Este documento discute la importancia de la educación intercultural en la preservación del patrimonio cultural de los pueblos indígenas en México. Argumenta que una educación basada en los principios de inclusión cultural, respeto a la diversidad lingüística y vínculos entre culturas ancestrales y el mundo moderno puede ayudar a preservar prácticas culturales en peligro como las lenguas originarias, la cosmovisión y formas de organización social. También examina orientaciones internacionales sobre preservación del patrimonio y la
1. educación
educaciónindígena PATRIMONIAL
El compromiso de la educación
INTERCULTURAL EN LA PRESERVACIÓN
DEL PATRIMONIO
María de Lourdes Casillas Muñoz*
Una educación patrimonial útil para las poblaciones a las
que se dirige debe basarse tanto en el reconocimiento de las necesi-dades
sociales y materiales de dichas poblaciones como en el respeto
irrestricto de sus derechos culturales. Un enfoque intercultural que,
con sentido histórico, reconozca las disimetrías en el ejercicio de estos
derechos y los factores que las determinan es, pues, indispensable
para hacer de la educación patrimonial un instrumento útil para el de-sarrollo
y la emancipación cultural. De ahí la pertinencia de este texto.
La educación intercultural en la preservación
de las culturas originarias de México
En los últimos treinta años, múltiples movimien-tos
sociales y políticos que han buscado reivin-dicar
los derechos fundamentales de los pueblos
indígenas en América Latina se han propuesto
generar nuevas disposiciones normativas y crear
instituciones que busquen el reconocimiento del
derecho a la diferencia y, en particular, la perti-nencia
cultural y lingüística de los servicios edu-cativos
mediante la aplicación de los principios
del enfoque intercultural. Este enfoque se apoya
en una plataforma axiológica que reconoce la
necesidad de transformar las disparidades de
las relaciones sociales lesionadas históricamente
por sentimientos de odio y menosprecio a las di-ferencias
de origen, mismas que han alimentado
el racismo y la discriminación de pueblos y cul-turas
sometidas a un poder hegemónico y han
agudizado así la desigualdad social.
En este contexto destaca, como uno de los fe-nómenos
sociales que ha cobrado cada vez ma-yor
relevancia en Latinoamérica, la expansión
de un movimiento político-cultural que plantea
* Socióloga, especialista en investigación y desarrollo de la edu-cación.
Profesora del Colegio de Pedagogía de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Desde 2001, colabora con la
Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe
de la Secretaría de Educación Pública (SEP
IR IP HMWIyS HIP
modelo educativo, puesta en marcha y seguimiento del fun-cionamiento
de las universidades interculturales.
Dito Jacob (DGEI)
37
CORREO del MAESTRO núm. 223 diciembre 2014
2. Educación PATRIMONIAL
La educación sustentada en los principios de inclusión de la
diversidad cultural en los espacios educativos, propicia el de-sarrollo
de las competencias comunicativas en dos lenguas: la
originaria y una segunda (español), útil para entablar una co-municación
amplia con el resto de la sociedad y con el mundo
que las instituciones educativas deben compro-meterse
a adoptar los principios de este enfo-que
sustentado en la inclusión de la diversidad
cultural en los espacios educativos, respetando
el derecho a recibir educación en las lenguas
de origen, contemplando simultáneamente la
contextualización del desarrollo educativo en el
marco de la propia cultura y estableciendo es-trechos
vínculos de comunicación directa entre
las culturas ancestrales y el mundo moderno.
Estos principios, además de explorar vías
para la proyección de un proceso educativo
sustentado en la justicia curricular, se proponen
contribuir al rescate, preservación y difusión de
los saberes y expresiones culturales de los pue-blos
latinoamericanos, en diálogo con el desarro-llo
del conocimiento considerado universal. Esto
permitirá establecer vínculos de colaboración y
contribución al conocimiento científico entre los
pueblos indígenas y entre diversas identidades
presentes en el país, en una relación paritaria
que, con una visión crítica y creativa, les facili-
te la generación de propuestas de
desarrollo adecuadas a su cultu-ra,
tradiciones, expectativas e in-tereses,
y los mantenga en contac-to
dinámico con otras culturas del
mundo.
