RETO MES DE ABRIL .............................docx
El Corredor Mediterráneo
1. Suplemento Cultural del Centro
Río Cuarto . Río Tercero . San Francisco . Villa María Miércoles 12 de febrero de 2020 . Año 20 N° 890
El Corredor Mediterráneo
humorsolini
POR HERALDO MUSSOLINI
PÁG. 8
Compositora y maestra entrerriana, fue una pionera que hizo su propio camino con inteligencia
y esfuerzo. Su vida y sus logros fueron extraordinarios en una época dominada por los prejui-
cios morales y preconceptos sociales.
PÁG. 2-3
CELIA TORRÁ,
TALENTO Y REBELDÍA
LA COLUMNA
RECORDANDO
POR MIGUEL CARLOS ZUPÁN
PÁG. 8
LOS CUERPOS
PARTIDOS
DE ALÉX CHICO
POR R. DARÍO FERNÁNDEZ
PÁG. 7
ANDRÉ BRETON,
EL PAPA
DEL SURREALISMO
POR ISABEL REZMO
PÁG. 4-5
¿QUIÉN O QUÉ
COMPLETARÁ
LA DÉCIMA DE
BEETHOVEN?
POR REDACCIÓN ECM-A.T.
PÁG. 6
2. “No importa lo que cueste llegar a la
masa;
iremos sin temor y sin cansancio,
somos un pueblo joven más preocu-
pado por su organización material
que de su organización espiritual,
pero no por eso hay que transigir con
la incomprensión
ofreciendo lo que conquista el fácil
aplauso,
no hay que descender,
hay que elevarse y en la fuerza del
impulso elevar a los demás”.
Celia Torrá
Celia Torrá fue una verdadera pionera
que hizo su propio camino con talen-
to, inteligencia y enorme dedicación.
Su vida y sus logros fueron extraordi-
narios teniendo en cuenta el tiempo
en que vivió, una época plagada de
prejuiciosypreceptossocialesqueella
supo sortear gracias a su talento y
tenaz dedicación.
Sus convicciones hicieron que se man-
tuviera firme en un derrotero difícil,
que la llevó a transitar en la búsqueda
estética más allá de su violín. Celia
Torrá estaba llamada a crear; para
hacerlo tuvo que romper esquemas
establecidos y emprendió el rumbo
que la llevó a ocupar espacios de los
cuales la mujer parecía estar excluida
hasta ese entonces.
Celia nació en 1884 en Concepción del
Uruguay, Provincia de Entre Ríos.
Perteneció a una familia de origen
catalán, contando también entre sus
miembros españoles, argentinos, uru-
guayosyparaguayos.EranietadeDon
José Ubach y Roca, quien asociado
con el General Don Justo José de
Urquiza instaló una fábrica de paños
en Concepción del Uruguay. Su padre
fue Joaquín B. Torrá, tesorero de la
municipalidad; era uruguayo, aunque
sus antepasados pertenecían al princi-
pado de Cataluña.
Desde niña fueron destacadas sus
condiciones musicales ya que entona-
ba canciones con notoria expresividad
cuandoapenascontabacontresaños.
Sus padres eran amantes de la música
y fue providencial que naciera en un
hogar de diletantes capaces de adver-
tir sus aptitudes y así encaminarla en
suvocación,loquemotivóquelecom-
prasen un violín. A fines del siglo XIX
era casi imposible encontrar un profe-
sor de violín en Concepción del
Uruguay, su padre se hace orientar y
por sus propios medios la inicia en la
ejecución de ese instrumento cuando
apenas contaba con cuatro años.
Volando hacia los ideales
Siendo aún muy joven y aspirando a
los más altos ideales, Celia viajó a
Paraná para continuar sus estudios
permaneciendo en la capital de Entre
Ríos un breve tiempo.
Su próximo destino fue Buenos Aires.
ComenzóaestudiarpianoconAlberto
Williams y violín con América
Montenegroyconelconcertista-com-
positor Andrés Gaos. En 1909 fue
becada por la Comisión Nacional de
Bellas Artes con el Gran Premio
Europa radicándose en Bélgica, donde
seperfeccionóconelafamadoviolinis-
ta César Thomson y con el prestigioso
maestro húngaro Jenö Hubay. Luego
de superar los inconvenientes iniciales
a causa de los prejuicios que motiva-
ban su condición de mujer y su origen
latinoamericano, logró afianzarse en
sus estudios y en 1911 obtuvo el Gran
Premio de Violín y con posterioridad el
Premio Van Hall, que se confería al
alumno más destacado, consistente
en el lauro y una suma de dinero.
