El documento argumenta que los conceptos de "hombre" y "mujer" son productos de un mismo proceso químico y biológico, no de procesos separados. Rechaza la idea de que los hombres fueron creados por Dios para dominar, señalando que esta es una noción mitológica sin base genética. Finalmente, sostiene que la falta de tolerancia hacia el sexo opuesto se debe a la ignorancia sobre la verdadera base química y psicológica de la existencia humana, y que esta ignorancia es prom

1. Mundo Químico
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Editor: Humberto GEditor: Humberto Góómez Sequeiramez Sequeira--HuGHuGóóSS
22 Mayo 201522 Mayo 2015 -- Los Angeles, California, USALos Angeles, California, USA
La tolerancia del “sexo opuesto”
El "hombre" es un organismo producido por la reacción del
óvulo y del esfuerzo de su madre por satisfacer las
condiciones de la evolución de su vida. El "sexo opuesto" —
en este caso llamado "mujer"— es un elemento del cuento
chino perverso llamado "creación".
"Hombres" y "mujeres" son parte de un mismo evento
químico sustentado por los elementos constituyentes del
universo. Sus propiedades sexuales no son producto de
procesos biológicos separados o diferenciados por un "soplo
divino" que produce el pene como un órgano independiente
del clítoris o superior a éste.

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El “hombre” creado por un “dios” para que “dominara” es un
mito; no existe porque no tiene raíz genética. La base química
y psicológica de la existencia del hombre es la mujer. La
ignorancia de los principios de la ciencia de la evolución del
Homo sapiens es un elemento de la “didáctica masculina” que
la Iglesia y el Estado usan para convertir al “hombre” en
soldado de la guerra contra la mujer. El objetivo ancestral de
esta lucha es la supresión de las propiedades naturales de la
mujer, particularmente su igualdad y su ejercicio en la
administración de su vida que es la vida de la sociedad.
La tolerancia no es un elemento de razón en la mente de los
patriarcas (“hombres de dios”) defensores del mito de “Adán”
—papas, pederastas, presidentes, políticos, generales,
banqueros y chulos— que dominan la sociedad veneradora de
la divinidad del pene bautizado. La igualdad de la mujer no es
la cuestión de la “tolerancia” del “hombre” de la mujer que se
manifiesta de acuerdo a su instinto, sino que la cuestión de la
opresión que la Iglesia y el Estado ejercen sobre ella por
medio de los “hijos de Adán”.
La tolerancia del “sexo opuesto”

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El "hombre" que no tolera al "sexo opuesto" no se tolera a sí
mismos porque no sabe todavía cuál es la base química y
psicológica real de su existencia. Sin este conocimiento el
"hombre" creado por un "dios" para que "dominara" vive en
el estado de fe, confusión, violencia y decadencia que es la
camisa de fuerza del concepto artificial de la masculinidad
que le imponen sus patriarcas desde que nace hasta que
muere.
—Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
La tolerancia del “sexo opuesto”