La educación sustentada en es-tos
principios pretende propiciar
el desarrollo de las competencias
comunicativas en dos lenguas:
por una parte, fomenta el uso de
la lengua originaria, con objeto
de tender puentes de comunica-ción
entre la universidad y las co-munidades
y así mantener viva la fi-losofía
de la cultura de origen; y, por
Shutterstock
otra parte, promueve el dominio de una
segunda lengua (español), útil para entablar
una comunicación amplia con el resto de la
sociedad y con el mundo. Asimismo, esta edu-cación
fomenta el contacto con otros y el estable-cimiento
del diálogo en un ambiente de respeto
a la diversidad. De esta forma, la diferencia se
concibe como una virtud que propicia actitudes
de respeto y comprensión recíprocos entre dis-tintas
culturas, y supone una relación entre las
diferentes culturas en condiciones de igualdad.
El propósito central de este enfoque es apro-vechar
las diferencias en un proceso de comple-mentación
de los conocimientos construidos y
compartidos con otros sujetos y otras dimensio-nes
de desarrollo (comunidad-región, entidad,
nación, mundo). Así, la diferencia debe conce-birse
como una cualidad que implica compren-sión
y respeto recíprocos entre distintas culturas;
supone una relación de intercambio de conoci-mientos
y valores entre las diferentes culturas
en condiciones de igualdad; y ofrece un aporte
al desarrollo del conocimiento, de la filosofía y
cosmovisión del mundo y de las relaciones que
en éste se establecen, entre diferentes actores, en
diferentes circunstancias.
38
CORREO del MAESTRO núm. 223 diciembre 2014
3. El compromiso de la educación INTERCULTURAL EN LA…
sentes en el territorio nacional? Las expresiones
culturales en mayor riesgo de pérdida absoluta
son las lenguas, la axiología derivada de la cos-movisión
de los pueblos originarios y las formas
de interacción y organización social sustituidas
por las prácticas de organización del sistema
político vigente, que a pesar de ser parte consti-tutiva
de la vida cotidiana de las comunidades
rurales e indígenas del país, sucumben con el
avance de la modernidad.
A través de la interculturalidad se busca una educación que dé respuesta a las
necesidades de quienes tienen como idioma de uso una lengua diferente de la
dominante, una enseñanza-aprendizaje que tenga en cuenta la relación que existe
entre los saberes y valores propios y aquellos ajenos
En el primer caso, las formas de comunica-ción
impuestas con la llegada de los españoles
a América a partir del desplazamiento de las
lenguas propias y la práctica obligada de una
lengua ajena, como la única reconocida, cons-tituyeron
un factor decisivo para la pérdida de
muchas lenguas y culturas. Posteriormente, la
política de unidad nacional –y la política educa-tiva
derivada– que se proyectó a principios del
siglo XX, de forma paralela al racismo y la dis-criminación,
puso en riesgo de desaparición las
lenguas; no obstante, éstas se han mantenido
vivas a pesar de los embates del desprecio histó-rico
y la discriminación.
Un principio fundamental que el enfoque in-tercultural
debe proyectar es la generación del
conocimiento como un bien colectivo, que brin-da
beneficios sociales más que individuales ya
que, de acuerdo con los valores de la organiza-ción
comunitaria, un sujeto no detenta el saber
sino que lo genera, aplica y desarrolla en benefi-cio
de la colectividad.
La educación intercultural integra una con-cepción
que ha abierto una nueva perspectiva
de orientación y tratamiento innova-dor
de los procesos educativos en los
países latinoamericanos ya que,
por la diversidad de su composi-ción
demográfica, ha obligado a
explorar estrategias de atención
adecuada a la problemática de
múltiples culturas que están en
riesgo de desaparecer después de
haber sido sometidas a prejuicios
de diferenciación social impuestos
por grupos de poder, en diferentes
etapas de la historia. Esta estrate-gia,
lejos de lograr su integración
a los beneficios del desarrollo, las
orilló al desplazamiento territorial
y a la marginación.
Dito Jacob (DGEI)
A fin de perfilar una nueva perspectiva de
desarrollo educativo distinta para las múltiples
culturas que habitan la región, en las comple-jas
circunstancias que ofrece el desarrollo de la
sociedad en todo el mundo, se propone –a tra-vés
de la integración de este enfoque– revertir el
proceso educativo que llevó a eliminar las dife-rencias
de las culturas y que las orilló a escon-der
conocimientos y valores que, de no haberse
sumido en el aislamiento, hubieran podido en-riquecer
sus posibilidades de desarrollo.
