3. El sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es el estado avanzado de la
enfermedad producida por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Este virus destruye de manera progresiva el sistema inmunitario de la persona que
lo padece. En concreto, afecta a las células denominadas linfocitos T4 (también
llamados linfocitos T cooperantes o CD4).
4. Título y diseño de contenido con gráfico
Una persona infectada por el VIH se denomina seropositiva (VIH positiva) cuando
el virus se encuentra en su organismo pero no presenta síntomas manifiestos; y
desarrolla un cuadro de sida cuando el recuento de linfocitos T4 es menos de 200
células por mililitro cúbico de sangre (el recuento normal de una persona sana
varía entre 500–1500 células por mililitro cúbico) y presenta manifestaciones
clínicas de la enfermedad.
6. El VIH se contagia a través del semen, la sangre, las secreciones vaginales y la leche
materna.
Estos son los fluidos corporales que presentan una concentración del virus
suficiente como para infectar a una persona
7. Hay tres vías mediante las cuales el virus del sida sí se
contagia:
Vía sexual:
mediante el contacto sexual,
ya sea vaginal, anal u oral;
siendo el anal el que presenta
un mayor riesgo por la
delicadeza de los tejidos y la
facilidad con la que se pueden
producir heridas.
Vía sanguínea:
se produce al compartir cualquier
material que haya estado en
contacto con sangre de una
persona infectada y que pueda
ponerse en contacto
posteriormente con la sangre de
una persona sana. Puede tratarse
de jeringas, agujas, y todo el
material que se use para realizar
piercing, tatuajes, o en sesiones
de acupuntura, y no haya sido
esterilizado previamente.
Vía vertical (madre-hijo):
cuando la madre es seropositiva
se puede producir la transmisión
del virus durante el embarazo, el
parto y la lactancia.
9. Unas personas puede que no presenten síntomas iniciales al infectarse con el virus
del VIH, mientras que otras experimentan síntomas que no son específicos, sino
que son comunes a muchas enfermedades como son:
síntomas pseudogripales con fiebre,
erupción cutánea,
inflamación de los ganglios linfáticos e
irritación de garganta.
Algunas personas permanecen años sin síntomas desde el contacto con el virus
hasta que desarrollan el sida.
10. Agregar un título de diapositiva (3)
A medida que va disminuyendo el recuento de células CD4, aumenta la posibilidad de que
se vean afectados por ciertas enfermedades:
Enfermedades frecuentes con conteo de CD4 inferior a 350 células/mililitro cúbico
Tuberculosis.
Virus del herpes simple.
Candidiasis bucal o vaginal.
Herpes Zoster.
11. Enfermedades frecuentes con conteo de CD4 inferior a 200 células/mililitro cúbico
Neumonía.
Esofagitis por Cándida.
12. Agregar un título de diapositiva (4)
Enfermedades frecuentes con conteo de CD4 inferior a 100 células/mililitro cúbico
Meningitis.
Encefalitis por toxoplasmosis.
14. Agregar un título de diapositiva (5)
El sida atraviesa diversas etapas, en las que se aprecian una serie de diferencias:
Fase inicial
Depende de una serie de factores:
Dosis infectante: la cantidad de virus que se ha transmitido al organismo.
Virulencia de la cepa: la capacidad para producir daño que tiene el virus con que se
ha infectado.
Capacidad de respuesta de la persona infectada: cada persona reacciona de
manera diferente ante una misma enfermedad.
El virus se disemina en el tejido linfoide y en los ganglios linfáticos.
15. Fase crónica
Esta etapa tiene una duración variable, estimada en años, en la que el virus se va
multiplicando.
Los afectados suelen permanecer asintomáticos (sin síntomas).
Fase final
Aumento de la multiplicación del VIH.
Aparición de graves infecciones oportunistas.
17. DIAGNOSTICO
Es necesario realizar un examen de sangre específico, denominado Prueba de
Anticuerpos al VIH.
Si la prueba es positiva indica que la persona tiene el virus, pero eso no significa
que haya desarrollado la enfermedad, ni que necesariamente vaya a desarrollarla.
18. El periodo de ventana
Durante un tiempo tras la infección no se pueden detectar todavía los anticuerpos
en la sangre, esta etapa se conoce como periodo de ventana, y es el espacio de
tiempo que tiene que pasar entre una práctica de riesgo y el momento adecuado
para realizar la prueba del VIH y que su resultado se considere fiable.
Por lo general, desde que el virus entra en el organismo hasta que los anticuerpos
aparecen en la sangre pasan entre cuatro y ocho semanas pero, para mayor
seguridad, se aconseja que la prueba se realice tres meses después de la práctica
de riesgo.
20. No hay cura conocida para el sida.
Ningún tratamiento elimina por completo el virus del organismo. Sin embargo, sí
hay disponibles tratamientos del sida que ayudan a mantener el recuento de CD4
alto y mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Es muy utilizada la terapia antirretroviral altamente activa (HAART en inglés o
TARGA en español). Se trata de una combinación de varios fármacos
antirretrovirales, cuya finalidad es impedir que se multiplique el virus.
