceniza de la aspersión. Traían un carnero, le ataban una cuerda entre los
cuernos, se sujetaba y enlazaba con el extremo de la cuerda un bastón y se arrojaba al interior del
cántaro. El carnero era golpeado y retrocedía espantado hacia atrás (41)
(derramando parte de la
ceniza). (El niño) cogía entonces (la ceniza) y la mezclaba con el agua hasta que se hacía perceptible
en la superficie del agua. R. Yosé dice: no déis a los saduceos (a)
la ocasión de ponerse sobre nosotros
(42)
, antes bien que (el niño) coja (directamente la ceniza del jarro) y la mezcle con el agua.
(41) Este era el modo original de sacar la ceniza del cántaro. Si uno cogiera directamente la ceniza del
cántaro, en caso de estar impuro, contaminaría la ceniza. Si uno cogiera directamente la ceniza con el
bastón, en caso de que padeciera de flujo, con el movimiento contaminaría la ceniza. Con los niños no
había tal peligro. Sin embargo, se tomaban las máximas precauciones.
III.3a
saduceos: herejes
(42) A causa de este procedimiento ingenuo.
4. No se podía usar como vaca de purificación sirviéndose de la purificación realizada en otra vaca de
purificación (43)
. o un niño sirviéndose de la purificación de otro niño. Los mismos niños tenían que ser
asperjados (44)
. Esta es la enseñanza de R. Yosé el galileo. R. Aquiba, en cambio, afirma que los niños
no tenían que ser asperjados.
(43) Si la primera vaca se hacía inválida, todas las formalidades que en ella se habían cumplido había
que realizarlas de nuevo desde el principio con la vaca sustituta.
(44) Por la posibilidad de que pudieran haber contraído impureza.
5. Si no había ceniza de siete vacas, se preparaba con la ceniza de seis, o de cinco, o de cuatro, o de tres,
o de dos, o de una. ¿Quién las preparó? Moisés preparó la primera. Esdras preparó la segunda y cinco
fueron preparadas después de Esdras. Esta es enseñanza de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman
que siete fueron preparadas después de Esdras. ¿Quiénes las prepararon? Simeón el justo y Yojanán
el Sumo Sacerdote prepararon dos cada uno; Elihoenay ben Haqof, Janamel el egipcio e Ismael
ben Piavi prepararon una cada uno.
6. Se hacía una rampa desde el monte del Templo al monte de los olivos, formada de arcos sobre arcos y
un arco sobre cada pilar, por la eventualidad de una tumba en las profundidades (45)
. Por ella salían al
monte de los olivos el sacerdote que había de quemar la vaca, la vaca y todos sus ayudantes.
(45) Los arcos hacían de tienda e impedían la penetración de la impureza.
7. Si la vaca no quería andar, no se hacía ir con ella otra vaca negra, a fin de que no se dijera: «han
inmolado a una vaca negra»; tampoco se hacía ir con ella a otra vaca roja, a fin de que no se dijera:
«han inmolado a dos». R. Yosé (a)
dice que no es por esta razón, sino debido a que está escrito: la hará
salir (46)
; es decir, sola. Los ancianos de Israel acostumbraban a ir delante, a pie, al monte de los olivos.
Allí había un baño para la inmersión. Se contaminaba, en efecto, al sacerdote que tenía que quemar la
vaca a causa de los saduceos para que no pudieran decir: ha sido preparada por quien ha esperado la
puesta del sol (para su purificación) (47)
.
III.7a
R. Yosé: Rabbí
(46) Números.19:3.
(47) La preparación podía ser realizada por uno que todavía no estaba totalmente puro, como por el que
había hecho baño de inmersión, y sin que hubiera todavía oscurecido sobre él. Los saduceos, en
cambio, decían que tenía que ser totalmente puro. Los fariseos les contradecían y contaminaban incluso
a propósito al sacerdote para oponerse a su doctrina.
8. Imponían sus manos sobre él y le decían: «mi señor, Sumo Sacerdote, sumérgete una vez». Aquel
entonces descendía y se sumergía, subía y se secaba. Allí había leña ordenada: leña de cedro, de pino,
de ciprés y piezas de higuera lisa. Se hacía con ella como una especie de torre, en la que se dejaban
vanos, con su parte delantera hacia el occidente (48)
.
(48) Cf. Tam 2:4.
9. Se ataba (la vaca) con una liana de juncos (49)
y se colocaba sobre la pila (de leña), teniendo su testud
dirigida hacia el sur y su morro hacia el oeste. El sacerdote estaba en pie en la parte oriental con el
rostro vuelto al oeste. Inmolaba con la derecha y recibía la sangre con la izquierda. R. Yehudá dice que
acostumbraba a recibir la sangre con la mano derecha, la ponía luego en la izquierda y asperjaba con la
derecha. Sumergía la mano y asperjaba siete veces en dirección del Santo de los Santos, sumergiendo
la mano en cada aspersión. Una vez terminada la aspersión, secaba su mano en el cuerpo de la vaca
(50)
; luego descendía y encendía el fuego con astillas. R. Aquiba dice: con ramas secas de palmera.
(49) Que no eran susceptibles de impureza.
(50) Para que cualquier resto de sangre que le quedara en los dedos fuese quemado.
10. Una vez que (la vaca) había reventado, se ponía de pie fuera de la hondonada, cogía la madera de
cedro, el hisopo y la lana carmesí de púrpura y les decía: ¿es esto madera de cedro? ¿es esto madera
de cedro? ¿es esto hisopo? ¿es esto hisopo? ¿es esto lana carmesí de púrpura? ¿es esto lana carmesí
de púrpura? Tres veces (preguntaba) por cada una de las cosas y aquéllos le respondían: sí, sí (a)
, tres
veces por cada cosa (b)
.
III.10a
sí+ sí (b) Tres veces por cada cosa]
11. Lo ligaba con el resto de la cinta y lo arrojaba en medio del fuego (donde ardía la vaca). Una vez que
estaba quemada, se golpeaba con bastones y era cribada con cribas. R. Ismael dice que se usaban
para ello martillos de piedra y cribas de piedra (a)
. El trozo negro carbonizado que tenía ceniza era
descuartizado; si no tenía ceniza, se le dejaba. Los huesos, en cualquiera de los casos, eran
descuartizados. Después se dividía (la ceniza) en tres partes: una parte era depositada en el terraplén
(51)
, otra en el monte de los Olivos y otra era dividida entre las guardias sacerdotales (52)
.
III.11a
y cribas de piedra]
(51) Cf. Mid. 2:3; Pes. 5:10; Sheq.8:4.
(52) Cf. Suk. 5:7.
Capítulo IV
1. Si la vaca de expiación fue inmolada bajo otro título (53)
, o si ha sido recibida o asperjada su sangre bajo
otro título, o a título propio y a título ajeno, o a título ajeno y a título propio, es inválida. R. Eliezer (a)
, en
cambio, la declara válida. (Si el sacerdote que quemaba la vaca) no había lavado manos y pies, era
inválida. R. Eliezer, en cambio, la declara válida. Si no era inmolada por el Sumo Sacerdote, era
inválida. R. Yehudá, en cambio, la declara válida. (Si el sacerdote la inmolaba) sin llevar puestas todas
las vestiduras prescritas, no era válida. Se usaban para ello vestidos blancos.
(53) Cf. Zeb.1:1.
IV.1a
R. Eliezer: R. Elazar
2. Si era quemada fuera de la hoya o en dos hoyas o si eran quemadas dos en una hoya, era inválida. Si
(la sangre) no era asperjada en la dirección de la entrada (del Santo de los Santos), no era válida. Si se
hubiera asperjado como si fuera la séptima vez cuando era la sexta y luego se repite la séptima, (la
vaca) es inválida; pero si se hubiera asperjado como si fuera la octava vez cuando era la séptima y
luego se repite la séptima, es válida.
3. Si fue quemada sin servirse de leña o con cualquier clase de leña, incluso con paja o (a)
rastrojo, es
válida. Si fue despellejada y partida en trozos, es válida. Si fue inmolada con la intención de comer de
su carne o de beber de su sangre, es válida. R. Eliezer enseña que ninguna intención, (aunque sea
errada), puede hacer inválida a la vaca roja.
IV.3a
con paja o]
4. Todos aquellos que se ocupaban de la vaca desde el principio hasta el fin contaminaban sus vestidos y
la hacían inválida con cualquier otro trabajo (54)
. Si durante la inmolación ocurría algo que la invalidase,
no contaminaba los vestidos. Si durante la aspersión ocurría algo que la invalidase, todo aquel que se
ocupaba de ella antes de devenir inválida contaminaba los vestidos; después de devenir inválida, no
contaminaba sus vestidos. Resulta, pues, que con la severidad (55)
va también la indulgencia (56)
.
Durante todo el tiempo está sujeta a la ley del sacrilegio (57)
. Está permitido echar más leña (al fuego).
Todas las operaciones han de hacerse durante el día y por un sacerdote. Otro trabajo diferente la hace
inválida en tanto no se haya convertido en ceniza. Del mismo modo, cualquier otro trabajo diferente
hace al agua inválida en tanto no sea puesta la ceniza en ella (58)
.
(54) Si se ocupaban en otra cosa durante la preparación de la vaca, la hacían inválida.
(55) Que cualquier otra ocupación distinta hace inválida la vaca.
(56) Después de hacerse inválida, el trato con ella ya no contamina.
(57) Levitico.5:15s.
(58) Durante todo el proceso de santificación del agua no se puede realizar ningún otro trabajo.
Capítulo V
1. El que quiera llevar un cuenco de arcilla para (el agua) de la purificación ha de realizar el baño de la
inmersión y pasar la noche junto al horno (59)
. R. Yehudá enseña que también puede traerlo de casa y
es válido, ya que todos son dignos de crédito en relación con el agua de la purificación. Si se trata de la
ofrenda, puede abrir el horno y coger (inmediatamente cualquier cuenco o jarro). R. Simeón dice: de la
segunda fila (60)
. R. Yosé afirma: sólo de la tercera fila.
(59) Para asegurar que nadie por tocamiento ha hecho impuro su cuenco.
(60) Porque es de temer que los de la primera hayan sido tocados.
2. Si el cuenco para el agua de purificación es sumergido en agua que no es apta para la mezcla con la
ceniza, ha de ser secado; pero si es sumergido en agua que es apta para ser mezclada con la
ceniza, no necesita ser secado. Sin embargo, (si es sumergido) para henchido más con agua de
purificación, hay que secarlo (a)
en cualquiera de los casos.
V.2a
hay que secarlo: no hay que secarlo
3. Si una calabaza (61)
ha sido sumergida en agua que no es apta para ser mezclada con la ceniza, se
puede utilizar para mezclar en ella la ceniza con el agua en tanto no contraiga impureza. Pero si contrae
impureza, no se puede utilizar para mezclar en ella la ceniza con el agua. R. Josué enseña que, si se
puede mezclar en ella la ceniza con el agua al principio, se puede hacer también al final; pero si no se
puede mezclar en ella la ceniza con el agua al final, tampoco se puede hacer al principio. Sin embargo,
en ninguno de los casos puede recoger con ella agua que ya ha sido mezclada con la ceniza.
(61) Seca y hueca.
4. Si una caña (62)
ha sido cortada (para servir de receptáculo al agua o ceniza) de la purificación, dice R.
Eliezer que ha de ser sumergida inmediatamente. R. Josué afirma que ha de ser contaminada y luego
sumergida (63)
. Todos son aptos para mezclar la ceniza con el agua, a excepción del sordomudo, del
idiota y del menor de edad. R. Yehudá, en cambio, declara válido al menor de edad, aunque declara no
apta a la mujer y a la persona de doble sexo.
(62) Cf. Kel.17:17.
(63) Para contradecir la opinión de los saduceos. cf. 3:7.
5. Se puede hacer la mezcla de la ceniza con el agua en cualquier vasija, incluso en vasijas hechas de
estiércol, de piedra o de barro. También dentro de un barco (64)
. Pero no se puede hacer la mezcla de la
ceniza con el agua en el costado de una vasija (rota), ni tampoco en el fondo de un cubo, ni en el tapón
(de arcilla) de un jarro, ni en el cuenco de la mano, ya que sólo se puede recoger el agua, mezclar la
ceniza y asperjar el agua de la purificación con una vasija. Sólo las vasijas provistas de tapadera fija (65)
pueden proteger (contra la impureza de la tienda donde yace un cadáver) y sólo vasijas ofrecen
protección contra (la impureza que está presente) en una vasija de arcilla (66)
.
(64) Cf. Shab. 9:2; Kel. 2:3.
(65) Cf. Kel 10:1.
(66) Kel.8:3; Yad.1:2.
6. El «huevo» (67)
del alfarero es válido. R. Yosé, en cambio, lo declara inválido. El huevo (68)
de gallina lo
declaran R. Meír y R. Yehudá válido, mientras que los sabios lo declaran inválido.
(67) La masa original, ovalada, con un hueco en el interior, de la que el alfarero de desarrolla la vasija.
(68) La cáscara vacía del huevo.
7. En un abrevadero construido en la piedra no se puede recoger el agua, hacer la mezcla de la ceniza
con el agua y asperjar desde él (el agua de purificación). No necesita una tapadera fija (69)
ni hace
inválido el baño ritual (70)
, Pero si se trata de una vasija que ha sido sujetada (al suelo) con cal, en tal
caso se puede recoger en ella el agua, mezclar en ella la ceniza con el agua y asperjar desde ella (el
agua de la purificación). Necesita en este caso tapadera fija y hace inválido el baño ritual. Si se produce
un orificio en el fondo y es obturado con un trapo, el agua que se contiene en su interior es inválida
(para mezclar en ella la ceniza), porque no está contenida en toda la redondez por la vasija. Si el orificio
se produce en uno de los costados y es taponado con un trapo, el agua que se contiene en su interior
es válida, ya que es contenida en toda la redondez por la vasija. Si se le ha construido una especie de
corona de arcilla y el agua llega hasta ella, ésta (71)
no es válida. Sin embargo, si (la corona) es tan
sólida que pueda ser transportada con él, es válida.
(69) Una tapadera simple protege su interior de la impureza de la tienda donde yace un muerto
(Ohal.5:6).
(70) Si el agua de manantial o de lluvia de abrevadero se vierte en una piscina «ritual», aunque ésta no
tenga la medida de agua prescrita, no se considera aquélla como agua «extraída» que hace a la
piscina inválida para el baño ritual.
(71) El agua que se contiene en la corona.
8. Si hay dos abrevaderos en una misma piedra y se ha santificado uno (72)
, el agua del otro no queda
santificada. Si hay orificios de la dimensión de una caña de un odre que comunican entre uno y otro o si
el agua rebasa del uno al otro, aunque sólo sea como la capa fina de un ajo, en caso de que se haya
santificado el agua de uno de ellos, el agua del otro también queda santificada.
(72) Es decir, se ha mezclado en él la ceniza con el agua.