Pero, ¿cuáles son las prácticas culturales que
la educación debe comprometerse a preservar
en el marco de la pluralidad de culturas pre-
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CORREO del MAESTRO núm. 223 diciembre 2014
4. Educación PATRIMONIAL
que han alimentado a estas culturas, para evitar
su irremediable pérdida, es un imperativo que
debe considerarse en la formación de nuevas
generaciones de profesionales con estas raíces.
Orientaciones internacionales en materia de
preservación de patrimonio
Durante el siglo
XX, a raíz del ideal vasconcelis-ta
de integración de una nueva plataforma para
la construcción de una nueva cultura, se sostu-vo
la idea de que la consolidación de una sola
identidad y una sola cultura nacional contribui-ría
a eliminar los conflictos provocados durante
la Revolución, los que se debían, en cierta for-ma,
a la enorme diversidad regional de actores,
culturas, identidades, intereses y proyectos po-líticos.
En el curso de estos acontecimientos, se
crearon en México instituciones y políticas fe-derales
para alcanzar ese objetivo de unidad y
homogeneidad. Siguiendo a Maya Lorena Pérez
Ruiz, se confirma que:
La cultura se institucionalizó como instrumento
de cohesión social bajo un proyecto de políticas
públicas encargadas de generar un sentido de
unidad entre las poblaciones diferentes en lo cul-tural,
social, y económico y de seleccionar, compi-lar
y recrear los elementos que formarían la plata-forma
de memoria histórica y de cultura común
1
para los mexicanos.
De esta manera, la definición de los conte-nidos
del patrimonio cultural del pueblo mexi-cano
quedó en manos de agentes del poder
político cuyo sesgo de clase promovió el despla-zamiento
de los rasgos propios de las culturas
populares y de las culturas indígenas.
1 Maya Lorena Pérez Ruiz, “Patrimonio, diversidad cultural y
políticas públicas. Preguntas frecuentes”, en Diario de campo,
7, nueva época, enero-marzo 2012, México, INAH, p. 30.
En el segundo caso, la ideología de la religión
católica impuesta por la Conquista, y la perse-cución
y represión que la población indígena
padeció por defender sus creencias, desplaza-ron,
asimismo, la filosofía, la cosmovisión y las
expresiones de la espiritualidad de los pueblos
originarios.
En el tercer caso, la necesidad de control cen-tralizado
de la población a través del ejercicio
del poder político y económico impuesto en di-ferentes
etapas del desarrollo social del país, ha
desconocido las formas tradicionales de orga-nización
colectiva de las comunidades y ha im-puesto
otras en las que se privilegia el valor del
esfuerzo individual sobre el de la colectividad.
Otro aspecto de interés por abordar es la
transformación de las prácticas de producción
debida a los cambios de orientación técnica o
tecnológica que el avance de la ciencia y la tec-nología
han difundido entre la población cam-pesina,
lo cual, lejos de favorecer el desarrollo
productivo, genera dependencia de insumos ex-ternos,
ajenos al conocimiento del medio, y hace
insostenible su sobrevivencia futura. De ahí la
importancia de preservar los conocimientos
tradicionales para poner en práctica formas de
producción sustentable y la creación artesanal.
Si bien estas manifestaciones características
de las culturas mesoamericanas se han preser-vado
en comunidades que han logrado, en al-gunos
casos, mantener sus prácticas a contraco-rriente
de la depredación del medio ambiente
por parte de la gran industria, no se han reco-nocido
como parte de la esencia que da vitali-dad
a los pueblos mexicanos y a sus culturas.
En este sentido, y debido a los empeños de su
resistencia para no abandonarlas del todo, estas
prácticas construidas y transmitidas por gene-raciones
se convierten en esencia intangible de
su patrimonio. Orientar estrategias de preserva-ción
y resguardo de los conocimientos y valores
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5. El compromiso de la educación INTERCULTURAL EN LA…
surgidas del alma popular y el conjunto de valores
que dan sentido a la vida, es decir, las obras mate-riales,
y no materiales que expresan la creatividad
de ese pueblo: la lengua, los ritos, las creencias, los
lugares y monumentos históricos, la literatura, las
2
obras de arte y los archivos y bibliotecas.
