1. LAS TIC EN LA FORMACIÓN
De acuerdo con Semenov, A. (2006), “En cualquier acto educativo podemos distinguir tres
facetas: encuentro, comunicación e interacción” (p. 94).
El primer elemento consiste en la reunión física de los actores del proceso, (aprendices e
instructores) en el cual se desarrolla el intercambio de información entre ellos a través de
mensajes a través de un sistema de comunicación. Esta interacción permite alterar el
comportamiento de los actores dado a que se intenta alcanzar unos objetivos previamente
propuestos. Todo lo anterior está mediado a través de un sistema de comunicación bien sea
presencial o virtual.
Los procesos educativos han sido objeto de una transformación sin precedentes toda vez
que el rol que juegan estos actores han transformado los procesos de formación propiciando un
papel protagónico en el proceso, pues como lo dijera Yanes, J. “el aprendizaje no está dirigido
por el formador sino que está básicamente centrado en los alumnos” (p.9).
Estos comportamientos se han alterado de manera significativa toda vez que se los sistemas
educativos tradicionales, los formadores eran los protagonistas del acto educativo, dueños del
conocimiento y los aprendices en su actitud pasiva eran los receptores de un cúmulo de
información transmitida por el instructor.
En cualquiera de los dos casos, existe un sistema de comunicaciones, formado por un
elemento emisor, un medio, un receptor y un mensaje, que en el sistema tradicional era
unidireccional, es decir que partía del emisor y era captado por el receptor. La diferencia parte,
entonces en que con las transformaciones que se han presentado en estos ambientes de
aprendizaje, el mensaje es bidireccional, es decir que surge un los actores del procesos son
emisores y receptores, despertando por consiguiente una posición activa de los estudiantes o
aprendices, quienes son los constructores de su propio conocimiento.
Ahora bien, la educación es universal, independiente de la ubicación física de los actores
del proceso. Esto se logra gracias a los avances tecnológicos que en materia de comunicaciones
tenemos a mano en un mundo globalizado formando personas en la sociedad del conocimiento.
Es lo que denominan las Tecnologías de la Información y Comunicaciones, TIC.
Lo anterior, suscita a nuevas formas de pensar y actuar en una sociedad cada vez más
compleja dándole un nuevo enfoque a la enseñanza.
Aparecen entonces nuevos esquemas de la educación no presencial: La educación abierta
y a distancia y la educación virtual.
Es necesario, “Crear las condiciones para desarrollar esta alianza estratégica es
fundamental para el futuro económico-social y político-cultural del país” (Yanes, J. et al; 2012a
p. 159), lo que obliga a crear entornos de aprendizaje más eficientes y sobretodo, propiciar más
cobertura en la educación mediante el uso de las TIC con personal altamente calificado y
experimentado en el uso de herramientas tecnológicas.
En síntesis, los resultados en los procesos de formación en la modalidad abierta y a
distancia, mediante el uso de las TIC, y la aplicación de estrategias y herramientas didácticas
virtuales son evidentes, toda vez, que en lo particular inducen a los estudiantes a participar
activamente en este proceso con resultados que se comprueban en el logro de los objetivos de
formación propuestos toda vez que estamos inmersos en “la actual Sociedad del Conocimiento
más que cambios curriculares lo que se requiere es generar una disposición general al cambio
en la forma de aprender, comunicarse y producir” (Yanes, J. et al; 2012b p. 159), para lo cual se
asume el rol de tutor o guía cuya función es acompañar al aprendiz en el proceso de construcción
del conocimiento.
2. REFERENCIAS
Yanes, J. Las TIC y la crisis de la Educación. Algunas claves para su comprensión. Biblioteca Digital
Virtual Educa. 2012.
Semenov, A. Las tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza. Manual para
docentes o Cómo crear nuevos entornos de aprendizaje abierto por medio de las TIC.
Unesco. Editorial Gráfica Don Bosco. Montevideo, 2006.