PowerPoint que acompañó a la Exposición sobre "Acompañamiento al Hermano en Cáritas" de Carmen Gálvez, del Centro Polivalente de Mayores "Santa Isabel" de Cáritas en Huétor Tájar (Granada), el 21 de Marzo de 2012
2. I. Introducción.
¿Cómo nos afecta la situación actual en nuestra
tarea de ACOMPAÑAMIENTO?.
ESTAR
II. Concepto y Estilos de Acompañamiento.
SABER
III. Actitudes del Acompañamiento.
SABER SER
IV. Habilidades, Recursos y Destrezas en el
Acompañamiento.
SABER HACER
3. ¿Cuál es mi Objetivo?
Profundizar y Ampliar la Competencia
Personal sobre la R-A, dirigida al
ACOMPAÑAMIENTO de personas en
situación de vulnerabilidad, fragilidad
y exclusión Social.
Saber
Saber ser
Saber hacer
5. Los hermanos necesitados:
Pobres son mas pobres
Personas en situación de vulnerabilidad han
pasado a vivir en la pobreza
Personas en situación de normalidad han
pasado a ser vulnerables
6. ¿Sabemos acompañar las nuevas
necesidades?
¿Acompañamos en lo urgente?
¿Escuchamos lo que esta situación les
está haciendo sentir?
¿Cómo nos afecta a los
Voluntarios?
7. Sentimientos de fracaso
Estrés
Ansiedad
Culpabilidad
……
¿Es posible hacer frente a esta Situación que genera
nuevos destinatarios de nuestras acciones, sin dejar
de atender otras necesidades, quizá mas
tradicionales de nuestra Cáritas?
10. ¿Cómo te relacionas con los destinatarios de tu quehacer
voluntario?
II.-Concepto de acompañamiento y
estilos. “Saber”
III.-Actitudes que debe interiorizar
todo acompañante. “Saber ser”
IV.-Habilidades, recursos y destrezas
para el acompañamiento. “Saber
hacer”
11. II.-Saber. Concepto de Acompañamiento
¿Qué es y qué no es el Acompañamiento?
DRAE
1.-Estar o ir en compañía de otra u otras
pers. Enfatiza el hecho de “caminar juntos”,
independientemente del destino o del
trayecto seguido.
2.-Participar en los sentimientos de alguien.
Empatizar con lo que ese alguien está
viviendo.
3.-Juntarse con otros de la misma facultad
para ocuparse de algún negocio. Existe un
objetivo común que se persigue en equipo,
con personas que conocen un oficio y entre
las que se colabora.
12. Metáfora más usada para representar la relación de
ayuda es “caminar juntos”
De la relacion de ayuda , caminar juntos expresa el lado
arriesgado y la dimensión de confianza, la mutualidad del pacto y
la gratuidad. Quien acompaña pone al servicio de la persona
encontrada los recursos de la propia experiencia sin esconder los
límites ni la riqueza de la propia preparación.
En la literatura de todos los tiempos es posible hallar huellas de tal
metáfora: La Odisea de Homero o La divina Comedia. Pero el libro
en que tal imagen recorre con mayor frecuencia es La Biblia:
La ayuda ofrecida por Dios es con frecuencia reconocida como un “caminar conjuntamente” con
el hombre (Gen 35,3)
El Señor es guía que precede en el camino (Dt 1,33)
Conduce a aguas tranquilas y a pastos herbosos (Sal 23,2)
Asegura su presencia también cuando el sendero baja por un valle oscuro (Sal 23,4)
Ayuda, como en el camino de Emaús, a interpretar la experiencia con su palabra que es luz en el
camino de la vida (Sal 119,105)
A través de su ángel ofrece el reposo del pan y del agua al cansado y a los desalentados (1 Re
19,6)
Como Buen Samaritano, alivia las heridas de las víctimas de cada violencia (Lc 10,29ss)
13. Acompañar es estar al lado de y
caminar junto a la persona
acompañada, dejando que sea
protagonista de su camino.
Ese camino no es estándar y en ese
sentido, cada persona es diferente, y
por lo tanto tiene el derecho a un
acompañamiento particular.
14. ACOMPAÑANTES.
Acompañar es dar apoyo, dar
protagonismo a la otra persona, transmitir
consuelo, serenidad, paz, orientar para la
toma de decisiones, para el
discernimiento: pero ello sólo es posible si
el que se dispone a desarrollar dicha tarea
goza de una cierta tranquilidad emocional
y estabilidad psicológica y espiritual.