Los lineamientos internacionales sobre la pre-servación
del patrimonio se integran en 1972,
en la Convención sobre la Protección del Patri-monio
Mundial, Cultural y Natural, instrumen-to
que tuvo como propósito combatir amenazas
2 Ibidem, p. 6.
Con la estrategia de ingreso a la
modernidad industrial, se hace nece-saria
una reflexión a fondo sobre la
forma de equilibrar las necesidades de
desarrollo y modernización, ya que,
adicionalmente al daño provocado a
la naturaleza, se amenaza también el
patrimonio cultural que proyecta la
diversidad de culturas mexicanas. En
esta etapa, se inician trabajos de pro-tección,
conservación y rehabilitación
de construcciones y objetos de valor
artístico y cultural.
La Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (
UNESCO) se crea con el fin
de promover la cultura de la paz en el
mundo y asumir la responsabilidad de
preservar y proteger el patrimonio cul-tural
material e inmaterial de los países
miembro. Éste refleja la continuidad
de la identidad de pueblos enteros y
representa lo que tenemos derecho a
conservar como herencia de nuestros
predecesores y que la humanidad debe
preservar para ofrecer a las futuras ge-neraciones
un lugar en su memoria y
promover su conciencia del camino recorrido
por el conocimiento humano para allanar el ca-mino
de la búsqueda de bienestar. Otro propó-sito
de la
UNESCO para atender la preservación
del patrimonio cultural material fue la defini-ción
de estrategias para evitar saqueos y des-trucción
de bienes, robos en museos y sitios ar-queológicos
que eran vendidos a coleccionistas
en países económicamente poderosos. Al res-pecto,
Pérez Ruiz sostiene que:
El patrimonio cultural de un pueblo comprende
las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, es-critores
y sabios, así como las creaciones anónimas
Rodrigo Tolama Pavóóóóón (DGEI)
La educación debe fomentar el cultivo, valorización y res-peto
de las manifestaciones culturales, el cuidado del pa-trimonio
natural y cultural de la localidad, la diversidad
étnica, lingüística y cultural, y estimular el cuidado y la con-servación
de todos ellos
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6. Educación PATRIMONIAL
les son inherentes– que las comunidades, los
grupos y en algunos casos los individuos re-conozcan
como parte integrante de su patri-monio
cultural. Este patrimonio cultural in-material,
que se transmite de generación en
generación, es recreado constantemente por
las comunidades y grupos en función de su
entorno, su interacción con la naturaleza y
su historia, infundiéndoles un sentimiento de
identidad y continuidad y contribuyendo así
a promover el respeto de la diversidad cultu-ral
y la creatividad humana. A los efectos de
la presente convención, se tendrá en cuenta
únicamente el patrimonio cultural inmaterial
que sea compatible con los instrumentos in-ternacionales
de derechos humanos existentes
y con los imperativos de respeto mutuo entre
comunidades, grupos e individuos y de desa-rrollo
sostenible.
La noción de patrimonio inmaterial nace el
18 de mayo de 2001 en la Proclamación de las
Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmate-rial
de la Humanidad; incorpora formas de ex-presión
cultural, idiomas, música, ceremoniales,
ritos, experiencias tradicionales, así como sitios
culturales inseparables de la práctica de esas
4
formas tradicionales.
De hecho, esta noción no
ha tenido una aceptación tan extendida como
la asociada a los bienes materiales muebles e
inmuebles y sus consecuencias en términos de
homogeneidad cultural y pérdida de la diver-sidad
de las culturas locales. Esta noción se ha
ido arraigando en Latinoamérica por los efectos
de la globalización, que induce a un consumo
más homogeneizado por los mercados transna-cionales.
Destaca entre las formas de expresión cul-tural
tradicional y popular, la consideración de
los idiomas, la literatura oral –en especial mitos,
4 Ibidem, p. 10.
por medio de asistencia práctica de expertos
y la promoción de medidas legislativas. Este
instrumento se complementa, casi treinta años
después, con las orientaciones integradas en la
Convención para la Salvaguardia del Patrimo-nio
Cultural Inmaterial (septiembre de 2003)
para “atender la pérdida de ámbitos cultura-les
no protegidos por la noción de patrimonio
material frente a los impactos culturales de la
globalización y el desarrollo incontrolado de los
3
medios de información y comunicación”.