Como a otros tantos artistas argenti-
nos, la Primera Guerra Mundial la obli-
gó a quedarse en Europa. En ese
momento tan duro para la humani-
dad, inició una de las actividades que
signarán su vida: la acción social y
comunitaria. Sededicóatocarabene-
ficio de las víctimas y heridos de gue-
rra, trabajando junto a la Cruz Roja.
El regreso a la Patria y una nueva
aventura europea
En 1919, contando con 35 años, termi-
nada la guerra y tras nueve años de
ausencia, regresó a su patria. Visitó su
ciudad natal, Concepción del Uruguay
donde siempre fue admirada y queri-
da. Allí, llevó a cabo un concierto de
violín en la misa dominical en la Iglesia
de la Inmaculada Concepción, promo-
viendoapartirdel mismolaformación
deunacomisiónpararecaudarfondos
para la compra de un órgano, con el
apoyo del párroco de turno, el presbí-
tero Andrés Zaninetti y asumiendo la
responsabilidad del proyecto.
Celia Torrá colaboró brindando recita-
les en el barco a vapor que la llevaba
de Concepción del Uruguay a Buenos
Aires, diciendo a sus oyentes: "esto es
para el órgano de mi pueblo". Este
emprendimiento fue concretado per-
sonalmente por Celia Torrá ocho años
más tarde.
Enesemismoañode1919,elGobierno
de Entre Ríos le otorgó una beca para
realizar estudios en Europa (siendo su
destino Francia). La ley 2600 reguló
dicha beca y fue sancionada por la
Legislatura de la Provincia de Entre
Ríos. Su artículo 1° dice: "Créase una
beca de ciento treinta pesos oro sella-
do mensuales a favor de la señorita
Celia Torrá por el término de dos años
a fin de que pueda continuar en
Europa sus estudios de composición
musical "y el artículo 2 estipula: "este
gasto se incluirá en los Presupuestos
de 1920 y 1921 con imputación a la pre-
sente ley".
El Corredor Mediterráneo / Página 2
CELIA TORRÁ,
TALENTO
Y REBELDÍA
Por Marcela Méndez
3. Celia Torrá fundadora, compositora,
directora y maestra
Regresó en 1921 y comenzó por encar-
go del Gobierno Nacional una labor de
difusión musical en el norte argentino.
Nunca se cansó de profundizar, y con-
tinuó sus estudios de composición
bajolaguíadeAthosPalmaenBuenos
Aires.
En 1930 fundó la Asociación Coral
Argentina (de la cual fue directora),
organismo que en 1938 se fusionó con
la Asociación Sinfónica Femenina,
logrando dar más de 200 conciertos
que la califican como una directora de
orquesta de excepción. Esto sirvió
ante todo para encauzar profesional-
mente a mujeres instrumentistas en
una época en la que a las mujeres les
eradifícilaccederalasorquestassinfó-
nicasodeópera.CeliaTorrádesarrolló
es este aspecto una labor pedagógica
y de índole social que rindió frutos
excelentes.
En 1934 compuso su Sonata para
piano, demostrando no sólo su cono-
cimiento de este instrumento (que
será el que más abordará en la segun-
damitaddesuvida),sinodandoalcor-
pusmusicalargentinounadelasmejo-
res sonatas de su tipo de nuestro
repertorio.
Y así llegamos al año 1949, en el que
obtuvo su gran reconocimiento, sien-
do elegida para dirigir fragmentos de
su propia Suite Incaica en el escenario
del Teatro Colón, empuñando la batu-
ta de una de las orquestas más presti-
giosas de Argentina. Fue ella, Celia
Torra, la primera mujer que subió al
podio en el gran Teatro.
Celia Torrá se había impuesto natural-
mente ante cualquier posible prejuicio
social, por su personalidad y talento
únicos, había dominado el violín, el
piano, la composición y la dirección
sinfónico-coral. Sin embargo, tampo-
cohabíadejadodeladolaimportancia
de la docencia. Bajo sus manos, abría
nuevos caminos en un campo muy
especial de la composición: la produc-
ción musical para Jardín de Infantes,
puesCeliaTorrá,laconcertistaaclama-
da internacionalmente, entendía que
la sensibilidad y la belleza deben ser
parte del ser humano desde la más
tierna infancia. Tan fuerte era esta
convicción que fue maestra de música
por muchos años en el Jardín de
Infantes “Mitre” de la ciudad de
Buenos Aires.
En1952sefundóbajosuconducciónel
coro mixto de la Fábrica Philips inte-
grado por obreros de la citada empre-
sa, el cual dirigió hasta 1962, año de su
fallecimiento. Se trató del primer coro
de obreros de Argentina.
“Debo trabajar para merecer y para
merecerme”
Pocos años antes de morir, su salud se
resintió y le sugirieron que no trabaje
tanto,aloqueellarespondiócontoda
convicción: “debo trabajar para mere-
cer y para merecerme”.