Consigue reducir el número de partículas de VIH en la sangre, y permite que el
conteo de CD4 permanezca alto, lo que conduce a mejorar y prolongar la vida del
paciente. Aunque hay que tener presente que el paciente puede seguir
transmitiendo el virus.
21. Esta terapia tiene sus inconvenientes, y es que pueden aparecer los efectos
secundarios específicos de cada uno de los fármacos que componen la terapia.
Entre los más comunes:
náuseas,
dolor de cabeza,
debilidad,
malestar general,
acumulación de grasa en la espalda y en el abdomen.
Cuando se utilizan durante un tiempo prolongado aumentan el riesgo de que el
paciente sufra un ataque cardíaco.
22. El médico que prescriba este tratamiento tiene que hacer un seguimiento al
paciente para valorar estos posibles efectos secundarios y, cada tres meses,
solicitar análisis de sangre para medir los conteos de CD4 y la carga viral del VIH.
Otro inconveniente de esta terapia es que el VIH se puede hacer resistente al
tratamiento, por lo que sería preciso cambiar la combinación, y sustituir unos
fármacos por otros.
23. Es muy beneficioso para los enfermos de sida mantener una buena nutrición, ya
que es frecuente observar deficiencias de cinc, selenio, cobre, vitamina B6 y
vitamina B12. El hecho de mantener unos niveles correctos de nutrientes les
proporcionará una mejora en la función del sistema inmunitario, así como el
mantenimiento del peso corporal, lo que mejorará la respuesta al tratamiento.
En el caso de que se trate de una mujer embarazada, el tratamiento debería incluir
zidovudina (AZT), desde el comienzo del 2º trimestre hasta el final del embarazo y
el parto. El bebé también debe ser tratado durante las seis primeras semanas de
vida.
Otros fármacos usados son: lamivudina o nevirapina.
25. Para que pueda producirse la transmisión del VIH deben
darse tres condiciones:
Que una de las personas presentes sea portadora del VIH.
La concentración de VIH tiene que ser suficiente para que se pueda producir la
transmisión. La sangre es el fluido corporal donde el virus está más concentrado.
Es necesario que el VIH entre en la corriente sanguínea para contraer el virus. La
piel impide que el VIH se introduzca en el organismo, por lo tanto no basta con
haber estado en contacto con un fluido contaminado, es necesaria una vía de
entrada en forma de herida abierta, cortadura, fisura, desgarro, o a través del
contacto con las membranas mucosas.
26. Cuando una persona está infectada con VIH, puede transmitirlo a otras personas a
través de los siguientes fluidos corporales:
Sangre (las mayores concentraciones de VIH se encuentran en la sangre).
Semen.
Secreciones vaginales.
Leche materna.
Fluido pre-eyaculatorio. En este los niveles de concentración del VIH son muy
bajos, pero existe riesgo.
27. CONDUCTAS DE RIESGO A EVITAR
Para prevenir el contagio, lo mejor es evitar las conductas de riesgo que supongan
el contacto con los fluidos capaces de transmitir el VIH:
No intercambiar jeringas o agujas con otras personas, porque la sangre infectada
pasaría directamente al torrente sanguíneo, y esta es la forma más rápida y eficaz
de contagio.
Usar siempre instrumentos estériles o desechables para perforar la piel (tatuajes,
análisis de sangre, inyecciones...). Por el motivo explicado en el punto anterior.
28. Utilizar correctamente preservativos de látex (masculino o femenino) al
mantener relaciones sexuales con penetración (ya sea anal, vaginal u oral).
Evitar el sexo oral sin protección. Aunque parece que la boca es un entorno hostil
para el VIH, se han dado casos de transmisión del VIH por vía oral (boca-pene,
boca-vagina y boca-ano), por lo que el contacto de semen, secreciones vaginales
o sangre infectados en la boca supone un riesgo.
29. Las mujeres embarazadas portadoras del virus deben recibir tratamiento para
disminuir el riesgo de transmisión al feto durante el embarazo y el parto, y no
amamantar al niño. Es aconsejable, además, el parto por cesárea, ya que reduce
el riesgo de transmitir el virus al bebé.
Los profesionales sanitarios que trabajen con enfermos de sida deben extremar
las precauciones para no pincharse accidentalmente con agujas infectadas, y
utilizar ropa, máscaras y gafas protectoras para evitar el contacto con sangre u
otros fluidos que contengan el VIH.
30. La sangre que se emplea en las transfusiones, y cualquier producto sanguíneo
que se vaya a utilizar en algún tratamiento (como el de la hemofilia, por ejemplo)
tienen que ser analizados para descartar la presencia del virus.
Al igual que la sangre y sus derivados, también es imprescindible analizar el
semen donado con la prueba de anticuerpos del VIH antes de ser utilizado.