1. Ejército Regular, en Misión Irregular, sin Leyes para
Controlar Irregulares.
El honorable magistrado Carlos Gaviria dijo: “La
indefensión en que se encuentra una gran cantidad, si
no la mayoría de las poblaciones colombianas, dada su
condición económica, social y política, no le permite
tener los instrumentos adecuados para repeler los
ataques y la agresión de los grupos alzados en armas.
Dicha función, que corresponde asumirla al estado
directamente como fin esencial inherente a su
naturaleza, la ejerce por medio de la fuerza pública, y
específicamente de la Policía, conforme lo dispone el
artículo 218 de la carta, según el cual éstas están
instituidaspara mantener las condiciones necesarias
para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y
para asegurar la convivencia pacífica de los habitantes
de Colombia, dentro de un concepto de cuerpo
encargado de velar por el mantenimiento del orden
público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes
de las autoridades políticas. Corresponde entonces al
Gobierno nacional dotar a esta Institución de las
herramientas (recursos, personal, etc) necesarias para
cumplir con el mandato que la constitución le ha
impuesto. Por tanto, debe otorgarle los mecanismos qué
le permitan cumplir cabalmente esta función”*.
En Colombia no hemos querido entender que las fuerzas
militares no están sujetas al alcalde, gobernador,
Senadores, Magistrados, particulares y precisamente la
constitución lo dice.
2. La policía como ente civil uniformado es quien
depende de esa autoridad ya que sus funciones son
propias del trato directo entre seguridad y ciudadano,
además del mandato de la carta.
Las fuerzas militares tienen una misión clara y precisa
que es igual para todas las fuerzas militares del mundo y
sencillamente han sido involucradas hasta para
custodiar al borracho o al periquero. Hasta qué punto
los políticos han logrado degradar esa función? y no se
entiende hoy como a pesar de tener una misión
constitucional esta se cumple de manera distorsionada
y sometiendo a los militares a toda suerte de atropellos
si, precisamente las fuerzas militares de un país están
para la defensa de una agresión externa en la que
deba aplicarse la extrema fuerza con el fin de proteger
la honra, bienes y derechos de sus conciudadanos y no
mezclarse en la tarea de recorrer calles para cuidar que
los rateros de baja prosapia hagan de las suyas en
buses, bares, avenidas y cuanto sitio crean que pueden
delinquir.
El orden público interno tiene un nombre propio, sin
embargo ante la dimensión del problema Comunista
traducido en terrorismo, fue requerido para emplearse
allí pero no se le dieron los instrumentos legales para
hacerlo y es por eso que hoy fácilmente un militar es
condenado al actuar porque simplemente no es un
policía judicial o técnico judicial, no puede recaudar
pruebas, las que recauda está por fuera de la ley y para
finalizar terminan siendo condenados por delitos que en
ninguna parte está en sus funciones y tareas
encomendadas por la constitución pero que con
3. arreglo a los desafueros políticos y de la justicia están
sometidos. Solo el Presidente Turbay expidió decretos
para actuar ante eventos críticos donde requirió que
actuaran las fuerzas militares. Cosa diferente que
después los honorables ambiciosos de dinero apoyados
por el comunismo terrorista se encargaron de mandar a
las cárceles a los militares, porque los políticos siempre
saben los secretos de sus magistrados.
Ningún país del mundo tiene un Ejercito IRREGULAR,
todos son constituidos para la defensa de su territorio
frente a una amenaza externa, y solo se emplea
internamente cuando la amenaza es superior y
atentatoria claramente de la seguridad del ciudadano
y cuando la naturaleza hace que su poder lo requiera,
pero en Colombia convertimos al Ejército en Policía
pero sin los instrumentos legales, todos le exigimos pero
nadie le cree, todos lo acusan de violar normas que ni
siquiera las conocen pero son condenados porque es
deber de todos conocer los códigos y leyes, pero
cuando se hacen exámenes de conocimiento a los
jueces y estos lo pierden, simplemente hacen un paro y
los restituyen en sus cargos, eso sin develar las cosas
oscuras que pasan por debajo de la mesa. ¿El Estado
hace bien esa difusión?.
Cuando fueron los militares a otro país y trajeron las
pruebas, orondamente la justicia desconoció esas
pruebas aduciendo precisamente lo que no tienen los
soldados, los instrumentos de ley, pero nadie dijo nada
ante ese poder excluyente que es la justicia, sin
embargo otros países avalaron y sentenciaron con esas
mismas pruebas, que certifico la Interpol.
4. Un ejército regular trabajando como irregular, en un
ambiente irregular con normas regulares y con un brazo
comunista tan grande acusándolo, con una clase
política tan corrupta que por temor a los terroristas no
son capaces de legislar para defender a sus
ciudadanos. Unos magistrados y jueces que más
parecen los sabios de los terroristas que los defensores
de la constitución.
