La economía circular se basa en maximizar la reutilización de productos y materias primas y reducir su devaluación a través de dos ciclos, biológico y técnico. Sin embargo, su implantación se ha demorado debido a varias barreras políticas, culturales, financieras y tecnológicas como la falta de concienciación, apoyo gubernamental y habilidades técnicas. La formación y concienciación son clave para superar estas barreras y hacer progresar la economía circular.