La adhesión de México a estos lineamientos
se aprobó en la Cámara de Senadores el 27 de
octubre de 2005.
Las orientaciones que atañen al tema de la
preservación de las manifestaciones culturales
de los pueblos originarios se expresan en los si-guientes
artículos:
Artículo 1: Finalidades de la Convención
La presente Convención tiene las siguientes fina-lidades:
a) la salvaguardia del patrimonio cultural inma-terial;
b) el respeto del patrimonio cultural inmaterial
de las comunidades, grupos e individuos de
que se trate;
c) la sensibilización en el plano local, nacional e
internacional a la importancia del patrimonio
cultural inmaterial y de su reconocimiento re-cíproco;
d) la cooperación y asistencia internacionales.
Artículo 2: Definiciones
[…]
1. Se entiende por “patrimonio cultural inmate-rial”
los usos, representaciones, conocimien-tos
y técnicas –junto con los instrumentos,
objetos, artefactos y espacios culturales que
3 Ibidem, pp. 7-9.
42
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7. El compromiso de la educación INTERCULTURAL EN LA…
las comunidades, los recursos de su creatividad
por medio de sus contribuciones desde el pasa-do
y el papel de la memoria en nuestra forma
6
de vida”.
De acuerdo con lo estipulado en el artículo 16
en la lista representativa del patrimonio cultural
inmaterial de la humanidad, el Comité integró
en ella:
t O
i-BT GJFTUBT JOEÅHFOBT EFEJDBEBT B
los muertos”.
t O
i-BDFSFNPOJBSJUVBMEFMPTWPMBEP-
res”; y “Lugares de memoria y tradiciones
vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán:
la Peña de Bernal guardiana de un territorio
sagrado”.
t O
i-B DPDJOB USBEJDJPOBM NFYJDBOB
cultura comunitaria, ancestral y viva. El pa-radigma
de Michoacán”; “Los parachicos en
la fiesta tradicional de enero de Chiapa de
Corzo”; y “La pirekua, canto tradicional de
los p’urhépechas”.
6 Ibidem, p. 10.
épicas, cuentos, proverbios–, las técnicas cor-porales
–como rituales, festividades, deportes,
música y artes del espectáculo y actuaciones–, y
las destrezas –como las técnicas de producción
propias de la actividad artesanal, de curación,
de aprendizaje, las creencias y prácticas de co-nocimiento
relacionadas con la naturaleza y el
universo, así como los hábitos alimenticios y las
artes culinarias. Se caracterizan por transmitirse
de generación en generación, conocimiento que
es generado y recreado de manera permanente
por las comunidades en función de su medio,
su interacción con la naturaleza y su historia. La
salvaguardia de este patrimonio se considera
una garantía que sustenta la diversidad cultu-ral.
5
La necesidad de proteger el patrimonio in-material
proyectada en este instrumento por la
UNESCO refleja “la emergencia por conservar
valores tan importantes como la diversidad
cultural, las raíces culturales de la identidad de
5 Ibidem, pp. 9-10.
Thelmadatter en commons.wikimedia.org
Con la fiesta indígena del Día de los Muertos, se celebra el retorno transitorio
a la tierra de los familiares y seres queridos fallecidos
43
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9. El compromiso de la educación INTERCULTURAL EN LA…
Compromiso de la educación intercultural
con la preservación del patrimonio tangible
o intangible de los pueblos mexicanos
Un problema que el desarrollo educativo de
nuestro país presenta es que, en aras de atender
las exigencias de la modernidad, la formación
de profesionales se ha centrado en satisfacer
exigencias del desarrollo industrial en las gran-des
urbes, olvidando a la juventud indígena.
Durante el siglo
XX, no se proyectaron estrate-gias
ni políticas de formación de profesionales
que pudieran hacerse cargo de la orientación de
proyectos de educación patrimonial dirigidos a
este propósito.