9. Si dos piedras han sido arrimadas una a otra para hacer un abrevadero, lo mismo dos artesas;
igualmente si un abrevadero ha sido dividido en dos, el agua que está entre los dos (receptáculos) no es
agua santificada. Pero si han sido unidos con cal o yeso, tal modo que pueden ser transportados como
si fuera un solo objeto, el agua que se contiene entre los dos (receptáculos) queda santificada (73)
.
(73) En el supuesto de que se santifique el agua de uno de los receptáculos.
Capítulo VI
1. Si uno hace la mezcla de la ceniza con el agua y aquélla cae sobre la mano (del que hace la
santificación) o sobre el costado (74)
y luego cae en el abrevadero, no es válida (75)
. Si cae de la caña (76)
al abrevadero, no es válida. Si toma (la ceniza) de la caña y luego la cubre o cierra la puerta (77)
, las
cenizas permanecen válidas, pero el agua no es válida. Si pone en pie en el suelo (la caña) (78)
, no es
válida; si la deja en el interior de su mano, es válida, porque (no) es posible de otra manera (79)
.
(74) De la vasija, en la que se hace la mezcla.
(75) No se puede utilizar como agua de purificación.
(76) Donde se contiene la ceniza.
(77) Realizando operaciones ajenas a la santificación del agua.
(78) Para evitar que se derrame la ceniza.
(79) Y no se puede considerar como una ocupación accesoria.
2. Si la ceniza flota sobre la superficie del agua, R. Meír y R. Simeón dicen que se puede coger y santificar
con ella (otra agua). Los sabios, en cambio, afirman que toda aquella (ceniza) que ha tocado el agua no
puede utilizarse para santificar otra agua con ella. Si ha derramado el agua y quedan en el fondo
cenizas, R. Meír y R. Simeón enseñan que se pueden secar y servirse de ellas para santificar otra
agua. Los sabios, en cambio, repiten que toda aquella (ceniza) que ha tocado el agua no puede
utilizarse para santificar otra agua con ella.
3. Si uno mezcla la ceniza con el agua dentro de un abrevadero y en el interior de éste hay un cubos (80)
a
pesar de que su boca sea estrecha, toda el agua que se encuentra en su interior (81)
queda santificada.
Si (en el abrevadero) hay una esponja, el agua que en ella se contiene es inválida. ¿Cómo se ha de
proceder? Se derrama (el agua del abrevadero) hasta que se alcanza la esponja. Si se toca la esponja,
el agua es inválida, a pesar de que ésta recubra todavía la esponja.
(80) Aguamanil, cf. Kel.3:2.
(81) Del cubo.
4. Si uno ha puesto de tal modo la mano o el pie u hojas de hortalizas que pase el agua al jarro, el agua no
es válida. Pero si ha puesto hojas de cañaveral o de nogal, es válida. Esta es la regla general: si es
algo susceptible de impureza, no es válida; pero si es algo no susceptible de impureza, es válida.
5. Si se ha conducido el agua de un manantial a un lagar o a una cisterna, esta agua no es válida para el
que padece de flujo (82)
, ni tampoco para el leproso (83)
, ni para mezclar en ella la ceniza, porque no ha
sido recogida en una vasija.
(82) Para realizar el baño de purificación.
(83) En la que se deja caer la sangre del pájaro sacrificado.
Capítulo VII
1. Si cinco personas llenan cinco jarros para mezclar en los cinco la ceniza con el agua y luego cambian
de idea y deciden santificarlos con una sola santificación o si, por el contrario, se habían propuesto
originariamente santificarlos con una sola santificación y luego cambian de idea y deciden santificarlos
usando para cada uno una santificación, en tal caso el agua es válida.. Si un individuo solo llena cinco
jarros de agua con el propósito de santificarla realizando cinco santificaciones y, cambiando de parecer,
decide santificarla realizando una sola santificación, sólo queda santificada el agua del último jarro (84)
.
En cambio, si había proyectado santificarlas con una sola santificación y luego, cambiando de parecer,
decide santificarlas con cinco santificaciones (85)
, sólo es válida el agua del jarro que santificó primero
(86)
. Si uno dice a otro: «Santifica para ti estos jarros», sólo el agua del primero es válida. Pero si le dice:
«santifica para mí estos jarros», en tal caso todos son válidos (87)
.
(84) Debido a que en los otros ha habido de por medio una acción extraña como tal al proceso de
santificación del agua.
(85) Mezclando la ceniza con el agua de cada jarro por separado.
(86) Ya que, por la santificación del primer jarro, se ha interrumpido el proceso en el segundo jarro y
en los siguientes.
(87) Ya que quien llenó los jarros no ha hecho ningún otro trabajo accesorio y el que mezcla la ceniza
no puede invalidar el agua, porque no es suya.
2. Si uno llena (el recipiente) con una mano y con la otra mano realiza un trabajo, o si llena (el recipiente)
para él y para otro, o si llena simultáneamente dos (recipientes), el agua de los dos no es válida, ya que
la realización de un trabajo accesorio en la operación de llenado hace al agua inservible, ya lo haga
para él o para otro.
3. Si uno mezcla la ceniza con el agua sirviéndose de una mano mientras que con la otra mano realiza
un trabajo, en caso de que mezcle la ceniza para él, el agua es inservible; pero si es para otra persona,
es válida. Si mezcla las cenizas con agua para él y para otra persona (por separado), la suya es
inservible; pero la del otro sí sirve. Si hace la mezcla para los dos simultáneamente, ambas son
inservibles.
4. (Si uno dice a otro): «mezcla las cenizas por mí, que yo las mezclaré luego por ti», la primera (88)
es
válida. (Si le dice): «lléname (el recipiente) que luego te lo llenaré yo a ti», la última es válida. Si le dice:
«mezcla por mí las cenizas, que yo luego llenaré por ti (el recipiente)», ambas son válidas. Si le dice:
«llena por mí (el recipiente), que yo luego mezclaré por ti las cenizas», ambas son inservibles.
(88) El agua que primeramente ha sido santificada.
5. Si uno saca agua para sus necesidades y para el agua de purificación, ha de sacar primero el agua para
sus necesidades y atar (el cubo o jarro) a la pértiga (89)
. Luego saca el agua que ha de utilizar para la
santificación. Si sacase primero el agua que ha de utilizar para la santificación y luego el agua que
necesita para él, aquélla es inservible. (El cubo o vasija) del agua para sus necesidades lo cuelga de la
parte de atrás (de la pértiga) y el del agua que va a emplear para la santificación lo cuelga por la parte
delantera. Si el del agua de santificación lo cuelga por detrás, el agua es inservible. Si el agua de ambos
(cubos) es para santificación, cuelga a uno delante y al otro detrás, ya que no hay otra posibilidad.
(89) O palo que usan los portadores de agua.
6. Si uno transporta la cuerda (90)
en su mano y le cae de camino (91)
, es válida (el agua); si no le cae de
camino, no es válida. Por un caso semejante se acercó uno en las tres fiestas (92)
a Yavne (93)
y en la
tercera fiesta la declararon válida como disposición transitoria.
(90) Prestada y que ha sido utilizada para sacar el agua.
(91) Si para devolvérsela al dueño no tiene que hacer ningún rodeo especial.
(92) En las llamadas fiestas de peregrinación.
(93) Para que los doctores resolvieran el problema.
7. Si uno va enroscando la cuerda (del cubo a medida que saca el agua), ésta es válida. Pero si se
enrosca al final (94)
, es inservible. R. Yosé afirma que al tal se la declararon válida como disposición
transitoria (95)
.
(94) Una vez ya sacado el cubo.
(95) Para aquella sola vez.
8. Si uno (después de llenar el jarro y verter el agua en el abrevadero) pone aparte el jarro para evitar que
se rompa o si lo vuelca sobre su boca a fin de que se seque, en caso de que lo haga para sacar agua,
(el agua) es válida; pero si lo hace para transportar luego en él el agua de la purificación, no es válida.
Si uno quita del abrevadero trozos de teja (96)
a fin de que contenga más agua, es válida. En cambio, si
lo hace con el fin de que no le causen tropiezo para el momento en que tenga que derramar el agua, no
es válida.
(96) O arcilla.
9. Si uno, mientras tiene el agua sobre sus hombros (97)
, da una instrucción, o enseña a otro el camino
(98)
, o mata una culebra, o un escorpión, o coge alimentos para guardarlos, (el agua) es inservible; pero
si coge alimentos para comerlos, es válida, Si la culebra o el escorpión le impiden el camino, es válida.
R. Yehudá enseña: ésta es la regla general: todo lo que tiene la categoría de trabajo, ya se realice
estando quieto o no, (hace al agua) inservible; en cambio, si no tiene la categoría de trabajo, en caso de
que se realice quieto, es inservible; si no se realiza quieto, es válida.
(97) A través de la pértiga, de cuyos extremos cuelgan los cubos.
(98) Aunque no interrumpa su propio camino.
10. Si uno entrega su agua a una persona impura (para su custodia), el agua es inservible, En cambio, si la
entrega a una persona pura, es válida. R. Eliezer (a)
afirma, sin embargo, que si la entrega a un impuro
también es válida con tal que el dueño no realice ningún trabajo accesorio.
VII .10a
Eliezer: Elazar
11. Si dos personas están sacando agua para mezclar en ella la ceniza y uno ayuda al otro a subir (el cubo)
o si el uno quita al otro un espino, en caso de que se trate de una sola santificación, el agua sirve; pero
si se trataba de hacer dos santificaciones, el agua es inservible. R. Yosé dice: incluso aunque se trate
de dos santificaciones es válida en caso de que ambos hayan pactado previamente (99)
.
(99) Como diciendo «SÍ tú me ayudas a mí a subir el cubo, yo te ayudo a ti».
12. (Si uno, mientras lleva el agua para la santificación), destroza algo con la intención de reconstruirlo, el
agua es válida. Pero si lo reconstruye, el agua es inservible. Si uno come (higos) con la intención de
poner (el resto) a secar, el agua es válida, Pero si los pone a secar (100)
, el agua es inservible. Si come
(higos) (101)
y, dejando algunos, arroja lo que le queda en la mano debajo de la higuera o entre los higos
que están secos a fin de que no se pierda, el agua es inservible.
(100) Antes de santificar el agua.
(101) Sin albergar en mente ningún proyecto de acción después de comer.
Capítulo VIII
1. Si dos personas hacen vigilancia sobre el abrevadero y una de ellas contrae impureza, el agua es
válida, ya que está bajo la protección de la otra persona. Si el primero vuelve de nuevo a la pureza y el
segundo se hace impuro, es válida, ya que está bajo la protección del primero. Pero si ambos se hacen
impuros simultáneamente, el agua es inservible. Si uno de ellos realiza un trabajo accesorio, el agua es
válida, ya que está bajo la protección del otro. Si el primero se pone en pie (dejando de trabajar) y el
segundo realiza un trabajo accesorio, el agua es válida, ya que está bajo la protección del primero.
Pero si ambos realizan al mismo tiempo un trabajo accesorio, el agua no es servible.
2. El que consagra el agua de purificación (102)
no ha de calzar sandalias, ya que, si cae algún líquido sobre
la sandalia, ésta se hace impura y le pasa la impureza a él. En tal caso, éste le podría decir: «lo que te
hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú si me comunicas tu impureza (103)
, Si le cae líquido en
su piel, permanece puro. En cambio, si cae sobre su vestido, éste contrae impureza y le comunica a él
la impureza. En tal caso, éste le podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero
tú sí me comunicas tu impureza».
(102) Mezclando las cenizas con el agua.
(103) Cf. Kel.8:4; Toh. 8:7.
3. El que quema la vaca roja y los toros (104)
, el que conduce al chivo emisarios (105)
contamina sus
vestidos. Pero la vaca misma, los toros mismos o el chivo emisario mismo no contaminan los vestidos.
Aquí podría el tal decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú si me comunicas a
mí tu impureza».
(104) Los toros que habían de ser quemados, de cuya carne sólo se llevaban las porciones sacrificiales
al altar, mientras que el resto era quemado fuera de Jerusalén. Cf. Zeb.4:4; 5:2; 12:5; Yom.6:7; 7:2.
(105) Levitico.16:26; Yom. 6:8; 10:8.
4. Si una persona come la carroña de un pájaro impuro y se encuentra ya en su faringe (106)
, contamina sus
ropas; sin embargo, la carroña en sí misma no contamina los vestidos. El tal podría decir: «lo que te
hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza».
(106) Toh. 1:1; 1:3; Zeb.7:3.
5. Ninguna impureza derivada hace impuros a los objetos, a excepción de los líquidos. Si el líquido contrae
impureza, comunica a los objetos su impureza. Aquí se podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me
hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza».
6. Ningún objeto de arcilla contamina a otro objeto, pero sí a un líquido. Sin embargo, si el líquido contrae
impureza, éste puede contaminar a aquél. Entonces se podría decir: «lo que te hace .impuro a ti no me
hace impuro a mí, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza».
7. Todo aquello que hace a la ofrenda inservible (107)
contamina a los líquidos (108)
con una impureza de
primer grado, que comunica la impureza a uno y hace inservible a otro (109)
, a excepción de la persona
que ha realizado el baño de inmersión en el mismo día (a causa de la impureza) (110)
. En este caso se
podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu
impureza».
(107) Son las impurezas de segundo grado, como las descritas en Zab.5:12. Esta impureza hace
inválida la ofrenda, pero no puede comunicar más la impureza.
(108) Cf. Toh.2:6.
(109) Si el líquido impuro toca la ofrenda, ésta contrae impureza de segundo grado, y si ésta viene en
contacto con otra ofrenda, la hace inservible.
(110) Esta hace inservible la ofrenda mientras todavía no se haya puesto el sol, pero no hace impuros a
los líquidos.
8. Cualquier mar sirve como piscina ritual de inmersión (111)
, ya que está escrito: a la congregación (112)
de
las aguas llamó mares (113)
, Esta es enseñanza de R. Meír. R. Yehudá dice: el gran mar (114)
es como
una piscina de inmersión y está escrito mares, porque en él hay muchas especies de mar. R. Yosé dice:
todos los mares sirven de purificación debido a que sus aguas son fluidas, pero no sirven para los que
padecen flujo, tampoco para los leprosos ni para santificar con su agua el agua de la purificación.
(111) Miqwé.
(112) En hebreo, también miqwé.
(113) Gén.1:10.
(114) El Mediterráneo.
9. Las aguas golpeadas son inservibles. ¿Qué se ha de entender por aguas golpeadas? Las saladas o
calientes (115)
. Las aguas engañosas son inservibles. ¿Qué se ha de entender por aguas engañosas?
Las que engañan (116)
una vez en un período de siete años. Sin embargo, si dejan de fluir a causa de
una Guerra (117)
o a causa de una sequía, sí sirven. R. Yehudá, en cambio, las declara inservibles.
(115) Que no son servibles para bebida.
(116) Dejan de fluir. Son intermitentes.
(117) Porque ha sido cegada la fuente.
