1. LOS ERRORES DE UN PREVENCIONISTA
1. Subestimar al Trabajador: Un error común es “Capacitar a los trabajadores como
si no supieran realizar su trabajo” y suponiendo que los trabajadores NO trabajan
con seguridad y NO saben realizar su trabajo. No cabe duda que un “profesional
experto en prevención de riesgos” conoce acerca de muchas actividades
laborales, sin embargo no es recomendable pretender saber más que un
trabajador que ha pasado muchos
años realizando su oficio,
independientemente si este aún
no se encuentra consciente de los
“riesgos asociados a su trabajo”.
Esta actitud por parte de los
capacitadores genera una
molestia en el trabajador y
contribuye entre otras cosas a
que el trabajador se muestre
reacio al cambio y por ende a la idea de la seguridad en el trabajo. Recordemos
que las personas nos respetan por lo que aprenden.
2. Caer en la Monotonía: La monotonía consiste en emplear frecuentemente las
mismas palabras, giros, oraciones y
metodologías para brindar una “capacitación”
demostrándose con ello que no se dispone del
vocabulario, creatividad e idoneidad para
transmitir el mensaje de la prevención a los
trabajadores. Caer en este estado significa
perder en gran parte la atención de los
trabajadores, lo que a su vez deriva en
trabajadores “mal capacitados, poco motivados
y expuestos a riesgos laborales”. Recordemos los factores personales en un
2. accidente: El trabajador no sabe (no se encuentra capacitado para realizar la
tarea), no quiere (no se encuentra motivado para realizar la tarea o no puede.
3. Confiarse en la Sensibilización: La sensibilización se basa en mostrarle al
trabajador contenido como imágenes, videos entre otros, sobre accidentes y/o
fatalidades, y confiarse en que solo mostrando esto no ocurrirán accidentes,
suponiendo que el trabajador no
querrá vivir las experiencias
mostradas. Hay que saber que
la sensibilización es una técnica
muy útil para la concientización
del trabajador pero por
desgracia posee un efecto poco
perdurable en el tiempo.
Cuántas veces hemos
presenciado un hecho súbito y
violento y que como
consecuencia de este, nos
genera la necesidad de cuidarnos o sobreprotegernos ante la posibilidad de que
este hecho pudiera ocurrirnos (aunque a veces tal posibilidad sea nula), pero al
cabo de unos días este efecto se pierde y volvemos a tomar algunos riesgos
innecesarios nuevamente. La sensibilización debe complementarse
periódicamente con otras técnicas (reforzamiento de la fuente motivadora) que
ayuden a incorporar la seguridad a los procesos y que el trabajador la adopte
como una cotidianidad del trabajo.
4. Capacitación discontinua: El error de
organizar capacitaciones discontinuas que
no contemplen los riesgos generales y
específicos de una empresa suele traer
complicaciones ya que el riesgo de
accidente de trabajo es una problemática
inherente a toda actividad laboral que
3. debemos aprender a administrar de una manera eficaz, y un elemento esencial
para lograr este objetivo es la capacitación continua del trabajador. Los
responsables en prevención de riesgos deberán llevar adelante una capacitación
sostenida en el tiempo que permita generar cotidianidad de la seguridad en las
tareas realizadas por los trabajadores, puesto que la probabilidad de que ocurra un
accidente es latente durante toda la jornada de trabajo y siempre con
consecuencias que ser menores o realmente catastróficas.
5. Capacitación muy extensas: Llevar adelante una capacitación continua no implica
30 minutos de capacitación todos los días (aunque algunas empresas les vendría
bien). Las capacitaciones mal
diseñadas pueden tener efectos
adversos a nuestro propósito ya que,
en su mayoría, los trabajadores
prestan su máximo de atención los
primeros 10 minutos y después si el
tema les resulta repetitivo, monótono o
poco interesante esta atención
decaerá y ni hablar si la misma se
realiza tras finalizar la jornada. Lo recomendable será entonces una dosis diaria de
capacitación y concientización de manera corta clara y concisa (charla pre
operacional) que permita transmitir el mensaje de la seguridad y fomentar el
autocuidado preventivo en las tareas a realizar, dedicando un día a profundizar
algún tema que se considere necesario o que esté generando la mayor cantidad
de desvíos (actos y/o condiciones sub estándar).
6. Falta de compromiso: La falta de
compromiso con tu carrera es quizás
aquel elemento que te impide trasmitir
el mensaje de la seguridad a los
trabajadores ya que si no crees en lo
que predicas o si haces todo lo
contrario, difícilmente lograras generar
4. un cambio en el comportamiento de los trabajadores. Cuidar tus actitudes puede
ser fundamenteal de acuerdo a la imagen que pretendes transmitir hacia los
demás, recuerda que tu objetivo fundamental es la “prevención de accidentes de
trabajo” mientras que tu misión será “vender” la idea de la seguridad, la pregunta
que dejo en reflexión es “comprarías tú el producto que vendes”.