Metáfora del curador-herido
15.
16.
17. La metáfora del “curador herido” es utilizada para ilustrar el modo de
manejar esta dimensión negativa del ayudante que entra en contacto
con la dimensión negativa del ayudado. El sentido de tal metáfora está
basado en el presupuesto de que tanto en el que se acerca al que sufre
como en el que sufre conviven la experiencia del sufrimiento (herida) y
el poder de curación.
Partiendo de este presupuesto, existen distintas posibilidades de
relación con el que sufre.
-Otros, ante el sufrimiento de los demás, se limitan a compartir las propias experiencias de dolor.
En este caso, se aumentan los sufrimientos. Las personas se encuentran únicamente a nivel de “herida”
y su identificación puede únicamente aumentar el dolor. Quienes se relacionan así queriendo manifestar
solidaridad y cercanía, en realidad no consiguen una relación eficaz.
-Algunos, ignorando o negando la propia herida, entran en contacto con el sufrimiento del otro
sólo con la dimensión de “curación”, queriendo ser “salvadores” que asumen toda la responsabilidad del
problema o de la situación del otro. Así se anulan las capacidades “sanadoras”, responsables del otro.
-Otros, finalmente, se acercan al que sufre tanto desde su experiencia de “herida” (el propio
sufrimiento) como desde su capacidad de “curación”. Es la postura del curador herido. Se despiertan las
fuerzas sanadoras presentes en la propia persona, se integra lo negativo (soledad, dificultades,
separaciones, pérdidas, enfermedades…), y esto capacita para ayudar a despertar en el otro sus
propios recursos. La experiencia del propio sufrimiento suscita sentimientos de comprensión,
compasión, participación. La experiencia de los propios recursos positivos de curación ayuda a
despertar en el otro sus propias capacidades, no haciéndole dependiente, sino responsable. De esta
forma, se ayuda al que sufre a crecer en su situación.
18. •.DIFERENTES ESTILOS DE RELACIÓN DE AYUDA.
La relación de ayuda deriva en estilos diversos
según dos elementos principales:
1.-Según la disposición del
ayudante, la relación de ayuda puede
estar centrada en el problema o centrada
en la persona. .
2.-Según el uso que el ayudante
haga del poder, la relación de ayuda
puede ser directiva o facilitadora.
21. Cuando las actitudes directiva y facilitadora se
combinan con las centradas en la persona y en el
problema se obtienen ulteriores estilos de relación de
ayuda:
Estilo autoritario (manager)
Estilo democrático-cooperativo
Estilo paternalista
Estilo empático-participativo
22. Estilo autoritario (manager): se da
cuando el ayudante se centra en el
problema del ayudado y quiere ayudarle a
resolverlo de manera directiva.
Centrándose más en los propios recursos
que en los del ayudado, tiende a establecer
una relación de dominio-sumisión.
La persona ayudada es considerada
como un simple ejecutor de un proyecto
que posee bien claro el ayudante.
23. Estilo democrático-cooperativo: también el que
usa este estilo se centra en el problema del
interlocutor. La actitud que adopta, sin embargo, es
facilitadora, es decir, tiende a implicar a la persona
encontrada en la solución del problema.
En lugar de imponerlas, el ayudante propone las
soluciones, acompañando al interlocutor a encontrar
alternativas válidas y animándole a usar los propios
recursos para alcanzar este fin.
24. Estilo paternalista: en este tercer estilo, el
ayudante se centra en la persona del interlocutor, es
decir, tiene en cuenta cómo vive él su problema. Su
modo de intervenir es directivo y esto se expresa de
diferentes formas. Puede tener la tendencia a
considerar al otro bajo la propia protección,
asumiendo la responsabilidad de la situación que él
vive.
Esta tendencia puede llegar incluso a la pretensión
de querer salvar a la persona ayudada. El
paternalismo implica un acercamiento al ayudado,
pero no confía en él, sino que se siente responsable
de realizar la salvación del otro.
25. Estilo empático-participativo:
*El ayudante se centra en la persona y sus intervenciones se
inspiran en la actitud facilitadora.