10. Las aguas del Carmión (118)
y del Huga (119)
no sirven, porque, son aguas enfangadas. Las aguas del
Jordán y las aguas del Yarmuk no sirven, porque son aguas mezcladas. ¿Qué se ha de entender por
aguas mezcladas? Aquellas que son un cruce de aguas que sirven y de aguas que no sirven. Si unas y
otras sirven y se mezclan, entonces sirven. R. Yehudá declara también a estas últimas inservibles.
(118) Algunos lo identifican con el río Abana (2 Re.5:12).
(119) Según algunos, un afluente del Abana.
11. El pozo de Ajab (120)
y la gruta de Pamías (121)
son válidos. Si el agua se ha transformado (122)
y el cambio
ha tenido lugar desde ella misma, sirve. El canal de agua que viene de lejos sirve, con tal que se vigile
que ninguna persona interrumpa (el curso del agua) (123)
. R. Yehudá dice: existe la presunción de que
el agua está permitida (124)
. Si en un pozo ha caído arcilla o tierra, se ha de esperar hasta que se serene
(125)
. Esta es la .opinión de R. Ismael. R. Aquiba, en cambio, afirma que no es necesario esperar.
(120) No mencionado en ninguna otra parte.
(121) A los pies del Hermón, de donde fluye el Banias, afluente del Jordán.
(122) En su aspecto.
(123) Cf. 6:5.
(124) Incluso sin la vigilancia.
(125) Para que el agua sea pura.
Capítulo IX
1. Si en el interior de un frasco (que contiene agua de purificación) cae agua, en cualquier cantidad que
sea, R. Eliezer dice que se debe asperjar con ella dos veces (126)
. Los sabios, en cambio, declaran (el
agua del frasco) no válida. Si desciende en su interior rocío, R. Eliezer dice que se ha de dejar al sol y
de ese modo el rocío desaparece. Los sabios, en cambio, la declaran inválida. Si cae en su interior un
líquido (127)
o jugo de fruta, ha de ser vaciado y secado (128)
. Si cae tinta o goma, o vitriolo, o cualquier
otra cosa que deja vestigio, ha de ser vaciado, pero el frasco no necesita ser secado.
(126) A un impuro; con lo cual se asegura que se expande agua santificada.
(127) Aparte del agua y del rocío, vino, sangre, aceite, leche y miel.
(128) En caso de que se quiera verter de nuevo en él agua de purificación.
2. Si caen en su interior insectos o reptiles y revientan o si el agua cambia de aspecto, se hace inválida. El
escarabajo negro invalida en cualquiera de los casos al agua, ya que es como un tubo (129)
. R. Simeón y
R. Eliezer ben Jacob dicen que (si cae en el interior del frasco) un cuco o un gorgojo que anidan en el
trigo, el agua es válida, ya que aquéllos no tienen humedad.
(129) El agua que absorbe la expulsa por el ano.
3. Si ha bebido (del agua de purificación) un animal doméstico o selvático, el agua se hace inválida.
Cualquier ave la hace inválida, a excepción de la paloma, ya que ésta chupa. Ninguno de los reptiles la
hace inválida, a excepción de la comadreja, porque ésta lame. Rabán Gamaliel dice: también la culebra,
porque ésta escupe. R. Eliezer afirma: también el ratón.
4. Si uno hace la intención de beber el agua de purificación, según R. Eliezer la hace inválida. R. Josué,
en cambio, afirma (que la hace inválida) cuando inclina (el recipiente). R. Yosé dice: ¿cuándo tiene esto
aplicación? Cuando se trata de aguas que todavía no están santificadas; pero si se trata de aguas ya
santificadas, dice R. Eliezer (que se hacen inválidas) cuando inclina (el recipiente), mientras que, según
R. Josué, cuando bebe de ellas. Cuando se vierten en la garganta (130)
; son válidas.
(130) Sin tocar la boca.
5. Si el agua de purificación se hace inválida, no ha de amasarse barro con ella, a fin de no poner
obstáculo a los otros (131)
, R. Yehudá afirma que pierde su virtud (132).
Si una vaca bebe agua de
purificación, su carne es impura veinticuatro horas. R. Yehudá, en cambio, afirma que el agua ha
perdido su virtud en el interior de sus entrañas.
(131) Ya que, si tocasen el barro, contraerían impureza.
(132) Por tanto, no contamina más.
6. Al agua de purificación y a la ceniza de purificación no se las ha de llevar por un río en un barco ni se
las ha de dejar flotar en la superficie de las aguas (133)
, ni se pueden pasar estando uno en un lado del
río y arrojándolas al otro lado, pero sí se pueden pasar aunque el agua llegue hasta el cuello (134)
. El
que esté puro para el agua de purificación puede pasar (el río) llevando en su mano una vasija vacía
pura para el agua de purificación y con agua todavía no santificada.
(133) Con un frasco.
(134) Y los pies en tierra. También pueden ser pasadas atravesando un puente.
7. Si ceniza válida se mezcla con ceniza comün (135)
, respecto a la contaminación se regula uno por
aquella que constituye la mayor cantidad, pero no se puede santificar el agua con ella. R. Eliezer, en
cambio, afirma que se puede santificar el agua con su totalidad.
(135) De horno.
8. El agua de purificación que se ha hecho inválida contamina al que es puro para la ofrenda, tanto en sus
manos como en todo el cuerpo-". Pero no contamina al que es puro para el agua de purificación, ni en
las manos ni en el cuerpo. Si el agua se hace impura, contamina al puro respecto de la ofrenda, tanto
en las manos como en el cuerpo. Al que es puro para el agua de purificación lo contamina en las
manos, pero no en el cuerpo.
(136) Ya la toque con las manos o con el cuerpo.
9. Si ceniza válida es mezclada con agua que no es apta para ser santificada, contamina al puro para la
ofrenda en las manos y en el cuerpo, pero no contamina al puro para el agua de purificación ni en las
manos ni en el cuerpo.
Capítulo X
1. Todo aquello que es apto para la impureza de asiento (137)
comunica la impureza de «acercamiento»
(138)
respecto al agua de purificación (139)
, independientemente de que (la vasija o recipiente) esté en
estado de pureza o impureza. Lo mismo vale para el hombre (140)
. Todo aquello que es susceptible a la
impureza del cadáver (141)
no comunica, según R. Eliezer, la impureza de «acercamiento», ya esté (el
recipiente) puro o impuro. Según R. Josué, en cambio, sí comunica la impureza de acercamiento. Los
sabios enseñan: si es impuro, comunica la impureza de «acercamiento»; si es puro, no la comunica.
(137) Cf. Shab.6:8; Bes.2:10; Kel.18:5-7; 20:22; 24:1-16; Neg.11:11; Toh.5,7.
(138) Maddaf, una impureza menos grave que la de asiento. Cf. Zab.4.6.
(139) Si uno toca, transporta o mueve un objeto así, que no ha sido guardado puro para el agua de
purificación, se hace impuro para el agua de purificación, lo mismo que si tocara, transportara o moviera
un objeto impuro con la impureza de asiento, ya que está dentro de lo posible que tenga tal impureza.
(140) Ya que puede estar impuro por flujo sin que lo sepa.
(141) Aunque no a la de asiento.
2. Si una persona que está pura para el agua de purificación toca un objeto que es impuro con la impureza
de acercamiento, se hace impura. Si un frasco destinado para agua de purificación entra en contacto
con un objeto impuro con impureza de acercamiento, se hace impuro. Si una persona pura para el agua
de la purificación toca alimentos o bebidas (142)
con su mano, se hace impura; pero si los toca con el pie,
permanece pura. Si uno los agita con su mano, según R. Josué se hace impuro; en cambio, según los
sabios permanece puro.
(142) Independientemente de que estén en estado de pureza o no a no ser que hayan sido mantenidos
puros especialmente para el agua de purificación.
3. Si un jarro conteniendo la ceniza de la vaca roja viene en contacto con un reptil (muerto), permanece
puro. Si es puesto encima del reptil, según R. Eliezer permanece puro (143)
; en cambio, según los sabios
deviene impuro. Si viene en contacto con alimentos o con líquidos o con las Sagradas Escrituras (144)
,
permanece puro. Si es puesto encima de éstos, según R. Yosé permanece puro; en cambio, según los
sabios deviene impuro.
(143) Ya que la parte interior de un recipiente de arcilla no se contamina con su parte exterior.
(144) Que contaminan la ofrenda por tocamiento (cf. Zab.5:12).
4. Si uno que es puro para el agua de purificación toca un horno con la mano, se hace impuro; pero si lo
toca con el pie, permanece puro. Si uno está en pie encima del horno y extiende su mano por defuera
del horno con su frasco (145)
en la mano; del mismo modo, si una pértiga de los acarreadores de agua es
puesta encima del horno colgando dos cubos, uno por cada extremo; según R. Aquiba, son puros; en
cambio, según los sabios devienen impuros.
(145) Que contiene el agua que está prevista para mezclar con las cenizas.
5. Si uno está en pie fuera del horno y alarga su mano a la ventana y coge de allí el frasco y lo pasa
por encima del horno, según R. Aquiba deviene impuro; en cambio, según los sabios, permanece
puro. Sin embargo, uno que está puro para el agua de purificación puede estar en pie encima del horno
teniendo en su mano una vasija vacía que está pura para el agua de purificación o con agua que
todavía no ha sido mezclada con las cenizas.
6. Si un frasco conteniendo agua de purificación entra en contacto con un recipiente que contiene cosas
consagradas o de ofrenda, el frasco con el agua de la purificación se hace impuro, mientras que el
recipiente que contiene cosas consagradas o de ofrenda permanece puro. Pero si uno tiene a ambos,
cada uno en su mano, los dos devienen impuros. Sin embargo, si los dos están envueltos en un papel,
permanecen puros. Si el frasco conteniendo el agua de purificación está envuelto en un papel y al
recipiente con la ofrenda lo agarra con la mano (desnuda), ambos se hacen impuros. Si el recipiente
que contiene la ofrenda está envuelto con papel y el frasco del agua de purificación es cogido
directamente con la mano, ambos permanecen puros. R." Josué, en cambio, sostiene que el frasco del
agua de la purificación se hace impuro. Si están puestos en tierra y él los toca, el frasco del agua de
purificación deviene impuro, mientras que el recipiente que contiene las cosas consagradas o la ofrenda
permanece puro. Si los agita, según R. Josué se hacen impuros, mientras que según los sabios
permanecen puros.
Capítulo XI
1. Si uno dejó el frasco (146)
destapado y, al volver, lo encuentra tapado, el agua es inválida (147)
. Si lo dejó
tapado y, al volver, lo encontró destapado, en caso de que una comadreja haya podido beber de él o, de
acuerdo con Rabán Gamaliel, una culebra o que haya caído en él rocío, el agua es inválida. El agua de
purificación no está protegida (contra la impureza de la tienda donde yace un cadáver) con una
tapadera fija. Sin embargo, el agua todavía no santificada sí está protegida (contra la impureza) con una
tapadera fija.
(146) Con agua de purificación.
(147) Por sospecha de que lo haya tocado una persona que no estaba pura para el agua de
purificación.
2. En todo caso de duda en que se considera puro respecto a la ofrenda se considera también puro
respecto del agua de purificación (148)
, En los casos en que exista suspense (149)
respecto de la ofrenda,
ha de ser derramada el agua de purificación cuando concurren en ésta circunstancias similares. Si con
esta agua de purificación (150)
, (que debía ser derramada, es asperjado un hombre impuro que toca)
cosas puras, éstas quedan en suspense (151)
. Las celosías de madera son siempre puras (152)
tanto para
las cosas santas, como para la ofrenda, como para el agua de purificación. R. Eliezer enseña que, en
caso de que las celosías sean tan poco estables que cedan a la menor presión, son impuras para el
agua de purificación (153)
.
(148) Hay duda de si la ofrenda se ha hecho impura y se decide por su pureza. En caso similar,
aplicado al agua de purificación, se decide por su pureza.
(149) No se puede decidir el caso, porque, por una parte, la ofrenda no aparece pura y no puede ser
comida, y, por otra parte, no aparece realmente impura y no puede ser quemada.
(150) O, también, las cenizas de la vaca roja.
(151) No pueden ser comidas ni quemadas.
(152) Debido a que no son como tal recipiente y no pueden ser afectadas por la impureza de asiento.
(153) Porque pueden ser usadas para servir de asiento.
3. Si una torta de higos de ofrenda cae dentro del agua de purificación y uno la coge y la come, en caso
de que su cantidad fuera al menos la de un huevo e independientemente de que estuviere pura o
impura, el agua se hace impura y el que la come es culpable de muerte (154)
. Si la cantidad era menor
que la de un huevo, el agua permanece pura, pero quien come de ella es culpable de muerte. R. Yosé
dice: si la torta de higos era pura, el agua permanece pura. Si uno que está puro para el agua de
aspersión introduce la cabeza y la mayor parte de su cuerpo dentro del agua de purificación, se hace
impuro.
(154) Por comer la ofrenda en estado de impureza que le sobreviene por el agua de purificación.
4. Todo aquel que esté necesitado de realizar el baño de inmersión por precepto de la ley (155)
contamina
las cosas santas, la ofrenda, las cosas profanas y el diezmo. No le está permitido entrar en el Templo.
Después de la inmersión contamina las cosas santas y hace inválida la ofrenda (a)
. Esta es la opinión de
R. Meír. Los sabios afirman que hace inválidas las cosas santas y la ofrenda (b)
, pero le están permitidas
las cosas comunes y el diezmo. Si entra en el Templo, ya sea antes de la inmersión o después de ella,
es culpable.
(155) Que ha sido contaminado por una impureza «originante» o «padre de impureza». Cf.
Levitico.11:32.
XI.4a
la ofrenda + pero le están permitidas las cosas comunes y del diezmo (b) y la ofrenda]
5. Todo aquel que está necesitado del baño de inmersión por prescripción de los escribas (156)
contamina
las cosas santas y hace inválida la ofrenda, pero le están permitidas las cosas comunes y el diezmo.
Esta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, declaran que le está prohibido el (segundo)
diezmo. Después del baño de inmersión le está permitido todo (157)
. Si entra en el Templo, ya sea antes
del baño de inmersión o después de él, no es culpable.
(156) Como cuando uno come alimentos impuros o bebe bebidas impuras (cf Zab.5:12).
(157) Incluso antes de que se ponga el sol.
6. Todo aquel que está necesitado del baño de inmersión, ya sea por prescripción de la ley o ya sea por
precepto de los escribas, contamina el agua de la purificación, la ceniza de la purificación, y a aquel
que realiza la aspersión con el agua de purificación, tanto a través del contacto como de su transporte.
Contamina además al hisopo que ha sido hecho susceptible (para la impureza), al agua que todavía no
ha sido santificada y al recipiente vacío que es puro para el agua de purificación, ya por contacto, ya
con su transporte. Esta es la enseñanza de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman que (contamina)
por contacto, pero no con su transporte.
