1. Universidad Yacambu
Vicerrectorado de Investigación y Postgrado
Instituto de Investigación y Postgrado
Ensayo
Participantes:
Pastora Catarí
Héctor Mendoza
Alexander Pérez
German Vargas
Barquisimeto Noviembre de 2013
2. Si duda alguna, una de las profesiones que exige transformaciones
profundas en todos los ramos es la del docente.
El docente del siglo xxi, debe capacitarse continuamente en estudios de
postgrado y en el uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación,
de la Web 2.0 y la Web 3.0.
Este nuevo docente debe ser muy abierto a los cambios, asumir su nuevo
rol de facilitador
y convertirse en un modelo social para sus alumnos o
estudiantes.
Davini (1997) indica que el maestro debe buscar su continuo
crecimiento profesional. Para un buen desempeño en su quehacer educativo el
maestro tiene que pensar en enriquecer su acervo profesional y los fundamentos
de su conocimiento, destrezas, métodos educativos y pedagógicos. A mayor
educación del maestro mayor serán los beneficios en el proceso de desarrollo
educativo y cognitivo de sus alumnos.
El docente del siglo xxi, debe concebir el aula de clase como un lugar,
donde se investiga, experimenta, modela, se comparten ideas, se toman
decisiones para la solución de problemas y se reflexiona sobre lo que es
necesario y pertinente aprender.
Frente al surgimiento de la sociedad del conocimiento o de la
información, debe estar plenamente comprometido y aceptar los cambios, entre
ellos el más importante cambiar de paradigma y propiciar ambientes
multidimensionales, flexibles y empáticos.
Latorre (2003) establece que el maestro de hoy se enfrenta a grandes
desafíos. La sociedad es dinámica y se encuentra dentro de un mundo
cambiante. Por tanto es imperativo que los maestros se preparen desde una
perspectiva de formación constante.
Los docentes actuales, deben entender que son estudiantes de por vidas
y por eso se habla de la educación centrada en los docentes y centrada en los
estudiantes.
3. El docente del siglo XXI se encuentra ante un nuevo concepto de
planificación, la planificación estratégica, que va más allá de plasmar un plan
de clases. El Docente debe poseer una visión global, flexible, como para ir
rehaciéndose en el transcurso de los hechos reales, que permite incluso no
seguirla, manteniendo sus líneas generales.
La planificación estratégica permite, que el docente, dedique más
tiempo a pensar en la práctica, teniendo en mente un esquema donde se puedan
pensar que elementos organizan la actividad, y cual debe ser la secuencia de
tareas a realizar durante su realización, en otras palabras, el docente debe
realizar un proceso de formación progresiva.
El docente del siglo XXI, debe ser un profesional con un alto contenido
humanístico, didáctico y tecnológico, capaz de promover un cambio de la
visión pedagógica mediante la conformación de comunidades de varios
docentes o educadores críticos, investigadores y autosuficientes que, como
agentes de cambio social, puedan ser mediadores eficientes de los aprendizajes
y promover la actitud autónoma en lo intelectual y en lo moral, de sus alumnos.
4. Bibliografía
Davini, M. (1997). La formación docente en cuestión: política y pedagogía.
Buenos Aires: Paidós.
Latorre, A. (2003). La investigación- acción: conocer y cambiar la práctica
educativa.