*Atento a la experiencia del interlocutor, se interesa de que éste
tome conciencia profundizando así el conocimiento :
-de sí mismo
-de sus dificultades
-de sus recursos
*Considerando la valoración cognitiva y afectiva que la persona
hace de lo que le pasa.
*Acompañándole a identificar lo que quiere y cree que debe hacer
en relación a lo que puede.
26. ¿Hay que privilegiar un determinado estilo?
-En realidad todos los estilos pueden
tener su lugar en la relación de ayuda al
que sufre si se saben usar con flexible
selectividad y teniendo en cuenta los
distintos elementos de la situación
concreta.
No obstante, el estilo empático-participativo
debería constituir el fondo del ser del
ayudante.
27. ACOMPAÑADOS:
Una pregunta crucial que todo voluntario de la ayuda debiera hacerse
es :
¿qué espera de mí el ACOMPAÑADO-ayudado? .
(Luciano Cian )
situación-dificultad-sufrimiento-sentimientos
28. Cian afirma que la persona que se
encuentra en una dinámica como la
que hemos descrito, lo que espera es
un proceso de recorrido inverso:
Sentimientos-Sufrimiento-Dificultad-Situación
Comprenda-Empatice-No juzgue-Ayudar a buscar Soluciones
29. -Espera que el ayudante comprenda, ante todo, los
sentimientos que está viviendo, que acepte su
confusión, su incertidumbre, su miedo, su inquietud.
-Espera que el agente de ayuda participe del
sufrimiento que está experimentando, que se ponga en
su lugar, con actitud empática, y que vibre con él.
-Espera del ayudante que examine con él las
dificultades y que busque el sentido de su problema, sin
juzgar.
-Y, finalmente, la persona necesitada, en crisis o
enferma espera que el ayudante le ayude a buscar
pistas vitales para salir de tal situación, para tomar una
decisión o para vivir de la manera más sana posible
aquello que no tenga visos de solución.
30. Cinco dimensiones que deberán cuidar siempre los acompañantes:
• Cognitiva (cabeza)
• Afectiva (corazón
• Social (comunicación)
• Moral (entorno)
• Espiritual (religiosa)
Cada una de estas dimensiones puede ser la motivación que a una
persona le lleve al voluntariado, pero el acompañante tratará de
que se cultiven las cinco, cuidará que ninguna de ellas quede sin
riesgo.
Las cinco dimensiones son importantes, pues ser voluntario sólo
desde una de ellas puede resultar útil; puede saciar una inquietud
intelectual o afectiva… pero es muy frágil.
La dimensión espiritual integra las anteriores y nos recuerda que
desde Cáritas, nuestro compromiso es con el trabajo por el Reino
en esta tierra y con la persona en todas sus dimensiones, también
la religiosa.
31. III.-SABER SER: Actitudes que debe
interiorizar todo acompañante.
Las tres actitudes fundamentales que
deben constituir el “fondo”, la
“manera de ser” del acompañante y
que resultan, en sí mismas,
instrumento terapéutico son:
1.- La Empatía
2.- La Aceptación Incondicional
3.- La Autenticidad
32. 1.- La empatía.-
- “meterse en la piel de otro”, “caminar con sus
zapatos”. Es decir, consiste en disponerse interiormente
para comprender a otra persona, acogiéndola totalmente,
sin juzgarla y ser además capaz de transmitirle esa
comprensión.
Ejemplo: Los 5 aspectos más importantes de mi vida
a) Fases de la empatía.-
Fase de la identificación: “Si yo estuviera en su lugar, quizá
también sentiría…”, “Probablemente también haría…”.
Fase de la incorporación y repercusión: lo que el ayudado
comparte conmigo no me deja indiferente, remueve en mí
diversos sentimientos e ideas. Es como si nos “viésemos” a
nosotros mismos al contemplar al otro.
Fase de la separación: llega el momento de retirarse de la
implicación que hemos puesto en el plano de los sentimientos.
Si no aprendemos a separarnos corremos el riesgo de
“quemarnos” en nuestro quehacer voluntario.
33. b) Dificultades de la empatía.-
La empatía exige la capacidad de “meterse en el
punto de vista del otro”, poniendo entre
paréntesis, aunque sólo sea temporalmente, las
propias opiniones, creencias, gustos. EJ. JUEGO DE
LOS PUNTOS
Otra dificultad de la empatía es que si realmente
el ayudante se mete en el mundo interior de los
ayudados, su propia personalidad queda afectada,
se encuentra con la propia vulnerabilidad. EJ.
