La pedagogía progresista muestra dos enfoques diferentes de la educación: la escuela tradicional, donde el profesor transmite conocimiento de forma memorística y el estudiante carece de opinión, y la escuela nueva, donde el estudiante es creador de sus propios conocimientos y el profesor actúa como guía para estimular el aprendizaje a través del interés y la investigación del estudiante. La pedagogía progresista busca que el estudiante aplique lo aprendido a su vida diaria en lugar de memorizar