El documento analiza cómo la sinergia entre la ciencia y la tecnología ha producido transformaciones rápidas en la sociedad, creando una brecha entre países ricos y pobres. Las instituciones educativas en países pobres tienden a adoptar los avances tecnológicos de manera tardía, lo que ha dado como resultado la formación de ciudadanos sin las habilidades necesarias para el mundo laboral actual. La escuela debe modificar a las personas para cumplir con su rol de agente de cambio, pero el sistema educativo controlado por el estado ha fallado en

1. TECNOLOGÍA: ¿COMO LLEGAMOS DONDE ESTAMOS?
La sociedad ha sufrido transformaciones vertiginosas, produciendo
sinergia entre ciencia y tecnología, (ciencia para producir tecnología,
tecnología incorporada a la producción…). El financiamiento de grandes
empresas a los desarrollos tecnológicos acrecentó la brecha entre países
pobres y ricos. El proceso sinérgico entre ciencia, tecnología y
producción se vuelca al campo de las comunicaciones surgiendo así las
TIC.
Países pobres
Los avances de las disciplinas científicas y tecnológicas tienden a
acceder de manera relativamente tardía en las instituciones escolares,
en especial si se las compara con otras instituciones sociales (empresas
productivas, de servicios, organizaciones industriales, comerciales, etc.).
Eso trajo como consecuencia que la educación formal se volviera
obsoleta, apegada a su estructura tradicional, dando como resultado la
formación de ciudadanos sin las aptitudes y competencias exigidas para
interactuar y desempeñarse en el mundo laboral.
Las escuelas, agentes del cambio humano, son las que deben conseguir
modificaciones en las personas, su visión, su competencia, su
creatividad y su capacidad.
¿Está la escuela cumpliendo con su rol?
Los cambios del mundo surgidos de la sociedad de la Información,
debieron haber desarrollado, o aunque más no sea accionado los
mecanismos de gestión, que aportan al perfil que deben tomar las
organizaciones para sobrevivir y crecer en estos tiempos turbulentos y
de grandes exigencias en los que les toca actuar.

2. ¿Falló el proceso administrativo?
¿Satisface la actividad educativa una necesidad concreta?
Estoy totalmente de acuerdo de que aquellos que estamos frente a los
alumnos, deberíamos tener un rol protagónico en la toma de decisiones.
Deberíamos poder decidir con mayor libertad, para formarlos como
ciudadanos útiles para la sociedad del conocimiento y de la información,
atento a las exigencias actuales.
La falla no está centrada en los profesores: hay una falla en el Sistema
Educativo, donde es el ESTADO quien ejerce el verdadero control de
cómo debe ser la educación y las decisiones más importantes en estas
cuestiones están a cargo de gente que pasa su vida sentada detrás de
un escritorio.
Profesora Ana María Mansilla