ILUSIONES OPTICAS. Rana-caballo
Una dificultad más para poner en práctica la
relación empática consiste en no calibrar bien el
grado de implicación emotiva. En el fondo es una dificultad
que consiste en no saber vivir bien la separación emotiva o no saber
mantener la distancia afectiva que permite una mayor objetividad. Si
esta dificultad es vivida intensamente, es fácil “quemarse” en el
ejercicio de la profesión.
35. 2.- La aceptación incondicional.-
Presentemos esta actitud en cuatro direcciones
para explicar mejor su significado en la relación de
ayuda:
a)- Ausencia de juicio moralizante sobre la persona del
ayudado, respeto.
b)- Confianza y consideración positiva del ayudado.
c)- Acogida de toda su persona, particularmente, del
mundo emotivo.
d)- Cordialidad en el trato.
36. El cuento del elefante
(Jorge Bucay)
Un niño observa en un circo un enorme ejemplar de elefante, que después
de hacer gala de una gran fuerza durante su número, permanecía atado a
una pequeña estaca atada en el suelo, con una cadena que aprisionaba sus
patas.
Era obvio que tenía que ser capaz de liberarse con facilidad de aquel
pequeño trozo de madera.
El niño se preguntaba qué sujetaba entonces al animal.
Muchos años después alguien le contó que aquella bestia del circo no se
escapaba porque había estado atado a una estaca parecida desde que era
muy pequeño.
En aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse.
Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió porque aquella estaca era
demasiado grande para él.
Lo intentó hasta el agotamiento, un día tras otro, por lo que el animal
acepto su impotencia y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso tiene grabado el recuerdo de su fracaso
cuando era diez años más pequeño.
Jamás ha vuelto a poner a prueba su fuerza con la estaca.
37. 3.- La autenticidad.-
Consiste en la coherencia entre lo que el ayudante es,
piensa, siente, lo que vive y lo que expresa. Es la capacidad
de ser él mismo en la relación, sin máscaras. La
autenticidad implica un buen conocimiento de sí mismo y
una sintonía entre la verdadera vivencia o sentimiento, la
conciencia de la misma y su manifestación exterior.
La autenticidad es, pues, el resultado de dos factores: la
posibilidad de que cualquier sentimiento del ayudante
emerja y sea reconocido y aceptado y, por otra parte, su
disposición a comunicar al enfermo los propios sentimientos
con el fin de instaurar una relación auténtica.
38. Cómo puede el Acompañante “trabajar” sus
sentimientos, para poder desde allí
comprender y aceptar los de la persona
ayudada.
1º.-Tomar conciencia de los propios estados de ánimo
(sentimientos, emociones) y darles un nombre.
2º.- Aceptarlos. Los sentimientos, en sí mismos, no son buenos ni
malos en un sentido moral.
3º.- La integración de los sentimientos. Se consiguen integrar en
la medida en que se les permite vivir dentro de nosotros y se hace la
paz con ellos.
4º.-La expresión de los mismos. Lo importante es ser conscientes y
expresarlos de una manera elegida libremente, no haciendo pagar al
otro nuestro estado de ánimo.
39. 3.-SABER HACER. HABILIDADES, RECURSOS Y
DESTREZAS PARA LA RELACIÓN DE AYUDA.
El conjunto de habilidades y destrezas que permiten
que un encuentro de ayuda constituya un avance hacia
el proceso de cambio o desarrollo en la persona
ayudada, son:
1.- La Escucha Activa
2.-La Reformulación
3.- Personalizar
4.- Confrontar
5.- Iniciar o Incitar a la Acción
40. 1.- La escucha activa.-
Es un proceso mucho más complejo que la mera pasividad que
asociamos al “dejar de hablar”. Escuchar significa, por tanto,
mucho más que oír; significa poner atención para oír. Significa,
sobre todo, querer comprender.
Escuchar es centrarse en el otro, haciendo acallar el
conjunto de voces que resuenan en nuestro interior; nuestros
recuerdos, remordimientos, alegrías, preocupaciones, etc., que
acuden a nuestra mente mientras “oímos” al otro.
Se escucha, ante todo, con toda la persona, aunque una
especial importancia la tiene la mirada. Con frecuencia el
primer bien precioso que se le puede dar a una persona es una
mirada distinta.
