1. TUTORÍA
Diplomado de especialización
Curso:
El tutor orientador en el contexto
de los cambios actuales
Autor: mvillanuevaJuan Bosco MonroyAutor: Juan Boscvo Monroy

2. El tutor orientador en el contexto de los cambios actuales
frfrfrfrfrfrfTutoría y estructura de la institución educativa
ROL ORIENTADOR DEL DOCENTE EN EL
CONTEXTO DE LOS CAMBIOS ACTUALES
Al finalizar el curso, los participantes tendrán claridad sobre el rol del docente tutor(a) en el contexto de
los cambios actuales, las funciones que deben cumplir, las capacidades requeridas y la condiciones
necesarias para ser tutor(a).
El curso será desarrollado en tres unidades:
§ Unidad 1: Rol Orientador del Docente en el Contexto de los Cambios Actuales.
§ Unidad 2: Lineamientos sobre el Rol y Funciones del Tutor(a) en este Contexto de Cambio.
§ Unidad 3: Análisis y Manejo de las Capacidades Requeridas por el Tutor(a) para Cumplir
sus Funciones.
UNIDAD 1
ROL ORIENTADOR DEL DOCENTE EN EL
CONTEXTO DE LOS CAMBIOS ACTUALES
Presentación
Los jóvenes que asisten a la Institución Educativa no llevan sólo sus preocupaciones
académicas; sino que ellos, como todos, tienen otras inquietudes, otras perspectivas, y, aunque
buscan empeñosamente su autonomía, necesitan todavía un consejo y una orientación de los
demás. Por eso, el caso que a continuación te presentamos no ha de sorprendernos mucho,
pues nos muestra otras de las facetas de nuestra labor educativa.
I. RECOGIENDO MI EXPERIENCIA

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¡El Matrimonio y algo más…!
Soledad es una profesora de Ciencias Sociales. Está desarrollando situaciones de riesgo adolescente,
haciendo alusión a los tipos de situaciones de riesgo. Específicamente está revisando el abuso y acoso
sexual. De pronto, Verónica, una de sus alumnas, la interrumpe y le pregunta si es correcto tener
relaciones sexuales antes de casarse. Antes, al inicio de clase, esta misma alumna y otras estuvieron
haciéndole muchas preguntas sobre su reciente matrimonio; alguna de ellas, sobre su “luna de miel”.
Fastidiada por la interrupción y porque la considera una falta de respeto, Soledad hace callar a su
alumna, diciéndole que es clase de Ciencias Sociales y que esa pregunta se la puede hacer a su tutora.
La pregunta planteada por Verónica:
• ¿Realmente no tiene nada que ver con el tema?
• ¿Son las preguntas sobre su reciente matrimonio sólo un afán por fastidiar a la
profesora?
• Responder a la pregunta de Verónica ¿es función sólo del tutor o la tutora?
• ¿Cómo debería proceder Soledad?
• ¿Cómo deberá proceder la tutora de Verónica para orientar a Soledad? ¿El tutor tiene
también esa responsabilidad?
2.1 Rol Orientador del Docente en el
Contexto de los Cambios Actuales
1
II. RECONSTRUYENDO MI APRENDIZAJE
Para Soledad, la atención a las expectativas, sentimientos, preocupaciones o aspiraciones más
personales de los estudiantes, a todo aquello que se denomina genéricamente la dimensión
afectiva del alumno, ha sido siempre función del tutor. Soledad, como muchos docentes, ha sido
1 Tomado y recreado de Andrade, Patricia y otros. Guía de Tutoría. Bachillerato Peruano. Edit. Bruño.1999.