Tras una larga y penosa enfermedad
(cáncer), el 16 de diciembre de 1962
falleció. A raíz de su desaparición físi-
ca, se cambió el nombre de la
Asociación Sinfónica Femenina y Coral
Argentina por el de Asociación Celia
Torrá, quedando bajo la dirección
compartida de Hilda Mattauch,
Jacqueline Ibels y Amalia Bazán. El 17
de enero de 1979 dicha Asociación
donó al Museo Histórico de Entre Ríos
"Martiniano Leguizamón" sito en
Paraná,capitaldelaProvinciadeEntre
Ríos, la batuta que utilizaba en las
actuaciones parte de las composicio-
nes y otros objetos relacionados con
las distintas facetas de la actividad
artística de Celia Torrá.
En1992,ybajolainiciativadelaarpista
Marcela Méndez, se recopilaron fir-
mas del ambiente musical argentino,
denominándose, a través del Decreto
11.827 del Departamento Ejecutivo
MunicipaldeConcepcióndelUruguay,
con el nombre de Celia Torrá a la
Escuela Superior de Música, la cual en
la actualidad forma parte de la Carrera
de Música de la Universidad
Autónoma de Entre Ríos (UAdER).
Cabe también mencionar que en
Concepción del Uruguay el 24 de
noviembre de 1968 y por iniciativa de
don José Nadal Sagastume, se nom-
bró Celia Torrá a una de sus arterias.
El día 17 de enero de 1979, la
Asociación Celia Torrá con asiento en
Talcahuano 316 1° piso (Buenos Aires),
donó al Museo Histórico de Entre Ríos
“Martiniano Leguizamón” de la ciu-
daddeParanávariosejemplaresdelas
distintaspublicacionesdelascomposi-
ciones de Celia Torra y diversos obje-
tos que le pertenecieron. Son de des-
tacar un retrato al óleo de Celia Torra,
obra del pintor M. Escudero y una
batuta de madera con empuñadura y
guarniciones de plata con el monogra-
ma de su nombre. Los mismos hoy
son salvaguardados por el Museo.
Celia Tomasa Torrá
18 de septiembre de 1884 - 16 de
diciembre de 1962
Fue una violinista, compositora, fun-
dadora, directora y maestra entrerria-
na. Nació en 1884 Concepción del
Uruguay. Era nieta de don José Ubach
y Roca quien, asociado con el General
Justo José de Urquiza, instaló una
fábrica de paños en Concepción del
Uruguay.
*Estanotasepublicaporgentilezadela
revista El Faro, editada por el Consejo
Federal de Inversiones.
El Corredor Mediterráneo / Página 3
Violinista,compositoraymaestraentrerriana,cuyasconviccioneshicieronquese
mantuviera firme en un derrotero difícil, que la llevó a transitar en la búsqueda
estética más allá de su violín. Celia Torrá estaba llamada a crear; y para hacerlo
tuvoqueromperesquemasestablecidosyemprendióelrumboquelallevóaocu-
par espacios de los cuales la mujer parecía estar excluida hasta ese entonces.
4. El Corredor Mediterráneo / Página 4
En un mundo donde todo se apegaba a
lo que veían los ojos humanos, donde
todo debía ser racional y donde esa era
la razón de las discusiones intelectua-
les, surgió el surrealismo, un movimien-
to que primaba la libre expresión del
pensamiento. André Breton fue su prin-
cipal creador e ideólogo, incluso se le
consideró como “el Papa del surrealis-
mo” debido al ahínco con que defendía
sus ideas, lo que le llevo a grandes
enfrentamientos con algunos de sus
integrantes y que acaba expulsando:
Miró, Roger Vitrac, Philippe Soupault,
Antonin Artaud, Robert Desnos y
Salvador Dalí, al que llama "Ávida
Dollars" (anagrama de su nombre).
André Breton (1896-1966) fue un escri-
tor, poeta, ensayista francés.
Contrario a lo que sus padres habían
planeado para él, comenzó a estudiar
medicina. Para 1916, durante la Primera
Guerra Mundial, fue movilizado en
Nantes. Ese mismo año comenzó a tra-
bajar en hospitales psiquiátricos donde
leyó buena parte de la obra de Sigmund
Freud.
Tuvo un hijo y tres esposas. Viajó a
México en la década de los 30, y dijo
que este país era el más surrealista del
mundo. En ese viaje se reunión con
Diego Rivera, Frida Kahlo y León
Trotsky. Murió en París, el 28 de sep-
tiembre de 1966.
Sus lecturas de Freud influenciaron
tanto su pensamiento que se ve refleja-
do en sus escritos base del surrealismo.