7. Cualquier hisopo que tenga un nombre complementario (158)
es inválido, pero el hisopo a secas es
válido. El hisopo griego, el hisopo azulado, el hisopo romano y el hisopo del desierto no son válidos. El
hisopo de ofrenda impura no es válido. Si es de ofrenda pura, no debe usarse para asperjar. Sin
embargo, si se asperja, es válido. No se puede asperjar ni con los ramos jóvenes ni con las bayas (del
hisopo). Pero si uno es asperjado con los ramos jóvenes, no se hace culpable al entrar en el Templo. R.
Eliezer afirma que tampoco (se hace culpable si fue asperjado) con las bayas. ¿Qué se entiende por
ramos jóvenes? (El hisopo) antes de que las yemas maduren.
(158) Cf. Neg.14:6.
8. El hisopo, que ha sido utilizado para asperjar, es adecuado para purificar con él al leproso (159)
. Si ha
sido recogido como leña y cae sobre él un líquido, ha de ser secado y es válido. En cambio, si fue
recogido para alimento y cae sobre él un líquido, no es válido, a pesar de que se seque. Si ha sido
recogido para ser utilizado con el agua de purificación, es como si hubiera sido recogido para alimento.
Esta es la enseñanza de R. Meír. R. Yehudá, R. Yosé y R. Simeón dicen: es como si hubiera sido
recogido para leña.
(159) Levitico.14:4.
9. El precepto respecto al hisopo es que sea de tres tallos con tres yemas. R. Yehudá dice: cada uno con
tres yemas. Si un hisopo tiene tres tallos, los separa y los une. Pero si los ha separado y no los ha
unido, o si los ha unido y no los ha separado, o si no los ha separado ni unido, es válido. R. Yosé afirma
que el precepto respecto al hisopo es que tenga tres tallos y en ellos (a)
tres yemas. (Continúa siendo
válido después de su uso) si le quedan al menos dos (tallos), cualquiera que sea el tamaño de los
trozos.
XI.9a
tres tallos y en ellos]
Capítulo XII
1. Si el hisopo es excesivamente corto, se le puede hacer suficientemente (largo) con un hilo y con un
huso, de modo que pueda ser sumergido y alzado. Luego coge el hisopo mismo y hace la aspersión. R.
Yehudá y R. Simeón dicen que del mismo modo que se asperja sólo con el hisopo, así ha de hacerse la
inmersión (sólo) con el hisopo.
2. Si se hizo la aspersión y existe la duda de si se hizo con el hilo, o con el huso, o con la yema del hisopo,
la aspersión es inválida. Si se hizo la aspersión sobre dos objetos, pero si existe la duda de si se
asperjó sobre los dos objetos o si existe la duda de si (el agua) escurrió del uno al otro, la aspersión es
inválida. Si había una aguja sobre un trozo de arcilla y se ha hecho sobre ella la aspersión, en caso
de que exista duda de si se ha asperjado la aguja o si (el agua) ha escurrido de la arcilla sobre ella, la
aspersión es inválida. Si el frasco tiene una boca estrecha, se puede sumergir (160)
y alzar en la manera
acostumbrada. R. Yehudá dice: (sólo) la primera aspersión. Si ha quedado muy poca agua de
purificación, puede sumergir aunque sólo sean las yemas del hisopo y hacer la aspersión, con tal que
no tenga que absorber (161)
. Si se propuso hacer la aspersión hacia adelante y la hace hacia atrás, o
hacia atrás y la hace hacia adelante, la aspersión es inválida. Si se propuso hacer la aspersión hacia
adelante, pero la hace hacia los lados de la parte delantera, la aspersión es inválida. Se puede asperjar
a un hombre tanto siendo consciente de ello como no siendo consciente de ello. Se puede asperjar a
personas y a objetos, incluso aunque sean cien.
(160) El hisopo.
(161) Es decir, que haya suficiente agua para mojar, no para absorber como si fuera una esponja.
3. Si tuvo la intención de asperjar sobre algo que es susceptible de impureza y asperja sobre algo que
no es susceptible de impureza, en caso de que haya agua suficiente en el hisopo no tiene que repetir
la inmersión. Pero si hizo la intención de asperjar algo no susceptible de impureza y asperja algo que
es susceptible de impureza, aun en el caso de que haya agua suficiente en el hisopo, ha de repetir la
inmersión. Si tuvo la intención de asperjar a un hombre y asperjó a una bestia, en caso de que haya
agua suficiente en el hisopo no tiene que repetir la inmersión. Pero si tuvo la intención de asperjar a una
bestia y asperjó a un hombre, aun en el caso de que haya agua suficiente en el hisopo ha de repetir la
inmersión. El agua que gotea (del hisopo) es válida, de ahí que contamine como agua de purificación.
4. Si uno hace la aspersión (sirviéndose) de un recipiente con agua de purificación que se encuentra) en
la ventana de un edificio público y la persona (impura asperjada) entra en el Templo, en caso de que
resulte que el agua no era válida, aquella persona no es culpable. Por el contrario, (si el recipiente se
encontraba) en una ventana de un edificio privado y la persona impura asperjada entra en el Templo, en
caso de que resulte que el agua no era válida, es culpable. Pero si es el Sumo Sacerdote, ya fuere
asperjado con agua de un recipiente que se encontrase en una ventana perteneciente a un edificio
privado o ya a un edificio público, no es culpable, ya que el Sumo Sacerdote nunca se hace culpable
con su entrada (a)
al Templo (b)
, Se solía resbalar fácilmente debajo de la ventana de un edificio público
(162)
. Pisaban (el terreno) sin detener (su paso al Templo), porque decían: «el agua de la purificación
que ha cumplido su objetivo ya no contamina».
XII.4a
con su entrada al: por la impureza del " Templo + y cosas santas
(162) Por la cantidad de agua derramada.
5. Si un hombre puro sujeta con el extremo de su vestido un hacha impura y la asperja, a pesar de que
haya allí tanta agua como para una aspersión, permanece puro. ¿Cuánta agua se requiere para una
aspersión? Tanta como para sumergir las puntas de las yemas del hisopo y poder asperjar. R. Yehudá
dice: se consideran como si estuvieran en un hisopo de cobre.
6. Si se hace la aspersión con un hisopo impuro y hay en él tanto como un huevo, el agua es inválida y la
aspersión es inválida. Si no hay en él ni como un huevo de sustancia, el agua es válida, pero la
aspersión es inválida. (El hisopo) (163)
contamina a su compañero (164)
y éste a otro, incluso aunque sean
cien.
(163) Que no estaba puro para el agua de purificación y que tiene al menos el volumen de un
huevo.
(164) A otro hisopo que haya tocado después de la aspersión.
7. Si las manos de uno que es puro para el agua de purificación contraen impureza, se contamina también
su cuerpo y contamina a su compañero y éste al suyo, y así incluso aunque fueran cien.
8. Si la parte externa de un frasco que contiene agua de purificación contrae impureza, contrae también
impureza la parte interna y contamina a su compañero, éste al suyo, y así incluso aunque fueran cien.
La campana y el badajo se consideran unidos (165)
. En el huso de juncos (166)
no se ha de asperjar ni el
huso ni el verticilo, pero si se asperja, la aspersión es válida. Sin embargo, en el huso para lino se
consideran como unidos. El jergón de cuero de una cuna que está sujetado con anillos se considera
unido. El armazón (sobre el que se coloca la cama) no se considera unido ni respecto a la impureza ni
respecto a la pureza. Todas las manecillas agujereadas de los utensilios se consideran como formando
una unidad con el utensilio. R. Yojanán ben Nurí dice: incluso cuando (los mangos) son puntiagudos
(167)
.
(165) Si una parte deviene impura, se considera la otra también impura. De igual modo, si una parte ha
sido asperjada, se considera a la otra también asperjada.
(166) Usado probablemente para tejidos toscos,
(167) Según algunos, mangos que se introducen dentro de una entalladura del utensilio.
9. Las bolsas (168)
de la alforja, el tablón del trillo, el cuerno del ataúd (169)
, los cuernos (para beber) de los
caminantes, la cadena de las llaves, las puntadas de los lavanderos (170)
y el vestido que está cosido con
hilos de diferentes semillas (171)
se consideran unidos respecto a la impureza, pero no en relación con la
aspersión.
(168) O cestos.
(169) Que tenía como misión mantener en la misma posición al cadáver.
(170) Los lavanderos solían unir las piezas pequeñas a las grandes mediante puntadas para evitar su
extravío.
(171) Cf. Kil.9:1ss.
10. Si la cubierta de un calentador está unida por una cadena, según la escuela de Samay, están unidos
respecto de la impureza, pero no en relación con la aspersión. La escuela de Hilel dice: si se asperja el
calentador, se considera asperjada la cubierta; pero si se asperja la cubierta, no se considera asperjado
el calentador. Todos son aptos para realizar la aspersión, a excepción de aquel de sexo dudoso, del
andrógino, de la mujer y del niño que no tiene todavía el uso de la razón. La mujer puede ayudar al
hombre que asperja, puede sujetarle (el recipiente) del agua cuando aquél sumerge (el hisopo) y
asperja. Pero si le sujeta la mano, incluso aunque sea en el momento de la aspersión, ésta se hace
inválida.
11. Si ha inmerso el hisopo durante el día y asperja en el mismo día, la aspersión es válida. Si ha inmerso el
hisopo durante el día y asperja en la noche o si lo ha inmerso en la noche y lo asperja al día (siguiente),
es inválido. Pero él mismo puede hacer el baño de inmersión en la noche y dejarse asperjar al día
siguiente, ya que no se hacen aspersiones hasta que no brilla el sol. En todo caso, si son realizadas
estas acciones (172)
después de despuntar la aurora, son válidas.
(172) La inmersión y la aspersión.

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  • 1. LA VACA ROJA (pará) Este tratado se denomina originariamente pará, es decir, vaca, ya que versa sobre la preparación del agua de purificación que se obtenía mezclando las cenizas de la vaca roja con agua, según las disposiciones de Números.19:1­22. Todo el que se había contaminado con la impureza de cadáver tenía que hacerse asperjar con el agua de purificación al tercer y séptimo día. De ese modo, con la adición del baño de inmersión, obtenía la pureza perdida. El tratado, que contiene doce capítulos, describe los por menores relacionados con la preparación del agua de purificación y con las aspersiones. Cap. I: Edad de la vaca. Cap. II: Condiciones o requisitos que se han de dar en la vaca roja. Cap. Ill: Preparación del sacerdote que debía quemar la vaca, modo de preparar el agua de purificación, quién hace la preparación. Cap. IV: Condiciones que ha de cumplir la inmolación, la cremación, causas invalidantes. Cap. V: Vasija, calabaza, caña para las cenizas y para el agua de purificación, quiénes pueden mezclar la ceniza con el agua, abrevaderos. Cap. VI: Santificación del agua, causas de invalidez. Cap. VII: Trabajos accesorios en el proceso de santificación del agua que la hacen invalidante. Cap. VIII: Invalidez del agua, contaminación de la persona. Cap. IX: Causas que pueden invalidar el agua. Cap. X: Cómo puede devenir impura el agua de purificación, los objetos que la contienen y las personas que tienen contacto con ella. Cap. XI: De nuevo causas invalidantes o contaminantes del agua de purificación, qué hisopo se ha de usar en la aspersión. Cap. XII: Cómo se ha de hacer la aspersión, sus efectos, consideración especial de objetos que están unidos respecto a la aspersión. Capítulo I 1. R. Eliezer afirma que la ternera (que ha de ser desnucada) (1) ha de ser de un año (2) y la vaca (3) de dos (4) . Los sabios, en cambio, enseñaban que la ternera debía de ser de dos años y la vaca de tres o de cuatro. R. Meír dice que incluso de cinco años es válida, únicamente que no se le ha de hacer esperar tanto, ya que su pelo podría hacerse negro y podría además hacerse inválida (por otros conceptos) (5) . R. Josué afirma que ha oído decir que (sólo es válida) la vaca de tres años (6) . Le dijeron: ¿por qué empleas la expresión «tercera» (para indicar que es de tres años)? Les replicó: lo he recibido así, sin ninguna explicación. Ben Azay intervino: quiero darle una explicación. Cuando dices «tercera» (7) te estás refiriendo a otras entidades, dentro de un número. En cambio, cuando dices «tercera» (8) significa que es de tres años. De un modo parecido se ha utilizado la expresión «viña cuarta». Le dijeron: ¿qué significa aquí la expresión «cuarta»? Les replicó: «lo he recibido así, sin ninguna explicación». Ben Azay intervino: quiero darle una explicación. Si tú dices «cuarto» (9) te estás refiriendo a otras cosas dentro de un número. En cambio, cuando dices «cuarto» (10) estás significando que es de cuatro años. De un modo semejante se ha dicho: si uno come en una casa afligida por la lepra media hogaza de pan, de las que se hacen tres de un kab (11) , Le dijeron: di más bien «de dieciocho de una seá» (12) . Les replicó: «lo he recibido así, sin explicación». Ben Azay dijo a esto: quiero darle una explicación. Si dices «tres de un kab», quiere decir que no hay ofrenda de masa (13) . Pero si dices «de dieciocho de una seá», se disminuye la hogaza por razón de la ofrenda de la masa (14) . (1) Según Deuteronomio.21:1-9, cuando aparecía un hombre asesinado en el campo y no era identificado el asesino, los habitantes de la ciudad más próxima tenían que desnucar una ternera. (2) Sin sobrepasarlo. (3) La vaca roja que era sacrificada para preparar con sus cenizas el agua de purificación, con la que el impuro con impureza de cadáver debía purificarse (Núrneros.19).