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formada en la idea de que su rol se limita a enseñar eficientemente su área. Hoy en día se sabe,
sin embargo, que ignorar las emociones del que aprende, o reprimir su expresión, es el camino
más seguro del fracaso.
Incorporar la dimensión afectiva al aprendizaje cotidiano es redescubrir a los alumnos como
personas. Es reconocer que el miedo, la angustia o el tedio interfieren los procesos mentales; y
que el interés, el optimismo, la confianza, la serenidad y hasta el humor estimulan la inteligencia.
Es aceptar, finalmente, que el conocer no representa un acto puramente cognitivo o lógico, sino
un acto creativo, que asocia siempre ideas, experiencias y sentimientos de un modo
inevitablemente personal.
Soledad, como muchos de sus colegas que enseñan Ciencias Sociales, matemática, Ciencia y
Ambiente o Arte, necesita aprender a tomar en cuenta esta dimensión en su trabajo de aula, a
estimularla y a abordar dificultades de ese orden por si mismo. Prestar atención a la afectividad
sólo cuando genera un problema y derivársela al tutor de inmediato es un viejo hábito que habrá
de ser abandonado y superado poco a poco. Para colaborar con ella y con sus alumnos en este
proceso de aprender a ser y a convivir, mientras se aprende a hacer, a aprender y a emprender,
está el tutor.
Aunque las funciones, generalmente atribuidas de manera casi exclusiva a la tutoría, resultan en
realidad exigencias indispensables para todo docente, el tutor habrá de ser vanguardia en el
aprendizaje de una nueva manera de ser docente.
Es esta parte, revisaremos algunos aspectos centrales de estos cambios, vinculados al ejercicio
del rol pedagógico, particularmente a la función formativa. Veremos cómo la revolución
tecnológica y la revolución de la información asociada a una sociedad del conocimiento o la
información plantean desafiar a la educación, redefiniendo el aprendizaje y la labor del docente.
En el mundo y en la esfera del conocimiento han ocurrido muchísimos e importantes cambios,
que están desafiando como nunca el rol docente y el concepto mismo de educación. Las propias
características del país y los particulares retos que enfrentamos a una década de iniciado el
nuevo milenio configuran, para nosotros, un escenario distinto a aquel en el que fuimos formados
profesionalmente o en el que recibimos nuestra educación escolar. Los cambios ocurridos en
estos contextos están revelando toda la complejidad que representa la tarea de educar, es decir,
de influir sobre la manera de ser, de sentir, de pensar y de actuar de las personas. Educar ya no
es sólo informar ni la responsabilidad de formar podrá estar más separada de la función docente.

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2.2 Una reflexión sobre la revolución
tecnológica, de la información y la educación
frente a la revolución de la tecnología y de la
información
2
Una reflexión sobre la revolución tecnológica
Hoy en día podemos enterarnos de lo que ocurre en el mundo, en el instante en que ocurre.
Somos testigos de acontecimientos mundiales en el campo de la política, el deporte, la ciencia,
el arte, y cualquier declaración o hecho aparecen al mismo tiempo en TV, radio, periódicos,
Internet. Todo en tiempo real, como si estuviéramos allí.
La diferencia con las generaciones más jóvenes, sin embargo, es que mientras nosotros hemos
tenido que adaptarnos – con mayor o menor éxito – a la lógica de los nuevos medios…; éstos ya
estaban en el entorno de niños(as) y adolescentes, aun antes de que nacieran. Ellos han venido
a un mundo ya dominado por la tecnología y la velocidad.
Aunque el acceso a estos medios no es equitativo, lo cierto es que forman parte de la vida
cotidiana de cada vez más hogares, centros de trabajo, establecimientos comerciales y hasta de
las calles de la ciudad.
Los adolescentes de familias de altos y medianos ingresos económicos poseen en sus casas
aparatos que van desde el televisor hasta el acceso al cable o Internet, incluyendo
supernintendo, impresoras y computadora.
En los sectores de escasos ingresos económicos, los adolescentes disfrutan de los videojuegos,
el Chat, Internet en lugares de alquiler o cabinas y se encuentran familiarizados con la
computadora. A pesar de su situación, también ellos ven que la revolución tecnológica influye en
sus vidas.
Los nuevos medios están modificando las relaciones al interior de la familia, la manera de hacer
transacciones comerciales, la forma como se realizan los procesos educativos (foro virtual,
conferencias virtuales, discusión en Chat, etc.). En este último campo, los fenómenos más
importantes pueden ser resumidos en tres, que presentamos a continuación.
2 Ibidem.

