El documento discute la diversidad cultural en Perú, incluyendo diferentes idiomas, costumbres y comidas en la Costa, Sierra y Selva, además del español. A pesar de esta diversidad, existe mucho racismo que menosprecia las lenguas, costumbres y fiestas regionales, humillando a las personas por su apariencia. Se propone disminuir el racismo y la discriminación protegiendo las lenguas nativas, imponiendo multas a quienes discriminan, para que los hablantes de aimara y quechua no se avergüencen.