  • 2. (4) Pasado el año, el animal dejaba de ser ternera y se hacía vaca. Si sobrepasaba los dos años, continuaba siendo válido, aunque R. Eliezer opinaba que el animal de dos años tenía preferencia. (5) Corno por llevar yugo o por contracción de un defecto (Números.19:2). (6) En hebreo, vaca «tercera», es decir, de tres años. (7) Shelishit. (8) Sheloshit. (9) Rebi'i. (10) Reba'i. (11) De harina. Cf. Neg.13:9. (12) En la seá había seis kab. (13) Cf. Números.15:18ss. La ofrenda de la masa había que hacerla cuando en la masa había más de cinco cuartos de kab de harina. En cambio, los tres panes hechos de un kab de harina no contienen esa medida. (14) De la seá, de la que se hacen dieciocho panes, hay que quitar la ofrenda de la masa, lo que significa que cada pan contiene algo menos del 1/18 de la seá. ó 1/3 del kab. 2. R. Yosé el galileo dice que los toros han de ser de dos años, porque está escrito: tomarás para sacrificio de expiación un toro segundo de entre la vacada (15) . Los sabios, en cambio, dicen que también pueden ser de tres años. R. Meír sostiene que también son válidos de cuatro o cinco años, aunque no se. ofrecen viejos por decoro (del santuario). (15) Números.8:8. 3. Los corderos han de ser de un año y los carneros de dos. (Los años) se computan siempre de día a día. Si tiene trece meses, no es válido ni para el carnero ni para el cordero. R. Tarfón llama a tal animal «adolescente» (16) . Ben Azay lo llama «inmaduro» (17) . R. Ismael lo llama «desplazado» (18) . Si es ofrecido, han de ofrecerse juntamente las libaciones correspondientes a los carneros, pero no le es computado como su sacrificio (19) . Si tiene trece meses y un día, es ya un carnero. (16) Plages, que ha salido de la niñez y no ha llegado todavía a la juventud. (17) Noqed. (18) El término parkarigma se aplica a un rey que ha sido destronado, desplazado, por otro. (19) No cumple con su obligación. 4. Los animales para los sacrificios expiatorios de la comunidad (20) y para sus holocaustos (21) , el sacrificio expiatorio del individuo (22) , el sacrificio por la culpa del nazir (23) , el sacrificio por la culpa del leproso (24) son válidos a partir de los treinta días de edad en adelante, incluso en el día trigésimo. Si son ofrecidos en el octavo día (del nacimiento), son válidos. (Los animales) de voto y sacrificios voluntarios, primogénitos (25) , diezmo (del ganado) (26) y sacrificio pascual son válidos a partir del octavo día del nacimiento en adelante, incluso en el mismo día octavo, (20) Levitico. 4:14. (21) Ya sean corderos o carneros. (22) Para el que estaba prescrito una oveja o una cabra. (23) Números. 6:14. (24) Levitico.14:12. (25) Exodo.22:30. (26) Levitico.17:32. Capítulo II 1. R. Eliezer enseña que, si la vaca del sacrificio expiatorio está preñada, es válida, Los sabios, en cambio, la consideran inválida. R. Eliezer afirma que no puede ser comprada a los gentiles. Los sabios, en cambio, lo declaran permitido. Pero no sólo ella, sino todos los animales que se destinen para los sacrificios de la comunidad o del individuo pueden ser traídos de dentro de Israel o de fuera de Israel, de producto nuevo o viejo, a excepción del ómer (27) y de los dos panes (28) , que han de ser ofrecidos del nuevo producto y de dentro de la tierra de Israel. (27) Levitico. 23:10; en la Pascua. (28) De Pentecostés (Levitico.23:17). 2. Si los cuernos de la vaca o sus pezuñas son negros, han de ser cortados. La pupila del ojo, los dientes y la lengua no hacen inválida la vaca. Si es enana, es válida. Si tenía una verruga y es sajada, según
  • 3. R. Yehudá, es inválida. R. Simeón enseña que, si en el lugar donde ha sido sajada no crece pelo rojo, es inválida. 3. Si ha nacido de lado (29) o si ha sido salario de prostituta o precio de prostituto, no es válida. R. Eliezer, en cambio, la declara válida, puesto que está escrito: no traerás a la casa del Señor, tu Dios, el salario de la prostituta ni el precio del prostituto (30) , mientras que la vaca roja no se trae al Templo. Cualquier defecto que invalida al animal para el sacrificio, invalida la vaca (31) , Si uno ha montado sobre ella, o si se ha apoyado sobre ella, o si se ha colgado de su rabo y pasado con ella el río, o si plegó sobre ella el cabestro, o si puso su manto sobre ella, no es válida (32) . Pero si es atada con el cabestro, o si se le hace una calza para que no resbale, o si se le ha puesto encima un manto para protegerla de las moscas, es válida. Esta es la norma general: por todo aquello hecho para su interés permanece válida, mientras que por todo aquello en interés ajeno se hace inválida. (29) A través de una operación. (30) Deuteronomio.23:18. (31) Cf. Números.19:2. (32) Ya que, según Numeros.19:2, no debe jamás ser puesto «yugo» alguno sobre ella. 4. Si un pájaro se ha posado encima de ella, es válida. En cambio, si ha montado sobre ella el macho, es inválida. R. Yehudá enseña que, si fue obligado a montar, es inválida; pero si lo hizo por propia iniciativa, es válida. 5. Si tiene dos pelos negros o blancos en un mismo poro, es inválida. R. Yehudá dice: incluso en un mismo hueco (33) . Si están en dos huecos, cercanos (34) el uno al otro, no es válida. R. Aquiba dice que incluso aunque sean cuatro (pelos) o aunque sean cinco y estén dispersos, pueden ser arrancados. R. Eliezer dice: aunque sean cincuenta. R. Josué ben Betera afirma: es inválida incluso aun cuando tuviera uno en el testud y otro en el rabo. Si tiene dos pelos, negros en la raíz y rojos en el extremo o rojos en la raíz y negros en la punta, todo se regula por lo que es más aparente. Esta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, enseñan que se ha de regular por la raíz. (33) La expresión que usa el texto es: «en un mismo vaso» (kos). Según algunos, se trata de hondonadas circulares en la piel del animal, en las que crecen varios pelos. (34) O, quizás, enfrente el uno del otro. Capítulo III 1. Siete días antes de la cremación de la vaca, el sacerdote que había de quemarla era apartado de su casa (35) (y llevado) a la estancia que estaba frente al Templo (36) , en el lado nordoriental. Era llamada «la casa de piedra». Durante los siete días era asperjado (con el agua) que había sido preparada (con las cenizas) de todas las vacas de expiación que había allí (37) . R. Yosé afirma que sólo era asperjado el día tercero y el séptimo. R. Jananías, prefecto de los sacerdotes, enseña que al sacerdote que debía quemar la vaca se le asperjaba durante los siete días, mientras que al sacerdote del día de la expiación se le asperjaba sólo el día tercero y el día séptimo. (35) Cf. Yom.1:1. (36) Para algunos, birá es el Templo (cf. 1Crón.19:1). Para otros, era una torre. (37) De cada vaca de expiación que había sido quemada desde los más remotos tiempos se conservaba parte de la ceniza en el Templo. 2. Había en Jerusalén patios construidos sobre la roca y tenían bajo ellos un hueco por la eventualidad de una tumba en la profundidad (38) . Llevaban allí mujeres embarazadas que daban allí a luz y amamantaban allí a sus hijos. Se traían bueyes con puertas sobre los lomos (39) , se colocaban a niños sentados sobre ellos que llevaban vasos de piedra (40) en sus manos. Una vez llegadosa Siloé, descendían y llenaban sus vasos, luego subían y se sentaban otra vez sobre los lomos de los bueyes. R. Yosé dice: desde el lugar (en el que se encontraba el niño) bajaba (el vaso) y lo llenaba. (38) Siempre cabe la posibilidad de que en la profundidad esté enterrado un cadáver, y si no hubiere sobre el cadáver un espacio libre de un palmo que haga de tienda, la impureza podía salir al patio. (39) Que hacían de tienda, de modo que protegían contra la impureza. (40) Que no son susceptibles de impureza. 3. Cuando llegaban al monte del Templo, descendían. El monte del Templo y los atrios tenían bajo ellos un espacio hueco por la eventualidad de una tumba de la profundidad. A la entrada del atrio estaba
  • 4. dispuesto un cántaro con la ceniza de la aspersión. Traían un carnero, le ataban una cuerda entre los cuernos, se sujetaba y enlazaba con el extremo de la cuerda un bastón y se arrojaba al interior del cántaro. El carnero era golpeado y retrocedía espantado hacia atrás (41) (derramando parte de la ceniza). (El niño) cogía entonces (la ceniza) y la mezclaba con el agua hasta que se hacía perceptible en la superficie del agua. R. Yosé dice: no déis a los saduceos (a) la ocasión de ponerse sobre nosotros (42) , antes bien que (el niño) coja (directamente la ceniza del jarro) y la mezcle con el agua. (41) Este era el modo original de sacar la ceniza del cántaro. Si uno cogiera directamente la ceniza del cántaro, en caso de estar impuro, contaminaría la ceniza. Si uno cogiera directamente la ceniza con el bastón, en caso de que padeciera de flujo, con el movimiento contaminaría la ceniza. Con los niños no había tal peligro. Sin embargo, se tomaban las máximas precauciones. III.3a saduceos: herejes (42) A causa de este procedimiento ingenuo. 4. No se podía usar como vaca de purificación sirviéndose de la purificación realizada en otra vaca de purificación (43) . o un niño sirviéndose de la purificación de otro niño. Los mismos niños tenían que ser asperjados (44) . Esta es la enseñanza de R. Yosé el galileo. R. Aquiba, en cambio, afirma que los niños no tenían que ser asperjados. (43) Si la primera vaca se hacía inválida, todas las formalidades que en ella se habían cumplido había que realizarlas de nuevo desde el principio con la vaca sustituta. (44) Por la posibilidad de que pudieran haber contraído impureza. 5. Si no había ceniza de siete vacas, se preparaba con la ceniza de seis, o de cinco, o de cuatro, o de tres, o de dos, o de una. ¿Quién las preparó? Moisés preparó la primera. Esdras preparó la segunda y cinco fueron preparadas después de Esdras. Esta es enseñanza de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman que siete fueron preparadas después de Esdras. ¿Quiénes las prepararon? Simeón el justo y Yojanán el Sumo Sacerdote prepararon dos cada uno; Elihoenay ben Haqof, Janamel el egipcio e Ismael ben Piavi prepararon una cada uno. 6. Se hacía una rampa desde el monte del Templo al monte de los olivos, formada de arcos sobre arcos y un arco sobre cada pilar, por la eventualidad de una tumba en las profundidades (45) . Por ella salían al monte de los olivos el sacerdote que había de quemar la vaca, la vaca y todos sus ayudantes. (45) Los arcos hacían de tienda e impedían la penetración de la impureza. 7. Si la vaca no quería andar, no se hacía ir con ella otra vaca negra, a fin de que no se dijera: «han inmolado a una vaca negra»; tampoco se hacía ir con ella a otra vaca roja, a fin de que no se dijera: «han inmolado a dos». R. Yosé (a) dice que no es por esta razón, sino debido a que está escrito: la hará salir (46) ; es decir, sola. Los ancianos de Israel acostumbraban a ir delante, a pie, al monte de los olivos. Allí había un baño para la inmersión. Se contaminaba, en efecto, al sacerdote que tenía que quemar la vaca a causa de los saduceos para que no pudieran decir: ha sido preparada por quien ha esperado la puesta del sol (para su purificación) (47) . III.7a R. Yosé: Rabbí (46) Números.19:3. (47) La preparación podía ser realizada por uno que todavía no estaba totalmente puro, como por el que había hecho baño de inmersión, y sin que hubiera todavía oscurecido sobre él. Los saduceos, en cambio, decían que tenía que ser totalmente puro. Los fariseos les contradecían y contaminaban incluso a propósito al sacerdote para oponerse a su doctrina. 8. Imponían sus manos sobre él y le decían: «mi señor, Sumo Sacerdote, sumérgete una vez». Aquel entonces descendía y se sumergía, subía y se secaba. Allí había leña ordenada: leña de cedro, de pino, de ciprés y piezas de higuera lisa. Se hacía con ella como una especie de torre, en la que se dejaban vanos, con su parte delantera hacia el occidente (48) . (48) Cf. Tam 2:4. 9. Se ataba (la vaca) con una liana de juncos (49) y se colocaba sobre la pila (de leña), teniendo su testud dirigida hacia el sur y su morro hacia el oeste. El sacerdote estaba en pie en la parte oriental con el rostro vuelto al oeste. Inmolaba con la derecha y recibía la sangre con la izquierda. R. Yehudá dice que acostumbraba a recibir la sangre con la mano derecha, la ponía luego en la izquierda y asperjaba con la
  • 5. derecha. Sumergía la mano y asperjaba siete veces en dirección del Santo de los Santos, sumergiendo la mano en cada aspersión. Una vez terminada la aspersión, secaba su mano en el cuerpo de la vaca (50) ; luego descendía y encendía el fuego con astillas. R. Aquiba dice: con ramas secas de palmera. (49) Que no eran susceptibles de impureza. (50) Para que cualquier resto de sangre que le quedara en los dedos fuese quemado. 10. Una vez que (la vaca) había reventado, se ponía de pie fuera de la hondonada, cogía la madera de cedro, el hisopo y la lana carmesí de púrpura y les decía: ¿es esto madera de cedro? ¿es esto madera de cedro? ¿es esto hisopo? ¿es esto hisopo? ¿es esto lana carmesí de púrpura? ¿es esto lana carmesí de púrpura? Tres veces (preguntaba) por cada una de las cosas y aquéllos le respondían: sí, sí (a) , tres veces por cada cosa (b) . III.10a sí+ sí (b) Tres veces por cada cosa] 11. Lo ligaba con el resto de la cinta y lo arrojaba en medio del fuego (donde ardía la vaca). Una vez que estaba quemada, se golpeaba con bastones y era cribada con cribas. R. Ismael dice que se usaban para ello martillos de piedra y cribas de piedra (a) . El trozo negro carbonizado que tenía ceniza era descuartizado; si no tenía ceniza, se le dejaba. Los huesos, en cualquiera de los casos, eran descuartizados. Después se dividía (la ceniza) en tres partes: una parte era depositada en el terraplén (51) , otra en el monte de los Olivos y otra era dividida entre las guardias sacerdotales (52) . III.11a y cribas de piedra] (51) Cf. Mid. 2:3; Pes. 5:10; Sheq.8:4. (52) Cf. Suk. 5:7. Capítulo IV 1. Si la vaca de expiación fue inmolada bajo otro título (53) , o si ha sido recibida o asperjada su sangre bajo otro título, o a título propio y a título ajeno, o a título ajeno y a título propio, es inválida. R. Eliezer (a) , en cambio, la declara válida. (Si el sacerdote que quemaba la vaca) no había lavado manos y pies, era inválida. R. Eliezer, en cambio, la declara válida. Si no era inmolada por el Sumo Sacerdote, era inválida. R. Yehudá, en cambio, la declara válida. (Si el sacerdote la inmolaba) sin llevar puestas todas las vestiduras prescritas, no era válida. Se usaban para ello vestidos blancos. (53) Cf. Zeb.1:1. IV.1a R. Eliezer: R. Elazar 2. Si era quemada fuera de la hoya o en dos hoyas o si eran quemadas dos en una hoya, era inválida. Si (la sangre) no era asperjada en la dirección de la entrada (del Santo de los Santos), no era válida. Si se hubiera asperjado como si fuera la séptima vez cuando era la sexta y luego se repite la séptima, (la vaca) es inválida; pero si se hubiera asperjado como si fuera la octava vez cuando era la séptima y luego se repite la séptima, es válida. 3. Si fue quemada sin servirse de leña o con cualquier clase de leña, incluso con paja o (a) rastrojo, es válida. Si fue despellejada y partida en trozos, es válida. Si fue inmolada con la intención de comer de su carne o de beber de su sangre, es válida. R. Eliezer enseña que ninguna intención, (aunque sea errada), puede hacer inválida a la vaca roja. IV.3a con paja o] 4. Todos aquellos que se ocupaban de la vaca desde el principio hasta el fin contaminaban sus vestidos y la hacían inválida con cualquier otro trabajo (54) . Si durante la inmolación ocurría algo que la invalidase, no contaminaba los vestidos. Si durante la aspersión ocurría algo que la invalidase, todo aquel que se ocupaba de ella antes de devenir inválida contaminaba los vestidos; después de devenir inválida, no contaminaba sus vestidos. Resulta, pues, que con la severidad (55) va también la indulgencia (56) . Durante todo el tiempo está sujeta a la ley del sacrilegio (57) . Está permitido echar más leña (al fuego). Todas las operaciones han de hacerse durante el día y por un sacerdote. Otro trabajo diferente la hace inválida en tanto no se haya convertido en ceniza. Del mismo modo, cualquier otro trabajo diferente hace al agua inválida en tanto no sea puesta la ceniza en ella (58) . (54) Si se ocupaban en otra cosa durante la preparación de la vaca, la hacían inválida. (55) Que cualquier otra ocupación distinta hace inválida la vaca.
