1. Etimología[editar]
Tarahumara también es como
se conoce en castellano a la
lengua de este pueblo. La
denominación "tarahumara"
es la castellanización de la
citada palabrararámuri, que
debe pronunciarse con una r
suave al principio, inexistente
ya que en este último caso se
deformaría la pronunciación
original, sin R fuerte. Según el
historiador Luis Alberto
González
Rodríguez, rarámuri etimológicamente significa "pie corredor" y en un sentido más amplio quiere decir 'los de
los pies ligeros', haciendo alusión a la más antigua tradición de ellos: correr. Ellos mismos se hacen llamar "los
de los pies alados".
Ubicación geográfica[editar]
Artículo principal: Demografía de los tarahumara
Los tarahumaras ocupan una cuarta parte del territorio en el suroeste del estado de Chihuahua (65 000 km²)
en una de las partes más altas de la Sierra Madre Occidental, conocida también como Sierra Tarahumara.
Historia[editar]
Tarahumaras en Tuaripa (Chihuahua, 1892).
Artesanía tarahumara en Chihuahua.
Es posible que los antepasados de los indígenas tarahumaras provinieran de Asia (Mongolia), atravesando
el estrecho de Bering, hace aproximadamente unos treinta mil años, pero los vestigios humanos más antiguos
que se han encontrado en la sierra son las famosas puntas clovis (armas típicas de los cazadores de la
megafauna del Pleistoceno) con una antigüedad de casi 15.000 años, lo que nos permite datar la presencia de
los primeros pobladores de la Sierra Tarahumara.
La economía de los primeros grupos étnicos tarahumaras se basaba en la agricultura, la caza y la recolección.
Cultivaban maíz,calabaza, chile y algodón. Cada grupo tenía su dialecto de la lengua tarahumara y sus
gobernantes, quienes se encargaban de proteger el territorio contra las etnias vecinas y garantizar el orden
interno de la tribu.
Eran belicosos y politeístas. Creían en la vida después de la muerte y en la existencia de seres benévolos y
malévolos. Entre los benévolos consideraban al sol, la luna, el médico, las serpientes y las piedras, que
provocaban las lluvias y controlaban los animales que cazaban. Entre los malévolos estaban los señores
del inframundo que causaban la muerte y los desastres naturales. Sus rituales comunales eran parte esencial
de su cultura. Adoraban el sol y la luna, celebraban victorias bélicas, lacaza de animales y la cosecha agrícola.
2. No fue hasta 1606 cuando los misioneros jesuitas tuvieron el primer contacto con los indígenas de la sierra.
Según las referencias históricas de la época colonial, la conquista y la evangelización inició con los “chínipas”,
muy relacionados con losguarijíos, etnia considerada como la más fiera de la región en esos tiempos. Cuando
llegaron permanentemente los religiosos a su pueblo en 1632, su presencia provocó un levantamiento entre
los pueblos indígenas, quienes estaban descontentos con la labor evangelizadora. Esta protesta la comandó el
jefe “Combameai”. La primera revuelta terminó con la muerte de dos religiosos, lo que originó una fuerte
represión por parte del gobierno de la Nueva España. Fue entonces cuando muchosguarijíos huyeron y se
internaron en las barrancas de lo que hoy es el estado de Chihuahua.
Encima de eso, fue en los siglos XVII y XVIII cuando diversos grupos de agricultores y
comerciantes novohispanos invadieron esta región despojando de gran parte de la tierra a los indígenas,
intercambiándoselas por productos como jabón, sal, mantas y otras baratijas; algunos indígenas fueron
obligados a trabajar con ellos como peones pagándoles muy poco. En cambio, otros emigraron hacia las partes
más recónditas de la sierra para protegerse y evadir el trabajo forzado en haciendas y minas.
Es ahí en lo más abrupto de la sierra donde se asentaron las misiones jesuitas que, sin mucha controversia,
muchas veces sirvieron de refugio a los abusos cometidos contra los indígenas. La expulsión de la orden de los
confines del Imperio españolsignificó un retorno de los tarahumaras a la vida seminómada que llevaban. Por
otra parte este acontecimiento les dejó completamente aislados en los altos de laSierra. Eso les ayudó a
conservar su cultura y a desarrollar un singular sincretismo religioso que todavía existe y es único
en México por su mezcla de catolicismo ychamanismo.
En el año de 1856, mediante la ley de la desamortización de los bienes eclesiásticos, los mestizos de la zona
ocuparon las tierras pertenecientes a los pueblos de misión habitadas por tarahumaras, quienes se vieron
obligados a abandonarlas. Pero no sería hasta 1876
que se rebelarían, cuando fueron obligados a partir
de las pocas tierras que les quedaban, pero esta vez
serían respaldados por el gobierno del estado que
abogó por ellos. Se registraron otros dos
levantamientos: uno en Agua Amarilla en 1895 y otro
en Chinatú en 1898.2
Sociedad[editar]
El inhóspito medio donde habitan los tarahumaras
impone la existencia de familias pequeñas, sus
parcelas difícilmente pueden mantener a más de
cuatro o cinco miembros de la familia, en la que el “imberbe”, a los 14 años de edad, es considerado ya un
adulto por el resto del grupo. Así, el hogar tarahumara, la unidad más persistente y definida en su vida,
responde a las modalidades originales de su psicología y, al asegurar las bases económicas del matrimonio,
existe una función social, impidiendo uniones permanentes entre discapacitados físicos o mentales, o entre
faltos de carácter o de sentido de responsabilidad.
Estructura familiar
El padre utiliza un término diferente para referirse a su hijo (Nolá) y su hija (Malá), pero la madre emplea un
mismo nombre para todos sus hijos (Ránala). Por su parte, aunque tanto los hijos como las hijas tienen un
término diferente para designar al padre, ambos usan el mismo para la madre. (Bennett y Zing) En el idioma
rarámuri se usa la palabra Teweke para referirse a la niña y Towí para el niño.
