2. El cáncer de pene es una neoplasia infrecuente.
Su incidencia aumenta con la edad, con un pico a los
60/70 años.
El 80% de los tumores primarios son carcinomas
escamosos (se originan a partir del epitelio de la piel,
y aunque menos frecuentes, puede haber lesiones
metastásicas, fundamentalmente en vejiga y
próstata. Se localizan en el glande (hasta el 80%), el
prepucio, el surco balanoprepucial y el cuerpo del
pene. Su patrón de crecimiento puede ser en
extensión (horizontal), en profundidad (vertical) o
“hacia fuera” (verrugoso).
3.
4. Dejado a su evolución natural, el cáncer
de pene puede acabar con la vida del
paciente en dos años, ya que el tumor
afecta cuerpos cavernosos, uretra y
puede producir metástasis en otros
órganos (a distancia).
5. Se desconoce la causa exacta que origina la
enfermedad.
Parece ser que existe una asociación entre la
infección por el virus del papiloma humano y
el cáncer de pene.
También se ha comprobado que es muy raro
antes de los 50 años, 4 de cada 5 casos se
producen en varones cuya edad supera los 55.
6. - Evolución del virus
- Se ha encontrado que los tipos 16 y
18 de VPH (tipos de alto riesgo)
causan casi la mitad de los cánceres
de vagina, de vulva y de pene.
7.
8.
9. Generalmente es una úlcera o una masa
(verruga) que no suele doler o sangrar,
lo que retrasa el diagnóstico precoz;
esto, y la negligencia del paciente, por
vergüenza o desconocimiento.
Erupción de color rojo localizada en una
porción del pene.
A veces secreción persistente por
debajo del prepucio.
10. La biopsia de la lesión sirve para determinar
su naturaleza, y es necesaria una resección
completa, con márgenes de seguridad
suficiente.
Para el diagnóstico de adenopatías
sospechosas una punción aspiración con aguja
fina (PAAF) (guiada por ecografía, o no) suele
ser suficiente, aunque hay hasta un 50% de
falsos negativos (es decir, no diagnostica la
enfermedad cuando sí la hay). En este caso,
es necesario realizar una biopsia del ganglio.
11. El tratamiento conservador de pene estaría
indicado en tumores pequeños y no
infiltrantes, asegurando siempre márgenes de
seguridad entre 1,5 y 3 cm:
Cremas con QT topicas
12.
13. Criocirugía: aplicación de frío.
Cirugía conservadora: resección local de la
lesión (circuncisión en caso de la piel del
prepucio, o glandectomía en caso de la lesión
en el glande).
Láser: indicada para tumores menores de 2 cm
y con excelentes resultados.
Radioterapia (externa o intersticial): indicada
para tumores no infiltrantes menores de 4 cm,
que no sobrepasen el surco balanoprepucial.
14. En los tumores más grandes o infiltrantes, la
penectomía (extirpación del pene) total o
parcial es lo indicado, siempre teniendo en
cuantos los márgenes de seguridad antes
mencionados.