Por ejemplo, comenzó a practicar la
escritura automática, una propuesta
del padre del psicoanálisis respecto a
escribir en forma libre de temas estéti-
cos, morales y racionales. Previamente,
había participado en el dadaísmo, pero
rompe con su principal exponente
Tristan Tzara.
Se le considera uno de los personajes
más importantes del arte moderno en
el mundo y pieza clave en los estudios
de psicología.
El artista francés tenía un gran interés
por el funcionamiento de la mente y la
personalidad de las personas.
Consideraba al ambiente social y a la
imaginación como una gran fuente de
inspiración, pero también como un
método contraproducente para evadir
la realidad a la que nos sometemos
todos los días e ignorar lo que fluye
dentro de nuestros sueños, tratando de
convivir con la moral y las buenas accio-
nes de la hipocresía social.
En su origen, formaron parte del surre-
alismo Philippe Soupault, Louis Aragon,
Paul Éluard, René Crevel, Michel Leiris,
Robert Desnos y Benjamin Perét. Sin
embargo, pronto Breton le dio al movi-
miento una impronta política, se afilió
al Partido Comunista en 1927 y redactó
el Segundo Manifiesto Surrealista en
1930. Luego, en 1935, el poeta también
rompió con el Partido Comunista y viajó
a México, donde su relación con Trotski
le llevó a redactar un tercer manifiesto
en 1941.
Breton reivindicaba la liberación del
mundo del subconsciente y con ello una
nueva forma de pensar que terminara
con la dictadura exclusiva de la lógica y
la moral. Su poesía, recopilada en
Poemas (1948), revela la influencia de
los poetas Arthur Rimbaud, Stéphane
Mallarmé, Paul Valéry, Guillaume
Apollinaire, entre otros. Además de
poeta, como he indicado, fue ensayista.
También escribió una novela, Nadja, así
como estructuró y comentó una
Antología del humor negro (en la que
aparecen fragmentos de autores de la
altura de Swift, Carroll o Poe).
Marcel Duchamp se refiere a él con
estas palabras: “No he conocido a nin-
gún hombre que tuviera mayor capaci-
dad de amor, mayor poder de amar la
grandeza de la vida, y no se entenderí-
an sus odios si no fuera porque con
ellos protegía la cualidad misma de su
amor por la vida, por lo maravilloso de
la vida. Breton amaba igual que late un
corazón. Era el amante del amor en un
mundo que cree en la prostitución. Ese
es su signo.”
El calificativo de “surrealista” suele
emplearse para etiquetar toda obra
que parezca a simple vista absurda.
Pero, siendo estrictos, nada más lejos
de la realidad. Si el artista no recoge en
su obra nada del mundo de los sueños,
pasajes que todo ser humano está obli-
gado a visitar cuando su conciencia vigi-
lante se desconecta, no debería ser lla-
mada así; si el creador no intenta comu-
nicarse con su inconsciente en el proce-
so, tampoco estaría bien aplicado el
término; si no remite siquiera a lo irra-
cional, menos.
El objetivo máximo del surrealismo fue
el determinar el punto en el que “la
vida y la muerte, lo real y lo imaginario,
lo pasado y lo futuro, lo comunicable y
lo incomunicable, lo alto y lo bajo, dejan
de ser percibidos como contradicto-
rios”.
Afirmó que Victor Hugo es “surrealista
cuando no es estúpido”. El surrealismo
de Charles Baudelaire (el poeta maldito
por excelencia) atañe a la moral; el de
Rimbaud (el creador de la alquimia del
verbo) es su propia vida; el del Marqués
de Sade, como su nombre indica, es su
sadismo. Vio elementos surrealistas en
la obra, entre otros, de Shakespeare y
Dante.
Sea como sea, entre los precursores de
este movimiento hay un nombre que,
por su importancia, merece un aparte:
El Conde de Lautréamont.
De Isidore Ducasse, quien firmó Los
Cantos de Maldoror con el seudónimo
de Conde De Lautréamont, apenas se
sabe nada salvo que fue un joven uru-
guayo que acabó, tras escribir esta su
única obra (más allá de algún que otro
poema), suicidándose en París. Los
Cantos, en los que abundan elementos
sádicos y las más extrañas metamorfo-
sis, están escritos con un estilo genuino
de inefable belleza, siendo su argumen-
to la lucha de este antihéroe
(Maldoror) contra el hombre y contra
Dios, a los que ha declarado una guerra
eterna y sin cuartel.
Breton consideraba al pensamiento
como un arma poderosa del ser huma-
no. Con ella se puede interpretar dife-
rentes percepciones de la realidad de
acuerdo a lo que has aprendido en
algún momento de la vida. No pensaba
que la locura fuera una enfermedad que
clasificara al individuo, sino una forma
de imaginar realidades alternas para la
elaboración de diferentes formas de
entender el mundo.
