La huella ecológica es un indicador que mide el impacto ambiental de un individuo, región o país mediante la cantidad de tierra necesaria para producir los recursos que consume y absorber sus residuos; se calcula estimando la superficie requerida para alimentación, productos forestales, energía y espacio ocupado, expresada en hectáreas por persona o totales; un déficit ecológico ocurre cuando la huella supera la capacidad del territorio y depende de recursos externos.
2. ¿Qué es?
Es un indicador ambiental de carácter integrador
del impacto que ejerce una cierta comunidad
humana – país, región o ciudad - sobre su entorno,
considerando tanto los recursos necesarios como
los residuos generados para el mantenimiento del
modelo de producción y consumo de la
comunidad. Consecuentemente es un indicador
clave para la sostenibilidad.
3.
4. ¿Cómo es definido por sus
autores?
Este indicador es definido según sus propios autores (William
Rees y Mathis Wackernagel) como:
"El área de territorio ecológicamente productivo
(cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático)
necesaria para producir los recursos utilizados y para
asimilar los residuos producidos por una población
definida con un nivel de vida específico indefinidamente,
donde sea que se encuentre esta área"
5. ¿Cómo se calcula?
La filosofía del cálculo de la huella ecológica tiene en cuenta
los siguientes aspectos:
Para producir cualquier producto, independientemente del
tipo de tecnología utilizada, necesitamos un flujo de
materiales y energía, producidos en última instancia por
sistemas ecológicos.
Necesitamos sistemas ecológicos para reabsorber los
residuos generados durante el proceso de producción y el
uso de los productos finales.
Ocupamos espacio con infraestructuras, viviendas
equipamientos, etc. reduciendo, así las superficie de
ecosistemas productivos.
6. ¿En que se basa su cálculo?
El cálculo de la huella ecológica se basa en
la estimación de la superficie necesaria para
satisfacer los consumos asociados a la
alimentación, a los productos forestales, al
gasto energético y a la ocupación directa del
terreno. Esta superficie se suele expresar en
ha/cap/año si realizamos el cálculo para un
habitante, o bien, en hectáreas si el cálculo
se refiere al conjunto de la comunidad
estudiada.
7. Desventajas
Aunque este indicador integra múltiples impactos,
hay que tener en cuenta entre otros, los siguientes
aspectos que subestiman el impacto ambiental real:
No quedan contabilizados algunos impactos,
especialmente de carácter cualitativo, como son las
contaminaciones del suelo, del agua, y la
atmosférica (a excepción del CO2), la erosión, la
pérdida de biodiversidad o la degradación del
paisaje.
Se asume que las prácticas en los sectores
agrícola, ganadero y forestal son sostenibles, es
decir, que la productividad del suelo no disminuye
con el tiempo.
8. No se tiene en consideración el impacto asociado al uso
del agua, a excepción de la ocupación directa del suelo
por embalses e infraestructuras hidráulicas y la energía
asociada a la gestión del ciclo del agua.
Como criterio general se procura no contabilizar aquellos
aspectos para los que existan dudas sobre la calidad del
cálculo. A este respecto, también se tiende siempre a
elegir la opción más prudente a la hora de obtener
resultados.
9. Huella ecológica y biocapacidad
dos conceptos diferentes
Otro concepto complementario es el de biocapacidad de
un territorio que se define como la superficie
biológicamente productiva (cultivos, pastos, mar productivo
o bosques) disponible. La diferencia entre la huella
ecológica (demanda de recursos) y la biocapacidad
(recursos disponibles) se define como déficit ecológico.
10. Déficit ecológico
Si el valor de la huella ecológica está por encima de la
capacidad de carga local, la región presenta un déficit
ecológico. Si, por el contrario, la capacidad de carga es igual
o mayor a la huella ecológica, la región es autosuficiente,
siempre teniendo en consideración las limitaciones del
indicador.
Por tanto, el déficit ecológico nos indica que una región no es
autosuficiente, ya que consume más recursos de los que
dispone. Este hecho nos indica que la comunidad se está
apropiando de superficies fuera de su territorio, o bien, que
está hipotecando y haciendo uso de superficies de las futuras
generaciones.
11. En el marco de la sostenibilidad, el objetivo final de
una sociedad tendría que ser el de disponer de
una huella ecológica que no sobrepasara su
capacidad de carga, y por tanto, que el déficit
ecológico fuera cero.
12. Usos de la huella ecológica
Monitorización del consumo de recursos
Visualización de la inequidad social
Visualización de la dependencia
ecológica
16. Cuestionario
1. ¿Qué es la huella ecológica?
2. ¿En que se basa el cálculo de la huella
ecológica?
3. ¿Cuáles son los gastos directos e indirectos
utilizados en el cálculo de la huella ecológica?
4. ¿Qué es el déficit ecológico?
5. ¿Qué nos indica el déficit ecológico?
6. Menciona dos usos de la huella ecológica.