1. Respuesta Inmune
En el mecanismo de defensa celular encontramos la respuesta inmune
adquirida la cual se destaca por sus características de especificidad, diversidad y
memoria; También encontramos que es auto limitada y no es auto-reactiva. Está
ausente o es débil durante la primera exposición ante un patógeno y en la re-
exposición incrementa dramáticamente su eficacia específica para la defensa ante
un patógeno, es decir que se genera una respuesta autoinmune que se
incrementa ante tras exposiciones repetidas a la misma sustancio a agente
infeccioso. Cada molécula o agente infeccioso es reconocido por las células del
sistema inmune. Existen dos tipos de inmunidad adquirida, estos son: la respuesta
inmune humoral y la respuesta inmune celular. Ambas actúan en conjunto, con el
fin de eliminar a los microorganismos.
Respuesta inmune Humoral
En cuanto a la inmunidad humoral, recibe este nombre debido, a que sus
mediadores son anticuerpos, proteínas del complemento y citoquinas; La
respuesta autoinmune humoral es mediada por las inmunoglobulinas (familia de
glicoproteínas producidas por linfocitos B cuyas funciones principales son:
neutralización, opsonizacion y activación de complemento. Los anticuerpos o
inmunoglobulinas (Ig), son una familia de glucoproteinas producidas por los
linfocitos B en dos formas: unidos a membrana y de secreción, estos últimos son
los que actúan en la inmunidad humoral. Todas las Ig poseen una estructura
básica similar, compuesta por dos cadenas pesadas (H) idénticas unidas entre si
por enlaces covalentes y dos cadenas ligeras (L) unidas a las anteriores. Tanto la
cadena pesada como la de la ligera de las Ig se componen de regiones variables
(V) N terminal y regiones constantes (C) carboxi-terminal. Cada una de estas
regiones V contiene tres regiones de hipervariabilidad independientes, que se
ensamblan espacialmente para formar el sitio de unión al antígeno. Los
anticuerpos se clasifican en diferentes isotipos dependiendo de las diferencias de
sus regiones C de las cadenas pesadas, las distintas clases se denominan IgM,
IgG, IgD, IgE e IgA. La mayoría de las funciones efectoras de los anticuerpos
secretados son llevadas a cabo por la por las porciones Fc de las regiones C de
las cadenas pesadas. Los anticuerpos participan principalmente en la defensa
contra los microbios extracelulares. Los linfocitos B son células productoras de
anticuerpos específicamente su función tiene que ver con la neutralización de
toxinas y virus, inhibición de actividad enzimática, bloqueo de la adherencia
microbiana, inhibición del crecimiento de procariotas. En la primera fase de la
respuesta humoral participan los linfocitos B que a pesar de la interacción con el
antígeno, el linfocito B no se activa hasta ser estimulada por una línea de linfocitos
T los cuales son cooperadores.
2. La respuesta humoral atraviesa ciertas fases y estas pueden ser:
Fase 1ª: activación y proliferación del linfocito TH *
Fase 2ª: El linfocito B reconoce específicamente al antígeno nativo *
Fase 3ª: Formación del conjugado TH:B e intercambio de señales *
Fase 4ª: Efecto de las señales del linfocito TH sobre la célula B.
La respuesta humoral se desencadena en distintos órganos dependiendo
de la vía de entrada del antígeno: si el antígeno entra por la sangre, va a parar al
bazo; si entra por tejidos, es captado por algún ganglio linfático regional; si se
introduce por los epitelios internos, suele ir a parar a tejido linfoide asociado a
mucosas. Y está clasificada en: Respuesta humoral primaria , donde la cantidad
de anticuerpo secretado por células plasmáticas y la clonación de estas mismas
células la primera vez que entra en contacto el receptor con el antígeno encuentra
su máximo aproximadamente a los 7 días de la primera infección (5-10 días).
Habitualmente, la respuesta máxima de anticuerpos son del isotipo IgM, por
encima de IgG,2 inducida por todo tipo de inmunógeno. La dosis necesaria para la
inmunización generalmente debe ser relativamente alta, óptimamente con la
presencia de adyuvantes para los antígenos proteicos. Y la Respuesta humoral
secundaria: donde una infección repetida por un mismo antígeno activa los
linfocitos de memoria creados como consecuencia de la respuesta humoral
primaria. La respuesta, entonces, se inicia más rápidamente, al cabo de unos 3
días. Por su parte, la respuesta máxima de anticuerpos es mayor, con una
intensidad de 100 a 1000 veces la respuesta primaria, y es principalmente del
isotipo IgG (en ciertas situaciones de los isotipos IgA e IgE). También dura más
tiempo, haciendo que su declive sea más lento. Es una respuesta inducida por
antígenos proteicos y sólo son requeridas bajas dosis de antígenos infectantes, sin
necesidad de adyuvantes.
