Ventajas de la suplementación con grasa en caballos
1. USO DE GRASA COMO FUENTE DE ENERGIA EN CABALLOS.
LUIS CARLOS CABELLO CORDOVA, M.V.Z., M. Sc., Ph. D.
AGRIBRANDS PURINA MEXICO, S.A. DE C.V.
INTRODUCCION
La energía es el nutriente de mayor importancia que permite al caballo mantener
su condición corporal y desarrollar trabajos ligeros, moderados o intensos. Estos niveles
de carga de trabajo representan las actividades diarias de estos animales y ayudan a
estimar el cambio en las necesidades de energía comparados con el nivel de
mantenimiento. Caballos de rienda y equitación son ejemplo de trabajo ligero, estos
usualmente reciben una monta ligera y en ocasiones hacen trabajo en estado anaeróbico,
usualmente requieren 25% más energía que un caballo no trabajado. Caballos en eventos
cronometrados, de caza, de salto o que trabajan con ganado desempeñan un trabajo
moderado requiriendo 50% más energía que un caballo en mantenimiento. Sin embargo
de vez en cuando estos animales pudieran trabajar de una forma más intensa, los caballos
de carrera, de corte y de polo a veces requieren el doble de energía que un equino no
trabajado. Por lo anterior un aspecto muy importante en la dieta del equino, es si esta
proporciona o no la suficiente energía para permitir que el caballo cumpla con el trabajo
asignado.
Los carbohidratos rápidamente fermentables han sido implicados en ciertas
enfermedades y trastornos digestivos en caballos (Sprouse et al., 1987; Clark et al., 1990;
Potter et al., 1992 a). También se les ha relacionado con el comportamiento excitable
(Greiwe et al., 1989; Kohnke, 1992) aunque no en experimentos controlados. Las grasas
de la dieta han sido propuestas para reducir los riesgos de los problemas antes
mencionados y para mejorar el desempeño de esta especie (Potter et al., 1992 b; Kronfeld
et al., 1994). Los tiempos promedio en las carreras han disminuido (Harkins et al., 1992) y
la utilización del glucógeno muscular se ha incrementado (Scott et al., 1992) en caballos
pura sangre alimentados con dietas suplementadas con grasa.
METABOLISMO ENERGETICO
La capacidad de trabajo en un caballo depende de la tasa a la que la energía
(ATP´s) es provista y usada por el músculo para la contracción. La forma más directa para
formar ATP´s es por la división de creatinina-fosfato (CF). Sin embargo, el músculo
contiene pequeñas cantidades de CF y ATP´s, las reservas son agotadas después de un
ejercicio de corta duración. El ejercicio prolongado no será posible a menos que existan
formas para una re-síntesis de ATP´s al mismo ritmo al que son usados. Hay 2 reacciones
que re-sintetizan ATP´s: 1) Fosforilación oxidativa (rompe carbohidratos, grasas y
2. proteínas en energía (ATP´s) en la presencia de oxígeno, denominándose reacción
aeróbica, 2) Glicólisis rompe glucosa o glucógeno en ácido láctico. Esta reacción no usa
oxígeno por lo que se considera anaeróbica (Pagan, 2006).
SUPLEMENTACION CON GRASAS
La dieta promedio de un equino es normalmente muy baja en grasa y alta en
carbohidratos no estructurales y fibra neutro detergente. La mayoría de las dietas de
equino usualmente contienen solo de 2 a 3% de grasa (Geor, 2000). Los carbohidratos no
estructurales consisten principalmente de azúcares simples y almidón pudiendo llegar
hasta el 40-50% de las dietas altas en energía. La porción de la fibra neutro detergente
que describe los componentes de la pared celular constituyen al menos 25% de cualquier
dieta para equinos (Pagan, 1997).
La suplementación de grasa en la dieta se ha convertido en un medio popular de
proveer una fuente altamente digestible y densa en energía (2.25 veces mas que el
almidón en aceites vegetales) para caballos. Las ventajas de este tipo de suplementación
son: menor uso de energía para la producción de calor, mejor desempeño, alteraciones en
el metabolismo del músculo esquelético bajo ejercicio, los requerimientos de alimento y
agua se disminuyen, un temperamento más tranquilo, así como una mejoría en la
condición corporal y de la capa de pelo (Harkins et al., 1992; Scott et al., 1993; Kronfeld,
1996; Holland et al., 1996; Briggs, 1997).
