1. Era de mañana en el bosque cuando un cazador
recibió una sorpresiva visita y al no saber que
invitarle de almorzar, salió en busca de las
perdices que había atrapado. Es así cuando el
cazador sostenía de la red a la perdiz, la pobre
ave con palabras suplicantes, le dijo:
– Se lo ruego tan buen hombre, no me
mate!
- Yo le prometo que alzaré mi vuelo por
estos campos y le traeré con engaños,
juntaré a mis amigas en bandadas, que
guiaré a tus redes, engañadas, y tendrás,
sin costarte dos ochavos, doce perdices
como doce pavos.
El cazador replicó:
–Ya ¡Cállate, ave mentirosa!
– Lo que tú quieres es salvar tu vida engañando a tus compañeras, por eso
con tu comportamiento y tu conversación es una razón más para
sacrificarte, puesto que tu no perdonas ni a tus semejantes.
Y dicho esto, la sacó de la red y le torció el pescuezo.
Moraleja
En la vida nunca debemos traicionar la confianza
que nos tienen nuestros familiares y amigos.
Engañarlos para librarnos de algún problema es
lo más detestable que puedes hacer. Conserva
esa confianza que te tienen tus familiares, y si
necesitas ayuda urgente cuéntales la verdad que
ellos te entenderán y tratarán de ayudarte de la
mejor manera. No impliques a personas que no
tiene nada que ver con tus problemas, piensa en
ellos, en sus familias y afronta con valentía los obstáculos que la vida te