Teniendo en consideración sus principios, la
educación intercultural asume un importante
compromiso con la labor de recuperación, docu-mentación
y difusión de las manifestaciones
culturales y tradiciones de las comunidades
mexicanas, ya sean indígenas, afrodescendien-tes,
o bien de otros colectivos que se pronun-cien
por reafirmar su identidad de origen y sus
raíces ancestrales, a fin de que sus integrantes
vean reflejados sus conocimientos, filosofía y
creencias en estas actividades. Sólo a partir del
conocimiento y difusión de las manifestaciones
culturales de la diversidad de los pueblos me-xicanos
será posible propiciar su proyección ha-cia
el resto de la sociedad mexicana, fomentar
el aprecio de su justo valor y posicionarla en la
dinámica de la reconstitución permanente en
la cultura nacional.
De esta manera, los diferentes niveles educa-tivos
asumen un compromiso de distinta enver-gadura
de acuerdo con las funciones y propósi-tos
a los que atienden. En el nivel de educación
básica, se ha considerado como una acción ina-plazable
la inclusión de la práctica cotidiana de
la comunicación en la lengua de origen en el
proceso de enseñanza, a fin de que la escuela
contribuya a fomentar a mediano plazo un bi-lingüismo
equilibrado. Ésta constituyó una pro-puesta
para aquellas localidades en las que se
registrara una proporción igual o mayor a 30
por ciento de hablantes activos de lenguas in-dígenas.
Se ha considerado también como una
acción de importancia paralela en este nivel
educativo, la elaboración de materiales didácti-cos
que, además de editarse en las lenguas de
origen de los educandos, incluyan referencias a
elementos culturales del contexto en el que los
educandos crecen y se desenvuelven, a fin de
lograr un aprendizaje significativo y pertinente.
En el nivel medio superior, además de aten-der
estas propuestas, la educación debe fomen-tar
la formación de los estudiantes en un espacio
que conjugue los conocimientos abstractos que
provee la teoría, con su aplicación práctica en la
realidad concreta del entorno próximo, median-te
la realización de tareas que tiendan estrechos
vínculos con las comunidades. Este componen-te
debe insertarse de manera especial en el cu-rrículo
de la formación media superior puesto
que los jóvenes pertenecientes a comunidades
rurales e indígenas en esta etapa han asumido
ya compromisos de colaboración o sostenimien-to
familiar.
En cuanto al nivel superior, este compromi-so
se vuelve más complejo puesto que los fines
y las funciones de una institución de este nivel
educativo tienen una mayor diversificación y es-pecificidad
de propósitos. Docencia, investiga-ción
y difusión de la cultura, así como extensión
de los servicios, son funciones tradicionalmente
cubiertas por las instituciones que cuentan con
una trayectoria consolidada. El compromiso de
la educación superior que adopte el enfoque in-tercultural
debe considerar una cuarta función
que, en coherencia con el propósito del nivel
medio, fortalezca la responsabilidad social del
estudiante con las necesidades de su entorno
por medio de acciones formativas que le permi-tan
aprender del medio y ofrecer, a la vez, un
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10. Educación PATRIMONIAL
t OTFÍBS
QSPNPWFSZ EJGVOEJS FM QBUSJNPOJP
biocultural que resguarda el entorno.
t $POUSJCVJSBMBJOUFHSBDJÎOEFVOBMFHJTMBDJÎO
apropiada a las demandas comunitarias.
t 'PSUBMFDFS P DSFBS GPSNBT EF PSHBOJ[BDJÎO
social para que ejerzan actividades de vigi-lancia
y control sobre la puesta en marcha de
políticas y acciones respecto al patrimonio
cultural, ya sea de bienes en resguardo del
Estado o de la sociedad civil, y evitar que se
atiendan intereses de actores políticos o eco-nómicos
que impulsan un proceso de explo-tación
industrial o depredación comercial de
los bienes naturales o culturales de los pue-blos
indígenas.
De esta forma, la función de preservación y
difusión de las culturas se convierte en el eje na-tural
de una estrategia de educación patrimo-nial
que deberá introducirse de manera trans-versal
en todas las tareas de las instituciones de
educación superior que adopten este enfoque.
Asimismo, deberán definirse sus estrategias de
proyección hacia la sociedad, a partir del avance
y consolidación de las otras funciones sustanti-vas,
a las cuales también deberán nutrir.