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Cambios continuos y demanda de flexibilidad
La diversidad y la velocidad de los cambios nos generan incertidumbre y demanda gran
flexibilidad. Estamos retados a adaptarnos continuamente a exigencias nuevas, a aprender
rápido y bien, por nosotros mismos; pero también a “desaprender”, es decir, a superar nuestros
viejos hábitos, conocimientos anteriores, el modo como hasta ahora hemos venido percibiendo y
enfrentando los problemas del aula.
Formación de una cultura audiovisual
Los códigos audiovisuales característicos de estos medios influyen tanto en la sensibilidad, como
en los modos de ver y razonar de los adolescentes. Estos hechos marcan diferencias notorias
entre esta generación y la nuestra. Nos manejamos con códigos y lenguajes diferentes, lo que se
convierte en un problema cuando no lo entendemos o no reconocemos valor a lenguajes
distintos del nuestro. Ahí se genera un profundo abismo.
Posibilidad de estar informados se incrementa
Conocer hechos u opiniones de gente que se encuentra a miles de kilómetros de distancia, a
través de la TV, la radio, la prensa, los libros, Internet, celular se ha convertido en un hecho
absolutamente normal. No era así apenas 50 años atrás, donde muchas regiones del país vivían
en un estado de virtual aislamiento. Esta situación nos da a adultos, niños(as) y jóvenes, la
posibilidad de contrastar costumbres, perspectivas, problemas, aspiraciones, puntos de vista,
influyendo y dejándonos influir con más frecuencia y naturalidad que nunca.
Una reflexión sobre la revolución de la información
Sin duda, la tecnología se ha convertido en motor de una serie de cambios importantes que
afectan la vida de las personas.
La “actualización profesional” no es una opción a la que uno pueda adherirse o no, según sus
deseos. Constituye en el mundo de hoy, un imperativo para todo profesional, técnico o
universitario, que quiera ser tomado en cuenta.
Y es que la información relacionada a cada especialidad se reproduce e incrementa día a día de
manera tal que, en efecto, ya no basta concluir los estudios que conducen al título para ser un
profesional competente. En cualquier disciplina se requiere seguir aprendiendo – y
desaprendiendo – a lo largo de toda la vida.

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Una característica de esta revolución es la velocidad con la que se dan los cambios en el
conocimiento.
Dicha característica vuelve constantemente inactuales nuestras certezas, convierte la noción de
“verdad” en consensos provisionales, transitorios, quizás sólidos, pero siempre en evolución.
Convierte las mejores ideas ya no en dogmas, sino en hipótesis, sujetas a verificación y a
cambio.
Una segunda característica de esta revolución es la libre circulación de información. El acceso a
toda clase de información ya no es un problema; por el contrario, estamos invadido por ella a
través de los más diversos medios. Lo difícil ahora es discriminar y seleccionar la más
pertinente a nuestras necesidades… y saber utilizarla.
Los adolescentes manejan mucho más información de la que nosotros a su edad. Tal vez no del
mismo tipo; pero, sin duda, están más al tanto de lo que acontece en el mundo de hoy, tienen
mejor idea acerca de acontecimientos que afectan a personas que viven en diferentes rincones
del planeta y están al día en una serie de descubrimientos tecnológicos sobre los que, a veces,
los adultos mismos no tenemos idea.
A decir de los expertos, estos cambios se harán más agudos en los próximos años y serán el
contexto común de las sociedades del siglo XXI. El entorno en el que se desenvolverán y
continuarán actuando las jóvenes generaciones presentará nuevos desafíos a la educación.
La educación frente a la revolución de la tecnología y de la información
Gracias a la revolución tecnológica y de la información se modifica el rol docente y las metas
educativas.
1. El rol del docente deja la vieja función de transmisión de conocimientos e información al
alumno(a) por cuatro razones:
• Porque la cantidad de información que se requiere para desenvolverse
eficazmente en la vida es tan grande que ya no puede caber – como se pensaba
antes – en la cabeza de una sola persona.
• Porque las posibilidades de acceder a ella son cada vez mayores, y el profesor
(a) ya no es la única ni la principal fuente de información.
• Porque la propia noción del aprendizaje ha cambiado drásticamente, como
veremos más adelante. El acto de informar ya no equivale al de educar y el de
recibir información no equivale a aprender.

