La Corte Constitucional no tiene la autoridad legal para remover al magistrado Jorge Pretelt de su cargo, esa competencia recae únicamente en el Senado. El magistrado Pretelt acordó apartarse temporalmente de la presidencia de la Corte por voluntad propia y a sugerencia de su representante legal, con el fin de no afectar la institucionalidad de la corte mientras la Comisión de Acusaciones se pronuncia sobre las acusaciones en su contra. Pretelt puede regresar a la presidencia cuando lo considere apropiado de acuerdo a

1. La Sala Plena de la Corte Constitucional, no tiene potestad legal para separar del
cargo al magistrado Jorge Pretelt. La competencia para esos efectos, recae
exclusivamente en el Senado de la República.
El día martes, al asumir la representación judicial del Doctor Pretelt, le sugerí que
estudiara la posibilidad de apartarse temporalmente de la Presidencia de la Corte
Constitucional, con el objeto de no afectar la institucionalidad de esa corporación, y
buscando que la Comisión de Acusaciones se pronuncie de forma expedita. El día
miércoles, en Sala Plena, los demás magistrados de la Corte Constitucional, le
hicieron una solicitud para que se apartara de la Presidencia por unos días y el
magistrado Pretelt manifestó inmediatamente que estaba de acuerdo, teniendo en
cuenta que, ya había analizado las bondades de esa postura con el suscrito.
La designación del magistrado Jorge Pretelt como Presidente de la Corte
Constitucional, es un acto administrativo de carácter particular, que de acuerdo al
Código Contencioso Administrativo, no puede revocarse sin la autorización del
beneficiario, en este caso el doctor Pretelt.
Él puede regresar cuando quiera y lo considere, la Corte Constitucional no lo ha
sacado del cargo, como erróneamente algunos lo han interpretado. El magistrado
Pretelt se aparta de la Presidencia por voluntad propia y puede regresar de
acuerdo a la ley, cuando lo estime conveniente. Espero que en 30 días, la Comisión
de Acusaciones logre dilucidar la verdad de los hechos, porque es evidente que
detrás de este gran complot, montado sobre la base de chismes, rumores y
especulaciones, se esconden grandes intereses, a los cuales les resulta incómodo un
magistrado con ideología conservadora.