Las mayores fuentes de grasa disponible para la suplementación de las dietas de
equino son las grasas animales (sebo y manteca) y las grasas vegetales, incluyendo aceites
vegetales y pulido de arroz. El aceite vegetal es altamente insaturado, altamente
digestible (85-90%) y muy denso en energía (Geor, 2000). Los aceites que pueden ser
usados para la suplementación incluyen al de maíz, soya, cacahuate, coco, cártamo, linaza
y canola. El aceite de maíz es generalmente el más palatable sin embargo el de soya es el
más comúnmente aceptado por su precio (Lewis, 1995; Kronefeld et al., 2001).
La grasa animal es variable en digestibilidad (50-90%) y frecuentemente más
barata que la grasa vegetal. Sin embargo es más saturada y tiende a solidificarse a
temperatura ambiente, por lo que debe fundirse para ser integrada en la dieta. Algunos
caballos encuentran este tipo de grasa poco palatable (Briggs, 1997).
El nivel de aceite vegetal incluido en la ración dependerá en gran medida del
trabajo del equino. En caballos montados ligeramente o de show una cantidad de 70-80
ml de aceite/día tendrá un efecto benéfico. Para un ejercicio más intenso se requerirá de
un mayor nivel de suplementación. Un caballo bajo entrenamiento pesado deberá recibir
alrededor de 400 g (aprox. 450 ml) de aceite vegetal/día. Esto equivale alrededor de 10%
del consumo de Energía Digestible por día o alrededor del 18-20% de la Energía Digestible
aportada por el concentrado. De 5 a 6 kg de una mezcla de granos con el 10% de grasa
suplirán este nivel de aceite vegetal suplemental (Pagan et al., 2006).
3. FACTORES A CONSIDERAR EN LA SUPLEMENTACIÓN CON GRASA
Los factores a considerar en la suplementación de grasa son: 1) El equino necesita
tiempo para ajustarse a la utilización de grasa y su tiempo de adaptación puede ser de
hasta 3 semanas. 2) Una dieta suplementada con grasa proveerá más energía, por lo que
el consumo diario de alimento debe disminuirse si el nivel de trabajo y la condición
corporal se pretende permanezcan igual. Se debe agregar la grasa en pequeñas cantidades
al inicio e ir aumentando en forma gradual poniendo atención al consumo y condición en
general del animal. 3) La suplementación en granja de grasas/aceites requiere de una re-
evaluación del balance total de nutrientes especialmente para los animales jóvenes en
entrenamiento (Potter et a., 1990).
VENTAJAS DE LA SUPLEMENTACION CON GRASAS
El conocimiento de hasta que punto el caballo depende de los sistemas del
metabolismo aeróbico o anaeróbico es importante para conocer los tipos de dietas que
deben ser ofrecidos así como los substratos energéticos que deben estar disponibles. Por
ejemplo, un caballo de fondo puede usar en forma muy eficiente fuentes de energía de
lenta liberación como la grasa, mientras que un caballo de alta velocidad y corta duración
(sprinter o de carrera) desarrollará la mayor parte de su trabajo en estado anaeróbico
usando principalmente carbohidratos. Sin embargo, investigaciones recientes han
demostrado que los caballos de carrera y cortadores tambien se benefician de la adición
de grasa en la dieta, a través de un mecanismo que conserva el glucógeno muscular
(carbohidratos). Es importante mencionar que en un trabajo de corta duración el caballo
debe tener energía suficiente y altamente disponible en la forma de carbohidratos y
particularmente energía almacenada en la forma de glucógeno muscular, para cubrir la
súbita demanda de energía que requiere un trabajo anaeróbico. Las dietas a base de
granos proveen la energía que puede ser usada directamente o almacenada en músculo e
hígado en la forma de glucógeno. La glucosa sanguínea y el glucógeno contribuyen
directamente a cubrir las necesidades energéticas de los caballos, especialmente aquellos
que se encuentran trabajando en forma anaeróbica (Ritmo cardíaco > 150
latidos/minuto). Por ejemplo, caballos de carrera o de corte durante actividades intensas
(Potter et a., 1990; Hyppa et al., 1999).
Topliff et al. (1983), encontró que la concentración de glucógeno almacenado en
los músculos de caballos siendo ejercitados puede ser incrementado dramáticamente
manipulando la dieta y el régimen de ejercicio. Los caballos que desarrollan trabajo de
moderado a intenso, tienen niveles altos de requerimiento energético; mientras trabajan,
a veces requieren una combinación de metabolismo aeróbico y anaeróbico. Estos caballos
tienen problemas para obtener energía suficiente de los concentrados convencionales. La
investigación ha demostrado que la grasa adicionada en la dieta puede proveer energía en
forma más concentrada dentro de una cantidad de alimento que puede ser consumida en
una forma segura. La grasa o aceite puede ser adicionado en 10% a la mezcla de granos sin
4. tener efectos negativos sobre la digestibilidad de la materia seca o fibra (Hughes et al.,
1995; Julen et al., 1995). Se ha reportado que la adición de grasa en dietas de caballos de
carrera y cortadores bajo entrenamiento mejora el almacenamiento de glucógeno
muscular y el desempeño, lo anterior es debido a un “efecto conservador del glucógeno”.
