1. ESCUELA 2.0
La comunicación entre quien enseña a través de los materiales y los
estudiantes, está mediatizada por el trabajo didáctico que existe en los
materiales y por el rol que desempeña el tutor.
La falta de políticas educativas serias, coherentes, y permanentes que
hagan posible el ingreso de la educación a la sociedad del conocimiento
ha suscitado una gran polémica al respecto.
El debate siempre se centra en la falta de habilidades por parte de los
profesores y alumnos, y es cierto que no es la referida al uso de una
computadora, sino en que esas nuevas herramientas didácticas sean
efectivas para estimular el aprendizaje significativo, en relación al medio
social y cultural del estudiante de acuerdo a su experiencia individual.
Los contenidos se deberían adaptar a la estructura cognitiva del
usuario/estudiante, a su experiencia, a su entorno y a sus conocimientos
previos.
Más allá del impacto sensorial que provocan las animaciones, de la
interactividad, navegabilidad, (por cierto muy importante ya que forma
parte de la interactividad que generan), los materiales didácticos para la
educación, deberían sobre todo superar la visión tradicional de la
transmisión de la información y la memorización de los contenidos de
manera mecánica, permitiendo una finalidad más honda, que
promuevan las habilidades para el trabajo colaborativo, la autonomía en
la búsqueda de la información, etc. Esto genera, por cierto, la primera
crisis del rol del profesor como el “hacedor” de conocimientos, pero
nuestro sentido común nos lleva a fijarnos como objetivo fundamental,
que los alumnos continúen aprendiendo, pues la mediación del docente
“termina” cuando los alumnos pueden seguir aprendiendo conforme
ellos y su entorno se va modificando.
2. Enseñar haciendo lo mismo, ancló el concepto de lo que es el docente,
(los bancos anclaron a los estudiantes, el frente del aula al maestro, los
libros a los contenidos, las calificaciones: la atención de los alumnos y
las familias. “David Warlick”).
Por lo tanto la formación de los profesores debería centrarse en un
replanteo total de su práctica docente, (el que, como y para qué), que
prepare ciudadanos que posean habilidades para interactuar con el
mundo de hoy, que los nuevos métodos incluyan herramientas nuevas,
conociendo la dimensión real que estos tienen, y ser explotados para
otro tipo de actividades intelectuales (análisis, transferencia, resolución
de problemas, creatividad etc.).
En mi país, (Argentina), vivimos una realidad social que nos sitúa muy
lejos de la Escuela 2.0, donde los altos índices de alumnos en riesgo
pedagógico, repitencia y abandono escolar, hacen que el rol docente sea
duramente cuestionado, e hizo descender su estatus social.
”Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, (Albert
Einstein), entonces proporcionemos a la escuela lo necesario para que
este cambio sea posible.
Profesora Ana María Mansilla