La escucha activa en muchas ocasiones se manifiesta mediante
monosílabos o interjecciones (ah, sí, um, etc.) que nos hacen
estar presente en el diálogo.
Dar a alguien la posibilidad de hablar es concederle la
posibilidad de reducir la angustia que a veces puede parecer
que ahoga.
41.
42.
43.
44. Conductas de comunicación que
facilitan la relación
Verbales
• Palabras fáciles
• Repite y aclara
• Interpretaciones, resumir
• Responde al mensaje
• Refuerzos verbales
• Dar información adecuada
• Respeta, retro-alimenta, aporta comprensión
No verbales
• Acomodo del tono verbal
• Mantiene el contacto visual
• Mantiene expresión facial y corporal
• Distancia física adecuada
• Relajado, postura corporal abierta y orientada a la persona
• Tono de voz confiado
45. Conductas de comunicación que
dificultan la relación.
Verbales
• Interrumpir
• Dar consejos, reñir, calmar, culpar, exigir
• Cuestionar de forma general (¿por qué?)
• Ser condescendiente
• Intelectualizar
• Sobre-interpretar, dar por sabido
• Minimizar
No verbales
• No mirar
• Distancia física excesiva
• Actitud despectiva
• Tono demasiado rápido o lento
• Expresión facial de las emociones negativas
• Actuar con prisas
46. Intervenciones en la relación de
ayuda
Es útil
• Escuchar • Preguntar sobre sus emociones • Facilitar la
reflexión • Ofrecer opciones • Reflexionar y responder
• Facilitar que el usuario pruebe opciones l• Aceptarlo que
piensa el usuario • Dialogar • Averiguar si quiere información
• Empatizar •Intentar entender al usuario • Poner límites
No es útil
• Imponer • Evitar las emociones del usuario • Hablar de tal
manera que el usuario se justifique • Intentar “hacer ver”
• Reaccionar • Dar “soluciones” • Intentar convencer • Insistir
• Dar información que ya tiene • Rescatar • Opinar sobre el
usuario, juzgar • Regañar, enfadarse
47. CONCLUSIONES
Sólo es posible acompañar correctamente si la persona que acompaña,
se siente debidamente cuidada y acompañada
48.
49. Es una actividad intrínsecamente humana, -
(unas veces somos acompañantes y otrassomos
acompañados),- que ninguna tecnología puede
sustituir, porque acompañar exige un
rostro, una mirada, un encuentro, un
saber acompañar.
Nuestra tecnología es el TIEMPO y el
ESPACIO y las herramientas más
importantes de trabajo la constituyen la
PALABRA y la ESCUCHA
50. La metodología de aprendizaje de la
relación de ayuda es la reflexión sobre la
experiencia.
- El análisis continuo que debe hacer la
persona que acompaña, sobre los
encuentros y diálogos mantenidos con las
personas AYUDADAS para poder así
detectar errores e intervenciones
inadecuadas y aprender de ello.
51. La Oferta del Diablo
Se cuenta que el Diablo decidió hacer una venta de su garaje, y sacando
todas sus mejores herramientas de falsedad y muerte les puso precio y las
colocó delante de su casa. Cada una estaba marcada según su valor.
Allí había odio, envidia y celos, todo ello con el cartel de “Se vende”.
Así como engaño, lujuria, mentira y orgullo, con sus correspondientes
etiquetas en las que figuraba el precio.
Pero sola por encima de las demás, completamente separada de las
otras herramientas, había una de aspecto corriente, sin pretensiones. Se
hallaba bastante gastada; mejor dicho: era la que más gastada estaba
de todos aquellos utensilios y sin embargo, tenía el precio más alto.
Un cliente se acercó y comenzó a ojear las herramientas. Luego tomó
aquella a la que nos referimos y le preguntó al diablo:
-Dígame, ¿cómo se llama esta herramienta?
-¡Ah, ésta es mi favorita!-contestó en tono astuto y burlón-. Se llama
“DESALIENTO”.
-¿Se puede negociar ese precio tan alto?
-Rotundamente, no. Esta herramienta es más poderosa que ninguna otra de
las que tengo. Cuando aplico el desaliento sobre una persona, puedo
utilizarlo como palanca para abrir su corazón, y luego emplear el
resto de mis utensilios. Es la herramienta clave, la más estratégica, y por
eso se vende a un precio muy elevado.
