El Mutis es un club privado y exclusivo en Barcelona que fue nombrado el mejor bar de Europa por su excelente coctelería y su ambiente desenfadado y secreto. El dueño, Kim Díaz, se inspiró en los clubes clandestinos de la posguerra en Berlín para crear un lugar donde la gente pueda divertirse como si fuera su última noche. El bar ofrece cócteles clásicos con un toque moderno acompañados de música en vivo, en un ambiente lujoso que parece detenido en el tiempo. Para entrar se requiere ser socio
1. POR ANA LUISA ISLAS
L
os clubes nocturnos clandesti-
nos que funcionaban en Berlín
en la época de la postguerra han
inspirado películas, libros y ba-
res en todo el mundo. Las prohi-
biciones y la actititud desenfa-
dada de aquellos años, pese a todo, les im-
primían un sentimiento de «vivir el
momento» a cada trago y cada baile. El «mo-
dus operandi»: disfrutar de
la noche como si fuera úni-
ca. En esos bares se inspi-
ró Kim Díaz para crear el
Mutis. «Aquí la gente se
deja ir, como si fuera su úl-
tima noche», explica este
excéntrico barcelonés con
pintas de escocés (y faldas
también). Su bar fue desig-
nado el mejor de la Europa
continental por la revista
Drinks International. Su lema: «Lo que pasa
en el Mutis se queda en el Mutis».
Físicamente, el club privado, como lo lla-
ma Díaz, es todo mármol, terciopelo, luces
bajas, marcos dorados y sillones mullidos.
Parece que el tiempo se hubiera detenido
en los 40. Sin embargo, el bar apenas cum-
plió tres años en noviembre. Hace siete, Díaz
abrió el Bar Mut, en los bajos de la misma
finca (Pau Claris, 192). Ambos locales se ins-
piran en otra época con tin-
tes vanguardistas. Como su
decoración, su coctelería
es una mezcla de ayer y hoy.
Un ejemplo es su Cosmo-
politan de Mezcal, una de
las nuevas creaciones de
Jordi Baqués, jefe de barra,
y cuya buena mano contri-
buyó a recibir el reconoci-
miento como mejor bar de
Europa. Eso sí, cuando el
local está lleno –45 personas sentadas– la
buena coctelería se hace esperar. La músi-
ca en vivo, que nunca falta desde el primer
día, hace que la espera sea llevadera.
En el Mutis, no solo los sillones sugieren
que el tiempo no pasa; el reloj de la entra-
da siempre marca las dos menos veinticin-
co. «Una noche a esa hora pasó algo innol-
vidable y decidimos parar el reloj», cuenta
Díaz. Al preguntarle detalles de lo sucedi-
do, prefiere no profundizar, «nada ilegal»,
asegura. Como en los bares de aquel Berlín,
para entrar se necesita de un inflitrado: la
invitación de uno de sus 550 socios. Para
quien no conozca a ninguno, una llave de
acceso puede ser la recomendación del «con-
cierge» de un hotel de cinco estrellas de la
ciudad. Aun consiguiendo entrar, Díaz no
recomienda ir al Mutis cada semana. «No
se puede vivir cada noche como si fuera la
última», se explica. Una vez dentro del me-
jor bar de Europa, vale la pena intentarlo.
BAR MUTIS
Un club privado y secreto en Barcelona
Fue recientemente nombrado el mejor bar de
Europa por su excelente coctelería y su
carácter exclusivo y desenfadado a la vez
«Como si fuera
la última noche»
El «socio» De Niro
Para KimDíaz, elMutis es el lugar
perfecto para hacer lo que «no te
atreves a hacer en otro lado». En él, los
personajes más reservados terminan
cantando, recitando poemas o
marcándose un baile. «No se puede
venir como mero espectador, es un
lugar activo», invita. Ese espíritu
desenfadado es el que atrajo a Robert
de Niro cuando filmaba en la ciudad.
Tanto se enamoró el actor del sitio que
se ofreció a asociarse con Díaz para
abrir un local en Nueva York. «Si aquí
hay 500 personas activas intelectual-
mente, allá hay 500.000», comenta
Díaz. Qué mejor forma de llegar a ellos
que con De Niro como embajador.
Lo mejor de ayer y hoy
Su coctelería es clásica con
un toque de vanguardia
INÉS BAUCELLS
El alma del «mejor bar de Europa», Kim Díaz, en el centro del salón «old fashion» de este peculiar club nocturno de Barcelona
Gran mezcla
La coctelería y la
música en vivo
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VIERNES, 19 DE JULIO DE 2013 ABC