2. QUE ES EL PALUDISMO
El paludismo es una grave enfermedad que se
transmite a través de las picaduras de la
hembra del mosquito “zancudo” conocido
como Anopheles. Por lo regular es muy activa
en las horas del anochecer y el amanecer.
También puede trasmitirse por transfusiones
de sangre o por jeringuillas infectadas.
La fiebre es el primer síntoma. Es cíclica,
producto de la destrucción de los glóbulos
rojos infectados, Puede llegar fácilmente a
41°C, con escalofríos. Algunas horas más tarde,
la fiebre cae y cesan los escalofríos.
El paludismo es especialmente peligroso entre
las mujeres embarazadas. Puede provocar una
fuerte anemia y causar abortos espontáneos,
partos prematuros, la muerte del feto, bajo
peso y la muerte de la madre.
3. SIMTOMAS DEL PALUDIMO
Los síntomas más comunes,
además de la fiebre y los
escalofríos son:
Dolor de cabeza.
Dolores musculares (mialgias).
Dolores articulares (artralgias).
Malestar general.
Fiebre y escalofríos.
Marcado decaimiento y
trastornos digestivos (nauseas,
vómitos y diarrea).
Estos síntomas pueden ser
fácilmente confundidos con
gripe, gastroenteritis o, inclusive
fiebre tifoidea, fiebre reumática
o meningitis bacteriana.
4. PREVENCION DEL PALUDISMO
Antes de viajar a una zona probablemente afectada por el paludismo se debe obtener
información sobre ella y sobre cómo protegerse, ya que las recomendaciones de un país
pueden diferir enormemente de un país a otro.
La OMS recomienda no viajar a zonas endémicas o con riesgo a mujeres embarazadas o a
familias con niños, debido al riesgo de mortalidad materna, aborto, mortalidad del
neonato y bajo peso al nacer.
En los niños la enfermedad es aún más virulenta.
Cuando una enfermedad nos afecte lo primero que debemos hacer es buscar la ayuda de
un profecional de la medicina convencional para que en base a sus conocimientos nos
ayude a seguir un tratamiento adecuado para vencer la enfermedad.
Pero tampoco olvidemos que la naturaleza tiene plantas medicinales que son una
verdadera panacea de la salud que han logrado hacer verdaderos milagros.
A continuación presento algunas de las posibles recetas naturales para curar o controlar
la anterior enfermedad.
NOTA:
El uso de las siguientes recetas medicinales corre por su propia cuenta y riesgo, pues todo
organismo no reacciona de la misma manera, por lo tanto se recomienda no abusar de
ellas, ya que algunas plantas en grandes cantidades pueden ser tóxicas.
Se recomienda no usar plantas medicinales, si en el momento está usando drogas
sintéticas recetadas por un médico, son incopactibles y puede ser cotraproducente.
5. RECETAS NATURALES PARA
TRATAR EL PALUDISMO
1. Zumo de verbena blanca en agua, y tomar en ayunas durante nueve días o más si es necesario.
2. Tomar en ayunas una taza de tinto “café” con dos cucharadas dulceras de sal y el zumo de cinco limones.
3. Friccionar la piel con tripas de calabaza y tomar bebidas de acedera con limón.
4. hacer una infusión con hojas de mirto o de azahar para tomar tres veces al día. Para prevenirlo tomar
infusión de mirto en ayunas por 7 días.
5. Preparar bebidas de 15 gramos de raiz de zarpoleta, 15 gramos de cáscaras o raiz de mango en un litro de
agua cada una. Tomar 3 veces al día.
6. En una copa de aguardiente anisado echar 5 dientes de ajos machacados, dejar macerar un poco y luego
tomar en ayunas por 5 días.
7. Tomar jugo de corteza de mango.
8. Cuando empiecen los escalofríos hervir una cerveza para tomar, luego de sudar tomar leche hervida 4 veces
al día.
9. Cocinar fruta de cedrín poca cantidad y tomar tres veces al día.
10. Hacer bebidas con hojas de matarratón, agregarle el jugo de un limón y tomar tres veces al día.
11. Jugoterapia;
vaso de jugo de zapallo o auyama cocinados.
¼ de jugo de cristal de penca zábila.
1 vaso de jugo de uva sancochada.
½ vaso de jugo de rábanos.
Mezclar los elementos y tomar 4 veces al día.
6. ES CONTAGIOSO EL PALUDISMO DE
PERSONA A PERSONA?
El paludismo se trasmite de un hombre a otro hombre por la picadura de
mosquitos hembras Anopheles infectados. Aunque se conocen casos de
transmisión congénita y por transfusión sanguínea o el uso de agujas
contaminadas.
Los mosquitos se infectan chupando sangre que contienen las formas
sexuales del parásito (micro y macrogametositos). Después de una fase de
desarrollo en el mosquito, se trasforman en esporozoítos, los cuales son
inoculados al hombre cuando el mosquito se alimenta.
El padecimiento presenta varias etapas de desarrollo, siendo la primera la que
se lleva a cabo en el hígado o experitrocítica. Posteriormente escapan los
parásitos del hígado hacia el torrente sanguíneo e invaden los eritrocitos, se
multiplican y 48 hrs. Después (o 72 en P. Malariae) se rompen los eritrocitos
liberando un nuevo grupo de parásitos. No hay sintomatología hasta que se
han completado varios de estos ciclos eritrocíticos.
La infección hepática cesa de manera espontanea en menos de cuatro
semanas; posteriormente la multiplicación se limita a los eritrocitos.
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10. DIASNOSTICO
Las cuatro formas de paludismo humano pueden ser tan semejantes respecto a
sus síntomas que es prácticamente imposible diferenciarlas por especie si no se
hacen estudios de laboratorio. Además, el patrón febril de los primeros días de la
infección se asemeja al que se observa en las etapas incipientes de otras
enfermedades víricas, bacterianas o parasitarias.
La confirmación del diagnóstico se hace por la demostración de los parásitos
del paludismo en frotis de sangre y en gota gruesa. Pueden ser necesarios los
estudios microscópicos repetidos cada 12 a 24 horas, por la variación del número
de parásitos en sangre periférica, sobre todo en la infección por P. falciparum.
Incluso, a veces, no se puede demostrar la presencia de parásitos en los frotis de
pacientes que han sido tratados en fecha reciente o que están bajo tratamiento.
Existen métodos de diagnóstico muy sensibles como las técnicas de amplificación
de ácidos nucleicos (PCR) o mediante la detección de antígenos circulantes del
plasmodio (tests rápidos de inmunocromatografía, útiles sobre todo para el
paludismo por P. falciparum). Los anticuerpos, demostrables
por inmunofluorescencia u otras técnicas, pueden aparecer después de la primera
semana de infección y persistir durante años por lo que pueden indicar sólo una
infección previa y, por lo tanto, no son útiles para el diagnóstico de la enfermedad
actual.