La empresa tiene la obligación de proporcionar formación a los trabajadores sobre prevención de riesgos laborales en varios momentos como durante la contratación, cuando haya cambios en el puesto de trabajo o nuevas tecnologías. La formación debe ser específica y adaptada a la evolución técnica, impartida durante la jornada laboral para no descontar horas, y el coste no debe recaer sobre los trabajadores.