52. GRACIAS A TODOS POR
SU ATENCIÓN.
Bibliografía:
-Cuadernos del Centro de Humanización de la Salud. (relación de ayuda,..)
-9 Temas Clave en las Caritas Parroquiales.
-El grupo, lugar de Crecimiento
Carmen Gálvez. 958333558
carmengalvez@caritasgranada.org
55. Acompañar exige:
Frances Torralba
El escrupuloso respeto a la autonomía de la otra
persona
El conocimiento y la comprensión de la circunstancia
del sujeto acompañado
El análisis de sus necesidades
La capacidad de anticipación
El respeto y promoción de la identidad del
acompañado
El autocuidado como garantía de un correcto
acompañamiento
La vinculación empática con la vulnerabilidad de la
otra persona
56. La persona Acompañante
Está al servicio de la persona acompañada
Empatiza con la persona acompañada
Escucha
No juzga al acompañado. La actitud predominante es de aceptación. Un
posicionamiento “de su parte” que no implica estar de acuerdo con ella
en todo.
Coloca el centro del proceso de acompañamiento en la persona
acompañada
Contribuye a que la persona despliegue todas sus capacidades y se
desarrolle
Facilita que la persona acompañada entre en contacto con su interior y
sentimientos
Debe conocer el programa
Disponibilidad de tiempo para asumir la dedicación que supone el
acompañamiento
Debe tener una mirada global, sin quedarse en aspectos parciales
de la situación de la persona
Competencias, Actitudes y Capacidades
57. Qué NO es el Acompañamiento
No es una terapia Psicológica
No es un encuentro de Amistad
No es hacerse cargo de la suerte de la otra persona
No es predicar, ni querer que otros repitan mi experiencia
No es agradar a la otra persona
No es tener respuesta para todo
No es ser un sacerdote o un confesor
No es ser un consultor Técnico
No es dar las respuestas, sino acompañar un proceso de
descubrimiento, proponiendo, alentando, en igualdad de
términos, no como superior o inferior
No es imponer pistas, ni tomar decisiones por la otra
persona
No es agobiar a la persona, ni suplir sus responsabilidades
58. Dificultades para el
acompañamiento:
Que la persona acompañada no se deje
Que no tenga costumbre de compartir procesos internos, sentimientos,..
Que no se genere una relación de confianza
Que no se respete la intimidad
Que la persona que acompaña se identifique con la acompañada y que lo
que ésta exprese, viva y piense, resuene en el acompañante y no sepa
reelaborarlo.
Que la persona que acompaña quiera dar respuesta inmediata a las
necesidades del acompañado
La carga de trabajo que hace que lo urgente quite espacio y tiempo a lo
importante
No saber dar respuesta
Que el acompañamiento sea vivido como algo obligado y como reflejo de
autoridad.
Que los objetivos del acompañante y del grupo o persona no coincidan.
Intentar la implicación del grupo o persona demasiado deprisa.
Que no se entienda o no se tenga clara la función del acompañante.
La falta de tiempo que dedicar a cada grupo o voluntario.
59. Para resolver esas Dificultades ayuda
el que regularmente pueda reunirme
con una persona o equipo y poder
contrastar las dificultades con las que
nos vamos encontrando.
60. La tarea de acompañar es, a veces, una tarea ingrata, por su poca
visibilidad, pero Caritas Diocesana de Granada sabe que es la fuerza
motriz de la Organización. Por ello, piensa que El acompañamiento del
acompañante es esencial, para ayudar al VOLUNTARIO a:
Ser congruente ( con su propia historia, autoestima, vencer la
exigencia de ser perfecta o de dar respuesta inmediata)
Conocer, asumir y ejercer sus habilidades
Ser discreto, con humildad y reverencia ante la otra persona.
Autocuidarse. El autocuidado es ante todo una responsabilidad de
la persona acompañante. Debe velar por su equilibrio emocional y
por la salud de su vida mental, así como la de su cuerpo y su
alma.
Aumentar y afianzar su Conocimiento.
Porque el cuidado del acompañante es una exigencia también para
la Institución. Por eso es imp. que los equipos se reúnan y
compartan su experiencia en la tarea de acompañar, las
dificultades y los logros; así como demandar a la organización
formación y capacitación, permanente.