Para finalizar, dejaré unos versos de
este magnífico poeta, que rompió mol-
des y abrió a la poesía nuevas formas de
expresión, de comunicación:
Por Isabel Rezmo
ANDRÉ BRETON,
ELPAPADELSURREALISMO
LECTURAS
5. El Corredor Mediterráneo / Página 5
Mundo en un beso
Mundo en un beso
El músico con baquetas de avellano
cosidas en las mangas
Apacigua a un enjambre de jóvenes
monos-leones
Que descendieron con gran estrépito
de la cornisa
Todo se vuelve opaco veo pasar la
carroza de la noche
Arrastrada por los ajolotes de zapatos
azules
Que penetra resplandeciente por la
violencia que conduce a la tumba
Pavimentada de párpados con sus pes-
tañas
La ley del talión utiliza un pueblo de
estrellas
Y tú te matizas para mí de un negro
rocío
Mientras los horribles bornes menta-
les
Se hienden en el sentido de la longitud
Dando paso a unos penachos
Que miran al lago próximo
Los barrotes del espectáculo están
maravillosamente retorcidos
Un largo huso de aire atestigua sólo la
huida del hombre
De madrugada entre la ilustre alfalfa
La hora
Sólo es lo que hacen sonar las piezas
de oro de la bohemia
En las aspas de coriaria
Una amazona de pie sobre un caballo
tordo anaranjado al galope
Desde lejos los brazos están siempre
en extensi6n lateral
El rombo polvoriento del forro me
recuerda
La tienda decorada de bisontes azules
Por los indios de la almohada
Afuera el aire se prueba los guantes de
muérdago
Sobre un mostrador de agua pura
Mundo en un beso limpio
Para mí las escamas
Las escamas de la gran tortuga celeste
con vientre de hidrófilo
Que se debate cada noche en el amor
Con la gran tortuga negra la gigantes-
ca escolopendra de raíces
Traducción de Manuel Álvarez Ortega
NO HA LUGAR
Arte matinal arte nocturno
La balanza de las heridas llamada
Perdona
Balanza roja y sensible al peso de un
vuelo de pájaro
Cuando las amazonas cuello de nieve
las manos vacías
Impulsan sus carros de vapor por los
prados
Veo esta balanza siempre enloquecida
Veo el ibis de finos modales
Que regresa del estanque atado en mi
corazón
Las ruedas del sueño encantan los
espléndidos carriles
Que se elevan muy alto sobre las cara-
colas de sus vestidos
Y el asombro se precipita aquí y allá
sobre el mar
Ve mi querida aurora no olvides nada
de mi vida
Toma esas rosas que trepan al pozo de
los espejos
Toma el aleteo de todas las pestañas
Toma hasta los hilos que mantienen el
paso de los danzarines de cuerda y de
las gotas de agua
Arte matinal arte nocturno
Aparezco a la ventana muy lejos en
una ciudad presa de espanto
Afuera hombres en bicornio se persi-
guen a intervalos regulares
Parecidos a las lluvias que yo amaba
Cuando hacía un tiempo tan hermoso
"A la rage de Dieu" es el nombre de un
cabaret donde entré ayer
Está escrito en el vidrio blanco con
letras más palidecidas
Pero las mujeres-marinos que tras el
cristal se deslizan
Demasiado felices son para sentir
miedo
Aquí el cuerpo siempre el asesinato sin
pruebas
Nunca el cielo siempre el silencio
Nunca la libertad sino para la libertad.
6. El Corredor Mediterráneo / Página 6
¿QUIÉN O QUÉ
COMPLETARÁ
LA DÉCIMA
DE BEETHOVEN?
Por Redacción ECM-AT
MÚSICA
En 2020 se celebran los 250 años del
natalicio de Ludwig van Beethoven,
acaso el mayor genio musical de la
historia.
Nacido en la ciudad alemana de
Bonn, el 16 de diciembre de 1770,
Beethoven dio muestras de su talen-
to desde pequeño, razón por la cual
su padre, músico mediocre y tenor
de la corte electoral del
Arzobispado de Colonia, quiso con-
vertirlo en un émulo de Mozart,
para lo cual no ahorró los malos tra-
tos con el niño.
Como dato curioso cabe aclarar que
la partícula “van” que antecede a
Beethoven, como el “de” que prece-
de a Cervantes, no tiene una signifi-
cación nobiliaria, cosa que el com-
positor nunca se preocupó de acla-
rar. Pero si en el caso del autor de
“El Quijote” fue un añadido a propó-
sito para darse lustre, en el caso del
músico alemán el “van” no es una
variante de “von” sino que tiene raí-
ces en la condición campesina de su
familia. Según algunos estudiosos,
el apellido Beethoven derivaría del
flamenco “Beeth”, que significa
“remolacha”, y de “Hoven”, plural
de “Hof”, granja, de modo que “van
Beethoven” equivaldría a decir “de
granjas de remolacha”.