Para le ejecución de sus actividades las FF.MM están
restringidas en muchas de sus funciones; debe aplicar
las normas y leyes internacionales y nacionales, pero son
tratadas sin respetársele ninguna de ellas; le exigen que
aplique la fuerza para un país de ángeles cuando están
combatiendo demonios; ni siquiera pueden ejercer su
condición de ciudadano al decirse que no puede ser
deliberante porque debe mantenerse cayado sin
importar si lo están ahorcando; no puede elegir porque
“dicen” se inmiscuye en debates políticos; no puede
reunirse a menos que lo convoquen; en concreto ser
militar en Colombia es valer menos que un ciudadano
del común, así le confíen la guarda de la majestad
republicana.
Colombia es un país tan monstruoso que la ley viola la
constitución y nadie se atreve a demandar justicia
como es el caso del servicio militar donde se hacen
diferencias tan crueles como someter a un iletrado a 24
meses de servicio y aun letrado a 12 meses; al iletrado lo
mandan a pelear con los alzados en armas y a los
letrados los dejan cuidando anaqueles pero como
premio van al Sinaí; demandamos al ejército porque un
5. iletrado trato mal de palabra a un ilustre colombiano
que es tan culto que no entiende que al exigírsele que
se identifique su respuesta es “ usted no sabe quién soy
yo”, como si ser letrado o rico es valor agregado para
violar la ley y fuera de eso sus influencias hacen
desgraciada la vida de ese iletrado. Demandamos
porque mi hijo no puede ser enviado a pelear con
terroristas pero queremos que otros mueran por mi y
peor aún, no le pagamos a sus deudos lo que merece y
pasan los años para que le paguen una limosna
mientras que a un honorable magistrado vuelan para
sufragar sus ambiciones o muchos que se dan el lujo de
renunciar a una pensión por invalidez porque estar
activo para ser nombrado por el estado es más jugoso
en réditos y poder. Colombia es el país donde sus
ciudadanos sienten vergüenza y temor de ser militar y
siendo tan violentos como somos y verracos para
matarnos, nos da miedo enfundarnos un uniforme y
combatir el terrorismo.
Al ejército lo condenan porque manda iletrados no
capacitados a pelear y lo condenan porque algún
letrado está muy preparado y su convicción es asesinar
a su enemigo; que pasa ahora cuando, como
ciudadano logré adquirir lícitamente un arma para
ayudar en mi defensa y debo guardarla tan
secretamente que es preferible morir rezando porque
simplemente el estado incapaz desde hace muchos
años en defenderme no lo hizo y mis familiares
acongojados no saben a quién denunciar y mucho
menos donde y de lograr saber donde hacerlo, me
debo sentar a que muera de viejo para saber si de
pronto encontraron al responsable.
6. Alguien dijo: “al mejor perro guardián, lo ataron” y así
está el ejército. El estado no puede mostrarme un
decreto donde le ordene a las fuerzas militares asumir el
control del orden interno por inmensa catástrofe interna
y donde le da mecanismos de ley para que pueda
actuar con “represión”, arriba el magistrado Gaviria lo
dice, pero una vez más el estado se pasa por la faja
esa orden y los honorables dedicados a elegir
funcionarios públicos no se dan cuenta lo que dicen en
sus sentencias. Muchos expresarán que la carta lo dice,
que está explicito, que está implícito, etc, etc, porque
leguleyos si somos, pero no hay legislación, lo que hay
es permisividad, tanta que nuestro Presidente se siente
orgulloso de haber sido monaguillo de Camilo Torres.
Lo cierto es que los ilegales están suficientemente
armados, amparados por las leyes que los indultan,
amnistían, rebajan penas, les ofrecen embajadas, les
asignan altos cargos y esos indefensos que mueren, que
son extorsionados, boleteados, chantajeados, no
merecen tener como defenderse y menos invocarle al
estado una defensa digna, porque su aliado está siendo
masacrado en los tribunales donde no sabe guerrear,
combatir, pelear.
Las FF.MM acorraladas, atrapadas, aniquiladas,
avasalladas, sometidas, injuriadas rezan porque los
políticos hagan la paz lo más pronto posible para evitar
que más gente siga engrosando las cárceles,
cementerios y el deshonor, con la preocupación que en
esa negociación no terminen sometidos a terroristas o
despojados hasta de los grados.
7. Ahora empezarán a aplicar la Justicia Transicional y el
caos será mayor. Dios bendiga a las Fuerzas Militares de
Colombia porque sus compatriotas los van a enterrar sin
honores, sin uniforme y desprestigiados.
Columna: Avatar
* Negrilla y subrayado fuera de texto.