A los hijos nunca les regañan, y desde muy pequeños les dejan la responsabilidad del cuidado de algunos
animales o tierras y sobre todo de decidir por ellos mismos.
3. La joven tarahumara nunca expone su cuerpo después de los 6 años de edad; aún casada, no se quita la ropa
frente al marido e incluso hace el amor vestida. La reserva frente a las experiencias sexuales se rompe en las
“tesgüinadas”, donde el joven puede entablar comunicación y contacto con la chica y es una forma aceptada
de iniciación libre.
En la vejez, el tarahumara vive en una casa separada, a donde sus hijos le llevan presentes de comida y ropa;
cuando muere, se le incinera en alguna cueva o en un cementerio (si es que está bautizado) y se hacen
complicadas ceremonias para que su alma viaje sin tropiezo.
En la filosofía rarámuri es primordial el respeto a la persona, por lo que los visitantes o turistas deberán
también ser respetuosos con ellos y sus tradiciones, como ellos lo son con toda la gente. Valoran más a las
personas que a las cosas.
Los habitantes, mestizos e indígenas de la comunidad tarahumara conviven en un medio social que no
favorece a los rarámuri, debido al despojo de casas y hogares amenazados. Esta situación adquiere
dimensiones adicionales por la carencia de una adecuada infraestructura para los servicios de salud y
educación, en la proliferación de enfermedades y desnutrición infantil, en las muy limitadas alternativas para
fortalecer la economía doméstica, en la escasa
disponibilidad de electricidad, agua potable, y vías de
comunicación, que se agravan con frecuencia por el
impacto de los caprichos del clima y las prolongadas
sequías.
Vivienda tarahumara tradicional.
Vivienda
Sus chozas de troncos de árbol, trabadas
horizontalmente, salpican las laderas de las montañas a
los lados de los arroyos y en las altas mesetas. La parte
superior se deja abierta en un lado para que salga el
humo del fuego que constantemente arde en la pieza
de piso de tierra aplanada. El techo es de tabletas o de
troncos acanalados. En sus habitaciones, las mismas
desde tiempos precolombinos, no se acostumbran las
sillas, las mesas o las camas.
Estilo de vida tarahumara
Perduran los utensilios de sus abuelos
como metates, jícaras, molcajetes, vasijas de barro
y bateas. Algunos duermen sobre tarimas o sobre un
cuero de chivo en el suelo. No pocos viven en cuevas;
las tapias de piedra los guarecen mejor de los vientos y de las lluvias e impiden la entrada a los animales. En
las barrancas predominaba las construcciones de piedra y lodo por la escasez de madera. Los hogares, por
familia, consisten de dos habitaciones generalmente pero a veces la cocina es también comedor, recámara y
sala. La única puerta la abren en el centro del muro.
4. Generalmente, los tarahumaras tienen carencia de servicios de salubridad y por su mala alimentación los
agobian las enfermedades, entre ellas: dispepsias, enteritis agudas, congestiones alcohólicas, cirrosis de
hígado, pulmonía, tosferina, tuberculosis pulmonar y sarna.
Rasgos físicos[editar]
Generalmente, los tarahumaras son delgados, entre ellos son muy raros los tipos musculosos y muy altos. La
mujer tiende a ser baja y más robusta. Los ojosgeneralmente tienden a ser oblicuos, pómulos salientes, orejas
chicas, nariz y boca mediana, labios casi gruesos; el cabello lo tienen negro, grueso y liso; lampiña y ancha
la cara y escaso vello en el cuerpo; su piel es morena, gruesa y un poco reseca por las bajas temperaturas; pies
regulares, sus brazos son algo largos y suspiernas, como las características de los atletas y corredores de
grandes distancias. Su estatura promedio es de 1,70m.
Indumentaria[editar]
Gobierno[editar]
Los tarahumaras tienen un espíritu democrático, y en ninguno de los actos de su vida se pone de manifiesto
tan elocuentemente como en la elección de su gobierno tribal. Consta éste de un gobernador o “Siríame”,
quien es el jefe del grupo; un mayor, especie de juez civil; y varios policías, que son los mandaderos, los que
hacen cumplir las disposiciones del gobernador. Son raros los casos en que ellos no resuelven sus problemas
en sus concilios dominicales, por lo que las autoridades estatales y federales sólo vienen a ser figuras míticas
en la mayoría de las
ocasiones.
El Gobernador o Siríame,
frecuentemente el más
viejo y experimentado de la
comarca, cuya actividad
más importante es ofrecer
a la comunidad,
generalmente congregada
los domingos, nawésari o
sermón en el que se
ventilan los problemas de
la colectividad. El
Gobernador es auxiliado a
veces por un segundo
gobernador, un capitán, un
teniente, un fiscal y varios
soldados.
Tradiciones y
religión[editar]
Los tarahumaras son muy
religiosos pero practican
sus creencias al margen de
iglesias. De acuerdo a
5. reconocidos científicos como Richard Evans Schultes y Wade Davis este pueblo es digno de admiración, pues
ha preservado muchas de sus costumbres, a pesar del dominio y la imposición de las iglesias europeas.
Se organizan en torno a los cantores (maynates) y rezadores, ancianos que ofician y conducen las ceremonias
al ritmo de sus sonajas que hacen con bules y sus cantos guturales donde van narrando y describiendo la vida
de los animales del monte como los lobos, coyotes, mulas y zopilotes.
Gran parte de las tradiciones actuales de los rarámuris son una apropiación de lo aprendido de los
misioneros jesuitas durante los casi 150 años que convivieron en la época colonial. Luis G. Verplancken .