Preservar, incentivar y difundir la cultura y
los saberes de los pueblos indígenas de México,
y otras identidades, supone conocer la diversi-dad
cultural y reconocer su potencial de desarro-llo.
Diversas instancias internacionales y nacio-nales
invitan a promover estas manifestaciones
con el fin de facilitar un diálogo intercultural
que enriquezca a los más diversos sectores de
la población. En esta perspectiva, el surgimien-to
de las universidades interculturales en nues-tro
país ofrece un espacio idóneo para atender
la formación de profesionales capaces de com-prometerse
a recuperar, sistematizar, revitalizar
y preservar las manifestaciones de las diversas
culturas de México; y a exponer, proyectar y di-vulgar
ante la sociedad sus resultados; también
servicio a las comunidades. Las instituciones de
educación superior que adopten este enfoque
deben procurar no sólo la recuperación de las
lenguas originarias en los procesos de comuni-cación,
sino también el fomento de la investiga-ción
de problemáticas del entorno próximo de
las comunidades y la difusión de las manifesta-ciones
propias de las culturas de la región.
Algunas líneas prioritarias para cumplir con
el compromiso de recuperar y conservar el pa-trimonio
cultural tangible e intangible de la
diversidad de los pueblos mexicanos que de-ben
atenderse en los espacios educativos con
orientación intercultural –además de la revi-talización,
preservación y fomento al desarro-llo
de acciones consecuentes con la recuperación
de procesos comunicativos en la diversidad de
lenguas– son: la producción y difusión de las
expresiones artísticas; la recuperación, sistema-tización
y divulgación del conocimiento tradi-cional,
así como del diálogo establecido entre
éste y el conocimiento científico y tecnológico;
la producción de materiales audiovisuales (te-levisión
y video) y la adopción de prácticas de
comunicación colectiva, oral o escrita, en las
lenguas propias (prensa escrita y verbal). En
este marco, se hace necesario el apoyo irrestric-to
a las radiodifusoras comunitarias, así como
un programa editorial que rescate la producción
cultural y literaria de los pueblos mexicanos,
entre los más apremiantes por considerar.
En este sentido, las tareas que competen a la
educación superior intercultural, como un com-promiso
propio de las universidades intercultu-rales,
son:
t 'PSNBS SFDVSTPT IVNBOPT Z TFOTJCJMJ[BS B
amplios sectores de la población sobre el va-lor
de los bienes culturales que han sido crea-dos
y resultan importantes para diferentes
sectores de la población.
t 3FTUBVSBS
JOWFTUJHBS
DPOTFSWBS
QSPNPWFSZ
usufructuar los bienes.
46
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11. El compromiso de la educación INTERCULTURAL EN LA…
En el ámbito de la misión de las universida-des
interculturales, se proyecta la necesidad de
reflexionar sobre las diferentes formas de vivir y
generar conocimiento, así como las implicacio-nes
que esto tiene para vivir en armonía con la
naturaleza. El fin último de esta función preten-de
dar visibilidad y continuidad a la producción
cultural de las comunidades indígenas, afrodes-cendientes
y de identidades diversas que así lo
requieran en México, mediante la visión de sus
comunidades. Se trata de una visibilidad funda-mental,
no sólo para los indígenas, sino para la
totalidad de la sociedad. Es preciso visibilizar,
reconocer y promover el respeto de los diferen-tes
sectores de la sociedad, a los conocimientos
y tradiciones que construyen, día a día, los pue-blos
originarios.
constituyen espacios para brindar servicios per-tinentes
a fin de propiciar un beneficio recíproco
entre la universidad y la sociedad, que tienda a
fortalecer las culturas y a preservar el patrimo-nio
intangible de la diversidad de los pueblos
de México.
La función de preservación y difusión de las
culturas constituye la labor sustantiva que debe
perfilar de manera natural y directa, las estra-tegias
y tareas a partir de las cuales pueden re-cuperarse,
concentrarse, resguardarse y darse a
conocer las manifestaciones culturales y los sabe-res
específicos de la diversidad de pueblos, que
en las universidades interculturales se abordan.
Con esta función, se pretende promover la sis-tematización,
creación/producción, exhibición y
difusión de expresiones culturales diversas.
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CORREO del MAESTRO núm. 223 diciembre 2014