Convivencia democrática, inclusión y cultura de paz
1. CENTRO REGIONAL DE EDUCACIÓN
NORMAL
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN
PREESCOLAR
ASIGNATURA: EL NIÑO COMO SUJETO
SOCIAL
DOCENTE: GUILLERMO TÉMELO AVILÉS
ALUMNA: SARA ITZEL GARDUÑO
VELÁZQUEZ
GRUPO: 602
CICLO ESCOLAR: 2018-2019
SEMESTRE: SEXTO NL: 5
SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y
SUPERIOR
DIRECCIÓN GENERAL DE OPERACIÓN DE SERVICIOS
DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y SUPERIOR
SUBDIRECCIÓN DE FORMACIÓN DOCENTE
2. CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA, INCLUSIÓN Y CULTURA DE PAZ:
Lecciones desde la práctica educativa innovadora en América Latina
La identidad personal es muy importante en el
desarrollo de todo ser humano ya que esta se
va formando día a día sin tener un límite,
constantemente vamos creando nuestra forma
de pensar, de actuar, vestir, sentir, etc., todo
aquello que responde a la pregunta ¿Quién soy
yo?. Sin embargo, a la mayoría de la sociedad
se les es difícil responder, al no conocerse lo suficiente o mostrar inseguridad al
externar lo que piensan de sí mismo, por ello es muy común que nos enfoquemos
en los rasgos o características negativas a aquellas cualidades que nos definen.
La escuela es un factor indispensable para que se vaya favoreciendo y formando la
identidad personal, dando la oportunidad de intercambiar con sus semejantes
opiniones, ideas, actitudes y sentimientos que lo hará pensar críticamente al ir
aceptando que cada quien tiene su forma de ser y con ello ir aprendiendo y tomando
decisiones de que es bueno y que es malo para su desarrollo. De igual manera este
factor puede traer cuestiones negativas para la formación de la identidad, ya que
muchas veces los educandos tienen enfrentamientos o controversias que traen
como consecuencia una autoestima baja al mostrarse susceptibles a los
comentarios negativos que se hacen hacia su persona sin tomar en cuenta si es la
realidad o no.
Dentro del contexto escolar se demanda la convivencia en donde el docente debe
de propiciar una sana convivencia dentro y fuera del aula, permitiendo que exista
un vínculo de comunicación e interacción que traerán como beneficios que los
educandos lleven a la práctica los valores al respetar, valorar y cooperar las
acciones que cada uno aporta. De igual manera, ayuda a que se favorezca un
ambiente de aprendizaje en el que el dialogo sea la mejor estrategia para que se
puedan resolver los conflictos, puedan expresar con seguridad y confianza lo que
saben y lo que están aprendiendo sin temor al error y las burlas.
3. Otro ámbito que se práctica y refuerza dentro de la escuela es el dominio moral,
permitiendo al ser humano reconocer que acciones son las correctas y justas en
donde se puedan cumplir con el bienestar de uno mismo y de los demás, por ello
es que los docentes deben de promover un ambiente de aprendizaje de convivencia
y reducir la violencia que pueda existir, puesto que es un tema que de cierta manera
siempre se presenta y que en lugar de ocultarla hacérselas saber para que se
concienticen que repercusiones consecuencias le puede traer a la persona que ha
sido afectada.
Como bien sabemos cada agente escolar tiene un función que desempeñar dentro
de este contexto, el estudiante como un receptor que debe de acatarse a las reglas
que tienen marcadas ya que estas son las que regulan la convivencia y el bienestar,
sin embargo, también debe ser reflexivo y crítico para cuestionar lo que se le enseña
y lo que está aprendiendo, lo que se le está demandando y sobre todo convertirse
en una persona autónoma, en el que su autoestima y autoconcepto lo tenga bien
claro.
El rol de un docente es aquel guía que auxilie a que los educandos puedan aprender
por si solos, resuelvan los conflictos que se les presentan de manera responsable y
que sepan el valor que tiene cada decisión que tomen, hacerles saber lo importante
que son para la sociedad y una vez que terminen sus estudios no quiere decir que
son seres que se etiquetaran por si sirven o no, sino que siempre deben de dar lo
mejor ya que cada uno tienen sus cualidades y capacidades. Siempre llevar a la
práctica el tema de la diversidad, al respetar y acepar las ideologías de las demás
personas.