A lo largo de su vida, Beethoven
llegó a componer nueve sinfonías,
siendo la Tercera o “Heroica”, la
Quinta y la Novena, cuyo cuarto
movimiento está inspirado en la
“Oda a la alegría” de Friedrich von
Schiller, las más famosas. Como afir-
man algunos de sus biógrafos, mien-
tras componía esta última
Beethoven tomó notas para la que
sería su Décima. Sin embargo, el 26
de marzo de 1827, lo sorprendió la
muerte y la Décima quedó inconclu-
sa dando pábulo a la llamada “maldi-
ción de la décima”, según la cual los
compositores de sinfonías morirían
poco después de componer la nove-
na. La superstición se extendió con
los ejemplos de Franz Schubert,
Antonin Dvorak, Anton Bruckner,
Gustav Mahler y Ralph Vaughan
William.
En 1822, dos años antes de acabar su
Novena sinfonía, Beethoven realizó
las primeras anotaciones para la
Décima. Al parecer, según escribe
Maynard Solomon en su libro “Late
Beethoven”, esta sinfonía era otro
de los proyectos que el compositor
alemán no llegaría a completar,
entre los cuales figuran el “Adagio
Cantique”, una pieza sinfónico-
coral; un quinteto de cuerdas; un
nuevo concierto para piano; una
obertura sobre notas correspon-
dientes al nombre de BACH, y un
réquiem dedicado a su amigo y pro-
tector Wolfang Wolfmeier.
Con el homenaje en el horizonte,
Deutche Telekon ha anunciado que
el próximo 20 de abril, la Orquesta
Beethoven de Bonn ejecutará la
Décima como uno de los grandes
acontecimientos del año beethovea-
no. Con este motivo la empresa ale-
mana ha reunido un equipo integra-
do por dos compositores, varios
musicólogos y varios expertos en
inteligencia artificial que están tra-
bajando a partir de las anotaciones,
diagramas y bosquejos dejados por
Beethoven y que apenas suponen
unos tres minutos de música.
Este es el tercer intento de acabar la
Décima. En los años 80, se lo propu-
so el inglés Barry Cooper, quien
llegó a producir unos quince minu-
tos del que pretendía ser el primer
movimiento de la sinfonía. Pero los
resultados no fueron satisfactorios
a tenor de la grabación realizada en
1988, que, según puede escucharse
por Youtube, no hay nada que lleve
a pensar en un movimiento sinfóni-
co. Apenas una melodía deslucida.
También fracasó pocos años más
tarde, el músico alemán Gerd
Prengel, quien compuso unos cinco
minutos a partir de las notas del
scherzo.
El nuevo equipo, mediante un pro-
grama de inteligencia artificial ha
analizado todas las obras de
Beethoven para que sus algoritmos
de tratamientos de voz propongan
posibles desarrollos de una partitu-
ra. No puede afirmarse cuál será el
resultado del experimento impulsa-
do por Deucht Telekon ni qué ele-
mentos serán capaces de desarro-
llarse a partir del trabajo combinado
de músicos, musicólogos y algorit-
mos. Pero, quizás el mayor proble-
ma no sea tanto las escasas notas
que dejó el genio Bonn, sino la gran-
deza de la Novena, con la cual pare-
ce clausurarse el género sinfónico.
“El desarrollo es impresionante,
incluso si la computadora tiene
mucho que aprender”, afirmó
Christine Siegert. Según la directora
del Departamento de Archivos e
Investigación de la Casa Beethoven
en Bonn., la obra del compositor no
quedará distorsionada. Pero, Barry
Cooper, el primero en intentar aca-
bar la Décima y autor de varios
libros sobre Beethoven, no está tan
seguro. "En cualquier interpretación
de la música de Beethoven, existe el
riesgo de distorsionar sus intencio-
nes y en este caso el riesgo de tergi-
versar el trabajo es aún mayor”.
Para el caso conviene recordar las
significativas las palabras que dejó
escritas Richard Wagner en “Ópera
y Drama”: “El error de Beethoven
fue el mismo de Colón, quien sólo
quería buscar una nueva ruta a las
antiguas Indias, ya conocidas, pero
que, en lugar de ello, descubrió un
nuevo mundo”. ¿Serán capaces los
expertos y la inteligencia artificial
de explorar ese nuevo mundo?
¿Podrá la técnica emular al talento
del genio?