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• Porque el desafío de la información se plantea hoy en un clima de cambios
acelerados, inestabilidad e incertidumbre tal, que las personas van a requerir
mucha fortaleza personal para no sucumbir en medio de la presión, la velocidad
y las dificultades.
2. Las metas educativas van más allá de la adquisición de información, por dos razones:
• La abundancia y la diversidad de información que circula exigen hoy capacidad
para identificar, seleccionar y decodificar la más pertinente a nuestras
necesidades, y para hacer uso eficaz y oportuno de ella, es decir, la habilidad
para moverse con autonomía y eficacia en la “selva creciente” de la información.
• El ritmo vertiginoso de vida y la inestabilidad que generan los cambios, la
multiplicidad de estímulos que supone un ambiente hiperinformado y la elevada
competitividad en un mundo laboral cada vez más restringido plantean, además,
otras exigencias: autoconfianza, asertividad, perseverancia, flexibilidad y
capacidad para resolver problemas aun en medio de circunstancias adversas.
“Si algún sector social del mundo contemporáneo sentirá el impacto de los cambios
actuales, ese sector será, sin duda, el magisterio. El disco duro lo libera de la necesidad
de ser un almacén de información, por ejemplo; mientras que los recursos gráficos y
audiovisuales que se han desarrollado lo eximen de tener que ejercitar su imaginación y
su capacidad retórica en extremo. El maestro ya “solamente” tiene utilidad como
facilitador, como orientador y como incentivador de sus alumnos… es útil “solamente” si
sabe enseñar a aprender… a orientarse solo y andar por sus propios medios por la selva
creciente de información”.3
2.3 Los cambios en el enfoque del
aprendizaje
4
El cambio del paradigma educativo propone nuevos retos no sólo al HACER (la función) sino al
propio SER del docente.
3 Abugatas y Tubito, 1997, p.9
4 Ibidem.

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En las últimas décadas, notables investigaciones científicas en el campo de la psicología, la
neurociencia / neuropsiquiatría y la biología han permitido superar el viejo paradigma del
aprendizaje, tradicionalmente reducido a su dimensión cognitiva, especialmente al uso de la
memoria (no necesariamente comprensiva); y disociado de los procesos afectivos de las
personas. Paradigma que indujo, por ejemplo, a desgajar la función formativa del rol docente,
limitando este último a la enseñanza eficiente de una materia.
Hoy en día está comprobado que sólo se aprende cuando se razona lo que se quiere aprender, y
que la afectividad no es un simple componente, entre otros, sino condición para el desarrollo
mismo de la inteligencia humana y, por lo tanto, para el propio acto de aprender. Desde las letras
a las ciencias “puras”, desde los aspectos técnicos hasta las teorías abstractas, en cualquier tipo
de aprendizaje interviene el individuo como totalidad, interviene tanto su cognición como su
afectividad. Si el proceso de aprendizaje no es acompañado por el interés por él mismo y un
clima de confianza, respeto y entusiasmo por la tarea común, entonces no hay real aprendizaje.
“Aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y esté en condiciones de obrar
con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no
menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria,
razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar”5
Veamos a continuación en qué consiste estos nuevos enfoques sobre el aprendizaje.
• ¿Cómo aprendemos?
Un concepto que deseamos dejar Hacia un nuevo concepto
Aprender es concebido como resultado
automático de la acción de enseñar en una
relación mecánica de causa – efecto. Se
piensa que para aprender es suficiente que
otros nos transfieran “desde afuera” el
conocimiento “objetivo” de las cosas.
Aprender es resultado de un proceso de
construcción que involucra cognición, lenguaje
y emociones. Se construye el conocimiento
cuando se actúa mental y afectivamente
/volitivamente sobre lo que se quiere aprender
en la confrontación entre el que aprende (y sus
saberes previos) y lo que quiere aprender. Es
una construcción personal, producto también
de una acción colectiva.
5 J. Delors, “La Educación encierra un tesoro”.

