3. La asistencia de los niños a la escuela es, en nuestra
sociedad, una experiencia tan corriente que pocos de
nosotros nos detenemos apenas a considerar lo que sucede
cuando están allí.
Cuando algo va mal o se nos informa de un logro importante,
podemos reflexionar, por un instante al menos, sobre el
significado de la experiencia para el niño en cuestión.
También los padres dejan que los profesores hagan lo que,
según dicen, “tienen que hacer”; y hacen a un lado el hecho
de indagar o curiosear la actividad diaria que se lleva a cabo
en un aula, y es que luego de un día escolar ellos siempre
hacen las mismas preguntas, ¿cómo te fue en la escuela? O
¿qué tal estuvo la escuela?, por lo que la respuesta a estas
cuestiones, más que obvio, será la de “bien,. gracias” o
“estuvo algo cansado”, lo cual quiere decir que el niño
solamente se enfocará en resumir la respuesta a dos o tres
palabras para contar su día en la escuela
También los docentes se interesan sólo por un aspecto muy
limitado de la experiencia escolar de un pequeño.
4. Cuando un alumno desea exponer algo durante un
debate, a menudo es tarea del profesor advertirlo e
invitarle a que formule su comentario.
Cuando es más de una persona quien quiere participar
en el debate o responder una pregunta al mismo
tiempo, el docente decidirá quien habla y en que
orden.
Se puede invertir la observación y decir que el docente
determina quien no hablará, porque cuando varios
alumnos han manifestado su deseo de participar en el
dialogo o el tema que se esta hablando, es posible que
algunos vayan a exponer o comentar lo mismo.
Todas las acciones del profesor descritas hasta ahora
están ligadas a un tema en común.
5. Como todos sabemos, la escuela no es el único lugar
donde se intenta que un estudiante tome conciencia
de su fuerza y de su debilidad.
Los padres de familia les evalúan en el hogar y sus
amigos hacen otro tanto a la hora de jugar.
El proceso de evaluación que se desarrolla en el aula es
completamente distinto del que acontece en otros
ambientes.
Los exámenes son tan característicos del ambiente
escolar como los libros de texto o los trozos de gis.
Las dinámicas de evaluación en clase son difíciles de
describir, principalmente por su complejidad.
6. En la enseñanza, como en cualquier otra actividad,
existen maestros expertos de quienes los aprendices
pueden y deben aprende.
Quizá no sea igual la vida en clase para el profesor
corriente y para el que goza de un prestigio envidiable.
No es posible comparar los resultados de una clase con
los de otra por que son niños completamente diferentes.
En apariencia los profesores, son capaces de aplicar
exámenes y lo hacen y pueden mantener su atención
en objetivos a largo plazo ala ves que se concentran en
los signos inmediatos de la participación y el entusiasmo
del estudiante.
El término natural, tal como lo emplearon estos
profesores, realmente significa menos formal en vez de
no formal.
7. Dos de las diferencias principales entre la relación de los
padres con su hijo y la del profesor con su alumno se
refieren a la intimidad y duración del contacto.
Los lazos emocionales entre padres e hijos son
generalmente más fuertes y duraderos. Eso no significa,
desde luego, que los alumnos nunca se sientan
próximos a sus profesores y viceversa. Sabemos que a
veces, la relación de un nuño con su profesor puede
rivalizar con intensidad la unión entre en y su madre o su
padre.
8. Es difícil imaginar que algunos profesores de hoy, en
especial los de primaria, descalifiquen a un estudiante
que se esfuerza aunque sea escaso su dominio del
contenido del curso. Desde luego, incluso en niveles
superiores de educación, los premios son a veces tanto
para los sumisos como para los dotados.
Es muy posible que muchos de los alumnos en nuestras
sociedades de honor deban el éxito tanto a su
conformismo institucional como a sus poderes
intelectuales.
Quizá parezca cínico este modo de hablar de los
asuntos educativos y tal vez se interprete como una
crítica a los profesores o como un intento de infravalorar
las virtudes del orden, la puntualidad y el
comportamiento adecuado en general.