7. El Corredor Mediterráneo / Página 7
reseña LOS
CUERPOS
PARTIDOS
ALÉX CHICO
Editorial Candaya, Barcelona, 2019
Este libro es, ante todo, poesía. Una
preciosa suma de prosas poéticas. Qué
suavidad su manera de escribir, qué
suavidad en la manera de narrar de
Álex Chico. Y además, con una madu-
rez narrativa impresionante, como de
alguien que ha visitado varios mundos
y vivido ya varias vidas. Hay tantas
reflexiones certeras a lo largo de las
páginas que a veces parece que este-
mos leyendo un ensayo de filosofía,
narrado de la más poética de las mane-
ras. Dan ganas de escribirle al autor, y
decirle: “por favor, escribe sobre filo-
sofía plenamente, esta época necesita
autores así que indaguen en las certe-
zas de la vida, con tu voz tan cristali-
na”, pues como ya había dicho
Nietzsche, nada mejor como hacer filo-
sofía desde la propia biografía. Y Álex
Chico es tremendo en sus reflexiones
desde sus experiencias. Pequeños
tesoros sobre la existencia que vamos
encontrando según leemos.
Pero no es un libro de poesía, ni un
libro de filosofía, en sí, aunque contie-
ne ambas. Es un libro que nos narra la
búsqueda de un pasado nunca vivido,
un pasado que intenta descifrar: el
pasado de uno de sus abuelos, al que
nunca conoció. Su abuela está en una
residencia para ancianos, con sus capa-
cidades memorísticas reducidas al
máximo, y su abuelo murió antes de
nacer el autor. Así que le sigue la pista
hablando con familiares y amigos y
mirando antiguas fotografías, tratan-
do de entender su emigración desde
un pueblo de Granada al extranjero, a
una localidad francesa en la frontera
con Bélgica, en el año 63.
Desde este punto de partida nos
muestra la rudeza de la emigración for-
zosa en los tiempos de nuestra dicta-
dura. Imagina cómo tuvieron que vivir
los emigrantes, basándose en comen-
tarios de personas, en libros, en noti-
ciarios, en películas, en canciones, para
arañarle un sentido a sus vidas, para
tratar de entender cómo fue su mar-
cha y cómo se tuvieron que sentir en la
lejanía, hablando un idioma diferente
con los problemas de comunicación
que eso conlleva, y viviendo en condi-
ciones no muy óptimas, según los
casos. Cómo combatían su soledad.
Qué esperanzas albergaban. Cómo se
vivía aquí su partida y cómo les recibí-
an en su nuevo destino. Aprovechando
la ocasión para llenarnos de reflexio-
nes sobre el lenguaje y sobre la identi-
dad, sobre los diferentes puntos de
vista de una misma realidad, sobre los
procesos históricos y su escritura y sus
distorsiones a conciencia para manipu-
lar los hechos, sobre las huellas que
dejaron y que no conviene olvidar para
comprender nuestro presente, siem-
pre con la palabra precisa para explicar
exactamente lo que nos quiere hacer
entender. Y además, agudamente críti-
co con nuestro pasado reciente y con
nuestra actualidad para poder cono-
cernos, para saber de dónde venimos y
qué somos ahora. Es lujazo leerle.
Su libro continúa reflexionando sobre
los sueños rotos de los cuerpos parti-
dos, los emigrantes, no sólo al extran-
jero, sino también el trasvase que
hubo del mundo rural al mundo urba-
no, cómo los desplazados cambiaban
su vida al intentar perseguir sueños
imposibles en nuevos lugares que pro-
metían prosperidad pero sólo daban
miseria, en algunos casos, y en otros,
dobles vidas difíciles de gestionar.
Indaga Álex Chico también en la
memoria y sus laberintos, en la necesi-
dad del olvido, en ocasiones, y en la
resistencia de los recuerdos, aunque
se luche contra ellos, para mitigar su
peso, cuando nos impiden avanzar.
Hasta aquí la primera parte del libro,
ahora toca el regreso de los emigra-
dos. Reflexiona sobre la dificultad de
regresar. En este caso, su abuelo retor-
na, pero no a Granada, sino a
Barcelona, páginas en donde Chico
explora sobre la emigración, charlan-
do con diferentes personas que le
cuentan los pormenores de su vida
como emigrantes que han llegado a
Barcelona, para adentrarse en los sen-
timientos de los que dejaron sus hoga-
res atrás y trazar analogías con lo que
podía sentir su abuelo, tanto al irse,
como en su vuelta, revisando la situa-
ción de la Barcelona del pasado. Pero
además, visitando su propia biografía y
conceptos como la frontera, los már-
genes, los espacios limítrofes, el anoni-
mato de los trabajadores inmigrantes
que levantan las ciudades. Aunque
sobre todo, buceando en sus propios
recuerdos de la Barcelona de su niñez,
como guía para interpretar el pasado
desconocido de su abuelo.