Respuesta inmune celular
La respuesta inmune de tipo celular cubre una importante función como
mecanismo inmunológico de defensa, actuando principalmente frente a bacterias y
virus, capaces de sobrevivir y proliferar en el interior de los fagocitos y otras
células del huésped, lugar al que no tienen acceso los anticuerpos circulantes. Por
tal motivo la defensa frente a este tipo de infecciones depende de la inmunidad
celular, la cual induce la destrucción del microorganismo residentes en los
3. fagocitos o de las células infectadas. Así como evitando la aparición y desarrollo
de células tumorales. Sin embargo, este tipo de respuesta representa una seria
limitación en la práctica de trasplantes por ser el principal mecanismo implicado en
el rechazo de los mismos.
Es la respuesta específica en la que intervienen los linfocitos T en la
destrucción de los agentes patógenos. Los linfocitos T atacan y destruyen células
propias, tumorales o infectadas. El mecanismo de actuación para cada linfocito T
es distinto. No obstante, todos se disparan mediante la presentación de antígenos.
La respuesta inmune de tipo celular es compleja en sus efectos y acciones
finales, así como en su iniciación y desarrollo. Como ya se ha dicho anteriormente
en ella participan esencialmente los linfocitos T, colaboradores y citotóxicos. Tal
como se ha dicho anteriormente, los linfocitos reconocen el antígeno mediante el
receptor T (TcR) y lo hacen solo cuando el antígeno es degradado y procesado en
el interior de las células presentadoras de antígeno (APC) y sus determinantes
antigénicos son expuestos en la superficie de estas células en el seno de una
molécula del complejo principal de histocompatibilidad.
Los fagocitos con microorganismos ingeridos producen antígenos desde las
vesículas intracelulares y los presentan en su membrana sobre las moléculas del
complejo mayor de histocompatibilidad (MHC). Los antígenos del MHC-I
reaccionan con linfocitos T citotóxicos (CD8+) mientras que los del MHC-II lo
hacen con linfocitos T colaboradores (CD4+ o TH1). Los CD8+ liberan citosinas
mediadores de la inflamación y las citosinas de los CD4+ activan a macrófagos
para la destrucción de los microorganismos ingeridos.
Si los fagocitos son infectados con microorganismos en el citoplasma y no
en sus vesículas, activan directamente a los CD8+ para la destrucción de la célula
infectada.
Las células presentadora de antígenos (CPA) reciben estimulación del
lipopolisacárido (LPS) bacteriano, así como del interferón γ (IFN-γ) producido por
células T y del ligando al CD40 (CD40L) proveniente de los CD4+. Esas
interacciones estimulan la transcripción y síntesis de interleucina-12, el cual hace
que los CD4+ vírgenes se diferencien en TH1 efectoras. Estas secretan IFN-γ que
activa a los macrófagos para la destrucción de los microorganismos fagocitados.
El mecanismo de actuación para cada linfocito T es distinto. No obstante,
todos se disparan mediante la presentación de antígenos.
El agente patógeno es capturado por la llamadas células presentadoras de
antígenos (CPA), generalmente, macrófagos, que degradan esos antígenos. Al
4. degradarlos, pequeños péptidos (unos 10 aminoácidos, aproximadamente) de las
proteínas externas del agente patógeno se unen de forma específica en un surco
existente en el MHC del macrófago. El tándem MHC y el péptido de la célula
presentadora del antígeno son expuestos en la membrana. Este macrófago
activado se moviliza por el torrente sanguíneo hasta encontrar linfocitos, a los que
activará.
TIPOS DE LINFOCITOS T
Tipo Subtipo Función
TCD4
TH1 o inflamatorios
Activan o destruyen células
infectadas.
TH2 o cooperadores
Estimulan a los linfocitos B para
producir la liberación de
anticuerpos.
TCD8 o citotóxicos
Matan células cancerosas o que
contienen patógenos
intracelulares. Inducen a
la apoptosis.