la llegada de un nuevo hermano es motivo de alegría y un proceso natural en la vida de muchas familias. Sin embargo, disponemos de tanta información sobre la realidad emocional de los hijos que a veces caemos en el riesgo de querer evitar que los niños pasen por sentimientos o momentos evolutivamente esperables: los celos, la envidia, la adaptación al nuevo rol de hermano mayor o mediano…Es importante ayudarles para que acepten e integren la complejidad de emociones que supone para el hermano mayor la llegada de un nuevo bebé a casa. Como padres, la función en esos momentos es legitimar las diferentes expresiones emocionales del niño, ayudándole a regularlas y expresarlas adecuadamente. Es común que se despierte la duda sobre cómo será cuando venga un nuevo hermano a casa. El niño fantasea con las consecuencias de la llegada del bebé. Barajan dentro de sí muchos escenarios que les generan temor y dudas fundamentalmente relacionados con la pérdida del amor y cuidado de los padres.