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• ¿Qué papel juegan las emociones?
Un concepto que deseamos dejar Hacia un nuevo concepto
• Se piensa que los humanos somos
exclusivamente racionales; que las
emociones no juegan papel alguno en
el desarrollo de la inteligencia y en el
propio acto de aprender; que – por el
contrario – son un serio obstáculo y
deben inhibirse.
• Bastaba la atención – fenómeno
cognitivo- para que ocurra el
aprendizaje; aun cuando el interés –
fenómeno afectivo- no brotara en la
persona.
• Los seres humanos somo también
seres emocionales. Las
investigaciones han demostrado que
tenemos razón y la utilizamos; pero
que la lógica no guía comúnmente
nuestra acción (Gardner). Más aún, las
emociones y toda la dinámica biológica
que se generan en el organismo
humano hacen posible determinada
forma de actuar y limitan o bloquean
otras.
• Determinadas emociones facilitan el
aprendizaje y otras más bien lo
interfieren.
• ¿Desde qué emociones se puede aprender?
Un concepto que deseamos dejar Hacia un nuevo concepto
• Con frecuencia, el rigor, la amenaza y
el miedo acompañan el proceso de
enseñanza y aprendizaje, cuando son
utilizados deliberadamente como
estrategias lícitas para evitar
interferencias y garantizar que los
alumnos(as) escuchen y aprendan.
• Se piensa, así, que el aprendizaje de
los jóvenes es inevitablemente
resultado de una imposición.
• El aprendizaje sólo es posible bajo
emociones como el interés, la
confianza, la serenidad y aún el buen
humor. Se ha probado que estos
estados de ánimo amplían el horizonte
perceptivo, despejan los canales de
comunicación y estimulan la
concentración. La ira o el miedo, en
cambio, reducen la percepción,
dispersan la atención y distorsionan la
comunicación, generando
distanciamiento y rechazo.
• El aprendizaje es posible sólo en el
acuerdo, nunca en la imposición.

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Estos nuevos enfoques sobre el aprendizaje nos llevan a replantear nuestro rol como docentes –
tutores en la Educación Básica Regular y superior, y a considerar en su dimensión real, la
afectividad en el proceso de aprendizaje.
RETORNANDO A MI PRÁCTICA
REFUERZA Y APLICA LO APRENDIDO
ACTIVIDAD
En base a los conceptos planteados en la unidad responda a las siguientes preguntas.
1. ¿Qué supone el rol orientador del docente en el contexto de los cambios actuales?
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2. ¿Qué fenómenos más relevantes genera la revolución tecnológica en la forma como se
realizan los procesos educativos?
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3. ¿Qué características presenta la revolución de la información? ¿Por qué?
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4. ¿Cuál debe ser el nuevo rol del docente y las metas educativas frente a la revolución de la
tecnología y de la información?
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SÍNTESIS DEL CONTENIDO
Incorporar la dimensión afectiva al aprendizaje cotidiano es redescubrir a los alumnos como
personas. Es reconocer que el miedo, la angustia o el tedio interfieren los procesos mentales; y
que el interés, el optimismo, la confianza, la serenidad y hasta el humor estimulan la inteligencia.
Es aceptar, finalmente, que el conocer no representa un acto puramente cognitivo o lógico, sino
un acto creativo, que asocia siempre ideas, experiencias y sentimientos de un modo
inevitablemente personal.
Los nuevos medios están modificando las relaciones al interior de la familia, la manera de
hacer transacciones comerciales, la forma como se realizan los procesos educativos (foro virtual,
conferencias virtuales, discusión en Chat, etc.). En este último campo, los fenómenos más
importantes pueden ser resumidos en tres, Cambios continuos y demanda de flexibilidad,
Formación de una cultura audiovisual y Posibilidad de estar informados se incrementa.
La información relacionada a cada especialidad se reproduce e incrementa día a día de
manera tal que, en efecto, ya no basta concluir los estudios que conducen al título para ser un
profesional competente. En cualquier disciplina se requiere seguir aprendiendo – y
desaprendiendo – a lo largo de toda la vida.
Los adolescentes manejan mucho más información de la que nosotros a su edad. Tal vez no
del mismo tipo; pero, sin duda, están más al tanto de lo que acontece en el mundo de hoy, tienen
mejor idea acerca de acontecimientos que afectan a personas que viven en diferentes rincones
del planeta y están al día en una serie de descubrimientos tecnológicos sobre los que, a veces,
los adultos mismos no tenemos idea.
El rol del docente deja la vieja función de transmisión de conocimientos e información al
alumno(a) por varias razones algunas relacionadas por la cantidad de información existente, por
el acceso a diversas fuentes de información, un sentido diferente de lo que implica aprender y
educar y sobre todo por la exigencia de presión y velocidad en el quehacer humano que el
mundo actual demanda.
El cambio del paradigma educativo propone nuevos retos no sólo al HACER (la función) sino al
propio SER del docente.