  • 6. (56) Después de hacerse inválida, el trato con ella ya no contamina. (57) Levitico.5:15s. (58) Durante todo el proceso de santificación del agua no se puede realizar ningún otro trabajo. Capítulo V 1. El que quiera llevar un cuenco de arcilla para (el agua) de la purificación ha de realizar el baño de la inmersión y pasar la noche junto al horno (59) . R. Yehudá enseña que también puede traerlo de casa y es válido, ya que todos son dignos de crédito en relación con el agua de la purificación. Si se trata de la ofrenda, puede abrir el horno y coger (inmediatamente cualquier cuenco o jarro). R. Simeón dice: de la segunda fila (60) . R. Yosé afirma: sólo de la tercera fila. (59) Para asegurar que nadie por tocamiento ha hecho impuro su cuenco. (60) Porque es de temer que los de la primera hayan sido tocados. 2. Si el cuenco para el agua de purificación es sumergido en agua que no es apta para la mezcla con la ceniza, ha de ser secado; pero si es sumergido en agua que es apta para ser mezclada con la ceniza, no necesita ser secado. Sin embargo, (si es sumergido) para henchido más con agua de purificación, hay que secarlo (a) en cualquiera de los casos. V.2a hay que secarlo: no hay que secarlo 3. Si una calabaza (61) ha sido sumergida en agua que no es apta para ser mezclada con la ceniza, se puede utilizar para mezclar en ella la ceniza con el agua en tanto no contraiga impureza. Pero si contrae impureza, no se puede utilizar para mezclar en ella la ceniza con el agua. R. Josué enseña que, si se puede mezclar en ella la ceniza con el agua al principio, se puede hacer también al final; pero si no se puede mezclar en ella la ceniza con el agua al final, tampoco se puede hacer al principio. Sin embargo, en ninguno de los casos puede recoger con ella agua que ya ha sido mezclada con la ceniza. (61) Seca y hueca. 4. Si una caña (62) ha sido cortada (para servir de receptáculo al agua o ceniza) de la purificación, dice R. Eliezer que ha de ser sumergida inmediatamente. R. Josué afirma que ha de ser contaminada y luego sumergida (63) . Todos son aptos para mezclar la ceniza con el agua, a excepción del sordomudo, del idiota y del menor de edad. R. Yehudá, en cambio, declara válido al menor de edad, aunque declara no apta a la mujer y a la persona de doble sexo. (62) Cf. Kel.17:17. (63) Para contradecir la opinión de los saduceos. cf. 3:7. 5. Se puede hacer la mezcla de la ceniza con el agua en cualquier vasija, incluso en vasijas hechas de estiércol, de piedra o de barro. También dentro de un barco (64) . Pero no se puede hacer la mezcla de la ceniza con el agua en el costado de una vasija (rota), ni tampoco en el fondo de un cubo, ni en el tapón (de arcilla) de un jarro, ni en el cuenco de la mano, ya que sólo se puede recoger el agua, mezclar la ceniza y asperjar el agua de la purificación con una vasija. Sólo las vasijas provistas de tapadera fija (65) pueden proteger (contra la impureza de la tienda donde yace un cadáver) y sólo vasijas ofrecen protección contra (la impureza que está presente) en una vasija de arcilla (66) . (64) Cf. Shab. 9:2; Kel. 2:3. (65) Cf. Kel 10:1. (66) Kel.8:3; Yad.1:2. 6. El «huevo» (67) del alfarero es válido. R. Yosé, en cambio, lo declara inválido. El huevo (68) de gallina lo declaran R. Meír y R. Yehudá válido, mientras que los sabios lo declaran inválido. (67) La masa original, ovalada, con un hueco en el interior, de la que el alfarero de desarrolla la vasija. (68) La cáscara vacía del huevo. 7. En un abrevadero construido en la piedra no se puede recoger el agua, hacer la mezcla de la ceniza con el agua y asperjar desde él (el agua de purificación). No necesita una tapadera fija (69) ni hace inválido el baño ritual (70) , Pero si se trata de una vasija que ha sido sujetada (al suelo) con cal, en tal caso se puede recoger en ella el agua, mezclar en ella la ceniza con el agua y asperjar desde ella (el agua de la purificación). Necesita en este caso tapadera fija y hace inválido el baño ritual. Si se produce
  • 7. un orificio en el fondo y es obturado con un trapo, el agua que se contiene en su interior es inválida (para mezclar en ella la ceniza), porque no está contenida en toda la redondez por la vasija. Si el orificio se produce en uno de los costados y es taponado con un trapo, el agua que se contiene en su interior es válida, ya que es contenida en toda la redondez por la vasija. Si se le ha construido una especie de corona de arcilla y el agua llega hasta ella, ésta (71) no es válida. Sin embargo, si (la corona) es tan sólida que pueda ser transportada con él, es válida. (69) Una tapadera simple protege su interior de la impureza de la tienda donde yace un muerto (Ohal.5:6). (70) Si el agua de manantial o de lluvia de abrevadero se vierte en una piscina «ritual», aunque ésta no tenga la medida de agua prescrita, no se considera aquélla como agua «extraída» que hace a la piscina inválida para el baño ritual. (71) El agua que se contiene en la corona. 8. Si hay dos abrevaderos en una misma piedra y se ha santificado uno (72) , el agua del otro no queda santificada. Si hay orificios de la dimensión de una caña de un odre que comunican entre uno y otro o si el agua rebasa del uno al otro, aunque sólo sea como la capa fina de un ajo, en caso de que se haya santificado el agua de uno de ellos, el agua del otro también queda santificada. (72) Es decir, se ha mezclado en él la ceniza con el agua. 9. Si dos piedras han sido arrimadas una a otra para hacer un abrevadero, lo mismo dos artesas; igualmente si un abrevadero ha sido dividido en dos, el agua que está entre los dos (receptáculos) no es agua santificada. Pero si han sido unidos con cal o yeso, tal modo que pueden ser transportados como si fuera un solo objeto, el agua que se contiene entre los dos (receptáculos) queda santificada (73) . (73) En el supuesto de que se santifique el agua de uno de los receptáculos. Capítulo VI 1. Si uno hace la mezcla de la ceniza con el agua y aquélla cae sobre la mano (del que hace la santificación) o sobre el costado (74) y luego cae en el abrevadero, no es válida (75) . Si cae de la caña (76) al abrevadero, no es válida. Si toma (la ceniza) de la caña y luego la cubre o cierra la puerta (77) , las cenizas permanecen válidas, pero el agua no es válida. Si pone en pie en el suelo (la caña) (78) , no es válida; si la deja en el interior de su mano, es válida, porque (no) es posible de otra manera (79) . (74) De la vasija, en la que se hace la mezcla. (75) No se puede utilizar como agua de purificación. (76) Donde se contiene la ceniza. (77) Realizando operaciones ajenas a la santificación del agua. (78) Para evitar que se derrame la ceniza. (79) Y no se puede considerar como una ocupación accesoria. 2. Si la ceniza flota sobre la superficie del agua, R. Meír y R. Simeón dicen que se puede coger y santificar con ella (otra agua). Los sabios, en cambio, afirman que toda aquella (ceniza) que ha tocado el agua no puede utilizarse para santificar otra agua con ella. Si ha derramado el agua y quedan en el fondo cenizas, R. Meír y R. Simeón enseñan que se pueden secar y servirse de ellas para santificar otra agua. Los sabios, en cambio, repiten que toda aquella (ceniza) que ha tocado el agua no puede utilizarse para santificar otra agua con ella. 3. Si uno mezcla la ceniza con el agua dentro de un abrevadero y en el interior de éste hay un cubos (80) a pesar de que su boca sea estrecha, toda el agua que se encuentra en su interior (81) queda santificada. Si (en el abrevadero) hay una esponja, el agua que en ella se contiene es inválida. ¿Cómo se ha de proceder? Se derrama (el agua del abrevadero) hasta que se alcanza la esponja. Si se toca la esponja, el agua es inválida, a pesar de que ésta recubra todavía la esponja. (80) Aguamanil, cf. Kel.3:2. (81) Del cubo. 4. Si uno ha puesto de tal modo la mano o el pie u hojas de hortalizas que pase el agua al jarro, el agua no es válida. Pero si ha puesto hojas de cañaveral o de nogal, es válida. Esta es la regla general: si es algo susceptible de impureza, no es válida; pero si es algo no susceptible de impureza, es válida.
  • 8. 5. Si se ha conducido el agua de un manantial a un lagar o a una cisterna, esta agua no es válida para el que padece de flujo (82) , ni tampoco para el leproso (83) , ni para mezclar en ella la ceniza, porque no ha sido recogida en una vasija. (82) Para realizar el baño de purificación. (83) En la que se deja caer la sangre del pájaro sacrificado. Capítulo VII 1. Si cinco personas llenan cinco jarros para mezclar en los cinco la ceniza con el agua y luego cambian de idea y deciden santificarlos con una sola santificación o si, por el contrario, se habían propuesto originariamente santificarlos con una sola santificación y luego cambian de idea y deciden santificarlos usando para cada uno una santificación, en tal caso el agua es válida.. Si un individuo solo llena cinco jarros de agua con el propósito de santificarla realizando cinco santificaciones y, cambiando de parecer, decide santificarla realizando una sola santificación, sólo queda santificada el agua del último jarro (84) . En cambio, si había proyectado santificarlas con una sola santificación y luego, cambiando de parecer, decide santificarlas con cinco santificaciones (85) , sólo es válida el agua del jarro que santificó primero (86) . Si uno dice a otro: «Santifica para ti estos jarros», sólo el agua del primero es válida. Pero si le dice: «santifica para mí estos jarros», en tal caso todos son válidos (87) . (84) Debido a que en los otros ha habido de por medio una acción extraña como tal al proceso de santificación del agua. (85) Mezclando la ceniza con el agua de cada jarro por separado. (86) Ya que, por la santificación del primer jarro, se ha interrumpido el proceso en el segundo jarro y en los siguientes. (87) Ya que quien llenó los jarros no ha hecho ningún otro trabajo accesorio y el que mezcla la ceniza no puede invalidar el agua, porque no es suya. 2. Si uno llena (el recipiente) con una mano y con la otra mano realiza un trabajo, o si llena (el recipiente) para él y para otro, o si llena simultáneamente dos (recipientes), el agua de los dos no es válida, ya que la realización de un trabajo accesorio en la operación de llenado hace al agua inservible, ya lo haga para él o para otro. 3. Si uno mezcla la ceniza con el agua sirviéndose de una mano mientras que con la otra mano realiza un trabajo, en caso de que mezcle la ceniza para él, el agua es inservible; pero si es para otra persona, es válida. Si mezcla las cenizas con agua para él y para otra persona (por separado), la suya es inservible; pero la del otro sí sirve. Si hace la mezcla para los dos simultáneamente, ambas son inservibles. 4. (Si uno dice a otro): «mezcla las cenizas por mí, que yo las mezclaré luego por ti», la primera (88) es válida. (Si le dice): «lléname (el recipiente) que luego te lo llenaré yo a ti», la última es válida. Si le dice: «mezcla por mí las cenizas, que yo luego llenaré por ti (el recipiente)», ambas son válidas. Si le dice: «llena por mí (el recipiente), que yo luego mezclaré por ti las cenizas», ambas son inservibles. (88) El agua que primeramente ha sido santificada. 5. Si uno saca agua para sus necesidades y para el agua de purificación, ha de sacar primero el agua para sus necesidades y atar (el cubo o jarro) a la pértiga (89) . Luego saca el agua que ha de utilizar para la santificación. Si sacase primero el agua que ha de utilizar para la santificación y luego el agua que necesita para él, aquélla es inservible. (El cubo o vasija) del agua para sus necesidades lo cuelga de la parte de atrás (de la pértiga) y el del agua que va a emplear para la santificación lo cuelga por la parte delantera. Si el del agua de santificación lo cuelga por detrás, el agua es inservible. Si el agua de ambos (cubos) es para santificación, cuelga a uno delante y al otro detrás, ya que no hay otra posibilidad. (89) O palo que usan los portadores de agua. 6. Si uno transporta la cuerda (90) en su mano y le cae de camino (91) , es válida (el agua); si no le cae de camino, no es válida. Por un caso semejante se acercó uno en las tres fiestas (92) a Yavne (93) y en la tercera fiesta la declararon válida como disposición transitoria. (90) Prestada y que ha sido utilizada para sacar el agua. (91) Si para devolvérsela al dueño no tiene que hacer ningún rodeo especial. (92) En las llamadas fiestas de peregrinación.