Al final, como una suerte de regalo,
nos deja dos estampas a modo de dia-
rio de viajes, con una muy poética y
emotiva descripción del viaje con su
hermano a Bousbecque, pueblo fran-
cés al que había emigrado su antepasa-
do añorado, para completar las inte-
rrogaciones sobre su vida, tratando de
poner tierra firme y concreta debajo
de las conjeturas acerca de su abuelo,
dándole solidez y consistencia a lo ima-
ginado. Terminando su prosa poética
con el viaje al pueblo de la hermana de
su abuelo, para encontrar una doloro-
sa verdad: “Las familias se acaban”.
Hermoso trabajo introspectivo el de
Álex Chico. Se os quedará grabado.
Rubén Darío Fernández
8. El Corredor Mediterráneo / Página 8
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La Columna
humorsolini
Por Heraldo Mussolini
RECORDANDO
Por Miguel Carlos Zupán
Así como en la anterior oportunidad pude retrotraer a algu-
nos personajes de las artes plásticas que tuvieron una rela-
ción indirecta con uno, ya sea por la difusión o relación con
hechos de las mismas, permitiendo retener épocas y perso-
nalidades en este quehacer común.
Este quehacer común tuvo como todos ellos un inicio allá
lejos en el tiempo, brindando causas y efectos que en cierta
medida influyeron en las conductas adoptadas posterior-
mente. Cuando observamos los aconteceres presentes
sean muestras colectivas o individuales con variedad de
recursos, temas, tamaños y objetivos en distintas escuelas y
talleres deducimos que hay entusiasmo y medios para hacer
uso de ellos, apareciéndonos en el recuerdo los escasos
recursos de allá lejos donde material, bibliografía y ámbitos
adecuados escaseaban o no existían, es allí en el recuerdo
cuando surge el consejo y la novedad aparejada desde el
maestro Longarini para que adquiera una caja de acuarelas
en pomos, vista en la vidriera de un comercio local, asociado
a este hecho aparecen libros sobre acuarela, editados en la
década del cincuenta y convertidos en la gran novedad para
los interesados. En esos años donde la juventud, en mayoría
estudiantil, buscaba la continuidad de inquietudes y los
recursos para expresarlas, siendo la creación de la Escuela
Municipal de Artes Plásticas un campo de acción novedoso
y es por ello que la demanda en aspirantes a ingresar obliga
en el Salón Blanco de la Municipalidad a docentes organiza-
dores evaluar la capacidad y seleccionar a quienes serían los
fundadores de la primera escuela oficial.
Este establecimiento hará su campo de acción en lo que fue-
ran las instalaciones del Golf Club en la zona llamada “El
Mogote”. Quienes concurrimos años después, supimos dis-
frutar de esa zona próxima al río, con sus pintorescas vivien-
das y atractivas callejuelas. Nuestras actividades al aire libre
se inspiraban en las forestaciones del antiguo golf, en el río
o sus costas. Recuerdo al profesor de 1er año, Víctor Arias,
que deseando ampliar nuestro campo expresivo, propuso
un día emplear carbonilla acompañada de la acuarela, cau-
sando sorpresa y bastante dificultad. Siendo alumnos de
Don Longarini, nuestro grupo gozaba el placer de la liber-
tad, empleada para encontrar temas e inspiraciones aleja-
dos de la orientación del profesor.
En ese tiempo desplegaba su creatividad Líbero, era el eje-
cutor de importantes obras y su fogosa personalidad cons-
tituía el líder de quienes bregábamos buscando un camino.
A raíz de ello una compañera de la escuela y posterior mar-
chand en la barraca “Trapalanda”, llamada Fanny Zapata
sugirió mostrar las acuarelas que yo hacía y obtener un jui-
cio orientador. Una vez vistas algunas acuarelas selecciona-
das por mí, dio a conocer su opinión diciendo: “Sos alumno
de Longarini, seguí estudiando con él”. No pude llegar a la
conclusión de que no gustaba del procedimiento en particu-
lar o que el elemental lenguaje empleado era escaso para su
campo pictórico.
Cuando contemplamos los cielos de hoy cargados de nuba-
rrones cambiantes con múltiples formas y colores, surgen
las palabras del doctor Andrés Moreau, inquieto observa-
dor del entorno que me decía: “Río Cuarto tiene cielos lisos,
tranquilos y pictóricamente poco atractivos”
Recorriendo años atrás la costa de EEUU próximo a Corea
Maine, tuve la ocasión de detenerme para contemplar y
fotografiar a una colega, bastante anciana, que con un ros-
tro radiante se sumergía en la superficie plana para reflejar
el cielo, nubes, costas y mar, compartiendo conmigo la feli-
cidad que le ocasionaba ese quehacer.
SUPLEMENTO CULTURAL DEL CENTRO
DECLARADO DE INTERÉS CULTURAL POR EL
CONCEJO DELIBERANTE DE RÍO CUARTO