2. La función tradicional de la escuela en el ámbito de
la lengua, ha sido enseñar a leer y escribir.
Siempre se ha creído que los niños y las niñas
aprenden a hablar por su cuenta, en casa o en la
calle, con los familiares y amigos y que no hace falta
enseñar en la escuela.
El hablar bien no ha sido una necesidad valorada
hasta hace poco.
3. El área de lengua debe ampliar sus objetivos y
abarcar todos los aspectos relacionados con la
comunicación
Algunas situaciones que tienen consecuencias
trascendentales en nuestra vida (trabajo, dinero,
amistades, decisiones, etc.)
• Hacer una exposición ante un grupo numeroso
• Entrevistas de trabajo
• Pruebas orales (oposiciones, juicios, exámenes)
• Hablar por teléfono con desconocidos
• Participar en un programa de radio o tv.
• Declararnos a la persona amada
4. La vida actual exige un nivel de comunicación oral
tan alto como de redacción escrita. Una persona que
no puede expresarse de manera coherente y clara,
limita su trabajo y sus aptitudes personales, así
como correr el riesgo de hacer el ridículo en más de
una ocasión.
5. Evidentemente no se trata de enseñar hablar desde cero
ya que los alumnos se defienden mínimamente en
situaciones cotidianas en las que suelen participar:
Conversaciones familiares, diálogos, exposiciones
breves. A pesar del impacto que la televisión causa en
ellos al reducir la comunicación familiar.
6. Lo que conviene trabajar en clase son algunas situaciones
como:
Las comunicaciones de ámbito social:
Parlamentos, exposiciones, debates públicos,
reuniones, discusiones, etc.
Las nuevas tecnologías: Teléfono,
radio, televisión, etc.
Las situaciones académicas: Entrevistas,
exámenes orales, exposiciones, etc.
7. Hay que ampliar el abanico expresivo del
alumno, de la misma manera que se amplie su
conocimiento del medio o su preparación física o
plástica (se ha iniciado antes de llegar a la
escuela).
Seria un gran disparate pretender que los niños
aprendieran a hacer las actividades de la lista
anterior sin ningún tipo de ayuda de la escuela,
sin instrucción formal.
El mundo de la enseñanza esta tomando
conciencia lentamente de este cambio.
Algunos libros proponen materiales para trabajar
en clase y se han tratado en seminarios, cursos
y escuelas de verano.
8. La Reforma incorpora en los programas un tratamiento
extenso y variado de la lengua oral, casi equivalente a la de
la lengua escrita esta innovación debe entenderse como una
de las importantes de la reforma. Muchos profesores siguen
siendo escépticos sobre el tema. No sabemos como trabajar
esta habilidad en clase, nadie nos ha enseñado a enseñar
sobre eso, hay pocos materiales disponibles, cuando te
decides a poner en practica alguna técnica, puedes tener la
sensación de perder el tiempo, de no avanzar y se hace difícil
controlar el ejercicio y de evaluarlo. Se trata de los típicos
problemas, inexperiencia, inseguridad y la falta de formación
en un apartado pero todo esto se puede superar con una
buena disposición, la practica y ganas de aprender.
9. No se debe de olvidar la delicada cuestión de la
enseñanza de las lenguas propias y del
castellano en las comunidades bilingües.
Esto se refiere al aprendizaje de la lengua oral
propia de cada territorio, y del castellano oral,
que deben realizar todos los escolares
residentes en cada zona.
Las leyes y los currículums escolares proponen
que al acabar su escolarización, el alumnado
domine con una misma capacidad suficiente las
dos lenguas cooficiales de la comunidad.
10. Pero la realidad demuestra que este objetivo
todavía esta lejos de cumplirse y que las lenguas
desfavorecidas son las propias de cada zona
(catalán, euskera, gallego) a favor del castellano,
que continua siendo la lengua ambiental mas
“prestigiosa” y la que realmente aprenden los
alumnos.
Las condiciones en que llegan a la universidad o
a secundaria es lamentable ya que además de
tener dificultades de expresión, también tienen
poca fluidez y una corrección vacilante.
11. Si se dispone de un numero X de horas de
lengua propia durante Y cursos, hay que
aprovecharlos para dar a los alumnos mas
necesitados una formación mínima en expresión
oral, además de otros contenidos básicos.
Los alumnos se lamentaran durante mucho
tiempo como también lo haremos los profesores
y toda la sociedad de este gran error.