Por esto es importante el aporte cuantitativo de energía, pero es igualmente importante
proveer cantidades significativas de esta energía en la forma que promueva la síntesis y
almacenaje de glucógeno en caballos que requieran desempeñar trabajo de corta
duración, alta velocidad y en estado anaeróbico (Meyers et al., 1990; Webb et al., 1987;
Scott et el., 1992; Oldham et al., 1990). Lo anterior aunado a una protección contra la
fatiga proporcionada por este manejo (Jones et al., 1991). Kronfeld et al. (1994) sugirió
que la tasa de glicólisis pudiera ser disminuida después de la adaptación a una
suplementación con grasa debido al incremento en la producción de citrato, metabolito
resultante de la oxidación de los ácidos grasos. Un incremento en la concentración de
citrato inhibe la fosfofructoquinasa, una de las enzimas limitantes de la glicólisis. Una
limitada actividad de la fosfofructoquinasa resultará en una acumulación de glucosa-6-
fosfato, la cual produce una retroalimentación negativa sobre la utilización de glucosa y
glucógeno; incrementado el almacenamiento de este a nivel muscular, estando este
disponible para el ejercicio anaeróbico y en consecuencia retrasando la aparición de la
fatiga.
Además de mantener una condición corporal adecuada en los atletas equinos para
desempeñar su trabajo, debemos evitar el sobre-acondicionamiento, ya que el exceso de
grasa corporal causa estrés térmico en el caballo (Webb et al., 1990). Potter et al. (1990),
encontró que a pesar de la condición corporal la alimentación con dietas suplementadas
con grasa reduce el estrés térmico en caballos. Por lo que, si se puede mantener una
condición magra, suplementando con grasa y con una dieta adecuada en carbohidratos y
otros nutrientes, además de un entrenamiento adecuado, quizá podamos mejorar el
desempeño, retrasar la fatiga y reducir las lesiones en estos equinos.
La adición de grasa a la dieta de los caballos de alto desempeño parece tener un
efecto benéfico en la retención de agua, la cual queda disponible para la sudoración y por
lo tanto para disipar calor en climas calientes y húmedos. Los caballos alimentados con
dietas altas en heno suplementado con grasa retuvieron un mayor porcentaje de agua
absorbida, además de tener una mayor reserva de agua extracelular (Mathiason et al.,
2001). La substitución de grasa en vez de carbohidratos aparentemente también reduce la
producción de calor en caballos al reducir la fermentación del almidón en el intestino
grueso, por lo que resulta también beneficioso en condiciones de humedad y altas
temperaturas medioambientales (Scott et al., 1993).
La adición de grasa a dietas altas en almidón disminuyen la respuesta glicémica a
este en caballos, llegando a tener niveles comparables a aquellos de dietas de alfalfa
(Geelen et al., 1999). La suplementación con aceites disminuye el pico de glucosa e
insulina post-pandrial y previene la reducción de la concentración de glucosa en plasma
5. causada por ejercicio intenso desarrollado 4 horas después de la alimentación (Pagan et
al., 1995).
Además de los beneficios mencionados, la suplementación con grasa provee de
una fuente de ácidos grasos esenciales para mejorar la capa del pelo, son vehículo para las
vitaminas liposolubles (A,D,E y K), mejoran la palatabilidad del alimento (aceites), en
yeguas reproductoras mejora la calidad de la leche la cual contiene una mayor cantidad de
nutrientes, requieren menos días para entrar en calor, así como menos ciclos para quedar
gestantes, manteniendo una mejor condición corporal durante la gestación con menor
cantidad de alimento. En el caso de los potrillos (destetes y añales) mantienen su
condición corporal con menos alimento disminuyendo la probabilidad de desórdenes
óseos del desarrollo.
CONCLUSIONES
La suplementación con grasa tiene efecto positivo en los caballos de alto
rendimiento los cuales aprovechan mejor las diferentes fuentes de energía, ayudan a
mejorar la condición corporal en yeguas y potrillos mientras consumen menos grano. Las
grasas también ayudan a los caballos a soportar el estrés calórico y a mantener un
temperamento más calmado.
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