  • 9. (93) Para que los doctores resolvieran el problema. 7. Si uno va enroscando la cuerda (del cubo a medida que saca el agua), ésta es válida. Pero si se enrosca al final (94) , es inservible. R. Yosé afirma que al tal se la declararon válida como disposición transitoria (95) . (94) Una vez ya sacado el cubo. (95) Para aquella sola vez. 8. Si uno (después de llenar el jarro y verter el agua en el abrevadero) pone aparte el jarro para evitar que se rompa o si lo vuelca sobre su boca a fin de que se seque, en caso de que lo haga para sacar agua, (el agua) es válida; pero si lo hace para transportar luego en él el agua de la purificación, no es válida. Si uno quita del abrevadero trozos de teja (96) a fin de que contenga más agua, es válida. En cambio, si lo hace con el fin de que no le causen tropiezo para el momento en que tenga que derramar el agua, no es válida. (96) O arcilla. 9. Si uno, mientras tiene el agua sobre sus hombros (97) , da una instrucción, o enseña a otro el camino (98) , o mata una culebra, o un escorpión, o coge alimentos para guardarlos, (el agua) es inservible; pero si coge alimentos para comerlos, es válida, Si la culebra o el escorpión le impiden el camino, es válida. R. Yehudá enseña: ésta es la regla general: todo lo que tiene la categoría de trabajo, ya se realice estando quieto o no, (hace al agua) inservible; en cambio, si no tiene la categoría de trabajo, en caso de que se realice quieto, es inservible; si no se realiza quieto, es válida. (97) A través de la pértiga, de cuyos extremos cuelgan los cubos. (98) Aunque no interrumpa su propio camino. 10. Si uno entrega su agua a una persona impura (para su custodia), el agua es inservible, En cambio, si la entrega a una persona pura, es válida. R. Eliezer (a) afirma, sin embargo, que si la entrega a un impuro también es válida con tal que el dueño no realice ningún trabajo accesorio. VII .10a Eliezer: Elazar 11. Si dos personas están sacando agua para mezclar en ella la ceniza y uno ayuda al otro a subir (el cubo) o si el uno quita al otro un espino, en caso de que se trate de una sola santificación, el agua sirve; pero si se trataba de hacer dos santificaciones, el agua es inservible. R. Yosé dice: incluso aunque se trate de dos santificaciones es válida en caso de que ambos hayan pactado previamente (99) . (99) Como diciendo «SÍ tú me ayudas a mí a subir el cubo, yo te ayudo a ti». 12. (Si uno, mientras lleva el agua para la santificación), destroza algo con la intención de reconstruirlo, el agua es válida. Pero si lo reconstruye, el agua es inservible. Si uno come (higos) con la intención de poner (el resto) a secar, el agua es válida, Pero si los pone a secar (100) , el agua es inservible. Si come (higos) (101) y, dejando algunos, arroja lo que le queda en la mano debajo de la higuera o entre los higos que están secos a fin de que no se pierda, el agua es inservible. (100) Antes de santificar el agua. (101) Sin albergar en mente ningún proyecto de acción después de comer. Capítulo VIII 1. Si dos personas hacen vigilancia sobre el abrevadero y una de ellas contrae impureza, el agua es válida, ya que está bajo la protección de la otra persona. Si el primero vuelve de nuevo a la pureza y el segundo se hace impuro, es válida, ya que está bajo la protección del primero. Pero si ambos se hacen impuros simultáneamente, el agua es inservible. Si uno de ellos realiza un trabajo accesorio, el agua es válida, ya que está bajo la protección del otro. Si el primero se pone en pie (dejando de trabajar) y el segundo realiza un trabajo accesorio, el agua es válida, ya que está bajo la protección del primero. Pero si ambos realizan al mismo tiempo un trabajo accesorio, el agua no es servible. 2. El que consagra el agua de purificación (102) no ha de calzar sandalias, ya que, si cae algún líquido sobre la sandalia, ésta se hace impura y le pasa la impureza a él. En tal caso, éste le podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú si me comunicas tu impureza (103) , Si le cae líquido en
  • 10. su piel, permanece puro. En cambio, si cae sobre su vestido, éste contrae impureza y le comunica a él la impureza. En tal caso, éste le podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas tu impureza». (102) Mezclando las cenizas con el agua. (103) Cf. Kel.8:4; Toh. 8:7. 3. El que quema la vaca roja y los toros (104) , el que conduce al chivo emisarios (105) contamina sus vestidos. Pero la vaca misma, los toros mismos o el chivo emisario mismo no contaminan los vestidos. Aquí podría el tal decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú si me comunicas a mí tu impureza». (104) Los toros que habían de ser quemados, de cuya carne sólo se llevaban las porciones sacrificiales al altar, mientras que el resto era quemado fuera de Jerusalén. Cf. Zeb.4:4; 5:2; 12:5; Yom.6:7; 7:2. (105) Levitico.16:26; Yom. 6:8; 10:8. 4. Si una persona come la carroña de un pájaro impuro y se encuentra ya en su faringe (106) , contamina sus ropas; sin embargo, la carroña en sí misma no contamina los vestidos. El tal podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza». (106) Toh. 1:1; 1:3; Zeb.7:3. 5. Ninguna impureza derivada hace impuros a los objetos, a excepción de los líquidos. Si el líquido contrae impureza, comunica a los objetos su impureza. Aquí se podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza». 6. Ningún objeto de arcilla contamina a otro objeto, pero sí a un líquido. Sin embargo, si el líquido contrae impureza, éste puede contaminar a aquél. Entonces se podría decir: «lo que te hace .impuro a ti no me hace impuro a mí, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza». 7. Todo aquello que hace a la ofrenda inservible (107) contamina a los líquidos (108) con una impureza de primer grado, que comunica la impureza a uno y hace inservible a otro (109) , a excepción de la persona que ha realizado el baño de inmersión en el mismo día (a causa de la impureza) (110) . En este caso se podría decir: «lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza». (107) Son las impurezas de segundo grado, como las descritas en Zab.5:12. Esta impureza hace inválida la ofrenda, pero no puede comunicar más la impureza. (108) Cf. Toh.2:6. (109) Si el líquido impuro toca la ofrenda, ésta contrae impureza de segundo grado, y si ésta viene en contacto con otra ofrenda, la hace inservible. (110) Esta hace inservible la ofrenda mientras todavía no se haya puesto el sol, pero no hace impuros a los líquidos. 8. Cualquier mar sirve como piscina ritual de inmersión (111) , ya que está escrito: a la congregación (112) de las aguas llamó mares (113) , Esta es enseñanza de R. Meír. R. Yehudá dice: el gran mar (114) es como una piscina de inmersión y está escrito mares, porque en él hay muchas especies de mar. R. Yosé dice: todos los mares sirven de purificación debido a que sus aguas son fluidas, pero no sirven para los que padecen flujo, tampoco para los leprosos ni para santificar con su agua el agua de la purificación. (111) Miqwé. (112) En hebreo, también miqwé. (113) Gén.1:10. (114) El Mediterráneo. 9. Las aguas golpeadas son inservibles. ¿Qué se ha de entender por aguas golpeadas? Las saladas o calientes (115) . Las aguas engañosas son inservibles. ¿Qué se ha de entender por aguas engañosas? Las que engañan (116) una vez en un período de siete años. Sin embargo, si dejan de fluir a causa de una Guerra (117) o a causa de una sequía, sí sirven. R. Yehudá, en cambio, las declara inservibles. (115) Que no son servibles para bebida. (116) Dejan de fluir. Son intermitentes. (117) Porque ha sido cegada la fuente.
  • 11. 10. Las aguas del Carmión (118) y del Huga (119) no sirven, porque, son aguas enfangadas. Las aguas del Jordán y las aguas del Yarmuk no sirven, porque son aguas mezcladas. ¿Qué se ha de entender por aguas mezcladas? Aquellas que son un cruce de aguas que sirven y de aguas que no sirven. Si unas y otras sirven y se mezclan, entonces sirven. R. Yehudá declara también a estas últimas inservibles. (118) Algunos lo identifican con el río Abana (2 Re.5:12). (119) Según algunos, un afluente del Abana. 11. El pozo de Ajab (120) y la gruta de Pamías (121) son válidos. Si el agua se ha transformado (122) y el cambio ha tenido lugar desde ella misma, sirve. El canal de agua que viene de lejos sirve, con tal que se vigile que ninguna persona interrumpa (el curso del agua) (123) . R. Yehudá dice: existe la presunción de que el agua está permitida (124) . Si en un pozo ha caído arcilla o tierra, se ha de esperar hasta que se serene (125) . Esta es la .opinión de R. Ismael. R. Aquiba, en cambio, afirma que no es necesario esperar. (120) No mencionado en ninguna otra parte. (121) A los pies del Hermón, de donde fluye el Banias, afluente del Jordán. (122) En su aspecto. (123) Cf. 6:5. (124) Incluso sin la vigilancia. (125) Para que el agua sea pura. Capítulo IX 1. Si en el interior de un frasco (que contiene agua de purificación) cae agua, en cualquier cantidad que sea, R. Eliezer dice que se debe asperjar con ella dos veces (126) . Los sabios, en cambio, declaran (el agua del frasco) no válida. Si desciende en su interior rocío, R. Eliezer dice que se ha de dejar al sol y de ese modo el rocío desaparece. Los sabios, en cambio, la declaran inválida. Si cae en su interior un líquido (127) o jugo de fruta, ha de ser vaciado y secado (128) . Si cae tinta o goma, o vitriolo, o cualquier otra cosa que deja vestigio, ha de ser vaciado, pero el frasco no necesita ser secado. (126) A un impuro; con lo cual se asegura que se expande agua santificada. (127) Aparte del agua y del rocío, vino, sangre, aceite, leche y miel. (128) En caso de que se quiera verter de nuevo en él agua de purificación. 2. Si caen en su interior insectos o reptiles y revientan o si el agua cambia de aspecto, se hace inválida. El escarabajo negro invalida en cualquiera de los casos al agua, ya que es como un tubo (129) . R. Simeón y R. Eliezer ben Jacob dicen que (si cae en el interior del frasco) un cuco o un gorgojo que anidan en el trigo, el agua es válida, ya que aquéllos no tienen humedad. (129) El agua que absorbe la expulsa por el ano. 3. Si ha bebido (del agua de purificación) un animal doméstico o selvático, el agua se hace inválida. Cualquier ave la hace inválida, a excepción de la paloma, ya que ésta chupa. Ninguno de los reptiles la hace inválida, a excepción de la comadreja, porque ésta lame. Rabán Gamaliel dice: también la culebra, porque ésta escupe. R. Eliezer afirma: también el ratón. 4. Si uno hace la intención de beber el agua de purificación, según R. Eliezer la hace inválida. R. Josué, en cambio, afirma (que la hace inválida) cuando inclina (el recipiente). R. Yosé dice: ¿cuándo tiene esto aplicación? Cuando se trata de aguas que todavía no están santificadas; pero si se trata de aguas ya santificadas, dice R. Eliezer (que se hacen inválidas) cuando inclina (el recipiente), mientras que, según R. Josué, cuando bebe de ellas. Cuando se vierten en la garganta (130) ; son válidas. (130) Sin tocar la boca. 5. Si el agua de purificación se hace inválida, no ha de amasarse barro con ella, a fin de no poner obstáculo a los otros (131) , R. Yehudá afirma que pierde su virtud (132). Si una vaca bebe agua de purificación, su carne es impura veinticuatro horas. R. Yehudá, en cambio, afirma que el agua ha perdido su virtud en el interior de sus entrañas. (131) Ya que, si tocasen el barro, contraerían impureza. (132) Por tanto, no contamina más.
  • 12. 6. Al agua de purificación y a la ceniza de purificación no se las ha de llevar por un río en un barco ni se las ha de dejar flotar en la superficie de las aguas (133) , ni se pueden pasar estando uno en un lado del río y arrojándolas al otro lado, pero sí se pueden pasar aunque el agua llegue hasta el cuello (134) . El que esté puro para el agua de purificación puede pasar (el río) llevando en su mano una vasija vacía pura para el agua de purificación y con agua todavía no santificada. (133) Con un frasco. (134) Y los pies en tierra. También pueden ser pasadas atravesando un puente. 7. Si ceniza válida se mezcla con ceniza comün (135) , respecto a la contaminación se regula uno por aquella que constituye la mayor cantidad, pero no se puede santificar el agua con ella. R. Eliezer, en cambio, afirma que se puede santificar el agua con su totalidad. (135) De horno. 8. El agua de purificación que se ha hecho inválida contamina al que es puro para la ofrenda, tanto en sus manos como en todo el cuerpo-". Pero no contamina al que es puro para el agua de purificación, ni en las manos ni en el cuerpo. Si el agua se hace impura, contamina al puro respecto de la ofrenda, tanto en las manos como en el cuerpo. Al que es puro para el agua de purificación lo contamina en las manos, pero no en el cuerpo. (136) Ya la toque con las manos o con el cuerpo. 9. Si ceniza válida es mezclada con agua que no es apta para ser santificada, contamina al puro para la ofrenda en las manos y en el cuerpo, pero no contamina al puro para el agua de purificación ni en las manos ni en el cuerpo. Capítulo X 1. Todo aquello que es apto para la impureza de asiento (137) comunica la impureza de «acercamiento» (138) respecto al agua de purificación (139) , independientemente de que (la vasija o recipiente) esté en estado de pureza o impureza. Lo mismo vale para el hombre (140) . Todo aquello que es susceptible a la impureza del cadáver (141) no comunica, según R. Eliezer, la impureza de «acercamiento», ya esté (el recipiente) puro o impuro. Según R. Josué, en cambio, sí comunica la impureza de acercamiento. Los sabios enseñan: si es impuro, comunica la impureza de «acercamiento»; si es puro, no la comunica. (137) Cf. Shab.6:8; Bes.2:10; Kel.18:5-7; 20:22; 24:1-16; Neg.11:11; Toh.5,7. (138) Maddaf, una impureza menos grave que la de asiento. Cf. Zab.4.6. (139) Si uno toca, transporta o mueve un objeto así, que no ha sido guardado puro para el agua de purificación, se hace impuro para el agua de purificación, lo mismo que si tocara, transportara o moviera un objeto impuro con la impureza de asiento, ya que está dentro de lo posible que tenga tal impureza. (140) Ya que puede estar impuro por flujo sin que lo sepa. (141) Aunque no a la de asiento. 2. Si una persona que está pura para el agua de purificación toca un objeto que es impuro con la impureza de acercamiento, se hace impura. Si un frasco destinado para agua de purificación entra en contacto con un objeto impuro con impureza de acercamiento, se hace impuro. Si una persona pura para el agua de la purificación toca alimentos o bebidas (142) con su mano, se hace impura; pero si los toca con el pie, permanece pura. Si uno los agita con su mano, según R. Josué se hace impuro; en cambio, según los sabios permanece puro. (142) Independientemente de que estén en estado de pureza o no a no ser que hayan sido mantenidos puros especialmente para el agua de purificación. 3. Si un jarro conteniendo la ceniza de la vaca roja viene en contacto con un reptil (muerto), permanece puro. Si es puesto encima del reptil, según R. Eliezer permanece puro (143) ; en cambio, según los sabios deviene impuro. Si viene en contacto con alimentos o con líquidos o con las Sagradas Escrituras (144) , permanece puro. Si es puesto encima de éstos, según R. Yosé permanece puro; en cambio, según los sabios deviene impuro. (143) Ya que la parte interior de un recipiente de arcilla no se contamina con su parte exterior. (144) Que contaminan la ofrenda por tocamiento (cf. Zab.5:12).
  • 13. 4. Si uno que es puro para el agua de purificación toca un horno con la mano, se hace impuro; pero si lo toca con el pie, permanece puro. Si uno está en pie encima del horno y extiende su mano por defuera del horno con su frasco (145) en la mano; del mismo modo, si una pértiga de los acarreadores de agua es puesta encima del horno colgando dos cubos, uno por cada extremo; según R. Aquiba, son puros; en cambio, según los sabios devienen impuros. (145) Que contiene el agua que está prevista para mezclar con las cenizas. 5. Si uno está en pie fuera del horno y alarga su mano a la ventana y coge de allí el frasco y lo pasa por encima del horno, según R. Aquiba deviene impuro; en cambio, según los sabios, permanece puro. Sin embargo, uno que está puro para el agua de purificación puede estar en pie encima del horno teniendo en su mano una vasija vacía que está pura para el agua de purificación o con agua que todavía no ha sido mezclada con las cenizas. 6. Si un frasco conteniendo agua de purificación entra en contacto con un recipiente que contiene cosas consagradas o de ofrenda, el frasco con el agua de la purificación se hace impuro, mientras que el recipiente que contiene cosas consagradas o de ofrenda permanece puro. Pero si uno tiene a ambos, cada uno en su mano, los dos devienen impuros. Sin embargo, si los dos están envueltos en un papel, permanecen puros. Si el frasco conteniendo el agua de purificación está envuelto en un papel y al recipiente con la ofrenda lo agarra con la mano (desnuda), ambos se hacen impuros. Si el recipiente que contiene la ofrenda está envuelto con papel y el frasco del agua de purificación es cogido directamente con la mano, ambos permanecen puros. R." Josué, en cambio, sostiene que el frasco del agua de la purificación se hace impuro. Si están puestos en tierra y él los toca, el frasco del agua de purificación deviene impuro, mientras que el recipiente que contiene las cosas consagradas o la ofrenda permanece puro. Si los agita, según R. Josué se hacen impuros, mientras que según los sabios permanecen puros. Capítulo XI 1. Si uno dejó el frasco (146) destapado y, al volver, lo encuentra tapado, el agua es inválida (147) . Si lo dejó tapado y, al volver, lo encontró destapado, en caso de que una comadreja haya podido beber de él o, de acuerdo con Rabán Gamaliel, una culebra o que haya caído en él rocío, el agua es inválida. El agua de purificación no está protegida (contra la impureza de la tienda donde yace un cadáver) con una tapadera fija. Sin embargo, el agua todavía no santificada sí está protegida (contra la impureza) con una tapadera fija. (146) Con agua de purificación. (147) Por sospecha de que lo haya tocado una persona que no estaba pura para el agua de purificación. 2. En todo caso de duda en que se considera puro respecto a la ofrenda se considera también puro respecto del agua de purificación (148) , En los casos en que exista suspense (149) respecto de la ofrenda, ha de ser derramada el agua de purificación cuando concurren en ésta circunstancias similares. Si con esta agua de purificación (150) , (que debía ser derramada, es asperjado un hombre impuro que toca) cosas puras, éstas quedan en suspense (151) . Las celosías de madera son siempre puras (152) tanto para las cosas santas, como para la ofrenda, como para el agua de purificación. R. Eliezer enseña que, en caso de que las celosías sean tan poco estables que cedan a la menor presión, son impuras para el agua de purificación (153) . (148) Hay duda de si la ofrenda se ha hecho impura y se decide por su pureza. En caso similar, aplicado al agua de purificación, se decide por su pureza. (149) No se puede decidir el caso, porque, por una parte, la ofrenda no aparece pura y no puede ser comida, y, por otra parte, no aparece realmente impura y no puede ser quemada. (150) O, también, las cenizas de la vaca roja. (151) No pueden ser comidas ni quemadas. (152) Debido a que no son como tal recipiente y no pueden ser afectadas por la impureza de asiento. (153) Porque pueden ser usadas para servir de asiento. 3. Si una torta de higos de ofrenda cae dentro del agua de purificación y uno la coge y la come, en caso de que su cantidad fuera al menos la de un huevo e independientemente de que estuviere pura o impura, el agua se hace impura y el que la come es culpable de muerte (154) . Si la cantidad era menor que la de un huevo, el agua permanece pura, pero quien come de ella es culpable de muerte. R. Yosé dice: si la torta de higos era pura, el agua permanece pura. Si uno que está puro para el agua de
  • 14. aspersión introduce la cabeza y la mayor parte de su cuerpo dentro del agua de purificación, se hace impuro. (154) Por comer la ofrenda en estado de impureza que le sobreviene por el agua de purificación. 4. Todo aquel que esté necesitado de realizar el baño de inmersión por precepto de la ley (155) contamina las cosas santas, la ofrenda, las cosas profanas y el diezmo. No le está permitido entrar en el Templo. Después de la inmersión contamina las cosas santas y hace inválida la ofrenda (a) . Esta es la opinión de R. Meír. Los sabios afirman que hace inválidas las cosas santas y la ofrenda (b) , pero le están permitidas las cosas comunes y el diezmo. Si entra en el Templo, ya sea antes de la inmersión o después de ella, es culpable. (155) Que ha sido contaminado por una impureza «originante» o «padre de impureza». Cf. Levitico.11:32. XI.4a la ofrenda + pero le están permitidas las cosas comunes y del diezmo (b) y la ofrenda] 5. Todo aquel que está necesitado del baño de inmersión por prescripción de los escribas (156) contamina las cosas santas y hace inválida la ofrenda, pero le están permitidas las cosas comunes y el diezmo. Esta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, declaran que le está prohibido el (segundo) diezmo. Después del baño de inmersión le está permitido todo (157) . Si entra en el Templo, ya sea antes del baño de inmersión o después de él, no es culpable. (156) Como cuando uno come alimentos impuros o bebe bebidas impuras (cf Zab.5:12). (157) Incluso antes de que se ponga el sol. 6. Todo aquel que está necesitado del baño de inmersión, ya sea por prescripción de la ley o ya sea por precepto de los escribas, contamina el agua de la purificación, la ceniza de la purificación, y a aquel que realiza la aspersión con el agua de purificación, tanto a través del contacto como de su transporte. Contamina además al hisopo que ha sido hecho susceptible (para la impureza), al agua que todavía no ha sido santificada y al recipiente vacío que es puro para el agua de purificación, ya por contacto, ya con su transporte. Esta es la enseñanza de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman que (contamina) por contacto, pero no con su transporte. 7. Cualquier hisopo que tenga un nombre complementario (158) es inválido, pero el hisopo a secas es válido. El hisopo griego, el hisopo azulado, el hisopo romano y el hisopo del desierto no son válidos. El hisopo de ofrenda impura no es válido. Si es de ofrenda pura, no debe usarse para asperjar. Sin embargo, si se asperja, es válido. No se puede asperjar ni con los ramos jóvenes ni con las bayas (del hisopo). Pero si uno es asperjado con los ramos jóvenes, no se hace culpable al entrar en el Templo. R. Eliezer afirma que tampoco (se hace culpable si fue asperjado) con las bayas. ¿Qué se entiende por ramos jóvenes? (El hisopo) antes de que las yemas maduren. (158) Cf. Neg.14:6. 8. El hisopo, que ha sido utilizado para asperjar, es adecuado para purificar con él al leproso (159) . Si ha sido recogido como leña y cae sobre él un líquido, ha de ser secado y es válido. En cambio, si fue recogido para alimento y cae sobre él un líquido, no es válido, a pesar de que se seque. Si ha sido recogido para ser utilizado con el agua de purificación, es como si hubiera sido recogido para alimento. Esta es la enseñanza de R. Meír. R. Yehudá, R. Yosé y R. Simeón dicen: es como si hubiera sido recogido para leña. (159) Levitico.14:4. 9. El precepto respecto al hisopo es que sea de tres tallos con tres yemas. R. Yehudá dice: cada uno con tres yemas. Si un hisopo tiene tres tallos, los separa y los une. Pero si los ha separado y no los ha unido, o si los ha unido y no los ha separado, o si no los ha separado ni unido, es válido. R. Yosé afirma que el precepto respecto al hisopo es que tenga tres tallos y en ellos (a) tres yemas. (Continúa siendo válido después de su uso) si le quedan al menos dos (tallos), cualquiera que sea el tamaño de los trozos. XI.9a tres tallos y en ellos] Capítulo XII
  • 15. 1. Si el hisopo es excesivamente corto, se le puede hacer suficientemente (largo) con un hilo y con un huso, de modo que pueda ser sumergido y alzado. Luego coge el hisopo mismo y hace la aspersión. R. Yehudá y R. Simeón dicen que del mismo modo que se asperja sólo con el hisopo, así ha de hacerse la inmersión (sólo) con el hisopo. 2. Si se hizo la aspersión y existe la duda de si se hizo con el hilo, o con el huso, o con la yema del hisopo, la aspersión es inválida. Si se hizo la aspersión sobre dos objetos, pero si existe la duda de si se asperjó sobre los dos objetos o si existe la duda de si (el agua) escurrió del uno al otro, la aspersión es inválida. Si había una aguja sobre un trozo de arcilla y se ha hecho sobre ella la aspersión, en caso de que exista duda de si se ha asperjado la aguja o si (el agua) ha escurrido de la arcilla sobre ella, la aspersión es inválida. Si el frasco tiene una boca estrecha, se puede sumergir (160) y alzar en la manera acostumbrada. R. Yehudá dice: (sólo) la primera aspersión. Si ha quedado muy poca agua de purificación, puede sumergir aunque sólo sean las yemas del hisopo y hacer la aspersión, con tal que no tenga que absorber (161) . Si se propuso hacer la aspersión hacia adelante y la hace hacia atrás, o hacia atrás y la hace hacia adelante, la aspersión es inválida. Si se propuso hacer la aspersión hacia adelante, pero la hace hacia los lados de la parte delantera, la aspersión es inválida. Se puede asperjar a un hombre tanto siendo consciente de ello como no siendo consciente de ello. Se puede asperjar a personas y a objetos, incluso aunque sean cien. (160) El hisopo. (161) Es decir, que haya suficiente agua para mojar, no para absorber como si fuera una esponja. 3. Si tuvo la intención de asperjar sobre algo que es susceptible de impureza y asperja sobre algo que no es susceptible de impureza, en caso de que haya agua suficiente en el hisopo no tiene que repetir la inmersión. Pero si hizo la intención de asperjar algo no susceptible de impureza y asperja algo que es susceptible de impureza, aun en el caso de que haya agua suficiente en el hisopo, ha de repetir la inmersión. Si tuvo la intención de asperjar a un hombre y asperjó a una bestia, en caso de que haya agua suficiente en el hisopo no tiene que repetir la inmersión. Pero si tuvo la intención de asperjar a una bestia y asperjó a un hombre, aun en el caso de que haya agua suficiente en el hisopo ha de repetir la inmersión. El agua que gotea (del hisopo) es válida, de ahí que contamine como agua de purificación. 4. Si uno hace la aspersión (sirviéndose) de un recipiente con agua de purificación que se encuentra) en la ventana de un edificio público y la persona (impura asperjada) entra en el Templo, en caso de que resulte que el agua no era válida, aquella persona no es culpable. Por el contrario, (si el recipiente se encontraba) en una ventana de un edificio privado y la persona impura asperjada entra en el Templo, en caso de que resulte que el agua no era válida, es culpable. Pero si es el Sumo Sacerdote, ya fuere asperjado con agua de un recipiente que se encontrase en una ventana perteneciente a un edificio privado o ya a un edificio público, no es culpable, ya que el Sumo Sacerdote nunca se hace culpable con su entrada (a) al Templo (b) , Se solía resbalar fácilmente debajo de la ventana de un edificio público (162) . Pisaban (el terreno) sin detener (su paso al Templo), porque decían: «el agua de la purificación que ha cumplido su objetivo ya no contamina». XII.4a con su entrada al: por la impureza del " Templo + y cosas santas (162) Por la cantidad de agua derramada. 5. Si un hombre puro sujeta con el extremo de su vestido un hacha impura y la asperja, a pesar de que haya allí tanta agua como para una aspersión, permanece puro. ¿Cuánta agua se requiere para una aspersión? Tanta como para sumergir las puntas de las yemas del hisopo y poder asperjar. R. Yehudá dice: se consideran como si estuvieran en un hisopo de cobre. 6. Si se hace la aspersión con un hisopo impuro y hay en él tanto como un huevo, el agua es inválida y la aspersión es inválida. Si no hay en él ni como un huevo de sustancia, el agua es válida, pero la aspersión es inválida. (El hisopo) (163) contamina a su compañero (164) y éste a otro, incluso aunque sean cien. (163) Que no estaba puro para el agua de purificación y que tiene al menos el volumen de un huevo. (164) A otro hisopo que haya tocado después de la aspersión. 7. Si las manos de uno que es puro para el agua de purificación contraen impureza, se contamina también su cuerpo y contamina a su compañero y éste al suyo, y así incluso aunque fueran cien.
  • 16. 8. Si la parte externa de un frasco que contiene agua de purificación contrae impureza, contrae también impureza la parte interna y contamina a su compañero, éste al suyo, y así incluso aunque fueran cien. La campana y el badajo se consideran unidos (165) . En el huso de juncos (166) no se ha de asperjar ni el huso ni el verticilo, pero si se asperja, la aspersión es válida. Sin embargo, en el huso para lino se consideran como unidos. El jergón de cuero de una cuna que está sujetado con anillos se considera unido. El armazón (sobre el que se coloca la cama) no se considera unido ni respecto a la impureza ni respecto a la pureza. Todas las manecillas agujereadas de los utensilios se consideran como formando una unidad con el utensilio. R. Yojanán ben Nurí dice: incluso cuando (los mangos) son puntiagudos (167) . (165) Si una parte deviene impura, se considera la otra también impura. De igual modo, si una parte ha sido asperjada, se considera a la otra también asperjada. (166) Usado probablemente para tejidos toscos, (167) Según algunos, mangos que se introducen dentro de una entalladura del utensilio. 9. Las bolsas (168) de la alforja, el tablón del trillo, el cuerno del ataúd (169) , los cuernos (para beber) de los caminantes, la cadena de las llaves, las puntadas de los lavanderos (170) y el vestido que está cosido con hilos de diferentes semillas (171) se consideran unidos respecto a la impureza, pero no en relación con la aspersión. (168) O cestos. (169) Que tenía como misión mantener en la misma posición al cadáver. (170) Los lavanderos solían unir las piezas pequeñas a las grandes mediante puntadas para evitar su extravío. (171) Cf. Kil.9:1ss. 10. Si la cubierta de un calentador está unida por una cadena, según la escuela de Samay, están unidos respecto de la impureza, pero no en relación con la aspersión. La escuela de Hilel dice: si se asperja el calentador, se considera asperjada la cubierta; pero si se asperja la cubierta, no se considera asperjado el calentador. Todos son aptos para realizar la aspersión, a excepción de aquel de sexo dudoso, del andrógino, de la mujer y del niño que no tiene todavía el uso de la razón. La mujer puede ayudar al hombre que asperja, puede sujetarle (el recipiente) del agua cuando aquél sumerge (el hisopo) y asperja. Pero si le sujeta la mano, incluso aunque sea en el momento de la aspersión, ésta se hace inválida. 11. Si ha inmerso el hisopo durante el día y asperja en el mismo día, la aspersión es válida. Si ha inmerso el hisopo durante el día y asperja en la noche o si lo ha inmerso en la noche y lo asperja al día (siguiente), es inválido. Pero él mismo puede hacer el baño de inmersión en la noche y dejarse asperjar al día siguiente, ya que no se hacen aspersiones hasta que no brilla el sol. En todo caso, si son realizadas estas acciones (172) después de despuntar la aurora, son válidas. (172) La inmersión y la aspersión.